El IPC Nacional de INDEC trepó 2,8% mensual en abril, desacelerándose 0,9 p.p. respecto al dato de marzo y ubicándose por debajo de las expectativas del mercado De esta forma, la inflación acumulada fue de 11,3% en el primer cuatrimestre del año y la variación interanual fue de 47,7%, representando la variación más baja desde mayo de 2021.
De esta manera, la inflación de abril sorprendió a la baja en un mes en el cual se flexibilizaron restricciones cambiarias y el tipo de cambio mostró una mayor volatilidad en el marco del nuevo esquema de bandas de flotación. En este sentido, el pass throught del movimiento del tipo de cambio oficial fue menor al esperado al tener en cuenta que finalizó el mes con una suba en torno al 5,3% (en el promedio) y 9,1% (fin de periodo).
Si bien aún es temprano para sacar conclusiones, cabe mencionar tres motivos que pudieron influir en un menor traspaso: 1) Si bien el tipo de cambio mostró una suba, se estabilizó en niveles menores a los esperados inicialmente; 2) El nuevo esquema cambiario impactó únicamente en la mitad del mes, con lo cual parte del impacto también podría observarse en la primera quincena de mayo; y 3) Existieron medidas y señales por parte del gobierno que ayudaron a alinear las expectativas. Del mismo modo, un punto no menor es que no todos los precios de la economía se rigen por un único tipo de cambio.
El IPC Nacional de INDEC trepó 2,8% mensual en abril, desacelerándose 0,9 p.p. respecto al dato de marzo y ubicándose por debajo de las expectativas del mercado. De esta forma, la inflación acumulada fue de 11,3% en el primer cuatrimestre del año y la variación interanual fue de 47,7%, representando la variación más baja desde mayo de 2021.
Pese a la desaceleración del nivel general, la inflación núcleo mostró una variación mensual similar a la del mes previo (+3,2%, mostrando una suba de 12,2% acumulado y 46,8% i.a.), siendo la categoría de mayor incremento en el mes. Al interior, destacó la incidencia del precio de la carne (+0,4 p.p.), que mostró una variación de 4,8% a nivel nacional y ya acumula en el año una suba de 23,2%, más de 10 p.p. por encima del nivel general. Cabe destacar que la inflación núcleo excluyendo la carne y sus derivados se incrementó un 2,9% en abril, luego de subir un 2,7% durante marzo.
Por su parte, el IPC Estacionales trepó 1,9% en el mes (desacelerando -6,5 p.p. respecto al dato de marzo), lo cual ayudó a la desaceleración del Nivel General. Al interior, cabe destacar la caída de frutas a nivel nacional (-2,1%, tras haber trepado 1,6% en marzo) y de verduras (-0,6%, tras haber subido 31,6%). En la misma línea, el IPC Regulados subió 1,8% (-1,4 p.p. respecto a marzo), lo cual también contribuyó a la desaceleración, donde “Electricidad, gas y otros combustibles” subieron apenas 0,1% en el mes.
En términos de bienes y servicios se mantuvo las diferencias en la evolución. Los primeros treparon 2,7% en el mes, mientras que los servicios subieron un 3,0%, incluso pese a la mayor volatilidad cambiaria. En cuanto a las divisiones, la de mayor aumento en el mes fue Restaurantes y hoteles (+4,1%), mientras que le siguió Recreación y cultura (+4,0%). Además, Prendas de vestir y calzado trepó 3,8%. A contramano, Equipamiento y mantenimiento del hogar (+0,9%) y Transporte (+1,7%) fueron las divisiones con menor incremento.
De esta manera, la inflación de abril sorprendió a la baja en un mes en el cual se flexibilizaron restricciones cambiarias y el tipo de cambio mostró una mayor volatilidad en el marco del nuevo esquema de bandas de flotación. En números, el dato mensual se ubicó 0,4 p.p. por debajo de la mediana del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que estimaba 3,2% para el mes. En este sentido, el pass throught del movimiento del tipo de cambio oficial fue menor al esperado al tener en cuenta que finalizó el mes con una suba en torno al 5,3% (en el promedio) y 9,1% (fin de periodo).
Si bien aún es temprano para sacar conclusiones, cabe mencionar tres motivos que pudieron influir en un menor traspaso: 1) Si bien el tipo de cambio mostró una suba, se estabilizó en niveles menores a los esperados inicialmente; 2) El nuevo esquema cambiario impactó únicamente en la mitad del mes (concentrado en la segunda quincena), con lo cual parte del impacto también podría observarse en la primera quincena de mayo; y 3) Existieron medidas y señales por parte del gobierno (como la quita de aranceles, el incentivo a rechazar nuevas listas de precios y la intervención en las pautas salariales) que ayudaron a alinear las expectativas.
Del mismo modo, un punto no menor es que no todos los precios de la economía se rigen por un único tipo de cambio. Por caso, mientras el dólar mayorista mostró una suba cercana al 5% desde la flexibilización de las restricciones hasta la fecha, el dólar exportador (que afecta localmente el precio de los bienes transables que se exportan) se mantuvo prácticamente en los mismos valores y el dólar CCL (el cual toman como referencia importadores que no volvieron al MULC) se redujo más de un 13%.
¿Qué esperamos para los próximos meses?
Si bien aún resta la mitad del mes, estimamos que la inflación mensual de mayo podría ubicarse por debajo del dato de abril, pese que aún podría existir cierto impacto producto de la salida del cepo.
De cara a los próximos meses, la dinámica inflacionaria dependerá esencialmente de lo que suceda con la evolución del tipo de cambio. En tal sentido, si el tipo de cambio se mantiene relativamente estable (o incluso reduce su cotización), no aparece ningún shock estacional (como los evidenciados en marzo) y se postergan aumentos de precios regulados (justamente con el fin de bajar la inflación), el proceso de desinflación podría retomar su curso. Por tal motivo, si se cumplen estas condiciones no descartamos en los próximos meses la inflación mensual logre romper el piso del 2%.
Más adelante en el año, no nos sorprendería que el tipo de cambio oficial muestre una mayor volatilidad en la cercanía a las elecciones si el Gobierno se mantiene en su postura de no intervención dentro de las bandas, lo cual podría tener cierto impacto en la inflación de aquellos meses frente a la típica incertidumbre política y cambiaria. Cualquiera sea el caso, estimamos que la inflación anual en 2025 desacelerará notablemente respecto a los observado en 2024.