En septiembre, el IPC Nacional alcanzó el 2,1% mensual, mostrando una aceleración de 0,2 p.p. respecto al mes anterior y la variación más elevada desde abril. Además, se ubicó en línea para el relevamiento de expectativas del mercado (REM), que esperaba una inflación de 2,1% mensual para el mes. De esta manera, la inflación alcanzó una suma de 22,0% acumulado hasta septiembre y de 31,8% i.a.
En cuanto a las categorías, la mayor variación se vio en el IPC Regulados (+2,6%, – 0,1 p.p. respecto al mes anterior), mientras que los precios Estacionales subieron 2,2% en septiembre, tras caer -0,8% en agosto. Por último, el IPC Núcleo -excluye los datos de precios regulados y estacionales y por ende están más asociados a los cambios en la coyuntura económica- trepó 1,9% en el mes, desacelerándose 0,1 p.p. respecto al mes pasado.
Para octubre, estimamos que la inflación se ubique nuevamente por encima del 2%. El foco estará en la evolución del tipo de cambio y la expectativa sobre lo que pueda pasar con el esquema cambiario en los próximos meses, que determinará no solamente la dinámica de los precios en octubre sino también en el último trimestre del año.
En septiembre, el IPC Nacional alcanzó el 2,1% mensual, mostrando una aceleración de 0,2 p.p. respecto al mes anterior y la variación más elevada desde abril. Además, se ubicó en línea para el relevamiento de expectativas del mercado (REM), que esperaba una inflación levemente por encima del 2% para el mes. De esta manera, la inflación acumula 22% hasta septiembre y de 31,8% i.a., representando la cifra anual más baja desde mediados de 2018.
En cuanto a las categorías, la mayor variación se vio en el IPC Regulados (+2,6%, – 0,1 p.p. respecto al mes anterior), explicado por la aceleración en combustibles (+3,9%), mientras que también impactó el incremento en electricidad, gas y otros combustibles (+3,0%). Por otro lado, los precios Estacionales subieron 2,2% en septiembre, tras caer -0,8% en agosto. Al interior, resaltó la aceleración de frutas y verduras, donde ambas categorías treparon un 5,2%. Además, hay que destacar que indumentaria se ubicó por debajo de lo esperado en el inicio de temporada, ubicándose como la división con menor incremento (+1,1%).
Por último, el IPC Núcleo -excluye los datos de precios regulados y estacionales y por ende están más asociados a los cambios en la coyuntura económica- trepó 1,9% en el mes, desacelerándose 0,1 p.p. respecto al mes pasado. De esta forma, la inflación de este tipo de bienes se ubicó nuevamente por debajo de la evolución de la variación promedio del tipo de cambio oficial, que fue de 5,5%. Esto da cuenta de que el proceso inflacionario actual mantiene un pass-throught acotado (más en detalle, el tipo de cambio acumuló una suba de 14,5% en el punta-punta del segundo trimestre, mientras que la inflación subió 6,0% en el mismo periodo), como consecuencia de estar transitando un régimen inflacionario moderado, sumado a una mayor apertura comercial y caída en la actividad económica.
En términos de bienes y servicios se mantuvo la diferencia que se viene dando en los últimos meses: los primeros subieron 2,0%, mientras que los servicios un 2,3%. Esta diferencia se puede observar mejor en el acumulado del año: los bienes acumularon 17,9% hasta septiembre, mientras que los servicios treparon casi el doble en el mismo periodo (+31,2%).
En cuanto a las divisiones, la de mayor aumento fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (+3,1%), como consecuencia de los incrementos en alquileres. En la misma línea se ubicó Educación (+3,1%), mientras que Transporte trepó 3,0%. A diferencia, Restaurantes y hoteles subió 1,1%.
Perspectivas del resto del año
Para octubre, estimamos que la inflación se ubique nuevamente por encima del 2%. El foco estará en la evolución del tipo de cambio y la expectativa sobre lo que pueda pasar con el esquema cambiario en los próximos meses, que determinará no solamente la dinámica de los precios en octubre sino también en el último trimestre del año.
Si bien las elecciones legislativas y la incertidumbre que generan como la ayuda de EEUU (que, hasta ahora, pareciera ser la intervención directa en el mercado local vendiendo dólares y un eventual swap por parte del Tesoro estadunidense), el hecho de que la economía se mantenga en un escenario de mayor volatilidad cambiaria no está implicando hoy en día un traslado significativo a precios. Parte de esto no sólo se debe al rol disciplinado de una mayor apertura comercial, sino que también está asociado a la restrictiva política monetaria del Gobierno, que junto a un ancla salarial activada (paritarias que todavía esperan una inflación mensual que “arranque con 1”) le ponen un límite a la demanda agregada.
Por este motivo, estimamos que la inflación ronde 30% en 2025, algo por encima de lo esperado hace algunos meses, pero reflejando una importante desaceleración respecto a 2024.