Crece la presión en la CGT para anunciar el 5to paro nacional contra Macri

El reclamo “hagan algo” de un trabajador de la UOCRA a Mauricio Macri en un acto que realizaba el Presidente en la Ciudad de Buenos Aires, pareció no solo describir el drama que atraviesan los trabajadores por la situación económica, sino también la falta de canalización de esa demanda que se observa en una dirigencia sindical que ha venido conteniendo la conflictividad sindical más que promoviéndola.

Un ejemplo de ello se pudo ver esta semana, cuando la reunión del Consejo Directivo de la CGT, que iba a evaluar la situación económica y posibles medidas de fuerza, fue suspendida, logrando esquivar una vez más la presión para la convocatoria a un nuevo Paro Nacional.

El Gobierno no se ha quedado con los brazos cruzados y ha venido colaborando para contener los niveles de conflictividad sindical. En noviembre pasado logró desactivar una medida de fuerza de la CGT con el otorgamiento de un bono de $ 5.000 para todos los trabajadores del sector privado. Ahora, acaba de adelantar el aumento previsto para junio próximo en el Salario Mínimo Vital y Móvil a marzo, al tiempo que incrementó los montos correspondientes a la prestación por desempleo.

Lo paradójico es que el contexto electoral hace más difícil la convocatoria a un Paro Nacional para la dirigencia sindical que aún permanece en la conducción de la CGT. Y es que entre los sectores dialoguistas, prevalece la idea de que si se promueve una medida de fuerza, a ella se terminarán plegando los sectores más combativos que ya abiertamente actúan en apoyo de la candidatura de Cristina F. de Kirchner, y quienes buscarán capitalizar políticamente la protesta.

El Gobierno sabe que el desafío del sindicalismo para contener la conflictividad es complejo en un contexto económico delicado, y por ello seguirá privilegiando la relación con el sector más estratégico a la hora de definir la efectividad de una medida de fuerza: el sector del transporte. Para lograr ese objetivo, el Ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, compartió una cena días atrás con la cúpula de la CATT (Confederación Argentina de los Trabajadores del Transporte) donde recogió demandas específicas del sector, que se describen a continuación.

Demandas del Sector de Transporte:

  • Reclamo por el impacto de Ganancias en el Sector de trabajadores del Transporte.
  • Preocupación por una eventual Reforma Laboral a discutirse en el Congreso (el Ministro lo descartó).
  • Impacto de los tarifazos en el salario de los trabajadores del sector.
  • Rechazo a cambios que impulsa, Carolina Stanley, en Regímenes Diferenciales laborales del Sector.
  • Reclamos por la continuidad de inversiones ferroviarias.
  • La inseguridad que sufren los trabajadores del sector del Transporte Automotor.
  • Preocupación por el avance en la informalidad laboral en el sector (se citó el caso de UBER)
  • La preocupación por el aval del Gobierno a inscripciones gremiales funcionales a las empresas Aeronáuticas (gremios por empresa).

El timing de la recuperación: ¿recalculando el escenario electoral?

La ratificación en febrero de que la crisis económica sigue siendo corrosiva para el Gobierno en cuanto a indicadores de opinión pública, pese a la ventana de recuperación que se había abierto en noviembre-diciembre producto de la estabilidad financiera y el éxito del G-20, empieza a poner al límite de sus posibilidades a la competitividad del oficialismo. El daño se verifica en la mayoría de los indicadores más relevantes:

  • Imagen de Gobierno: la valoración del desempeño del Gobierno cae en febrero al nivel más bajo de todo el ciclo (25% de imagen positiva y 58% de imagen negativa)
  • Preocupaciones: en febrero se recalienta la preocupación por la inflación, que vuelve a superar el tercio de menciones. De esta forma, crecen las preocupaciones económicas.
  • Expectativas: siguen hundidas en el pesimismo y solo 1 de cada 4 encuestados cree que el país mejorará en un año, y solo 1 de cada 5 que su situación personal mejorará.
  • Imagen de Dirigentes: la imagen de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Elisa Carrió, está en los niveles más bajos del ciclo. La imagen negativa de Macri superó por 1ra. vez el 50%.

Y si bien los niveles de apoyo electoral aún resisten por encima del 30% (30,8% en febrero), la prolongación de un escenario recesivo en materia económica podría poner bajo amenaza la voluntad de ese electorado, que podría terminar migrando a una opción alternativa.

¿Cómo podría reconfigurar el escenario electoral una prolongación de la crisis económica?

Si bien el escenario electoral se ha venido mostrando bastante estable (hace 7 meses que el oficialismo y el kirchnerismo sostienen niveles de apoyo electoral cercanos al tercio de los votos), la situación económica le está poniendo presión a las tendencias electorales.

La persistencia de una situación económica recesiva podría producir dos efectos inversos sobre el escenario: 1) debilitar los niveles de apoyo al oficialismo y 2) fortalecer los niveles de apoyo de Cristina Fernández de Kirchner, la principal rival opositora al Gobierno. Sin embargo, lo primero aún no se evidencia y lo segundo tampoco pareciera poder producirse, siendo que permanecen elevados los niveles de rechazo de a la figura de CFK (53% de imagen negativa).

Lo que sí es seguro es que los niveles de apoyo de CFK no parecieran estar siendo amenazados por ningún factor, y sí lo están siendo los apoyos del oficialismo por una persistente crisis económica que no muestra señales de recuperación. Y ello es importante para pensar escenarios alternativos.

Siendo que el escenario hoy más probable para la definición de la elección presidencial es una segunda vuelta entre Macri y Cristina. No obstante, su reconfiguración más probable, si la crisis económica persistiera, no sería mudarnos a un enfrentamiento entre Macri y un candidato moderado, sino a la confrontación en una segunda vuelta de dos dirigentes opositores. En este sentido, la evolución de la economía se transformará en una variable clave para la definición de la tendencia electoral:

  1. Si la recuperación llegara a tiempo, ello consolidaría un escenario de confrontación entre Macri y CFK, que podría ser más favorable para el Gobierno que para la ex Presidente;
  2. Si la recesión se prolonga, los apoyos al oficialismo podrían resentirse e ir a fortalecer otra alternativa que le permita a ese electorado defenderse de un eventual regreso de CFK al poder.

En un escenario polarizado, la economía golpea al oficialismo

  • El gobierno llega a su peor momento en materia de evaluación de gestión. La valoración del desempeño del gobierno registró en febrero un fuerte deterioro, con una caída de la valoración positiva a 25,6% (nivel más bajo de todo el ciclo), y un fuerte incremento de la valoración negativa que llega al 58% (valor más alto de todo el ciclo).
  • Luego de la recuperación de fin de 2018, las expectativas se deprimen y la inflación vuelve a preocupar. Tras la ventana de noviembre-diciembre, las expectativas sobre el futuro del país y de la situación personal de la gente se vuelven a deprimir y vuelve a crecer la preocupación por la inflación luego de tres meses de caída.
  • A pesar de la caída en su imagen, el gobierno mantiene los mismos niveles de apoyo electoral. En materia electoral, se observa una estabilidad sorprendente a lo largo de los últimos meses en cuanto a la distribución de los apoyos. Y en un contexto de caída de imagen y de expectativas, la intención de voto a cambiemos se mantiene por encima del 30%.
  • La imagen negativa de Macri supera el 50% e iguala los niveles de rechazo de Cristina Kirchner. La situación económica sigue afectando la imagen de los dirigentes del oficialismo. En este contexto, Macri registró por primera vez una imagen negativa mayor al 50%, lo que marca un nivel de rechazo similar al de CFK.
  • Roberto Lavagna, el dirigente con mejor imagen. En un contexto donde el promedio de diferencial de imagen de los principales dirigentes observados arroja -22%, Roberto Lavagna aparece como el mejor dirigente, con un diferencial de +9,9%, solo superado por Vidal en imagen positiva. No obstante, la gobernadora tiene un menor diferencial positivo.

El juego de las sillas, versión Congreso

A pesar de no tener expectativas de un gran triunfo en la elección de octubre, Cambiemos no tiene grandes desafíos para mantener su poder en el Congreso: debe renovar el 42% de sus bancas de Diputados y solo el 16% de sus bancas en el Senado.

La renovación legislativa que se producirá con la elección presidencial en octubre próximo se ha vuelto casi tan crítica como la propia elección del Poder Ejecutivo, ya que los desafíos que deberá enfrentar el próximo Gobierno (que podría ser el actual), requerirán de fortalezas parlamentarias para avanzar en las reformas que se deberán encarar para concluir el proceso de corrección de los desequilibrios acumulados que provocaron la actual crisis económica. Reforma Laboral, Reforma Previsional o una nueva Reforma Impositiva podrían ser parte de los desafíos a encarar.

En un contexto donde ninguna fuerza política podrá lograr controlar el Congreso con el resultado electoral, cada fuerza enfrenta desafíos distintos. Cambiemos enfrenta el desafío de renovar solo el 42% de sus bancas. Si bien no es un número importante, no proyectamos que pueda mejorar mucho su situación actual en el Congreso, viéndose obligado a seguir negociando. El FPV, por su parte, deberá renovar el 59% de sus bancas (39 de 66). Si bien el desafío es importante, también es cierto que las proyecciones electorales de una eventual candidatura de CFK lo pueden acercar a ese objetivo. Argentina Federal deberá renovar casi el 50% de sus bancas, un desafío cumplible, pero que dependerá en gran medida de qué candidatura irán colgados los candidatos de los Gobernadores peronistas. Finalmente el desafío más grande es del bloque del Frente Renovador, que pone en juego el 80% de sus bancas. Aunque vale aclarar que los días de este bloque parecieran contados, y muy probablemente esta bancada termine fusionándose con la del peronismo no kirchnerista.

En el Senado, Cambiemos tiene mucho terreno por ganar, ya que solo renueva 4 de sus 25 Senadores. Con una modesta performance, podría mejorar su poder en la Cámara Alta. El FPV, el bloque de Cristina Kirchner, deberá renovar 3 de sus 9 bancas. Muy probablemente logre mejorar esa marca si finalmente la ex presidenta es candidata y logra colar sus candidatos en las listas. Por el lado del bloque Argentina Federal está el mayor desafío, ya que deberá renovar 7 de sus 24 bancas y dependerá, al igual que en Diputados, de quién vayan colgados los candidatos a Senadores en las provincias que renuevan para saber si podrá retener espacios de poder.

Lo que queda claro es que la decisión que tomen los gobernadores del peronismo en junio, respecto de qué candidato nacional colgar sus candidatos, puede ser clave para entender qué Congreso podemos tener a partir de 2020. De ello dependerá en gran medida la posibilidad de que tanto CFK como el Peronismo no K puedan conservar sus espacios de poder en el Congreso. Y de los entendimientos que pueda haber entre CFK y el resto del peronismo, dependerá exclusivamente la posibilidad de que tengamos un Congreso bajo control de un espacio político o si seguiremos teniendo un Congreso dividido con tendencia a la paralización o a la baja productividad.

¿El tercero en discordia o el tercero en concordia?

Nos acercamos al inicio del proceso electoral y el escenario político sigue mostrando grandes rasgos de incertidumbre que caminan por dos importantes canales: el económico y el político.

Desde el punto de vista económico, el momento en el cual la actividad se reactive y el nivel de recuperación que experimente, no son datos menores, dado que ello podría apuntalar o no la performance del Gobierno en el proceso electoral. En este sentido, la crisis sigue haciendo mella en los indicadores del Gobierno y en enero de este año nuevamente las principales variables revirtieron su tendencia alcista de noviembre y diciembre de 2018: el Diferencial de Imagen cae -2,1 p.p., el de Expectativa sobre el Futuro del País cae -3,2 p.p., y el de Expectativa sobre el Futuro Personal cae -6,0 p.p. A tal punto que en enero se registra la menor intención de voto oficialista de los últimos 6 meses (30,8).

No obstante, el daño que la crisis económica está produciendo en las posibilidades electorales del Gobierno, se ve acotado por la interpretación, en buena parte del electorado (42,2%), de que la exclusiva o principal responsable de la situación económica actual es quien hoy se muestra como la alternativa electoral opositora más competitiva: Cristina Fernández de Kirchner.

El riesgo de la constitución de un centro competitivo o de la desaparición del centro

De cara a las elecciones, el Gobierno se mantiene firme en su estrategia: esperar la recuperación económica y trabajar para que CFK sea la candidata a vencer. En esta línea es que se decidió unificar la elección bonaerense con la elección nacional. Esto, por un lado, obligará a María Eugenia Vidal a tener una mejor performance en la búsqueda de su reelección y, por el otro, le garantiza a Macri mejores resultados por tenerla a Vidal compitiendo en la Provincia.

Al mismo tiempo, dicha decisión tiene un impacto significativo en la construcción de una oferta de centro. Con un escenario polarizado entre Macri y CFK en la provincia, mayor es la dificultad de ese espacio para hacer pie en el distrito más grande del país, lo que condiciona su competitividad nacional.

La forma que adopte una tercera oferta electoral es de vital importancia para el Gobierno: no debería ser lo suficientemente competitiva para romper la dinámica polarizante, ni debería languidecer de tal manera que genere incentivos para que estos dirigentes confluyan en alguna unidad con la oposición liderada por CFK. Y sobre ese riesgo camina el Gobierno.

El riesgo de un centro competitivo: la serie de reuniones que tuvo Roberto Lavagna durante enero alimentaron la posibilidad de su candidatura. Ello preocupó al Gobierno, porque Lavagna puede potenciar la constitución de una oferta de centro que haga peligrar el escenario polarizado.

El riesgo de un centro débil tentado de la unidad: la falta de competitividad de los candidatos del Peronismo Alternativo (Massa, Urtubey) podría tentarlos con la unidad. Un ejemplo es la oferta que el kirchnerismo le hizo a Massa para ir juntos en la Provincia de Buenos Aires.

En conclusión, sobre dichos dos riesgos caminará el Gobierno buscando el escenario polarizado que desea, pero con el voto opositor dividido. Un desafío quirúrgico que requerirá, además, una economía en recuperación.

El arco sindical se caracteriza por su perfil opositor

Con el inicio del año electoral, cada sector gremial comienza a perfilar su posicionamiento de cara a la contienda presidencial, y sobresale el perfil opositor de todos ellos. Si bien hay sectores que han conservado una postura de diálogo y negociación con el gobierno de Macri, los perjuicios que el sector trabajador ha recibido del proceso económico de correcciones que encaró Cambiemos, los empuja a confrontar en materia electoral.

Aquí una síntesis del posicionamiento político-electoral de cada uno:

Los Gordos

Los denominados “Gordos”, por ser un gremio con muchos afiliados, han tenido en las últimas décadas quizá la postura más pragmática del sindicalismo y menos partidizada. Sus intereses gremiales los llevan a tener una relación de diálogo y negociación con el Gobierno de turno, y ello los vuelve más neutrales en sus posicionamientos políticos. En esta ocasión hay cierta incomodidad con el Gobierno de Macri y muchos no ocultan intenciones políticas opositoras. La nota la dio Héctor Daer, que luego de formar parte del Bloque de Sergio Massa, se incorporó a la Mesa de Acción Política del PJ, que incluye a dirigentes kirchneristas y no excluye a Cristina Kirchner de un armado opositor. Es quizá la excepción, para dirigentes que serán cautelosos a la hora de definir posicionamientos electorales.

Los Independientes

Denominados independientes por no tener un origen peronista como la mayoría de los gremios, pero que sin embargo tienen un peso específico en la CGT, también han venido teniendo diálogo y vocación de negociación con el Gobierno de Macri. Sin embargo, sus principales miembros participaron de un almuerzo con el ex ministro Roberto Lavagna y no ocultaron su intención de apoyar al dirigente peronista si decidiera lanzarse a la candidatura presidencial. Podrían confluir este jueves en el tradicional almuerzo en que celebra Luis Barrionuevo en Mar del Plata, en el que pedirán por la candidatura de Lavagna. Pero todo ello sin renegar del Gobierno con quien han prevalecido más los acuerdos que los conflictos.

La CGT Azul y Blanca (Barrionuevo)

Agrupamiento conducido por el gastronómico Luis Barrionuevo, ha sido uno de los sectores gremiales que apoyaron la candidatura de Mauricio Macri en 2015, pero que hoy no ocultan sus disidencias. De hecho, Barrionuevo se ha transformado en el principal promotor de la candidatura de Roberto Lavagna, y ello buscará transmitir en el tradicional almuerzo que todos los años organiza en Mar del Plata. Pero su principal ladero, Carlos Acuña, uno de los dos dirigentes que conducen la CGT,  ha manifestado en las últimas horas que por ahora el candidato de la CGT sigue siendo Sergio Massa. No hay que olvidar que Acuña fue diputado provincial bonaerense de Sergio Massa. Una postura que podría virar si Lavagna decide formalizar su candidatura.

Los Sindicatos del Transporte (ex moyanistas)

Los gremios del Transporte, que se independizaron de la conducción de Hugo Moyano cuando este decidió romper con la CGT y se nuclean en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, también están entusiasmados con la candidatura de Roberto Lavagna y así lo han dejado trascender. Fernández, Schmid y Maturano participaron del almuerzo con el ex ministro en diciembre pasado, y apoyarían su candidatura si se oficializara. Se trata de un sector gremial clave porque es el que puede garantizar la eficacia a la hora de realizar medidas de fuerza. Igualmente, el diálogo y la negociación con el Gobierno nunca se perdieron y no se espera una postura muy combativa durante el proceso electoral.

El Frente Sindical para el Modelo Nacional

Se han transformado en un claro sector opositor al Gobierno y han motorizado acciones gremiales combativas (marchas y paros) para manifestar su firme postura por sacar a Mauricio Macri de la Rosada. Formaron un Frente Sindical que incluye a los Movimientos Piqueteros, y el propio Hugo Moyano flexibilizó posturas y se acercó a las CTA, agrupamientos sindicales históricamente distanciados del sindicalismo de la CGT y del sindicalismo peronista. Moyano, Sergio Palazzo (que conduce la Corriente Federal) y Ricardo Pignanelli (SMATA), no han ocultado su deseo de que la ex presidenta Cristina Kirchner sea candidata, y representan el pilar sindical de su eventual candidatura.

Las CTA´s

Predominantemente integrado por gremios estatales, han sido los agrupamientos sindicales opositores al Gobierno de Mari desde el minuto cero y su postura ha provocado incrementos significativos de la conflictividad sindical estatal. Estaban separados durante el kirchnerismo, pero su oposición a Macri los unió nuevamente, aunque todavía no se produjo la reunificación orgánica de la CTA. Han pasado a integrar el Frente Sindical para el Modelo Nacional y promueven abiertamente la posibilidad de que Cristina Kirchner sea la candidata de un frente de unidad opositora para enfrentar a Macri. Siempre predispuestos para participar de toda movilización o acción combativa contra el Gobierno de Macri, nunca han tenido ninguna vocación negociadora con este Gobierno.

Los movimientos sociales

Se trata de un actor que ha venido ganando terreno en el mundo sindical. Entre los principales movimientos sociales se ha logrado mayor unidad y han venido articulando de manera conjunta su negociación con la administración Macri y las acciones de protesta contra su Gobierno. Pero no hay uniformidad a la hora de los posicionamientos políticos. Hay dirigentes sociales como Juan Grabois que no ocultan su deseo que CFK sea la candidata de una gran frente de unidad, pero la mayoría de los dirigentes sociales preferirían que CFK de un paso al costado para buscar una candidatura de unidad. Por último, la CCC de Juan Carlos Alderete es la organización quizá más alejada de Cristina Kirchner y que preferiría una candidatura no kirchnerista.

En conclusión, será todo un desafío para el Gobierno sortear el escollo electoral sin demasiado apoyo sindical (apenas un sector liderado por el titular de UATRE, Ramón Ayala). Además, en caso de ganar, deberá encarar las reformas pendientes en materia laboral, con un frente sindical posicionado en posturas opositoras.   

No sé lo que quiero, pero lo quiero ya

El escenario sigue polarizado entre Macri y CFK

Al evaluar escenarios de cara a las Primarias, sobre la base de potenciales candidaturas, también allí observábamos -al igual que cuando medimos intención de voto por espacio político- que domina la polarización, con Mauricio Macri (29,1%) y Cristina Kirchner (27,6%) como los candidatos más competitivos.

Hay indicios de que la polarización podría romperse

Al preguntar por lo que la gente desea que suceda en las elecciones (“deseo de triunfo”), por primera vez la respuesta mayoritaria (33%) es el triunfo de una “alternativa” a Cambiemos y el Kirchnerismo. Claro que ello no significa que lo que hoy hay como alternativa seduzca a esos votantes.

El problema del tercer polo: sin candidato dominante

Como alternativa a Cambiemos y al Kirchnerismo, entre los potenciales candidatos, Lavagna (13,1%) muestra la mayor potencialidad electoral, y si se suma la intención de voto de Massa y Urtubey, el espacio podría superar el 20% de intención de voto, pero le sigue faltando un candidato dominante.

Se interrumpe la incipiente recuperación de la imagen del Gobierno

En el primer registro del año electoral, la valoración de desempeño del Gobierno revierte la incipiente tendencia de recuperación que se había observado a finales de 2018 y se registra caída en la imagen positiva (-1,7%) y leve incremento de la imagen negativa (0,4%).

Las expectativas vuelven a caer luego de dos meses de recuperación

En materia de expectativas sobre el futuro del país y el futuro personal, en enero se registra un freno en la tendencia de recuperación observada en los últimos meses de 2018. Los aumentos de tarifas anunciados a fin de año podrían ser el factor explicativo de este freno.

Hacia un escenario de “Gobierno Dividido”

Según los pronósticos electorales, si se diera una re-elección de Cambiemos a nivel nacional, muy probablemente seguiríamos teniendo en 2020 un escenario de “Gobierno Dividido”, con un Ejecutivo que no tendría control de ninguna de las dos Cámaras.

La principal característica legislativa de este ciclo político ha sido la condición de minoría que ha tenido que afrontar el Ejecutivo en el Congreso. Este escenario de Gobierno Dividido ha provocado uno de los peores años en materia de productividad legislativa desde 1983. La elección presidencial de este año podría modificar esta dinámica legislativa, pero si nos guiamos por los sondeos electorales, este ciclo de Gobierno en minoría podría no llegar a su fin si se produce la re-elección de Cambiemos en el Ejecutivo.

En una instancia donde la probabilidad de re-elección de Cambiemos sigue siendo medianamente probable, y haciendo una simulación de cómo le podría ir al oficialismo en materia de renovación legislativa, ni siquiera en un escenario optimista (donde tomamos como parámetro los resultados de 2017), se acercaría a tener control de la Cámara de Diputados. En una proyección más realista, teniendo en cuenta ciertos antecedentes y lo que arrojan algunos sondeos, podríamos proyectar que el oficialismo alcanzaría apenas a conservar la cantidad de bancas que hoy ostenta en la Cámara baja.

Por el lado del Senado, la configuración legislativa se ve de mejor manera para el oficialismo, al no poner mucho en juego (apenas renueva 7 de 24 Senadores), pero tampoco allí se proyecta que Cambiemos pueda tomar el control del cuerpo. Ni en el escenario optimista ni en uno más realista el oficialismo lograría los 37 Senadores para tener el quórum propio.

De esta manera, si se diera una reelección de Cambiemos a nivel nacional (hoy un escenario probable), seguramente seguiría habiendo un Gobierno Dividido, con un Poder Ejecutivo que no tendría control de ninguna de las dos Cámaras, sino que solamente podría aspirar a seguir siendo Primera Minoría en ambos cuerpos, como sucede en este final de primer mandato.

El oficialismo anticipó aumentos para enfocarse en la reactivación

Si hay una semana donde la opinión pública está distraída, esa es la semana entre fiestas al final de cada año. Y fue precisamente esa semana la que el Gobierno eligió para anunciar una serie de aumentos que en algún momento tenía que anunciar para cumplir con los compromisos de ajuste del gasto público asumidos con el FMI. Y no solo por el momento de distracción se decidió anunciar aumentos de luz, gas y transporte en la última semana del 2018, sino para evitar tener que dar este tipo de anuncios en el 2019.

Todo ello porque si bien el oficialismo tiene una estrategia dominante desde el punto de vista electoral, que es confrontar con Cristina Kirchner y el Kirchnerismo, esa estrategia es dominante pero no suficiente para garantizar la reelección de Cambiemos, ya que su éxito está condicionado por la evolución de la situación económica. Una vez despejado el panorama de anuncios impopulares, el Gobierno empezará a trabajar en hacer todo lo que esté su alcance -no es mucho-, para lograr que la recuperación económica llegue a tiempo y se sienta lo más posible, más allá de las metas de déficit cero que deberá cumplir.

Habrá que ver si estos anuncios provocan una reversión en algunos indicadores de opinión pública (imagen y expectativas) frente a la incipiente recuperación del Gobierno, que habíamos observado en los meses de noviembre y diciembre:

  • Imagen de Gobierno. En diciembre, la valoración del desempeño del Gobierno de Mauricio Macri logró, por segundo mes consecutivo, una leve recuperación en la valoración positiva (+0,6%), y una caída de -3,3 p.p. de la imagen negativa del Gobierno, reduciendo el diferencial negativo de imagen en casi 4 puntos (-3,9%) respecto del observado en noviembre.
  • Expectativas sobre el Futuro del País. En materia de expectativas sobre el futuro del país, en diciembre, se observó una caída del pesimismo de casi 5 p.p., mientras que se observó una leve recuperación de los que ven con optimismo el futuro del país (+0,8).
  • Expectativas sobre el Futuro de la Situación Personal. En materia de expectativas sobre el futuro personal, en diciembre, se observó una caída del pesimismo también de casi 5 puntos, al tiempo que se registró un rebote del optimismo de más de 4 p.p. (+4,1%).

La estrategia de confrontar con CFK (Polarización) es dominante

Pero, ¿es contradictoria la estrategia de confrontar con CFK y el kirchnerismo para maximizar sus chances de reelección, cuando la candidatura de la ex Presidenta es la que más incertidumbre económica genera, pudiendo afectar la recuperación económica? Si bien son condiciones contradictorias (candidatura de CFK y recuperación económica), la necesidad de confrontar con CFK es hoy excluyente para Macri, porque en cualquier otro escenario el Gobierno perdería la elección. Los costos económicos que trae aparejada la confrontación con CFK, deben ser incorporados como externalidad negativa para una estrategia que sigue siendo dominante para el Gobierno, ya que no tiene posibilidad de elegir otra estrategia por su propio instinto de supervivencia.

En todo caso, no hay estrategias óptimas para el oficialismo, y entre las opciones, siempre se privilegiarán no solo las que maximizan las posibilidades de triunfo de Cambiemos, sino que se buscará evitar aquellas que minimizan esas chances. Por lo cual, la clave para el Gobierno será encontrar la mejor manera de neutralizar los problemas que podría traer aparejada la eventual candidatura de CFK en la economía, porque decididamente ese será el escenario buscado.

Objetivos de Sica para 2019: contener paritarias y destrabar la reforma laboral

  • Objetivos de Sica para 2019: contener paritarias y destrabar paritarias. Luego de la salida de Jorge Triaca, y con un nuevo equipo ya designado, Dante Sica, buscará en lo que queda de mandato de Mauricio Macri, concentrarse en dos objetivos: 1) contener la puja distributiva (PARITARIAS 2019) en un contexto de alta inflación, y para ello el gobierno ya trabaja con una pauta de 23% de aumentos; y 2) avanzar en alguno de los capítulos de la reforma laboral, sea para actualizar alguna de las condiciones de trabajo, o para implementar un blanqueo laboral para reducir el trabajo informal. Pero Sica también deberá encargarse de contener la conflictividad laboral en una economía en recesión y con un proceso severo de pérdida del poder adquisitivo del salario. Héctor Daer ya avisó que la CGT pedirá actualizar el salario mínimo, fuertemente rezagado frente a la inflación, y puso la pérdida de poder adquisitivo al tope de la agenda en la relación del gobierno con los gremios.
  • Los grandes gremios cierran el 2018 perdiendo frente a la inflación. A falta de un mes para completar el calendario inflacionario de 2018 (recién sabremos el dato de diciembre a mediados de enero) ya no quedan “grandes gremios” con paritarias ganándole al IPC acumulado. Los bancarios fueron los únicos que firmaron en noviembre una actualización que recompuso lo que perderían durante ese mes, por lo que finalizarán el año con un 46%. Como venimos describiendo en nuestros informes anteriores, el problema de los gremios fue, además de la acelerada inflacionaria en el segundo semestre de este año, los acuerdos que firmaron en 4, 5, y en algunos casos, hasta 6 cuotas que ralentizan la actualización y dejan al poder adquisitivo siempre rezagado respecto de la inflación.
  • Comercio y bancarios logran cerrar paritarias por encima del 40%, pero otros gremios quedan por debajo de esa línea. Con las últimas actualizaciones salariales de los acuerdos paritarios 2018, algunos gremios como Comercio o Bancarios lograron estirar los aumentos por encima del 40%, pero otros gremios como la UOM, Alimentación o Químicos, quedaron relegados, lo que agudiza la pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación 2018.
  • La paritaria 2019 abrió con gremios respetando la pauta del gobierno. Trabajadores de Edificios, Trabajadores de Entidades Deportivas y tres ramas diferentes de trabajadores provinciales mendocinos inauguraron el proceso paritario 2019 firmando acuerdos que contienen aumentos en línea con la pauta oficial sugerida por el Ministro de Producción y Trabajo Dante Sica de 23%.
  • 2018 fue el año con mayor cantidad de huelguistas de la era Macri. En materia de conflictividad laboral, el 2018 fue un año muy particular. Si bien en los primeros tres trimestres del año se registraron menos conflictos con paro que en 2017 y en 2016, si lo observamos en función de la cantidad de huelguistas, en lo que va del año, el 2018 marcó un récord en la serie de los últimos 12 años, con más de 4 millones de huelguistas en el sector público y más de 500 mil en el sector privado. Es particularmente distintiva la diferencia que se observa entre los huelguistas del sector público, que octuplican a los huelguistas del sector privado.