El ritmo de acuerdos paritarios cae al nivel más bajo de todo el ciclo: 21,1%

El ritmo de acuerdos paritarios anuales o anualizados, que había registrado un rebote en abril, observa una caída constante en todos los meses subsiguientes y se ubica en torno al 21,1% en septiembre. Este ritmo de desaceleración de la velocidad de aumentos paritarios llegó antes que la desaceleración inflacionaria, que podría romper el piso del 30% de inflación acumulada en los últimos 12 meses, pero que quedaría por encima de ese ritmo de acuerdos paritarios. De esta forma, en lo que va 2025, la velocidad de aumentos paritarios anuales o anualizados se ubica en un promedio de 28,8%. 

Agosto: Sólo dos de los grandes gremios tuvieron aumentos superiores al IPC

En agosto sólo dos de los grandes gremios percibieron aumentos paritarios superiores al 1,9% de inflación oficial que comunicó el INDEC para el octavo mes del año: 1) Estacioneros (que absorbió una serie de sumas fijas a su básico) y 2) Alimentación, que tuvo un aumento mensual en el orden del 2,3%. Sanidad y Bancarios lograron aumentos del 1,9%, logrando así acompañar en aumento del nivel de precios, pero todo el resto percibió aumentos considerablemente inferiores, con la mayoría en el orden del 1% mensual. Sólo SMATA y los estacioneros logran ganarle al IPC acumulado en los primeros ocho meses del año. 

El gobierno envió el Presupuesto 2026 y la oposición cuestiona sus supuestos

El presidente Javier Milei presentó el proyecto de presupuesto nacional para 2026 en cadena nacional, consolidando su primer gran planteo económico tras asumir la presidencia. La iniciativa no sólo define prioridades fiscales y sociales, sino que también refleja la estrategia política del Gobierno: equilibrar la consolidación fiscal con la necesidad de contener tensiones sociales y mostrar capacidad de gestión frente a un Congreso donde la oposición mantiene peso relevante. 

LLA no logra detener la hemorragia de votaciones en contra en el Congreso

El oficialismo ha visto deteriorarse su capacidad de controlar el proceso legislativo desde inicios del año. El 2025 ha sido un año en donde lo único que el Gobierno pudo sacar del Congreso fue la media aprobación del DNU del acuerdo con el FMI. Pero lo que ha ocurrido en los últimos 4 meses ha sido una verdadera hemorragia de votaciones en contra. No sólo de leyes no deseadas sancionadas, sino también de insistencias legislativas y de emplazamientos de comisiones para poder avanzar con el tratamiento en comisión de leyes. Todas esas votaciones, sean que se requieren mayorías simples, absolutas o 2/3, han sido abrumadoramente en contra del oficialismo. Al punto que si uno junta todas ellas, en ambas cámaras, desde el 4 de junio para acá, ha habido 82 votaciones y 73 de ellas fueron triunfos opositores en los recintos. 

Esta semana fue la aprobación en la Cámara de Diputados de las insistencias sobre dos vetos presidenciales: Ley de Emergencia Pediátrica (Hospital Garrahan) y Ley de Financiamiento Universitario. Ambas insistencias fueron aprobadas con más de 2/3 de los votos, por lo que pasaron a su ratificación final en el Senado. 

Lo interesante y remarcable es que si uno mira las votaciones originales de las leyes y las votaciones durante la insistencia, hubo un aumento del apoyo legislativo a las iniciativas. La explicación tiene que ver con las razones del surgimiento de este Congreso tan adverso para el oficialismo: las definiciones del contexto electoral. El Gobierno empujó a la gran mayoría de sus aliados al campo opositor, y ello produjo este realineamiento opositor en el Congreso. Milei decidió competir contra sus aliados, y sus aliados decidieron confrontar contra él en el Congreso. 

Fuerte caída en la aprobación del gobierno que llega al nivel más bajo del ciclo

Escándalo de Spagnuolo (sospecha de coimas en la compra de medicamentos) y derrota en la Provincia de Buenos Aires de por medio, en septiembre los niveles de aprobación de desempeño del gobierno caen al nivel más bajo de todo el ciclo. Se trata de la tercera caída consecutiva desde junio en la evaluación de desempeño del Gobierno, que deposita la desaprobación en el nivel más alto de toda la serie (58%) y la aprobación en el nivel más bajo de todo el ciclo (36,3%). De este modo, el diferencial de la evaluación de desempeño muestra el mayor déficit de toda la serie, llegando a ser de -21,7 p.p.

La de septiembre se trata de la mayor caída mensual en los niveles de aprobación del gobierno de todo el ciclo, con el nivel de aprobación del gobierno cayendo más de 5 p.p. y la desaprobación subiendo casi 4 p.p. el dato de septiembre encadena también una caída de más de 10 p.p. en los últimos 3 meses.

Con la mencionada caída en la imagen positiva del desempeño de su Gobierno, Javier Milei queda ahora en niveles de aprobación inferiores a los que tenía Mauricio Macri a la misma altura de su mandato: en septiembre de 2017 Macri ostentaba una imagen positiva del desempeño de su gobierno del 47%, mientras que Milei registra un 36,3% de aprobación, más de 10 p.p. menos que el mandatario del PRO. Pero el nivel de aprobación de la gestión de Milei aún sigue siendo mejor que el que registraba la gestión de Alberto Fernández a esta altura del partido, ya que esta se ubicaba apenas en el 24,3%.

En materia de desaprobación, también Milei quedó bastante lejos del que ostentaba Macri en septiembre de 2017. La imagen negativa del desempeño del gobierno de Javier Milei reúne un 58% contra un 36,3% que reunía la imagen negativa del desempeño del gobierno de Mauricio Macri. 

Con quien sí performa mejor en materia de desaprobación es contra Alberto Fernández, que a esta altura de su mandato recogía un 67,6% de desaprobación. Niveles de imagen negativa que nunca pudieron bajar el 60% de desaprobación en lo que le quedó de mandato al ex presidente. Veremos si estos niveles de desaprobación de la gestión Milei se estabilizan o si se profundizan de aquí a la elección. 

LLA no logró seducir a todo el voto no peronista y pierde por 13 puntos en PBA

El primer gran objetivo que se persigue en una campaña electoral es el de acomodar la oferta electoral del modo más conveniente: si yo pretendo que me elijan a mí, necesito que haya la menor cantidad de competidores que me disputen el voto disponible, es decir, el voto que yo pudiera captura de no estar esa otra oferta. Aquí empezó a radicar el principal error estratégico que cometió el oficialismo de cara a la crítica elección legislativa en la Provincia de Buenos Aires. Y eso se puede ver en el resultado final: la multiplicidad de opciones no peronistas que hubo en el cuarto oscuro obtuvieron de manera combinada 13,5 p.p. agregado, la diferencia exacta que el peronismo le sacó a LLA en el conteo final. Es cierto que no se puede acordar con todos, pero la estrategia de alianzas que desplegó el oficialismo fue muy restrictiva, y produjo que se filtraran votos disponibles en otras opciones alternativas. 

Pero también es cierto que puesta la oferta, el oficialismo podría haber seducido igualmente a todos esos votantes que se le filtraron a otras opciones. Bueno, aquí puede haber fallado la narrativa electoral. Evidentemente a muchos votantes la consigna “Kirchnerismo Nunca Más” les resultó insuficiente. La apelación al espanto para aspirar todo el voto disponible no fue efectiva. Quizá porque hay reclamos insatisfechos que no tuvieron eco en la narrativa oficialista. 

La dispersión del voto no peronista en otras opciones fue crítica para que el oficialismo sólo se pudiera imponer en 2 de las 8 secciones electorales. De hecho, si se hace el ejercicio de sumar los votos de LLA y de las dos principales fuerzas no peronistas (Somos Buenos Aires y Hechos), la contabilidad hubiera sido distinta, con el peronismo ganando las secciones del Gran Buenos Aires (1ra y 3ra) y La Plata, pero perdiendo todas las del interior, dándose vuelta el resultado en las secciones segunda, cuarta y séptima, todas del interior de la provincia. Es decir, nuevamente aparece la estrategia de alianzas como un factor decisivo para el mal resultado de LLA. 

La Libertad Avanza, sin resultados consistentes en elecciones provinciales

Los resultados en las elecciones legislativas o ejecutivas en las provincias no vienen siendo buenos para el oficialismo. De hecho, de las 10 elecciones provinciales que se han disputado, la Libertad Avanza sólo puedo ganar en soledad en la Ciudad de Buenos Aires, y en alianza con el oficialismo local en Chaco. Aunque este último resultado hay que relativizarlo ya que gran parte del triunfo es del radicalismo gobernante, y el aporte de LLA fue muy módico, tal es así que ese fue el motivo por el cual decidieron no competir solos. 

En la provincia de Buenos Aires no hubo mucha pintura en el techo para pintarla de violeta. A nivel de legisladores provinciales, el oficialismo nacional solo ganó en 2 secciones electorales (5ta. y 6ta.) y solo se impuso en 24 de los 135 municipios. Por su parte, a nivel local la cosecha fue aún más módica, ya que solo se impuso en 12 de los 135 municipios. Todos síntomas de que se estuvo lejos de “arrasar” como quería Milei. 

Si lo miramos a la luz de los resultados que el propio Milei registró en 2023, tampoco lucen bien los resultados que la Libertad Avanza viene sacando en las elecciones provinciales este año. Sólo superó el nivel de Milei 2023 el resultado en CABA y PBA. Curiosamente en dos distritos donde el oficialismo acordó con el PRO. En el resto, el desempeño del oficialismo siempre estuvo por debajo de lo que Milei obtuvo en octubre de 2023. 

Es cierto, que una cosa es que Milei sea candidato y otra cosa es que sean otros candidatos, pero el número no deja de ser un número que sintomatiza lo lejos que está el oficialismo de convertirse en una fuerza nacional con anclaje territorial que pueda prescindir de aliados que le den robustez política.

El oficialismo con desventaja en PBA y con una tendencia declinante en el final

La compleja coyuntura que viene atravesando el oficialismo en la previa de la elección en Provincia de Buenos Aires pareciera ir permeando en las tendencias que se observan en materia de intención de voto. En una elección que se venía viendo pareja en los últimos meses, se ha venido advirtiendo en estas últimas semanas una tendencia favorable al oficialismo provincial que empieza a registrar una luz de ventaja que trasciende la situación de empate técnico de la que habló el Presidente en el cierre de campaña.
Es cierto que se trata de una elección muy particular, por estar cruzada por el interrogante de la participación. No solo será la primer elección legislativa separada de una elección nacional que se celebre en la provincia en los últimos 42 años de democracia. Sino que tampoco ha sido una elección que ha estado muy presente en los medios, con lo que podríamos ver una caída significativa en los niveles de participación, que supere las
marcas históricas que se registran en los comicios legislativos. Podríamos estar por primera vez con una elección legislativa general (NO PASO) con menos de 70% de participación.

Esta apatía y desafección de buena parte del electorado que se ha visto en las últimas elecciones provinciales, hace que sea crítica la mejor capacidad de seducir y movilizar al electorado a las urnas. Quién logre mejores resultados en esa materia, podría llevarse el triunfo. Por ese motivo las campañas se volvieron poco propositivas y muy negativas: hay que terminar con el kirchnerismo dicen de un lado, hay que frenar a Milei dicen del otro. El resultado dirá quién lo hizo mejor o quién tenía mejor coyuntura para movilizar al votante a
manifestar su rechazo a lo que está viendo o viviendo. Y aquí es donde podría haber una ventaja para el peronismo, ya que la coyuntura adversa del oficialismo podría funcionar mejor para ese objetivo. De hecho es lo que nos muestran los estudios de aproximación a la escena electoral. Venimos viendo en las últimas dos investigaciones una tendencia declinante del oficialismo y una tendencia creciente del peronismo, que lo ubica con una ventaja ya fuera de la situación de empate técnico.

ESCENARIOS DISRUPTIVOS: UN TRIUNFO DE LLA O UNA DERROTA DE LLA POR MÁS DE 5 PUNTOS

¿PUEDE HABER SORPRESA Y QUE LA DERROTA DE LA LIBERTAD AVANZA SE POR UNA DIFERENCIA MAYOR?

Sí, podría ser mayor la diferencia y esa posibilidad está solventada en dos datos. El primero de ellos es que, entre los que tienen poco o nada definido el voto, aparece una tendencia muy clara a favor de votar por Fuerza Patria. Puede que finalmente no vayan a votar o no se definan por esa opción, pero el riesgo de que los últimos que se definan lo hagan por el peronismo, podría apuntalar la hipótesis de que la diferencia pueda ser mayor. Aquí radica el asunto de la participación como un elemento clave. Los sectores más indefinidos pueden ser los verdaderos protagonistas del resultado electoral. Si una mayor afluencia de ese público beneficia indefinido se produce, pudiera esto beneficiar al peronismo. El segundo
dato que solventa la hipótesis de un triunfo más amplio de Fuerza Patria es que entre los indecisos, cuando se les ofrece una alternativa de balotaje (es decir tener que votar entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza) el 70% de ellos, se inclina por apoyar la opción peronista.

¿PUEDE HABER SORPRESA Y, EN VEZ DE PERDER, QUE LA LIBERTAD AVANZA GANE LA ELECCIÓN?

Sí, puede ocurrir un triunfo de LLA. Pero esta hipótesis parece más difícil de solventar. El argumento del cuál agarrarse es que cuando uno pregunta por la negativa, es decir quién no quiere Ud. que gane la elección, un 50% dice Fuerza Patria. Es decir, hay una gran cantidad de votantes que no desean el triunfo de Fuerza Patria, sin embargo, La Libertad Avanza, el espacio que está en mejores condiciones de ganarle al peronismo no parece estar capitalizando todos esos apoyos. Esos apoyos se distribuyen entre las otras opciones no peronistas alternativas: Somos Buenos Aires, Potencia (María Eugenia Talerico),
Hechos (los Pasagglia). Podría el oficialismo aspirar esos votos si en las horas previas al comicio, muchos de esos votantes deciden resignar su primer preferencia e ir a votar a LLA para que no gane el peronismo. Pero la difícil coyuntura que atraviesa el oficialismo parece ser refractaria a que ello ocurra. Como si LLA hubiera estado trabajando estos días para ahuyentar votantes.

Agosto cerró con salarios creciendo 1,9%, y volvería a quedar debajo del IPC

El promedio de cuota de aumentos del mes de agosto se ubicó en 1,9%, levemente por encima del 1,6% de julio, pero todavía por debajo de la inflación proyectada por las consultoras privadas (1,9% – 2,4%). Este repunte, si bien corta la desaceleración del mes anterior, no alcanza para compensar la aceleración de precios, por lo que los salarios seguirían perdiendo frente al IPC. Así, tras dos meses en los que los ingresos habían logrado ganarle a la inflación, julio y agosto consolidarían un nuevo período de deterioro en la relación precios-salarios.

Esa dinámica de aumentos para el conjunto general de acuerdos relevados, se ve algo más contenida entre los grandes gremios, donde se incluyen también gremios que vienen muy rezagados como los estatales o aquellos gremios que dependen indirectamente del gasto público vía subsidios. Con diferentes períodos de acuerdo, en general muestran una velocidad de aumentos mensuales que oscila entre 1% y 2%, y con gremios que vienen corriendo, en la parte remunerativa de los acuerdos, claramente por debajo de la inflación. Por las restricciones oficiales a la homologación de acuerdos, las sumas no remunerativas se han vuelto un complemento esencial en el ingreso.

 

 

La imagen de Milei también se deteriora en agosto por segundo mes consecutivo

La imagen del presidente Milei vuelve a sufrir signos de deterioro por segundo mes consecutivo, al igual que el nivel de aprobación del gobierno. De esta manera, la composición de imagen se conforma con un 55,4% de imagen negativa, muy cerca del pico máximo registrado en octubre del 2024; mientras que la imagen positiva se ubicó en torno al 41%, cifra que también se acerca al pico más bajo, también registrado en octubre del 2024. No fueron semanas fáciles ni para el gobierno, ni para Milei. Problemas de gestión (caso Fentanilo), problemas en la economía (ruido en el dólar y las tasas), problemas políticos (cierre con heridos), golpes legislativos (insistencia en la ley de discapacidad) y casos peligrosamente problemáticos como las sospechas de corrupción en la compra de medicamentos, se conjugaron para explicar este deterioro. 

Uno de los principales “activos” del presidente Milei fue el hecho de que, en un contexto de enojo de la sociedad con la dirigencia política, era visto como un “outsider” que venía a renovar la “casta”. Sin embargo, esa imagen de outsider se ha venido desinflando y sólo el 35% lo sigue viendo de esa forma, frente a otro 35% que lo considera un político tradicional como cualquier otro, y un 17% que cree que combina algo de los dos tipos. De hecho, dentro del grupo de personas que votó a Patricia Bullrich en octubre de 2023, un 40% lo ve como un “outsider”, pero con características similares a los de la política tradicional”. Esto puede hacer peligrar la estrategia narrativa principal de este oficialismo que es ponerse en frente de la “casta”. 

La mayoría rechaza los vetos de Milei pero no relegaría el equilibrio fiscal

Decíamos que parte de la caída en la imagen de Milei podía explicarse por algunos sucesos que venían ocurriendo en la escena, y parte de esos sucesos son los vetos del Presidente a leyes que habían sido ampliamente apoyadas en el Congreso. Alguna de esas iniciativas tocando temas muy sensibles, tan sensible que la mayoría de la opinión pública se manifiesta en contra de los vetos del presidente. La iniciativa cuyo veto más rechazos recogió, fue la Ley de Emergencia en Discapacidad, luego quedaron las leyes de Emergencia Pediátrica y la de Recomposición de Jubilaciones, y en último lugar la Ley de Financiamiento Universitario, que aún así recogió el 62% de rechazo. 

Sin embargo, hay otro dato interesante en las respuestas y que la mayoría también se inclina por sostener el equilibrio fiscal. Si se combinan las respuestas de quienes dicen que vetarían la ley para no aumentar el gasto y los que dicen que no la vetarían pero recortarían otros gastos, en todos los casos también hay una mayoría. 

El otro dato interesante es que en todos los casos se observan porcentajes significativos de votantes de Milei y de Bullrich que se manifiestan en contra de los vetos, resaltando los rechazos en Jubilaciones y Discapacidad. 

El gobierno busca frenar las leyes cuyos vetos serán difíciles de defender

Milei sabe que ya pagó los costos de vetarle al Congreso todas las leyes que no desee. Ese anuncio se hizo el año pasado y fue metabolizado por la opinión pública como una necesidad que permitirá bajar la inflación y sanar la economía. Allí están depositadas las esperanzas de la gente, que son las que le permiten a este presidente sostener esta actitud autoritaria de mantener bloqueado el Congreso. Pero Milei sabe que hay dos leyes que serán difíciles de frenar, la de los gobernadores. Por eso, por primera vez busca una salida negociada (hizo una contrapropuesta) para evitar que las leyes salgan, y busca apoyo de gobernadores aliados. 

Se trata de las iniciativas que fueron presentadas por los 24 Gobernadores y que buscan obligar al Ejecutivo a no retener fondos que las Provincias consideran que son de ellas. Si bien no implican más erogaciones, sí implican una disminución en los recursos que se queda el Estado nacional para afrontar sus necesidades fiscales. Y si efectivamente son ratificadas por los mandatarios a través de sus legisladores, no habrá forma de defender el veto.

Por eso, el Gobierno está buscando, por primera vez, entablar algún tipo de negociación. Si bien no es directa (el gobierno no quiere dar el brazo a torcer y mostrar predisposición al diálogo) lo hace presentando una contrapropuesta a través de sus diputados. Y en buena medida, lo hace porque sabe que no podrá frenar esta ley con un veto. Por lo que habrá que ver si logra doblegar la voluntad de alguno de los gobernadores aliados.

La otra opción para el Gobierno es la de ralentizar todo lo que pueda el proceso, y aspirar a que todo quede para después de la elección (quedan dos meses y medio), y que un buen resultado lo fortalezca para evitar la imposición del Congreso. Pero suena desafiante, ya que quedan al menos 7 semanas en las que podrían tratarse la media sanción restante (que podría suceder las próximas), el veto y las insistencias.

La elección dará más nitidez a la nueva configuración del sistema político

El resultado electoral de 2023, con el triunfo de un candidato outsider (sin partido), produjo un impacto de tal magnitud en el esquema de representación política que dio inicio a un proceso de reconfiguración tal que desmanteló el bicoalicionismo que había animado la escena hasta entonces. Esta reconfiguración puso en crisis a la coalición gobernante (el peronismo) hasta entonces, que quedó sumergida en una crisis de reputación y de disputa por el liderazgo que aún continúa, y desmembró a la otra coalición (Juntos por el Cambio), que se dividió fundamentalmente en definir un posicionamiento frente al nuevo presidente. Esta última característica produjo que una parte de Juntos por el Cambio se inclinara por adoptar una postura opositora, otra una dialoguista y otros una de apoyo y alineamiento al oficialismo emergente.

Esta reconfiguración produjo tres tipos de agrupamientos en la escena: 1) el oficialismo y los sectores de la oposición que se asociaron a él, con mucho protagonismo del PRO, que fue el sostén de los vetos en el Congreso, 2) los opositores donde hicieron causa común el peronismo y la izquierda, pero a la que lentamente se plegó un sector del progresismo de diferentes vertientes, y finalmente 3) los sectores dialoguistas, ex miembros de Juntos por el Cambio y de fuerzas provinciales que no querían plegarse a una actitud opositora con el peronismo (los primeros) y que buscaban intercambiar apoyos a cambio de beneficios para sus intereses de gestión o partidarios. La elección reformulará la representación de estos 3 espacios, pero a la vez, esos 3 espacios se vieron reflejados en la confección de las alianzas de cara a la elección legislativa. 

Milei tuvo una estrategia ambiciosa a la hora de confeccionar su oferta electoral: priorizó el objetivo de mostrar un resultado (pintar el país de violeta). Para ello, pensó en alianzas cuyos apoyos puedan ser claramente interpretados como apoyos a su partido y al rumbo de gobierno. Exigió que quien quiera aliarse al oficialismo, sea “pintándose de violeta” y aceptando “las ideas de la libertad” como referencia. Así habrá Alianza La Libertad Avanza en las 24 provincias, para poder colectar esos votos en favor de Milei. Para el resto de la oferta, mucha fragmentación. Aquí presentamos un panorama del mapa de alianzas definido.

El esquema de alianzas muestra a La Libertad Avanza y al Peronismo con representación en todas las provincias. En el caso del Peronismo, no hay unidad en todas ellas, irá dividido en algunas de ellas como en Córdoba, o en Salta. Pero podrán contarse votos peronistas en todos los distritos. Luego aparecen otros dos actores destacados: 1) el espacio de Provincias Unidas, que reúne a gobernadores del PRO, de la UCR, del Peronismo y de Fuerzas Provinciales, y 2) a las Fuerzas Provinciales que tienen sus propios partidos locales, como en Neuquén, en Misiones, en Río Negro o en Salta. A ellos se podría sumar la Izquierda con posibilidad de meter legisladores en Provincia de Buenos Aires, en CABA y en algunas del Interior como en Jujuy.
De allí saldrá la representación legislativa y configurará el nuevo mapa del Congreso entre el oficialismo y sus aliados, el Peronismo y los dialoguistas (Provincias Unidas y Fuerzas Provinciales). Estos últimos serán los que aporten los legisladores que podría terminar de definir las votaciones en los próximos 2 años.

En julio el promedio de cuotas de aumento podría quedar por debajo del IPC

El promedio de cuotas de aumento del mes de julio desaceleró fuerte en relación a junio, quedando en 1,6%, bastante por debajo al 2,3% registrado el mes pasado. Se trata del nivel de aumento de cuotas registrado por Synopsis más bajo desde el inicio del ciclo Milei. Veníamos de dos meses consecutivos con los salarios corriendo por encima de los precios, pero si el IPC de julio no está en esa línea (algo que estiman la mayoría de las consultoras), julio volvería a ser un mes negativo para la dinámica precios-salarios.

El IPC corrió por encima de casi todas las paritarias en el primer semestre

En junio solamente dos de los grandes gremios tuvieron aumentos mensuales que superaron al 1,6% de inflación informado por el INDEC: los estacioneros y Alimentación. El resto tuvo aumentos en el orden del 1% y el 1,6%, lo cual, sumado a la pérdida que vienen arrastrando durante todo el 2025 dejó un saldo perdedor para todos los grandes gremios, exceptuando a SMATA y Bancarios (que ató sus aumentos de manera mensual al IPC). La dinámica del segundo semestre dependerá fundamentalmente de un fuerte desplome del
IPC desde estos niveles, ya que gremios como Comercio o UPCN firmaron aumentos mensuales en el orden del 1% hasta fin de año.