Milei envía al Senado una amplia reforma laboral que ahora intentará negociar

El Ejecutivo formalizó el envío al Congreso de su proyecto de reforma laboral. El texto, conversado en el contexto del Consejo de Mayo, propone una reconfiguración del régimen laboral vigente, con cambios en materia de vacaciones, el esquema de indemnizaciones y despidos, y la organización de la jornada de trabajo, entre otros. 

El gobierno pretende lograr la aprobación de la reforma laboral en el Senado antes del 30 de diciembre, fecha en la que finaliza la primera etapa de las sesiones extraordinarias. La conducción del proceso quedó en manos de Patricia Bullrich, quien impulsa un tratamiento rápido en comisiones, y llevar el proyecto al recinto antes de fin de año. Esta hoja de ruta responde a la necesidad del oficialismo de capitalizar el impulso político inicial y evitar que el debate se extienda hacia 2026, donde podrían acumularse mayores resistencias.

Un ciclo político que redujo la incertidumbre pero no quedó exento de riesgos

La sustentabilidad de todo proceso político depende directamente de su capacidad para atender las demandas ciudadanas, una capacidad que, a su vez, está condicionada por la urgencia y la complejidad de esas mismas demandas. Visto bajo esa perspectiva, el origen del actual ciclo político de Javier Milei presidente ofrecía un rango de incertidumbre muy amplio sobre su sustentabilidad: mucha urgencia y alta complejidad en las demandas ciudadanas (resolver una profunda crisis económica) y limitada capacidad de atenderlas en tiempo y forma (condición de hiperminoría política, más la ausencia de partido político, experiencia y equipos). Sin embargo, su reciente triunfo electoral le permitirá a Milei dejar atrás esta etapa de extrema fragilidad.

La Libertad Avanza ha sido fortalecida y legitimada de la elección de medio término. Fortalecida porque ha ampliado su representación parlamentaria, lo que la acerca a la posibilidad de sacar leyes (se deja atrás la etapa de restricción decisional que operaba sobre el Poder Ejecutivo); y legitimada porque el resultado invita inexorablemente a interpretar que una porción muy significativa de la sociedad sigue apoyando el rumbo de gobierno. 

Estos dos aspectos le aportan a Milei y al oficialismo un mayor control sobre el proceso político, en el mismo momento en que la urgencia y la complejidad de las demandas ciudadanas (que son esencialmente seguir resolviendo la crisis económica) disminuyen. Y esta combinación de mayor capacidad política de atender las demandas ciudadanas, y la menor urgencia y complejidad de dichas demandas, reducen la incertidumbre sobre la sustentabilidad del proceso, y el ciclo gana en robustez.
Pero esta mayor robustez no está exenta de riesgos, como todo proceso político. En este caso, los riesgos vienen de la mano de la no resolución de las demandas ciudadanas y, lógicamente, de la aparición de alternativas políticas más atractivas de cara a la elección presidencial del 2027. Por el lado de la no resolución de las demandas ciudadanas, habría que resaltar que, más allá del ordenamiento macroeconómico, los desafíos vienen por el lado de la microeconomía, particularmente por dos aspectos esenciales del metro cuadrado de la ciudadanía y muy vinculados a producir satisfacción política: el nivel de ingresos y el empleo. 

Pero no sólo será cuestión de lo que Milei ofrezca, sino también de lo que los demás ofrecen. De hecho, la mayoría cree que Milei ganó más por lo que NO ofrecen los demás que por lo que el propio oficialismo ofrece. Mientras esta situación subsista, es decir, mientras se visualice que los demás no ofrecen algo más atractivo que lo que Milei ofrece, las posibilidades de reelegir serán mayores.

Pero si Milei no atiende satisfactoriamente las demandas de mejora en los ingresos y de creación de empleo y aparecen opciones alternativas que despiertan expectativas de ofrecer mejores soluciones para esas demandas, entonces las chances de reelección de este ciclo podrían verse reducidas.

En definitiva, el ciclo ganó en robustez política. Hoy Milei está más consolidado políticamente hablando, pero aún subsisten desafíos económicos por resolver para terminar de satisfacer la demanda ciudadana. Y si bien en la elección de medio término gozó de la ventaja de que aún no han emergido alternativas opositoras atractivas, nadie puede garantizarle que de aquí a 2027 no emerjan finalmente. Allí estará jugada  la continuidad del ciclo, en las respuestas propias y en las que ofrezca la oposición.

Los gobernadores serán la llave para que Milei saque leyes del Congreso

La novedad política de la segunda mitad de mandato es la cercanía en la que ha quedado el oficialismo de la posibilidad de sacar leyes del Congreso. Y a la hora de identificar qué actores podrían facilitar el proceso de toma de decisión, sobresalen los Gobernadores. La gran mayoría de ellos ha mostrado predisposición de diálogo para negociar los apoyos para sancionar leyes. Y muchos de ellos tienen legisladores que les responden para poder aportar esos apoyos. Aquí una radiografía del mapa político y de legisladores. 

Entre los 16 gobernadores dialoguistas se advierten dos grandes conglomerados. Uno que reúne a Gobernadores que apoyaron la candidatura de Sergio Massa y que eran también gobernadores filo-oficialistas u oficialistas con el gobierno de Alberto Fernández; alguno de ellos de extracción peronista. Y otro que reúne a gobernadores filo-cambiemistas, es decir, que integraban la coalición Juntos por el Cambio o eran afines. Ambos se muestran con predisposición de negociar apoyos a cambio de beneficios para sus provincias con  el gobierno nacional; algo que favorece las posibilidades de negociación de Milei, quien los puede poner a competir por ese apoyo.

 

El promedio de aumentos mensuales se ubicó en torno al 1,7% en noviembre

Por quinto mes consecutivo, el ritmo de aumentos osciló entre el 1,6% y el 1,9%, confirmando que las paritarias se han estabilizado tras el salto inflacionario de marzo y abril. No obstante, el saldo es negativo: esta estabilización se consolidó por debajo del IPC, lo que implica que la mayoría de los gremios acumula una pérdida de poder adquisitivo en 2025. Para noviembre, los salarios promediaron un alza del 1,7%. Al contrastar esta cifra con una inflación proyectada por privados de entre el 2% y el 2,7%, se ratifica un nuevo retroceso de los ingresos en su carrera contra los precios.

En lo que respecta a los grandes gremios, actores clave como SMATA, Camioneros, Alimentación, UOCRA y Comercio ya cerraron sus paritarias y volverán a sentarse a negociar recién en 2026. El esquema muestra dispersión: el mejor ubicado es SMATA, con una recomposición del 32,6%, mientras que el resto se ubicó en torno al 22% (la UOCRA más retrasada, en el 19%). Por su parte, aquellos sectores que aún deben definir los últimos tramos seguirán la pauta general de Comercio y Camioneros, lejos de la excepción mecánica: la proyección indica que finalizarán el 2025 con aumentos promediando el 24%.

Luego del triunfo electoral, mejora la evaluación de desempeño del gobierno

Luego del triunfo electoral nacional obtenido por el oficialismo, la evaluación de desempeño del Gobierno mejora marcadamente los valores observados en octubre, registrando una caída de más de 5 p.p. en la valoración negativa, y recuperando casi 5 p.p. la valoración positiva. De este modo, se recompone el fuerte diferencial negativo de imagen observado el mes pasado, quedando en algo más de -10 p.p. Todavía la evaluación de desempeño permanece lejos de los niveles de junio, pero el impulso del triunfo electoral podría permitir que esta recuperación observada en noviembre se prolongue en los próximos meses.

La recuperación post resultado electoral de Milei podría transitar un sendero parecido al que transitó Mauricio Macri luego del buen resultado electoral obtenido en la PASO 2017, anticipándose al buen resultado que ratificaría en la elección general de octubre de ese año. Aún con la recuperación de este mes, Milei quedó algo más de 10 p.p. por debajo de los niveles de apoyo que mostraba Macri a esta altura de su mandato. 

Pero el efecto “carro del vencedor” podría continuar en los próximos meses, y avanzar a niveles parecidos a los de Macri hacia fin de ese año (2017). Lo que sí queda claro es lo notablemente superior que se ven los niveles de apoyo de ambos en relación a lo que ostentaba Alberto Fernández a esta misma altura del partido, incluso con la derrota de noviembre 2021 ya a cuestas, lo que lo privaba del efecto que sí tuvieron Macri y Milei con sus respectivos triunfos en las elecciones de medio término. 

En materia de desaprobación, Milei sigue lejos del nivel que ostentaba Macri en noviembre de 2017. Milei registra 53,4% mientras que en el caso del ex presidente del PRO registraba 30,2%. La imagen negativa del desempeño del gobierno de Javier Milei sigue estando más cerca de la que mostraba Alberto Fernández a mitad de mandato, que era de 63,2% en noviembre de 2021. 

Aún con la recuperación de noviembre seguimos viendo una composición de imagen del actual gobierno altamente polarizada pero con diferencial negativo, una realidad diferente a la de fines de 2017, donde se observaba un diferencial positivo. La nota destacada sigue siendo el bajo nivel de regular que se observa en este ciclo, como si hubiera sólo dos posturas frente a Milei: se aprueba o se desaprueba.

 

LLA buscará aprobar una reforma laboral en sesiones extraordinarias

Tras el impulso electoral, el Poder Ejecutivo volvió a instalar la reforma laboral como uno de los pilares de su agenda de “reformas estructurales”. El Gobierno sostiene que la modernización del régimen de trabajo es indispensable para flexibilizar el mercado laboral, reducir costos empresariales y promover nuevas inversiones. Sin embargo, el recorrido reciente muestra que la mayoría de los intentos de reforma terminaron judicializados, recortados o bloqueados políticamente, lo que explica por qué  hoy se plantea un nuevo proyecto más amplio y ambicioso. A continuación, se presenta un racconto sintético de los antecedentes y del contenido que podría formar parte de la nueva iniciativa.

El Gobierno tantea cambios en el régimen impositivo, sin develar aún detalles

La discusión sobre la reforma impositiva comenzó a tomar volumen tras el dictamen del Presupuesto 2026 y el triunfo electoral. Aunque el Gobierno todavía no presentó un proyecto formal, distintos funcionarios – especialmente Luis Caputo y Juan Pazo – adelantaron los ejes conceptuales que se evalúan.

La agenda combina simplificación tributaria, reducción gradual de impuestos distorsivos cambios en IVA, Ganancias y Retenciones, y una reorganización del esquema de financiamiento Nación – provincias. Se trata de una reforma por etapas, condicionada al cumplimiento del déficit cero y a la negociación política con los gobernadores. Pero la complejidad de los acuerdos y la restricción presupuestaria hace que haya que tener cautela sobre cuán ambiciosa pueda ser la propuesta de reforma impositiva.

La reforma impositiva todavía no tiene un texto definido, pero el Gobierno ya instaló los ejes centrales de la discusión: un nuevo esquema de IVA, la baja de impuestos distorsivos, cambios en Ganancias y Retenciones, y la posible eliminación del monotributo.

Todos estos movimientos requieren un entendimiento con los gobernadores, cuyo aval será imprescindible para modificar el sistema de coparticipación y avanzar en un “nuevo federalismo fiscal”. El Ejecutivo insiste en que la reforma será gradual y estará supeditada al equilibrio de las cuentas públicas, pero la magnitud de los cambios anticipa una negociación política compleja que se retomará con mayor claridad después del 10 de diciembre. 

La polarización centrifugó al centro y LLA se alzó con un triunfo al estilo JXC

La elección legislativa terminó ofreciendo un resultado fuera de lo esperado para la Libertad Avanza, que se alzó con un triunfo parecido a los de Juntos por el Cambio en 2017 y 2021. La polarización entre el Peronismo y LLA se apropió de la escena y centrifugó a la mayoría de votantes que parecían predispuestos a desviarse hacia 3ras, 4tas y 5tas fuerzas, logrando que desistan de ese voto y prefieran rescatar al Gobierno de una eventual derrota que hubiera generado consecuencias políticas y económicas no deseadas por ellos. 

Cuando decimos un triunfo al estilo Juntos por el Cambio, lo decimos porque cuando uno mira el mapa de triunfos por provincias o por secciones, las victorias de LLA se parecen mucho a las victorias de JXC en 2021: 7 de las 15 provincias que ganó LLA (Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Jujuy, PBA, CABA), son provincias que JXC había ganado en las últimas dos legislativas (2021 y 2017). Y otras 5 (Salta, Río Negro, Chubut, Misiones, Santa Cruz) son provincias que JXC había ganado en alguna de esas dos legislativas. En definitiva, las zonas pintadas de color amarillo en 2021 terminaron siendo zonas pintadas de color violeta en 2025. 

El camino para asumir esa representación, que parece natural para un espacio como LLA, estuvo intermediado por la estrategia electoral del propio oficialismo. Es decir, si LLA avanzaba en acuerdos con los representantes remanentes de lo que fue JxC, posiblemente iba a poder asumir esa representación de votantes mucho más rápido, pero si pretendía hacerlo solo sin acuerdo, le iba a costar más, ya que esos representantes remanentes de JxC iban a resistir ese avance y pretender seguir siendo la representación de esos votantes.
De hecho, si comparamos cómo creció LLA en relación a lo que sacó Milei en octubre de 2023, lo que vamos a ver es que donde más creció fue en las provincias donde acordó con gobernadores de lo que era JxC: CABA, Mendoza, Entre Ríos y Chaco. Y también creció mucho en PBA donde, acordó con el PRO para competir juntos.

El promedio de aumentos mensuales continúa sin poder romper el techo del 2%

Por cuarto mes consecutivo, el nivel de aumentos mensuales osciló en el rango 1,6%-1,9%, lo que refleja que las paritarias están estabilizadas luego de aquel salto inflacionario visto en marzo/abril. Como dato negativo para los salarios, este nivel de estabilización se dio por debajo de los niveles del IPC, por lo cual la gran mayoría de los gremios acumula pérdidas en 2025. Para octubre, los salarios promediaron aumentos en el orden del 1,9% mensual, contra una inflación proyectada por diversas fuentes privadas en el orden del 1,8%-2,2% mensual, lo cual haría que los salarios estén una luz por debajo del nivel de aumento de precios.

Con respecto a los gremios más grandes, SMATA, Camioneros y Comercio ya tienen su acuerdo cerrado y renegociarán nuevamente en 2026. El mejor ubicado de los tres es SMATA, con aumentos que rondan el 32,6% para el 2025, mientras que Comercio y Camioneros cerraron en torno al 22% ambos. El resto, que aún tiene uno o dos meses más por arreglar, irían en la línea de Comercio/Camioneros, y no en la línea de SMATA: todos terminarían el 2025 con aumentos en el orden del 24% anual.

En un mes con el dólar inquieto, se deterioraron las expectativas económicas

En el marco de semanas donde las tensiones financieras se vieron reflejadas en un dólar que estuvo inquieto, se registró en octubre un deterioro de las expectativas económicas, tanto las que analizan la situación actual del país y personal en relación a un año atrás, como las que se depositan sobre el futuro del país y personal.
En todas ellas se registró en octubre un incremento del pesimismo, llegando en algunos casos, sobre todo en los prospectivos, al nivel más alto de todo el ciclo Milei.

La ayuda del gobierno de EE.UU. no convence, y se percibe a Milei subordinado

En las últimas semanas ha ganado protagonismo en la escena la figura del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a propósito de la ayuda que su gobierno le está dispensando al gobierno de Javier Milei. Esto ocurre en un contexto en el que la figura de Donald Trump recoge entre los argentinos una imagen más vale negativa que positiva. Un 52,7% tiene una imagen negativa de él, mientras que sólo un 34,3% tiene una imagen positiva. Entre votantes de Javier Milei y de Patricia Bullrich, la imagen positiva oscila en torno al 60%.

Quizá esa imagen negativa de Donald Trump es la que proyecta sobre la misma población consultada la percepción que la ayuda brindada por el gobierno norteamericano es más negativa (56,7%) que positiva (39,9%). Más del 96% de los que dicen que votarán a LLA dicen que la ayuda es positiva, mientras más del 98% de los que votan a Fuerza Patria dicen que la ayuda es negativa. 

El otro aspecto interesante a evaluar es ver cuál es la percepción que hay sobre el rol de Javier Milei en la relación con Donald Trump y si se percibe una relación entre pares o una relación de subordinación de Javier Milei para con el mandatario norteamericano. El 60% de los consultados dice percibir más una relación de subordinación que de paridad en el vinculo, con el agravante que más de la mitad (51,9%) percibe que hay “mucha” subordinación de Javier Milei para con Trump. Sólo el 32,1% percibe una relación entre pares. 

Más del 90% de los votantes de Fuerza Patria, y más del 80% de los votantes de Prov. Unidas percibe que la relación entre Trump y Milei es de “mucha subordinación de Milei” hacia el mandatario de los EE.UU. De hecho, más del 85% de los que califican como negativa la ayuda de los EE.UU, considera que la relación entre Trump y Milei es de subordinación del mandatario argentino con el mandatario norteamericano.

Milei podría quedar a unos 30 diputados y 12 senadores de poder sacar leyes

Hay dos certezas de cara a la renovación legislativa de este año: 1) el oficialismo mejorará su posición en el Congreso, pero 2) al mismo tiempo no le alcanzará para lograr mayorías en alguna de las dos cámaras. También se ha remarcado que, con aliados (el PRO, por ejemplo), es muy probable que LLA logre juntar más de un tercio de las bancas para defender vetos y evitar el riesgo (en el peor de los casos) de un juicio político. Lo que resta conocer con precisión es a qué distancia quedará de la posibilidad de sacar leyes. 

En un ejercicio de simulación de renovación completo de las dos cámaras se puede tener una aproximación de cuánto le faltará para lograr las mayorías, y esa distancia merodea dos cifras: el oficialismo quedaría a una treintena de diputados de lograr la mayoría para sacar leyes en diputados, y a una docena de senadores para sacar leyes en la cámara alta. Obviamente, quedará más o menos lejos de esa cota según le vaya mejor o peor de lo esperado, allí está el rango de incertidumbre lógico que ofrece hoy el resultado del 26 de octubre. 

En diputados, la duda es si logrará llegar a las 100 bancas junto con las 20 bancas del PRO y las 4 de otros aliados. Para ello, debería ocurrir un muy buen resultado de LLA, sobre todo en PBA (un recorte de la distancia observada el 7 de septiembre significativo) que es donde se reparten muchas bancas.

En diputados, la clave para sacar leyes estará en las negociaciones que se puedan encarar con todo un conglomerado de unos 45/50 legisladores de diferentes extracciones, pero esencialmente de legisladores que responden a fuerzas provinciales, a gobernadores o a fuerzas dialoguistas (UCR y ex aliados de Coherencia). 

En el Senado, la duda será si logran el tercio de bancas junto con aliados. Aunque ya teniéndolo en Diputados no se vuelve tan necesario. Aquí los márgenes de negociación también son bien amplios. Habrá una veintena de Senadores de partidos aliados o de partidos que pueden tener una actitud negociadora con el oficialismo. 

La novedad es la probable caída de la representación del peronismo por debajo de las 30 bancas en el Senado, algo que no ocurrió desde 1983. Ya había perdido la mayoría por primera vez desde entonces en 2021, en este caso estaría cayendo por debajo de 30 senadores. Igualmente no deja de ser un número considerable que lo deja a 7 de bloquear intentos del oficialismo de sacar leyes. 

La forma final de la composición del Congreso se definirá post-elecciones.

Independientemente de las proyecciones de asignación de bancas en escaño, hay que comprender que más allá de que los dos grandes bloques de legisladores (oficialismo y peronismo) puedan sufrir incorporaciones ajenas a su recolección de bancas post elecciones, el resto de las bancas de las otras fuerzas estarán sometidas a un proceso de realineamiento que estará guiado por el incentivo de mejorar la posición negociadora con el oficialismo. Esas bancas se agruparán del modo más conveniente para negociar.

Esos realineamientos dependen de muchos factores, pero resaltamos los dos principales: 1) qué tan fortalecido o debilitado sale el gobierno de la elección; 2) cuál es el número final que necesitará el gobierno para lograr la mayoría para sacar leyes. Lo primero guiará la vocación de diálogo y la voluntad de integrar un bloque negociador, lo segundo los realineamientos para maximizar las posibilidades de negociación. 

Habitualmente los legisladores dispersos se suelen agrupar en bloques mayores que puedan resultar bloques atractivos para la negociación. Para conocer qué significa ser atractivos para la negociación, es necesario saber cuál es el estado del oficialismo, y ello sólo se sabrá cuando la elección haya ocurrido y la distribución de bancas se haya hecho efectiva.

Los reagrupamientos probablemente sigan la lógica de los vínculos entre los gobernadores, y que estos sean la clave para la construcción de gobernabilidad legislativa en la segunda mitad de mandato. Habrá que ver en cuántos bloques se agrupan esos legisladores, pero es de suponer que haya dos grandes agrupamientos: 1) Provincias Unidas, donde confluirán los legisladores de los gobernadores que integran ese espacio y 2) Gobernadores de fuerzas provinciales, que son de diferente extracción pero que se han venido agrupando para maximizar su poder de negociación como es el caso del actual bloque de Innovación Federal. 

 

LLA debería superar el 35% para lograr una buena renovación legislativa

Suponer la asignación de bancas probables para el oficialismo, dependiendo de su porcentaje de votos a nivel nacional, es una tarea compleja. El sistema D´Hont de asignación de votos en escaños que utiliza nuestro sistema electoral requiere supuestos múltiples para proyectar esa distribución. Una forma interesante es ver los antecedentes y observar cuántas bancas se obtuvieron en elecciones anteriores con qué porcentaje de votos. Ello nos indica que para poder sacar de 50 bancas, hay que pensar en sacar más del 35% de los votos. 

Es cierto que está el antecedente del PJ en 2001 que con 36,5% de los votos se llevó 66 bancas en 2001. Pero se trató de una elección muy particular, con un partido fuerte y el resto de la oferta hiperfragmentada en múltiples partidos, lo que permitió que el sesgo mayoritario que tiene el sistema D´Hont le permita al peronismo llevarse todas esas bancas. La cosa será difícil para LLA esta vez, porque tiene un competidor en igualdad de condiciones.

Guiados por los antecedentes, realizamos una estimación muy pesimista y una muy optimista para tratar de tener los extremos sobre los cuales es posible pensar el escenario de renovación legislativo. Sobre todo para las dos principales fuerzas, que seguramente se llevarán más del 70% de las bancas a repartir. 

El oficialismo parece estar oscilando en un rango de variabilidad más amplio, producto de que muestra un rango de probabilidad amplio en distritos donde se reparten muchas bancas. Pero además, tiene la dificultad de que hay distritos inexpugnables para el no peronismo donde no podrá recolectar bancas, como Santiago del Estero.

Pero es posible afinar algo más los parámetros y observar que el oficialismo podría estar proyectando obtener entre unas 41 bancas (escenario pesimista) y unas 51 bancas (escenario optimista), si nos concentramos en términos realistas sobre las posibilidades de la Libertad Avanza. Por su parte, el peronismo podría obtener un rango de probabilidad de bancas algo mayor, sobre todo producto de la buena recolección de bancas de PBA (ver más adelante), que la pone en una franja de 43 y 53 bancas probables para el 26 de octubre. 

Lógicamente, todo dependerá del resultado final de la elección. Es necesario tener definidos todos los % de las fuerzas en competencia para tener la traducción final de votos en escaños que permitan proyectar el Congreso. Pero además, la misma traducción de votos en escaños disparará otra etapa de realineamientos, ya que todos los diputados que no forman parte de los bloques principales empiezan a agruparse en función de su sistema de incentivos, por eso será posible ver conformación de bloques post electorales en virtud del resultado electoral. 

Lo que sí parece claro es que el Congreso se polarizará más de lo que hoy está, entre las dos principales fuerzas. Con la diferencia, entre ambos polos, que el peronismo pareciera tener incentivos para permanecer unidos, mientras que el oficialismo contará con el apoyo de los aliados más fieles que ha tenido (los diputados del PRO), pero esos alineamientos se mantendrán a salvo si el oficialismo los administra bien y si le va bien.