Se cayó la Ley de Ficha Limpia y las sospechas se ciernen sobre el oficialismo

El tratamiento del proyecto de Ficha Limpia en el Senado terminó de modo inesperado con el rechazo de la iniciativa producto del sorpresivo voto negativo de dos Senadores del Frente Renovador de la Concordia. Se trató de una decisión que sorprendió a propios y extraños, y que disparó una serie de especulaciones sobre si el voto de los misioneros fue un cambio de favores entre el hombre fuerte de Misiones, el ex Gobernador Carlos
Rovira, y el Gobierno nacional para bloquear una ley que nunca pareció ser del gusto de La Libertad Avanza.
Una oposición a la iniciativa producto de que le podía impedir a Cristina Kirchner ser candidata a diputada nacional en la Provincia de Buenos Aires, algo que el oficialismo nacional pretende que ocurra, porque cree que le conviene.

Para el slogan del oficialismo “Kirchnerismo o Libertad”, qué mejor que Cristina Kirchner sea candidata para permitirle a LLA transmitir la percepción de que efectivamente esas son las dos opciones en pugna. Esa era la necesidad que llevaba al oficialismo a retacarle apoyo a una iniciativa que apoyaba la gran mayoría de su electorado.
Una iniciativa que modificaba la Ley Orgánica de Partidos Políticos para ampliar los criterios de inelegibilidad y que estos alcancen a personas condenadas por delitos contra la administración pública (corrupción).

Las sospechas de que los Senadores de Misiones hicieron el trabajo sucio para el gobierno es plausible cuando uno mira el track record de votaciones de estos senadores, que han sido una suerte de senadores oficialistas blue. Un comportamiento ostensiblemente oficialista producto de la vocación transaccional de esta fuerza provincial, que negocia cada voto con el gobierno nacional para lograr rédito para su provincia.

 

Las pérdidas contra el IPC en el I trimestre empujan hacia arriba los salarios

La dinámica de descalce entre precios y salarios que veníamos advirtiendo en los últimos dos meses, se profundizó con el dato de inflación de marzo de 3,7, que dejó muy rezagados los aumentos promedio de ese mes. Esto produjo una reacción de toda la dinámica paritaria hacia arriba, lo que permitió que el promedio de aumentos salariales mensuales volviera a ubicarse por encima del 2%.

Sin embargo, esa recuperación de la dinámica paritaria de abril no alcanza para recuperar lo perdido en los primeros meses del año. Habrá que esperar el dato final de la inflación de abril, pero hay altas chances que el aumento general de los precios vuelva a quedar por encima del promedio de aumentos salariales. Sobre todo porque muchos gremios han quedado con aumentos mensuales acordados bajos, producto de la política deliberada del gobierno nacional de presionar a la baja los aumentos para acompañar la desinflación, con la famosa pauta de referencia promovida por el Gobierno de aumentos del 1% mensual.

Si miramos en retrospectiva una selección de grandes gremios, observamos que en lo que fue el primer trimestre del año, la gran mayoría terminó perdiendo contra la inflación acumulada en ese período. El período donde el gobierno trabajo para que los aumentos paritarios se acercasen a la pauta de referencia del 1% mensual.
Con el dato de marzo del IPC, y con la incertidumbre de cómo será la inflación de abril luego de la modificación del régimen cambiario, habrá que ver cómo avanzan las paritarias para recuperar este terreno perdido.

El IPC de abril será clave para anclar las expectativas de cara a la esperable búsqueda de recuperación que adquirirá el proceso paritario luego del descalce de precios y salarios. El modo en que se comporte la inflación luego de la modificación del régimen cambiario, modelará la dinámica paritaria en el II trimestre.

Javier Milei lidera el ranking de imagen, en el que se reposiciona Axel Kicillof

La actualización de datos de imagen de principales dirigentes nos trae una curiosidad, que no es el liderazgo del ranking de parte de Javier Milei, el único que logra más de 40% de imagen positiva, sino que esta vez quedó secundado de quien parece ir erigiéndose como su principal contrincante de cara a 2027, Axel Kicillof. La pelea de Axel Kicillof con Cristina Kirchner parece haberle retribuido positivamente a su composición de imagen y el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires logra reposicionarse segundo en un contexto donde solo las figuras del oficialismo lograban dominar la parte alta del ranking.

El dato destacado del cuadro sigue siendo la ausencia de dirigentes con diferencial positivo. Algo que marca lo dividida que está la opinión pública argentina en dos bloques bien antagónicos, que consolidan rechazos asegurados para todos los dirigentes, estén en un lado u el otro de la grieta. Algo que se puede visualizar claramente al analizar los datos cruzados en la imagen de Javier Milei y la de Axel Kicillof. El 97,5% de los que tienen imagen positiva de Milei tienen imagen negativa de Kicillof, y el 98% de los que tienen imagen positiva de Kicillof, tienen imagen negativa de Milei. Una forma muy gráfica de visualizar los dos bloques enfrentados que protagonizan la disputa política en argentina.

Diputados aprueba la creación de una comisión investigadora del caso libra

A una semana del principal golpe recibido por el oficialismo en el Congreso, cuando el Senado le volteó los pliegos de los dos jueces de la Corte Suprema, Milei recibe una nueva noticia negativa del Poder Legislativo, pero esta vez de la Cámara de Diputados: la aprobación de una Comisión Investigadora por el escándalo LIBRA. Se trata de una Comisión que podrá recibir denuncias, solicitar informes, o convocar a funcionarios para recabar información.

La tarea de una Comisión Investigadora no suplanta el papel de la justicia en las denuncias que ya se están investigando. Pero puede poner presión política al accionar de la justicia en un caso de alto voltaje político.

La preocupación del oficialísimo por esta comisión es esencialmente más política que jurídica. Sobre todo porque además de la creación de la Comisión, se aprobaron sendas resoluciones de la Cámara para solicitar informes al Poder Ejecutivo y para interpelar a varios de los miembros del Poder Ejecutivo sobre el tema.

La clave para entender cómo se gestó el golpe político está en los gobernadores. Hubo diputados que responden a algunos gobernadores que contribuyeron para juntar el quórum que habilitó la sesión, entre ellos destacan los del gobernador Martin Llaryora. Pero también hubo falta de apoyo para rechazar el pedido de creación de la comisión de otros legisladores que suelen acompañar al oficialismo, como los diputados de Tucumán, o como los diputados del bloque Innovación Federal, que se abstuvieron.

Lo cierto es que han sido varios los golpes políticos que ha recibido este oficialismo, algo que no debería extrañar, porque se trata de un oficialismo que gobierna con una hiperminoría parlamentaria. Aquí repasamos los diferentes reveses que recibió el gobierno de parte del Congreso.

De muchos de esos reveces el gobierno se pudo defender, como los vetos a las leyes no deseadas. Pero en otros casos tuvo que asumir las dificultades de gobernar en minoría. Que no solo se ven en tener que afrontar decisiones no deseadas, sino en no disponer de decisiones deseadas, es decir, de leyes que no se obtienen.

En un duro golpe político a Milei, el Senado rechazó a Lijo y García Mansilla

En lo que es quizá la principal derrota política del gobierno de Javier Milei, el Senado rechazó los dos pliegos de los candidatos que su administración había elevado a la cámara alta para ocupar las dos sillas vacantes de la Corte Suprema de Justicia. La decisión de rechazar los pliegos se había precipitado en el mismo momento en que Milei decidió designarlos por Decreto en comisión, sin haber logrado algún acuerdo en el Senado. De esta forma, empujó al Senado a hacer lo que habitualmente no se hace: rechazarlos.

El rechazo es el corolario de un encadenamiento de errores cometidos por el oficialismo, que desembocaron en que el Senado deje expuesta la debilidad política en la que transcurre todo el proceso político.

Un gobierno en minoría que, sin hablar con nadie, ni tantear previamente la viabilidad de su propuesta, decidió anunciar el envío de los dos pliegos en el marco de una propuesta que contenía dos grandes vicios: el desprestigio de Ariel Lijo como candidato, y la falta de una mujer que permitiera al menos garantizar que el máximo tribunal no estuviera integrado solo por hombres.

Pero la lectura política más interesante para hacer de este hecho es que, en gran medida, las condiciones del oficialismo para resistir la decisión del Senado de rechazar los pliegos comenzaron a deteriorarse desde el momento en que La Libertad Avanza decidió presentar candidatos -y uno de peso- para competirle al PRO en el distrito que gobierna y que constituye el epicentro de su poder político, con el agravante de que se trata del distrito que es gobernado por su principal socio y por la fuerza política más afín en términos ideológicos.

Hubo 3 senadores del PRO que aportaron para el quórum (el jefe del bloque, Alfredo De Angeli, y la pampeana Victoria Huala, y Guadalupe Tagliaferri que si bien no llegó al quórum, estaba dispuesta a colaborar con él) y a la hora de la votación hubo 7 votos del PRO en contra del pliego de Ariel Lijo, y 4 votos del PRO en contra del pliego de Manuel García Mansilla.

La otra arista política para analizar es la de observar en este rechazo el gesto de mayor resistencia política observado por la oposición hacia este oficialismo. Una resistencia que pareció estar contenida a lo largo de los primeros 15 meses de gobierno, pero que aparece en esta ocasión, justo en momento donde el oficialismo atraviesa momentos de turbulencia política (errores no forzados que impactaron en los indicadores de opinión pública como el escándalo LIBRA) y de tensión económica, con las dificultades vistas en las reservas y la discusión con el FMI por la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo que ayude a retomar control sobre las expectativas. 

Salarios pasan de correr por delante a correr algo por detrás de los precios

La historia es conocida: la corrección cambiaria de inicio de ciclo produjo una aceleración en los precios que con rezago los salarios intentaron acompañar, recién pudiendo recuperarse en el 2do. semestre de 2024, donde los salarios pudieron ir superando mes a mes el incremento de los precios. Pero en este 2025, con un oficialismo que ha presionado con su pauta oficial (1% mensual), esa tendencia parece haberse revertido.

La velocidad a la que han venido actualizando los salarios en este comienzo de 2025 muestra en una desaceleración que los ubica corriendo algo por debajo de la inflación. Si tomamos a los principales gremios, se observa que de los acuerdos celebrados en este primer trimestre arrojan un promedio de aumento mensual de los salarios inferior al 2%, un piso que la inflación (aumento de los precios) aún no perforó.

Un ejemplo gráfico de esta desaceleración la tenemos en la paritaria de Camioneros, un gremio bien representativo. Si miramos la dinámica de mediano plazo de este gremio, al inicio de ciclo sufrió la aceleración de los precios, pero luego pudo recuperarse y se mantuvo por encima de la velocidad de la inflación hasta este primer trimestre de 2025, donde la velocidad del salario camionero se acopla a la velocidad de los precios.

Es cierto que de la mano de la presión oficial vía la no homologación para que los acuerdos salariales sean nominalmente más bajos, el porcentaje de aumento mensuales está bajando, pero también es cierto que los gremios han encontrado en la incorporación de sumas no remunerativas una forma de compensar esa presión. Le dan al gobierno lo que quiere (acuerdos bajos), pero toman de los empresarios lo que necesitan.

El Libragate resiente la imagen del Gobierno, pero en menor medida que Milei

Habiendo pasado un mes del renombrado escándalo por la difusión del token $LIBRA por parte del presidente, la evaluación de desempeño del gobierno de Javier Milei registroen marzo una caída de algo más de 4 puntos porcentuales en la valoración positiva, y un incremento de 3,5 puntos porcentuales de la valoración negativa. Se trata de un registro que muestra un deterioro más atenuado del que se registró en la propia imagen de Javier Milei, lo que pudiera llevar a concluir que el impacto fue más decidido sobre la figura del presidente que sobre la imagen de su gestión, que aun así muestra un diferencial negativo de más de 10 puntos porcentuales.

Aun con el resentimiento en la imagen de gobierno registrada este mes, sus niveles de apoyos se mantienen por encima de los niveles de apoyos de los últimos dos mandatos presidenciales. El 40,3% de Javier Milei es un nivel de aprobación que 4 p.p. por encima del nivel que registraba Mauricio Macri a esta misma altura de su mandato, y más de 10 p.p. por encima del registrado por Alberto Fernández al mismo momento.

Pero como también lo venimos advirtiendo, no ocurre lo mismo con el nivel de desaprobación del desempeño del gobierno de Javier Milei, que sí es más bajo que el que registrábamos con Alberto Fernández a esta misma altura del mandato (63,9%), pero es más alto que el nivel de rechazo que registramos durante la gestión de Mauricio Macri a esta misma altura del mandato (42.6%).

El Libragate reubica a la corrupción como el principal problema del país 

En materia de preocupaciones, el dato destacado es la vuelta al top del ranking de la preocupación por la Corrupción, justo luego de que el gobierno atravesara el escándalo Libra, que despertó sospechas sobre la actitud del presidente en el asunto. Por otro lado, la Inseguridad siguió creciendo en términos de preocupaciones y llega a un nuevo máximo de toda nuestra serie, y la otra nota destacada es el descenso a un nuevo piso histórico de la preocupación por la inflación que perfora el piso del 10% y cae a 8,4% de menciones, el nivel más bajo de toda la serie. De hecho, la combinación de preocupaciones económicas (inflación y desempleo) sigue siendo una de las más baja de toda la serie, que lleva más de 10 años, solo superadas por la baja cantidad de menciones a esas preocupaciones que se registraron durante la pandemia.

Pero la vuelta al tope del ranking de la preocupación por la corrupción tiene algunas aristas interesantes para analizar, y que ayudan a entender el crecimiento de esa preocupación este mes en particular. Y la arista más llamativa es la creciente cantidad de menciones que registramos a esta preocupación entre los votantes de Sergio Massa. Siendo dentro de los grupos numerosos de votantes, los más opositores a Javier Milei, y habiendo ocurrido lo del caso Libra este último mes, no llama la atención que ese segmento de votantes deposite su preocupación en la corrupción.

Por otro lado, y en sentido opuesto, marzo marca un nivel muy bajo de preocupación por la Corrupción de votantes de Milei. De hecho, el 23% de menciones a la Corrupción como preocupación es el nivel más bajo de todo el ciclo. Mostrando una reacción contraria a la de votantes opositores. Como si LIBRA hubiera operado para incentivar o desincentivar preocupaciones.

Milei impuso a Lijo y García Mansilla por decreto, el Senado busca bloquearlos

La historia ya es conocida: Milei manda en mayo 2024 dos pliegos para cubrir una vacante en la Corte Suprema de Justicia y otra por producirse. Allí comienza una negociación porque había cuestionamientos sobre la propuesta, sobre todo con el pliego de García Mansilla y por la ausencia de mujeres en la propuesta combinada. Dentro de la negociación se exploró un acuerdo más amplio que incluya la designación del Procurador General de la Nación, la ampliación de los miembros de la Corte Suprema, la designación de unos 140 jueces en diferentes juzgados a lo largo y ancho del país y otras cuestiones conexas. Pero el acuerdo no se alcanzaba y el Gobierno decidió aprovechar los últimos días que le quedaban de sesiones extraordinarias para designar los dos jueces por decreto apelando a una lectura generosa del artículo 99 inc. 19) de la constitución. Esto provocó la reacción del Senado que vio en esa actitud un desaire a la negociación que estaba abierta y pretende bloquear esa decisión.

Luego de la decisión del Presidente, los 3 integrantes de la Corte Suprema acordaron tomarle juramento a los jueces designados, así lo hicieron con Manuel García Mansilla que asumió en el cargo, pero no pudo hacerlo Ariel Lijo, porque el actual juez federal pretendía asumir tomándose licencia de su cargo como Juez, para evitar el riesgo de que de no prosperar su pliego en el Senado, no se quede sin el pan (su juzgado) y sin la torta (su lugar en la Corte Suprema) como dice el dicho.

La cuestión es que la decisión fue cuestionada desde diversos sectores de la oposición y provocó que en la Comisión de Acuerdos del Senado se avance en la formulación de un dictamen de comisión de rechazo del pliego de García Mansilla, y que desde el peronismo se advierta que también buscarán rechazar el pliego de Ariel Lijo en el recinto, pliego que ya cuenta con un dictamen favorable que lo habilita a tratarlo en el recinto.

Ahora hay convocada una Sesión para el jueves próximo en el Senado en donde se tratarían los dos pliegos y el peronismo advierte que tanto el de García Mansilla como el de Ariel Lijo serán rechazados al no conseguir el número de las 2/3 partes de los miembros presentes para ser aprobados. De esta forma se podría terminar de la peor forma para el Ejecutivo con una vuelta a foja cero en orden de cubrir las vacantes. Aunque queda todavía la duda de que hará García Mansilla que ya fue designado por la vía irregular y se le tomó juramento.

 

Libragate: una crisis peligrosa para las condiciones de precariedad del Gobierno

El resultado electoral de 2023 además de ser disruptivo, fue disfuncional para asegurar una buena probabilidad de que Argentina resuelva los desafíos económicos que tenía por delante. La elección configuró el sistema político de un modo muy poco propicio para lograr éxito en la tarea, al consagrar a un presidente débil, que debía tomar decisiones muy complejas sin autonomía decisional (Gobierno de minoría). Todo ello configuraba una naturaleza del proceso político muy poco conveniente para resolver con rapidez el problema económico.

Pero el sistema pareciera haberse adecuado a las condiciones de excepción y el Presidente pudo avanzar no a través de acuerdos con otros actores políticos, sino aprovechando la tolerancia que otros actores del sistema han tenido con la situación, configurando de ese modo ciertas condiciones de excepción en materia de gobernabilidad. Lo que Milei puedo hacer, lo pudo hacer gracias a que el sistema se lo permitió hacer, y ello implica que en muchas ocasiones vimos a este presidente hacer cosas que otros presidentes no han hecho: firmar un DNU como el 70/2023, gobernar por segundo año consecutivo con plena discrecionalidad presupuestaria por falta de presupuesto o designar a dos jueces de la Corte Suprema por decreto en comisión.

Todas esas licencias que se tomó Javier Milei fueron gracias a la tolerancia que el sistema le tuvo a este presidente. Configurando de ese modo una suerte de formato delegativo de democracia (Ver recorte sobre Democracia Delegativa), que facilitó que el proceso político avanzara, pero paradójicamente deteriorando la calidad y la naturaleza del proceso político, en orden de ver un proceso ajustado a la institucionalidad vigente.

En buena medida, esa tolerancia se explica no solo porque los actores entienden el carácter excepcional de la situación (contexto económico y debilidad del presidente), sino porque ellos carecen de legitimidad suficiente para ejercer algún tipo de resistencia a la acción de gobierno. Es tan débil el gobierno, que la oposición lo podría obstruir, pero de hacerlo recogería el enojo y la desaprobación de la gente que quiere que se lo deje gobernar al presidente. No necesariamente por entusiasmo con el presidente, aunque este les ha devuelto razones para creer que puede resolver el problema, sino por la sensibilidad con la que se comprende toda la escena.

Pero toda esta dinámica se ha visto impactada por un hecho que introdujo un potencial motivo de desconfianza en el vínculo entre el Presidente y la gente, teniendo la peligrosa potencialidad de alterar toda la dinámica de gobernabilidad de excepción que le ha permitido al Milei gobernar: el presidente apareciendo como partícipe necesario en una estafa tipo rug pull con un token que promocionó desde su cuenta de X.

Lo cierto es que el hecho es el primero que tiene la peligrosidad de impactar en tres planos estructurales de la autoridad presidencial: su inteligencia, su credibilidad, y su honestidad. Y ello es delicado, porque este es un presidente que se alimenta casi exclusivamente de su legitimidad popular, y porque hasta aquí, el resto de los actores le han permitido hacer porque conservaba altos niveles de popularidad.

Si el escándalo produce una erosión en los niveles de popularidad del presidente, es de esperar que nos encontremos con mayor resistencia política del resto de los actores del sistema, que verían en ese deterioro una ampliación de sus márgenes de acción para ello. Si por algo Milei no encontró mayores resistencias a su acción de gobierno, ello fue porque había un marco de legitimidad popular que blindaba al presidente y lo empoderaba para accionar frente a los desafíos por resolver, esencialmente económicos.

Por ahora, el impacto en la conversación pública en redes ha sido altamente negativo (ver gráfico), y ello se ha visto reflejado además en la aparición del tema en los principales medios del mundo (New York Times, Wall Street Journal, The Economist, etc.). Pero podría ser un tema que quede encapsulado, por la resistencia del público a querer conocer más del tema. No sería la primera vez en la historia en que el público hace la vista gorda a conductas indebidas, porque quienes las cometieron le está resolviendo su vida cotidiana. El tiempo permitirá dimensionar mejor el impacto, y la peligrosidad del hecho para la naturaleza del proceso político.

 

El año comenzó con mayoría de grandes gremios rezagados del IPC enero

La decisión del Gobierno de intentar moderar el proceso paritario, presionando vía la no homologación de acuerdos, provocó que el comienzo de año no fuera mayormente positivo para las paritarias de los grandes gremios. Salvo excepciones, la mayoría de los grandes gremios quedó rezagado en sus aumentos salariales en relación al primer IPC del año, que fue el 2,2 de enero. De hecho, la pauta del propio gobierno del 1% mensual es una referencia que pretende que los salarios funcionen más como ancla de la desinflación que como acompañantes del deslizamiento de precios. Veremos cómo avanza este proceso, pero el comienzo fue deficitario.

 

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