Sorpresiva mejora en la actividad económica

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) avanzó 0,5% s.e. en septiembre, ubicándose 5,0% por encima del mismo mes del 2024. De este modo, los primeros nueves meses del año se posicionaron 5,2% arriba del mismo periodo del año pasado. Con este último dato y la corrección hacia arriba de los datos anteriores en la serie desestacionalizada, la actividad acumula tres meses al alza.

Cinco de los once sectores relevados presentaron caídas en lo que del año: Agro (-0,7%), Industria (-4,1%), Comercio (-3,6%), Hoteles y restaurantes (-2,1%) y Administración Pública (-0,2%). Entre los sectores que más crecieron se encuentran Intermediación financiera (+31,4%), Pesca (+15,5%) y Extracción de minas y canteras (+3,9%).

Por el lado de la construcción, los indicadores volvieron a ser mixtos en octubre: El Índice Construya cayó 2,2% s.e. (+10,1% i.a.) y los despachos de cemento avanzaron 4,8% s.e., cortando una racha de tres meses a la baja. En el mismo sentido, la industria también dio señales mixtas: la producción de acero avanzó 3,7% s.e. y la producción de automóviles cayó 0,6% en octubre. A su vez, el patentamiento de vehículos 0 km subió 0,4% s.e.

 ¿Qué pasó en la actividad en septiembre?

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) avanzó 0,5% s.e. en septiembre, ubicándose 5,0% por encima del mismo mes del 2024. De este modo, los primeros nueves meses del año se posicionaron 5,2% arriba del mismo periodo del año pasado. Con este último dato y la corrección hacia arriba de los datos anteriores en la serie desestacionalizada, la actividad acumula tres meses al alza.

De este modo, se dio un cambio relevante en la tendencia de la actividad: luego de una leve caída en el segundo trimestre, otro retroceso en el tercero hubiera implicado una recesión técnica, pero el último dato evitó ese escenario y no sólo soprendió al revertir las proyecciones, sino que alcanzó un nuevo máximo en el año, ubicándose 0,2% por encima del pico alcanzado en febrero.

El desempeño a nivel sectorial sigue mostrándose heterogéneo en los primeros nueve meses del 2025. Cinco de los once sectores relevados presentaron caídas en lo que va del año: Agro (-0,7%), Industria (-4,1%), Comercio (-3,6%), Hoteles y restaurantes (-2,1%) y Administración Pública (-0,2%). Entre los sectores que más crecieron se encuentran Intermediación financiera (+31,4%), Pesca (+15,5%) y Extracción de minas y canteras (+3,9%).

En términos interanuales, solo dos sectores siguen en terreno negativo: Industria (-1,0%) y Administración pública (-0,7%). En contraste, la Intermediación financiera es el sector que mas creció (+39,7%), siendo la principal incidencia positiva. En terminos de incidencia le siguió Actividades inmobiliarias (+5,0%).

¿Qué esperamos hacia adelante?

Todo indicaba que la leve suba de agosto no se repetiría en los meses siguientes. Sin embargo, el dato de septiembre sorprendió al alza, a lo que se sumó el ajuste hacia atrás en la serie sin estacionalidad, redundando en su conjunto en un panorama mejor para la actividad. Un repaso por los indicadores adelantados de octubre presenta señales mixtas, considerando que el mes todavía estaba atravesado por el ruido electoral.

El Índice Líder elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que busca anticipar el ciclo económico creció en octubre 5,9%, tras dos meses de caída. Por el lado de la construcción, el Índice Construya cayó 2,2% s.e. (+10,1% i.a.) pero los despachos de cemento avanzaron 4,8% s.e., cortando una racha de tres meses a la baja. En el mismo sentido, la industria también dio señales mixtas: la producción de acero avanzó 3,7% s.e. mientras que la producción de automóviles cayó 0,6% en octubre. A su vez, el patentamiento de vehículos 0 km subió 0,4% s.e.

Por el lado del consumo, los datos fueron positivos en octubre. Las ventas minoristas PYME avanzaron 2,8% s.e., luego de tres meses de caída. Por su parte, el crédito al consumo viene moderando su crecimiento mes a mes, al crecer 1,2% s.e. en octubre (+67,9% i.a.).

El ajuste que tuvo la serie de la actividad en los meses previos es lo que nos induce a mejorar nuestra expectativa y prever crecimiento promedio por encima del 4% para 2025, resultado se explica igualmente en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, por lo que la actividad crecería alrededor del 0,5% a lo largo del año.

 

 

Cae la industria y la construcción aguanta

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en septiembre una leve caída mensual s.e. del 0,1%, tras haber subido en agosto 0,7%. Con este dato la actividad del sector se ubicó 0,7% por debajo de septiembre del año pasado. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) subió 0,9% en septiembre, acumulando 1,3% desde agosto. De este modo, se creció 6,8% i.a. y acumula un crecimiento del 8,0% respecto al mismo periodo del año pasado. En el acumulado del año, creció 1,1%.

Respecto a la industria, la producción de automóviles cayó por segundo mes consecutivo al bajar 0,6% s.e. en octubre, posicionándose 9,9% por debajo del mismo mes del 2024. En la misma línea, el patentamiento de autos avanzó 0,4% (+17,8% i.a.). La construcción presenta señales mixtas para octubre. El Índice Construya cayó 2,2% s.e., quedando 10,1% por encima de octubre del 2024. Los despachos de cemento repuntaron tras dos meses de caída (+4,8%), y se posicionaron +7,5% interanual.

La industria sigue estancada

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en septiembre una leve caída mensual s.e. del 0,1%, tras haber subido en agosto 0,7%. Con este dato la actividad del sector se ubicó 0,7% por debajo de septiembre del año pasado. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

Al interior del índice, nueve de los dieciséis sectores cayeron en agosto. La principal incidencia negativa en la serie mensual desestacionalizada fue Prendas de vestir, cuero y calzado (-6,4%), seguido de Productos de caucho y plástico (-5,2%) y Productos textiles (-5,1%). Desde diciembre del año pasado, la producción de productos textiles cayó casi un 30% y la confección de prendas de vestir 21%, producto de la mayor competencia por la apertura de importaciones, que condicionó los márgenes del sector.

En contraste, las principales subas mensual en la serie sin estacionalidad se observaron en Maquinaria y equipo (+7,6%), Muebles y colchones (+4,5%) y Refinación de petróleo (+3,3%). Vale destacar que, en el acumulado del año, solo cuatro industrias muestran un avance: Industrias metálicas básicas (+4,9%), Refinación de petróleo (+4,4%), Productos de tabaco (+3,6%) y Otros equipos de transporte (+1,2%).

En términos generales, solo la industria vinculada a la producción de alimentos (que depende en buena parte del agro), así como sus derivados (agroquímicos y maquinaria agrícola) y minería lograron recuperar los niveles previos al cambio de gestión. En cambio, los sectores orientados al mercado interno (electrodomésticos, tecnología, textiles y muebles) y la construcción se mantienen por debajo de fines del 2023. El resto de las ramas industriales, como la química y la automotriz, presentan una caída similar, pero se mantienen en un nivel de actividad más elevado.

A su vez, según las encuestas del sector, las expectativas de una reducción en la dotación de personal alcanzaron un récord histórico (32,3%), superando incluso el máximo previo registrado durante la pandemia (31,8%).

La construcción continua en modo serrucho

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) subió 0,9% en septiembre, acumulando 1,3% desde agosto. De este modo, se creció 6,8% i.a. y acumula un crecimiento del 8,0% respecto al mismo periodo del año pasado. En el acumulado del año, creció 1,1%.

Si bien la construcción difícilmente vuelva a los niveles los niveles del 2023, el sector logró sostener una lenta recuperación impulsada principalmente por el crédito y la obra privada. Sin embargo, la meseta registrada en la actividad durante los últimos meses terminó afectando al sector, ubicando a la construcción 1,0% por debajo del máximo alcanzado en abril de este año.

En cuanto a los insumos para la construcción, seis de los doce insumos cayeron en la serie desestacionalizada. La principal incidencia negativa vino dada por Pinturas (-5,4%), seguido por Asfalto (-6,1%) y Pisos (-5,6%). En contraste, Mosaicos (+7,2%) y Placas de yeso (+12,8%) fueron las principales subas.

Entre los principales motivos de obstaculización de la construcción la caída de la actividad económica y los altos costos de la construcción continúan encabezando la lista. En ese sentido, entre las empresas privadas relevadas por el INDEC que esperan una caída en la actividad del sector en los próximos meses, el 30% atribuye esta perspectiva a una menor actividad económica, mientras que el 22% señala como principal causa el elevado costo de la construcción. Este segundo motivo creció entre los encuestados, ya que representaba el 16% en el informe pasado. Esto puede deberse a la volatilidad cambiaria observada en los últimos meses, considerando que los precios del sector se determinan en dólares debido a su alto componente importado.

¿Qué esperamos hacia adelante?

La actividad económica comenzó el año en niveles máximos de actividad económica, y en los meses que siguieron la actividad fue entrando en una meseta hasta dar claras señales de empeoramiento. En ese sentido, los indicadores adelantados de actividad para octubre son mixtos.

Respecto a la industria, la producción de automóviles cayó por segundo mes consecutivo al bajar 0,6% s.e. en octubre, posicionándose 9,9% por debajo del mismo mes del 2024. Por último, el patentamiento de autos avanzó 0,4% (+17,8% i.a.).

La construcción presenta señales mixtas para octubre. El Índice Construya cayó 2,2% s.e., quedando 10,1% por encima de octubre del 2024. Los despachos de cemento repuntaron tras dos meses de caída (+4,8%), y se posicionaron +7,5% interanual.

En términos generales, en el último trimestre del año puede haber un leve rebote, una vez pasada la incertidumbre electoral y la volatilidad de las tasas de interés. De este modo, con tasas de interés más bajas, el crédito podría funcionar como actor más relevante que en los meses previos. Al mismo tiempo, la recuperación del poder adquisitivo sigue siendo limitada, por lo que difícilmente se consolide como un motor de crecimiento. De todos modos, no se espera que la industria y la construcción reboten tanto como los demás sectores de la economía.

 

Resumen Diario | 3.11.25

Panorama cambiario y monetario

Tras el contundente resultado electoral, el dólar spot comprimió 3,2% semanal y finalizó en $1.445, quedando a 3,2% por debajo del techo de la banda cambiaria. Por otro lado, las Reservas Brutas en USD 39.382 M y las Reservas Netas, descontando los depósitos del Tesoro, BOPREAL y DEG habrían cerrado en USD 1.000 M (+USD 4.100 M si no se descuentan aquellos ítems). Los dólares alternativos finalizaron a la baja: el dólar minorista bajó 2,8% ($1.475) respecto al viernes de la semana anterior, el dólar MEP operado con AL30 descendió 4,5% ($1.475), el dólar CCL operado con CEDEARs comprimió 4,9% ($1.490) y el blue se redujo 4,3% ($1.445). Frente a un tipo de cambio mayorista bajando en menor medida, la brecha cambiaria promedio finalizó en la zona del 2%.

En otro orden, el BCRA y el Tesoro comenzaron a revertir el apretón previo a las elecciones. Las tasas alcanzaron un pico el martes pasado (72% TNA en cauciones y 98% en REPOs a un día), y el Tesoro respondió inyectando pesos por dos vías: la compra directa de bonos en el mercado secundario (con una caída de $1,2 bn en sus depósitos en el BCRA el martes) y un rollover del 60% en la licitación del miércoles (otros $4,6 bn). Por su parte, el BCRA introdujo un leve alivio en los requisitos de cumplimiento de encajes diarios, pasándolos del 100% al 95% y la diferencia se computará nuevamente como promedio de saldos mensuales.

Últimos indicadores publicados

El foco de la semana estuvo puesto en el plano político. Tras las elecciones, y tal como había anticipado el Presidente, se inició una revisión de la estrategia política. El jueves, Javier Milei se reunió en la Casa Rosada con 17 gobernadores, con el objetivo de reunir apoyos para las reformas estructurales que impulsa LLA. Además, se produjeron cambios en el Gabinete: Guillermo Francos renunció como jefe de Gabinete y será reemplazado por Manuel Adorni, mientras que Lisandro Catalán dejó el Ministerio del Interior, cargo que asumirá Diego Santilli.

Por otro lado, los salarios registrados subieron 2,4% en agosto, con una mejora real del 0,5%. El sector público lideró las subas (+2,8%), mientras que el privado avanzó 2,2%. En lo que va del año, los registrados acumulan un aumento real del 0,4%. Por último, las estadísticas de turismo internacional marcaron otro mes de caída del turismo extranjero y suba del turismo argentino en el exterior. En septiembre, el turismo extranjero cayó 23,2% interanual (642.000 visitantes), mientras que los viajes de argentinos al exterior crecieron 21,6% (1,2 millones). El saldo turístico fue negativo en unas 300.000 personas, con pérdidas desde enero del 2024.

Panorama internacional 

En el plano internacional, Donald Trump y Xi Jinping mantuvieron una reunión positiva, en la que acordaron reducir aranceles y desregular el comercio de tierras raras y commodities. EE.UU. bajará los aranceles a productos chinos del 57% al 47% y China suspenderá por un año los controles a la exportación de tierras raras, además de aumentar las compras de soja estadounidense, lo que podría afectar a Argentina. Por su parte, la FED redujo nuevamente la tasa de interés al rango de 3,75%-4% y anunció el fin del quantitative tightening desde diciembre, lo que llevó al mercado a asignar un 70% de probabilidad a que no haya nuevos recortes este año.

RADAR SEMANAL

Datos. Durante la jornada tendremos el dato de recaudación correspondiente a octubre y saldrá la estimación del IPC Ecolatina de octubre. Mañana será el turno del INDEC, que dará a conocer el Índice de precios y cantidades del comercio exterior del tercer trimestre. Por su parte, el miércoles habrá licitación del Tesoro, mientras que el jueves saldrá el IPI minero y pesquero. Por último, el viernes se conocerá el IPI manufacturero y el ISAC por parte de INDEC, y el BCRA publicará el Relevamiento de las Expectativas de Mercado (REM) y el informe sobre la Inversión Extranjera Directa.

¿A qué estar atentos? En la semana, estaremos atentos a las novedades en torno al armado del nuevo Gabinete y las estrategias de cara a la nueva conformación del Congreso, así como a las potenciales novedades del viaje que realizarán el miércoles Javier Milei y Luis Caputo al American Business Forum en Miami. A su vez, seguiremos de cerca la evolución de las tasas y el el dólar en el marco de una licitación semanal.

Resumen Diario | 31.10.25

ESCENARIO ECONÓMICO

Dólar oficial estable. El dólar spot cerró en $1.438 (+0,1%) y quedó a casi 4% por debajo del tipo de cambio del viernes 24/10 (previo a las elecciones). Por último, las Reservas Brutas se situaron en USD 40.495 M.

Jornada cambiaria mixta. El jueves, los dólares paralelos cerraron mixtos: el dólar minorista se mantuvo en $1.465, el MEP finalizó en $1.470 (+0,1%), el CCL medido en CEDEARs cerró en $1.484 (+0,1%) y el blue cerró en $1.450 (-0,7%). De esta forma, la brecha cambiaria promedio subió al 2%. En ese sentido, los contratos de dólar futuro para el trimestre octubre-diciembre cayeron 0,2%, quedando 0,1% por encima para octubre ($1.440), +2,6% para noviembre ($1.475) y +5,4% para diciembre ($1.515).

Resultados mixtos en el plano financiero. En la jornada de ayer, el S&P Merval medido en dólares (utilizando CCL con CEDEARs) cortó la racha alcista al caer 0,3% tras haber acumulado un alza de +40% en la semana. De este modo, finalizó en USD 1.883. En contraste, los Bonares subieron 1,0% y los Globales avanzaron 0,3%, ambos hilando seis jornadas de subas consecutivas.

Volvieron a caer las expectativas de inflación. Según el relevamiento elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) entre el 1 y el 14 de octubre, los individuos encuestados esperan en promedio una inflación 37,0% para los próximos 12 meses. Esto implica una baja de 0,6 p.p. respecto al relevamiento previo. Lo destacable, es que el relevamiento se realizó en medio de las subas de los dólares en la previa de las elecciones legislativas nacionales. A nivel regional, se destacó la caída en CABA: en el Interior, el promedio subió a 36,3% en octubre (+0,1 p.p.); en el GBA a 39,1% (-1,1 p.p.); y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a 38,6% (-3,4 p.p.).

Creció la deuda externa del sector privado. Según el informe del BCRA, la deuda externa del sector privado totalizó USD 107.311 M al 30 de junio de este año. Así, registró un aumento trimestral de USD 2.690 M, explicado tanto por el incremento de la deuda comercial por USD 1.798 M como por la deuda financiera por USD 892 M. Cabe destacar que el stock de deuda por importaciones de bienes se redujo por quinto trimestre consecutivo al pasar de un máximo histórico de USD 45.737 M el 1T24 a USD 38.954 M el 2T25, encontrándose aún por encima del promedio próximo a los USD 20.000 M que se registraba entre 2017-2020.

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

Alivio en los requisitos para los encajes. Según la Comunicación “A” 8350 del BCRA de ayer, a partir del 1° de noviembre el cálculo del efectivo mínimo dejará de ser diario y volverá a realizarse en base al promedio mensual. No obstante, no se elimina la exigencia diaria, sino que se reduce al 95% del requisito total, quedando únicamente el 5% a computarse en base a promedio mensual.

TENES QUE SABER 

Positiva reunión entre China y Estados Unidos. El día de ayer se celebró en Busan (Corea del Sur) la reunión bilateral entre Donald Trump y Xi Jinping, mandatarios de las dos principales economías del mundo. Dicho encuentro significó un acercamiento entre Estados Unidos y China, donde acordaron la reducción de ciertos aranceles y la desregulación en el comercio de tierras raras y commodities. En concreto, el país norteamericano suprimirá el arancel vinculado al fentanilo, en paralelo a una reducción en los derechos de importación de productos chinos del 57% al 47%. A su vez, China acordó suspender por un año los controles a la exportación de tierras raras, insumo fundamental para la tecnología, y se comprometió a realizar grandes compras de productos agrícolas producidos en Estados Unidos, entre los cuales se encuentra la soja. De cara al futuro, esto podría tener consecuencias negativas para Argentina dado que China diversificaría su proveedor de soja y podría reducir sus compras a nuestro país. 

 

Radiografía de un crecimiento provincial heterogéneo

En los últimos años, la actividad económica viene teniendo una fuerte heterogeneidad, impulsada por el avance de ciertos sectores como la minería y el agro, mientras que otros se fueron estancando. Dada la poco homogénea distribución geográfica de estos sectores, esto se traduce en disparidad entre las perspectivas económicas de provincias y regiones, implicando diferencias también en los niveles salariales y exportaciones -por ejemplo- entre las mismas.

La Patagonia, cuna de Vaca Muerta y sede de otros proyectos relevantes, registró un crecimiento real del 10% en su PBG entre 2021 y 2024. En el Noroeste la expansión fue del 9%, traccionado principalmente por la minería metalífera y la extracción de sal. En cambio, en Cuyo, si bien la región cuenta históricamente con producción petrolera y minera, su nivel de producción es mucho menor que en las regiones ya mencionadas. Por ello, y considerando la caída de la industria, la construcción y el comercio, la expansión total fue acotada (+1%). En la región Pampeana y en el Noreste, el mayor deterioro se concentró entre 2023 y 2024, cuando registraron caídas del 2% y 4%, respectivamente.

El desempeño de la economía en los primeros dos años del Gobierno de La Libertad Avanza muestra que los sectores que se erijan como ganadores del modelo económico tenderán a acrecentar disparidades regionales, aunque en muchos casos, la dependencia de los estados provinciales puede actuar como buffer ante esta situación.

¿Cómo viene siendo el desempeño de las provincias? 

En los últimos años, la actividad económica viene teniendo una fuerte heterogeneidad, impulsada por el avance de ciertos sectores como la minería y el agro, mientras que otros se fueron estancando. Dada la poco homogénea distribución geográfica de estos sectores, esto se traduce en disparidad entre las perspectivas económicas de provincias y regiones, implicando diferencias también en los niveles salariales y exportaciones -por ejemplo- entre las mismas.

Buena parte de esta heterogeneidad se explica por la irrupción del Oil&Gas y la minería como nuevos actores clave en la estructura económica del país. Este dinamismo impulsó especialmente a las provincias donde estas actividades tienen mayor peso.

La Patagonia, cuna de Vaca Muerta y sede de otros proyectos relevantes, registró un crecimiento real del 10% en su PBG entre 2021 y 2024. En el Noroeste la expansión fue del 9%, traccionado principalmente por la minería metalífera y la extracción de sal. En cambio, en Cuyo, si bien la región cuenta históricamente con producción petrolera y minera, su nivel de producción es mucho menor que en las regiones ya mencionadas. Por ello, y considerando la caída de la industria, la construcción y el comercio, la expansión total fue acotada (+1%). En la región Pampeana y en el Noreste, el mayor deterioro se concentró entre 2023 y 2024, cuando registraron caídas del 2% y 4%, respectivamente. De este modo, La región Pampeana -pese a ser la región agrícola por excelencia- avanzó menos del 1% entre 2021 y 2024, mientras que el Noreste se contrajo 1% en ese período.

La salida es a cielo abierto

Las provincias que lideran el crecimiento son las nueve provincias que aglomeran la producción minera metalífera y de hidrocarburos, lo que explica el crecimiento de la Patagonia, NOA y el Cuyo. Por caso, Santa Cruz (37,7%), San Juan (31,4%), Jujuy (16,2%), Salta (8,1%) y Catamarca (5,3%) fueron las principales exportadoras de minerales en los primeros nueve meses del año. Por su parte, Neuquén, Rio Negro, Santa Cruz y Chubut se destacan como las principales productoras de hidrocarburos, agrupando más del 60% de la actividad del sector.

En este sentido, Catamarca fue la provincia con mayor crecimiento del PBG en los últimos cuatro años, impulsado por la minería metalífera (concentra todo el cobre que se extrae en el país y es la primera productora de litio) y de salmuera, que representan alrededor del 60% de su producto. En la misma línea se encuentran Jujuy y Salta (creciendo 3% y 10%, respectivamente, entre 2021 y 2024), importantes productoras de litio, plata y oro. Estos tres componentes explicaron casi la totalidad de las exportaciones mineras en el acumulado hasta septiembre, siendo el litio prácticamente la mitad de estas.

En contraste con sus provincias vecinas, Santiago del Estero y Tucumán tienen mayor prevalencia del comercio en su economía e incluso Tucumán tiene una Ley que prohíbe la minería a cielo abierto, aunque ahora está habilitada la exploración. Esto se traduce en una clara diferenciación económica dentro del NOA entre 2021 y 2024: Santiago del Estero tuvo una caída acumulada de 2% y Tucumán del 6%.

En Cuyo, la minería también parece ser un determinante. El PBG de Mendoza creció 3% entre 2021 y 2024, y es una de las únicas tres provincias donde el empleo privado registrado se incrementó (junto a Neuquén y Río Negro), en torno a 3.700 puestos de trabajo. Si bien siempre fue generadora de petróleo y en menor medida de gas, es una importante productora de minerales para la construcción e incluso tiene potencial en la extracción de cobre.

Por su parte, San Juan no produce petróleo, pero sí oro -tiene la mina más importante del país (Veladero)- y plata; y al igual que Mendoza, se destaca por su horticultura, vitivinicultura y olivicultura. Sin embargo, la minería en San Juan tiene un peso reducido en su economía (2%), por lo que no alcanzó para compensar la caída de la construcción y la industria. En consecuencia, su PBG se contrajo 2% entre 2021 y 2024. Por último, se encuentra San Luis, que, sin gozar de las mieles de la minería, cayó 7% en el mismo período.

Vuelvo al Sur

El PBG de Neuquén viene creciendo al 8% anual en los últimos años. Vinculado a esto está la explosión demográfica en la provincia tras el auge de la extracción de hidrocarburos en Vaca Muerta: entre los censos de 2010 y 2022, la población provincial aumentó un 32% y a nivel departamental, Añelo (el área central de Vaca Muerta) registró un salto del 66%. El crecimiento del 31% entre 2021 y 2024 en la extracción de minas y canteras, impulsó a los demás sectores. En ese período, Hoteles y restaurantes creció 55%, en tanto que el Transporte, la Industria y la construcción crecieron entre 30-40%.

Neuquén superó por mucho a las demás provincias patagónicas, aunque las otras asociadas a la minería e hidrocarburos tampoco dejaron de crecer. Rio Negro creció 8% entre 2021 y 2024, destacándose por la producción de petróleo y gas (GLP y gas natural). Por su parte, Santa Cruz es la principal exportadora de minerales del país, (donde la minería representa cerca del 50% de su producto) y pese a que no replicó el mismo dinamismo, creció 1,1% desde 2021 al año pasado.

Chubut no creció en el período (-0,3%). La extracción de hidrocarburos explica alrededor del 30% de su economía y aporta el 10% del valor agregado del sector de minas y canteras a nivel nacional. Sin embargo, el sector cayó 5% en dichos años y la caída se explica, en parte, por la maduración de pozos de hidrocarburos y el interés cada vez menor en invertir en hidrocarburos convencionales. Tierra del Fuego, en cambio, muestra una realidad diferente: dado su régimen de promoción, la industria representa un tercio de su economía, implicando una contracción del 8% de 2023 a 2024.

El letargo de la región pampeana

A pesar de ser el núcleo agropecuario del país, la región muestra un retroceso desde el cambio de gestión como consecuencia de la relevancia de la industria, representando en torno al 70% de la industria nacional.

Además, la región es muy sensible a la caída de la demanda interna, ya que al aglomerar a los grandes centros urbanos del país -es hogar del 66% de la población-, tiene una estructura industrial y de servicios. Así fue como en 2024, todas las provincias de la región pampeana presentaron caídas, exceptuando Santa Fe y Entre Ríos que crecieron marginalmente.

La provincia de Buenos Aires concentra un tercio de la producción agrícola nacional y es el bastión industrial del país, al aportar cerca del 50% del total de la producción manufacturera argentina. En PBA hay industria automotriz, siderúrgica, farmacéutica y agroindustria, además de producción agroganadera. Por lo tanto, la caída de la actividad industrial en el último tiempo fue particularmente relevante allí. En este sentido, el empleo privado registrado de la provincia se redujo en casi 40 mil puestos de trabajo desde el camio de Gobierno y su PBG cayó 3% en 2024. Esta dinámica puede haberse reflejado en las elecciones legislativas del domingo pasado, donde el triunfo de Fuerza Patria se concentró en el conurbano (es decir, las regiones más industriales), y LLA predominó al interior de la provincia.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el PBG cayó 2% en 2024, como resultado de la caída del Comercio (-7%) y de la industria (-9%), que representan en torno al 25% de la economía porteña. El ajuste en el empleo privado registrado también fue significativo: se perdieron unos 23.000 puestos desde el cambio de administración nacional, principalmente por la contracción en la industria textil y de confecciones. Sin embargo, la Capital Federal continuó creciendo en la post-pandemia (+3%), impulsado por la suba del principal sector, la Actividad inmobiliaria (con un peso en torno al 30%), que subió 8%. A su vez, la recuperación generalizada de los servicios retornando a sus niveles prepandemia también contribuyó al crecimiento del PBG porteño. Por ejemplo, Hoteles y restaurantes avanzó +50% desde la post pandemia y se posicionó al nivel de 2019.

Santa Fe y Córdoba, dos provincias con fuerte peso agrícola e industrial, mostraron en 2024 un leve crecimiento respecto a 2023 gracias al repunte del agro tras la sequía. Sin ese impulso, ambas habrían registrado caídas debido a la contracción del comercio, la construcción y la industria. En efecto, Córdoba creció 0,5% (hubiera caído casi 5% sin el agro) y Santa Fe apenas 0,2% (hubiera retrocedido cerca de 6%).

Por último, el NEA fue la región más afectada entre 2021 y 2024, con caídas del PBG en casi todas sus provincias (Chaco cayó 1%, Corrientes 2% y Formosa 5%, mientras que Misiones apenas creció 2%). Si bien el comercio es la principal actividad económica en la región, la fuerte contracción de la construcción a nivel nacional impactó especialmente y explica gran parte del retroceso en el período analizado.

 Comentarios finales

El desempeño de la economía en los últimos años, pero especialmente durante el mandato La Libertad Avanza muestra que los sectores que se erijan como ganadores del modelo económico tenderán a acrecentar disparidades regionales, aunque en muchos casos, la dependencia de los estados provinciales puede actuar como buffer ante esta situación.

La victoria de la oposición en las elecciones legislativas de PBA en setiembre parecían indicar que el derrotero de la actividad económica podía ser un determinante de la performance electoral, pero este argumento se diluyó el pasado fin de semana con las elecciones legislativas nacionales: no solo el gobierno dio vuelta el resultado en PBA sino que cosechó victorias tanto en provincias que se encuentran en crecimiento como en las que no.

Si bien evidentemente otros factores han influido en el resultado electoral, el seguimiento de la actividad económica de las regiones resulta interesante para analizar divergencias en su desarrollo en función de los sectores más característicos de cada lugar. En un contexto en el que crece la probabilidad que el gobierno avance con reformas estructurales, como la tributaria, el desempeño económico de cada provincia será determinante para una eventual competencia entre ellas, así como la capacidad de negociación que cada una de ellas tenga con el gobierno nacional.

¿Se sostendrá la exigua recuperación en septiembre?

¿Qué pasó co la actividad en agosto?

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) avanzó 0,3% s.e. en agosto y rompió una racha de tres meses consecutivos a la baja. Asimismo, la actividad se ubicó 2,4% por encima del año anterior y acumula una suba del 5,2% en lo que va del 2025.

Desde el pico de actividad de febrero, sólo unos pocos sectores presentaron subas significativas, como la intermediación financiera (+8,1%) y Oil&Gas (+3,0%). En contraste, los sectores más demandantes de mano de obra siguieron cayendo Comercio (-4,1%), Industria (-2,2%) y Construcción (-0,9%).

El desempeño de los últimos meses nos lleva a estimar un crecimiento promedio en la zona del 4% para 2025. Este resultado se explica en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, por lo que la actividad crecería alrededor del 0,6% a lo largo del año.

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) avanzó 0,3% s.e. en agosto y rompió una racha de tres meses consecutivos a la baja. Asimismo, la actividad se ubicó 2,4% por encima del año anterior y acumula una suba del 5,2% en lo que va del 2025.

A pesar del ruido cambiario y las altas tasas en agosto debido al desarme de las LEFIs que tuvo lugar en julio, la actividad económica no cayó durante el octavo mes del año. Con el desempeño de agosto, la actividad aún no logra recuperar la caída acumulada de los últimos tres meses (alrededor del 1%) y retorna a los niveles registrados en marzo, un mes de caída debido a la incertidumbre cambiaria previo al acuerdo con el FMI. Con todo, se encuentra 1,1% por debajo del máximo alcanzado en febrero de este año.

Desde el pico de actividad de febrero, sólo unos pocos sectores presentaron subas significativas, como la Intermediacion financiera (+8,1%) y Oil&Gas (+3,0%). En contraste, los sectores más demandantes de mano de obra siguieron cayendo Comercio (-4,1%), Industria (-2,2%) y Construccion (-0,9%).

De todos modos, hay una mejora en la mayoria de los sectores en lo que va del año, y solo cinco no crecieron en la serie desestacionalizada: Pesca (-7,1%), Industria (-3,5%), Agro (-2,9%), Comercio (-2,5%) y Hoteles y restaurantes (-2,4%). Por su parte, entre los que mas crecieron en el año se destacan Intermediacion financiera (+17,5%), Oil & Gas (+6,3%) y Electricidad, gas y agua (+3,8%).

¿Qué esperamos hacia adelante?

El dato de agosto sorprendió al alza, considerando la incertidumbre cambiaria y la volatilidad de las tasas de interés que reinó durante ese mes. De todos modos, esta mejora fue exigua y podría o no sostenerse en septiembre. En este sentido, los indicadores adelantados de septiembre no anticipan claras señales de mejora, continuando con la dinámica oscilante mes a mes.

El Índice Líder elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que busca anticipar el ciclo económico cayó en septiembre 0,5% (tras bajar 4,7% en agosto). Estiman que la probabilidad de entrar en una recesión en los próximos meses se ubica en un 98,0%.

Por el lado de la construcción, los indicadores fueron mixtos en septiembre: El Índice Construya avanzó 1,1% s.e. (tras haber caído 8,6% en agosto), posicionándose por debajo de agosto del 2024 (+6,5% i.a.). Los despachos de cemento cayeron 0,8% s.e. en septiembre, sumando tres meses de bajas consecutivas. Por su parte, la industria no presentó mejoras para septiembre: la producción de automóviles cayó 1,9, al igual que el patentamiento de vehículos 0 km, el cual bajó 2,3% s.e.

Las ventas minoristas PYME cayeron 2,0% s.e., siendo la tercera baja al hilo. Por último, el crédito al consumo viene moderando su crecimiento mes a mes, al crecer 0,8% s.e. en agosto (+81,1% i.a.).

De todos modos, podrían aparecer algunos indicios de mejoras hacia los últimos meses del año, una vez pasadas las elecciones. Disipada la incertidumbre electoral, los nuevos préstamos de organismos internacionales y el acuerdo con el Tesoro estadounidense podrían aportar mayor calma en el frente cambiario y monetario, reduciendo las dudas sobre la sostenibilidad del esquema. En cualquier caso, la baja en las tasas de interés de la economía luce como una condición necesaria para volver a reactivar la actividad en su conjunto.

El desempeño de los últimos meses nos lleva a estimar un crecimiento promedio en la zona del 4% para 2025. Este resultado se explica en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, por lo que la actividad crecería alrededor del 0,6% a lo largo del año.

¿Rebota la actividad en agosto?

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en agosto una suba mensual s.e. del 0,6%, luego de dos meses de caídas consecutivos. Con este dato la actividad del sector se ubicó 4,4% por debajo de septiembre del año pasado. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) subió 0,5% en agosto, continuando con los altibajos iniciados a fin del año pasado. De este modo, si bien acumula un crecimiento del 8,6% interanual en lo que va del año, esto es ayudado por una baja base de comparación, ya la mejora respecto a agosto del año pasado es solo el 0,4%. De hecho, en lo que va del año no ha crecido, posicionándose al mismo nivel que en diciembre.  

 El resultado de las elecciones, favorable o no para el Gobierno, abrirá la posibilidad para una recalibración del esquema económico que brinde previsibilidad y estimule el crecimiento de la actividad. Sin embargo, en el mejor de los casos, los efectos serán notorios una vez entrados en 2026, cuando una baja sostenida de la tasa de interés vuelva a permitir un aumento del crédito a empresas y familias y la reanudación del proceso de desinflación brinde una mejor perspectiva a la recuperación del poder adquisitivo.

Parcial recuperación de la industria en agosto

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en agosto una suba mensual s.e. del 0,6%, luego de dos meses de caídas consecutivos. Con este dato la actividad del sector se ubicó 4,4% por debajo de septiembre del año pasado. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

La leve suba de este mes no alcanzó para compensar una caída acumulada 4% entre junio y julio, producida por la volatilidad cambiaria-monetaria de esos meses. De este modo, la industria se posiciona 3,6% por debajo del máximo alcanzando en noviembre del 2024.

Al interior del índice, ocho de los dieciséis sectores crecieron en agosto. Alimentos y bebidas, la categoría con mayor peso dentro del índice, fue el impulsor de la suba del mes al crecer 2,1% en la serie desestacionalizada. Entre las mejoras también se destacaron Productos de tabaco (+8,2%) y la Vehículos automotores (+5,4%). Por el lado de las caídas mensuales, la más pronunciada se observó en Otros equipos de transporte (-3,6%), seguido por Productos minerales no metálicos (-3,2%) y Productos de metal (-3,0%).

La construcción continua en modo serrucho

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) subió 0,5% en agosto, continuando con los altibajos iniciados a fin del año pasado. De este modo, si bien acumula un crecimiento del 8,6% interanual en lo que va del año, esto es ayudado por una baja base de comparación, ya la mejora respecto a agosto del año pasado es solo el 0,4%. De hecho, en lo que va del año no ha crecido, posicionándose al mismo nivel que en diciembre.  

Si bien la construcción difícilmente vuelva a los niveles los niveles del 2023, el sector logró sostener una lenta recuperación impulsada principalmente por el crédito y la obra privada desde mediados del año pasado. Sin embargo, la meseta registrada en la actividad durante los últimos meses terminó afectando al sector, ubicando a la construcción 2,1% por debajo del máximo alcanzado en abril de este año.

En cuanto a los insumos para la construcción, siete de los doce insumos crecieron en la serie desestacionalizada. La principal incidencia positiva vino dada por Asfalto (+11,2%), seguido por Cemento (+1,9%) Y hierro (+1,4%). En contraste, Placas de yeso (-6,5%) y Hormigón (-4,3%) fueron las principales caídas.

Entre los principales motivos de obstaculización de la construcción se encuentran la caída de la actividad económica y los altos costos de la construcción, que se está revirtiendo tímidamente en los últimos meses con el aumento del tipo de cambio. En ese sentido, entre las empresas privadas relevadas por el INDEC que esperan una caída en la actividad del sector en los próximos meses, el 30,7% atribuye esta perspectiva a una menor actividad económica, mientras que el 16% señala como principal causa el elevado costo de la construcción. Este segundo motivo se continuó reduciendo entre los encuestados, ya que representaba el 18,2% en el informe pasado. Esto puede deberse a la mejora en los costos en dólares desde julio, considerando que los precios del sector se determinan en dólares debido a su alto componente importado.

En materia de empleo, se registró un aumento en la proporción de empresas de obra privada que anticipan una caída en el sector durante los próximos tres meses. Mientras que el mes pasado el 18% de las firmas encuestadas preveía una reducción, en la última medición la cifra ascendió a 24,5%. A su vez, el 70,2% considera que el empleo no variará.

¿Qué esperamos hacia adelante?

La actividad económica comenzó el año en máximos, un nivel que no pudo ser sostenido a lo largo de los últimos meses que seguramente redundarán en dos trimestres (el segundo y el tercero) recesivos. En ese sentido, los indicadores adelantados de actividad para septiembre son mixtos.

Respecto a la industria, la producción de automóviles retoma las bajas al caer 1,9% s.e. en septiembre, posicionándose 5,0% por debajo del mismo mes del 2024. En la misma línea, el patentamiento de autos cayó 0,4% por primera vez en varios meses de subida (+28,2% i.a.).

La construcción presenta una mejora respecto a septiembre, aunque con señales mixtas. El Índice Construya registró una subió 1,1% s.e., del quedando un incluso por debajo de agosto del 2024 (-8,6% i.a.). Los despachos de cemento volvieron a caer en agosto (-1,8%), y se posicionaron con una contracción de 0,4% respecto a igual mes del 2024.

De todas formas, pese a la mejora en la competitividad de las últimas semanas y la expectativa de que se sostenga así incluso después de las elecciones, la incertidumbre acerca del rumbo económico, la volatilidad -ya que volvieron a subir en las últimas ruedas- de las tasas de interés y el freno en la recuperación de los ingresos reales no auguran un repunte significativo y/o sostenido de la actividad económica en lo que resta del año. En este sentido, seguimos previendo un crecimiento promedio de la actividad en el orden del 4% i.a.

El resultado de las elecciones, favorable o no para el Gobierno, abrirá la posibilidad para una recalibración del esquema económico que brinde previsibilidad y estimule el crecimiento de la actividad. Sin embargo, en el mejor de los casos, los efectos serán notorios una vez entrados en 2026, cuando una baja sostenida de la tasa de interés vuelva a permitir un aumento del crédito a empresas y familias y la reanudación del proceso de desinflación brinde una mejor perspectiva a la recuperación del poder adquisitivo.

 

Tres meses de caída para la actividad económica

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) retrocedió 0,1% s.e. en julio, sumando el tercer mes de caída consecutivo y se posicionó 2,9% por encima de julio del 2024. De este modo, los primeros siete meses del año están 5,8% por encima del mismo período del año pasado. Sin embargo, con la corrección hacia arriba del último informe, en el acumulado del año se observa una caída del -0,9%.

En comparación con el último pico de actividad registrado en febrero, la mayoría de los sectores muestran caídas, mientras que solo unos pocos exhibieron un crecimiento genuino. Entre los que más avanzaron se destacan Minería (+4,4%), Intermediación financiera (+4,2%) y Agro (+3,6%). En contraste, las caídas más pronunciadas desde el pico de actividad del año se registraron en Electricidad, Gas y Agua (-7,0%), Comercio (-4,5%), Industria (-3,0%) y Construcción (-1,5%).

Por el lado de la construcción, los indicadores fueron negativos en agosto: El Índice Construya cayó 8,6% s.e., posicionándose por debajo de agosto del 2024 (-5,5% i.a.). Los despachos de cemento cayeron 1,8% s.e. en agosto, habiendo caído el mes pasado. Por su parte, la industria presentó mejoras para agosto: la producción de automóviles subió 6,3%, tras dos meses de bajas, al igual que el patentamiento de vehículos 0 km, el cual subió 4,7% s.e. Las ventas minoristas PYME volvieron a caer al bajar un 2,2% s.e. Por último, el crédito al consumo viene moderando su crecimiento mes a mes, al crecer 3,4% s.e. en agosto (+95,9% i.a.).

 ¿Qué pasó con la actividad en julio?

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) retrocedió 0,1% s.e. en julio, sumando el tercer mes de caída consecutivo, aunque subió 2,9% respecto a julio del año pasado. En comparación con los primeros siete meses del año pasado, el acumulado de este año se encuentra un 5,8% por encima. Sin embargo, tras la corrección al alza del último informe, en lo que va del año la actividad cayó -0,9%.

El mes de julio estuvo caracterizado por el desarme de las LEFIs, lo que generó suba de tasas, pese a lo que esperaba el Gobierno. Sumado a esto, la incertidumbre cambiaria fue creciendo en la segunda mitad del mes. Con el desempeño de julio la actividad perdió las subas del año, y se posiciona en niveles similares a marzo (un mes atravesado por las negociaciones con el FMI y el ruido cambiario) y noviembre del 2024. De este modo, el nivel de actividad se encuentra 1,5% por debajo de los máximos históricos de la serie alcanzados en febrero.

En comparación con el último pico de actividad registrado en febrero, la mayoría de los sectores muestran caídas, mientras que solo unos pocos exhibieron un crecimiento genuino. Entre los que más avanzaron se destacan Minería (+4,4%), Intermediación financiera (+4,2%) y Agro (+3,6%).

Estos tres sectores vienen creciendo a paso firme: la minería impulsada por el desarrollo de Vaca Muerta y el agro que atraviesa una etapa favorable tras la sequía de 2023. De hecho, en los primeros ocho meses de 2025, la liquidación del sector agropecuario se ubicó 33% por encima del mismo período de 2024 y 45% por encima del de 2023, según CIARA-CEC.

En contraste, las caídas más pronunciadas desde el pico de actividad del año se registraron en Electricidad, Gas y Agua (-7,0%), Comercio (-4,5%), Industria (-3,0%) y Construcción (-1,5%).

¿Qué esperamos hacia adelante?

La incertidumbre cambiaria y la volatilidad de las tasas de interés sumado al ruido propio de un año electoral terminaron golpeando a la actividad, que acumuló tres meses consecutivos de caídas, y esperamos que implique una continuidad en agosto. En línea con el último dato, los indicadores adelantados de agosto no anticipan señales de mejora.

El Índice Líder elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que busca anticipar el ciclo económico, cayó un 4,72% en agosto. Estiman que la probabilidad de entrar en una recesión en los próximos meses se ubica en un 98,6%.

Por el lado de la construcción, los indicadores fueron negativos en agosto: El Índice Construya cayó 8,6% s.e., posicionándose por debajo de agosto del 2024 (-5,5% i.a.). Los despachos de cemento cayeron 1,8% s.e. en agosto, habiendo caído el mes pasado. Por su parte, la industria presentó mejoras para agosto: la producción de automóviles subió 6,3%, tras dos meses de bajas, al igual que el patentamiento de vehículos 0 km, el cual subió 4,7% s.e.

Las ventas minoristas PYME volvieron a caer al bajar un 2,2% s.e. Por último, el crédito al consumo viene moderando su crecimiento mes a mes, al crecer 3,4% s.e. en agosto (+95,9% i.a.).

De todos modos, comienzan a aparecer algunos indicios de recuperación hacia los últimos meses del año. Por un lado, los recientes anuncios del Gobierno sobre nuevos préstamos de organismos internacionales y el acuerdo con el Tesoro estadounidense podrían aportar mayor calma en el frente cambiario y monetario, reduciendo las dudas sobre la sostenibilidad del esquema. A esto se suma la baja de tasas, que podría favorecer una recuperación parcial de la actividad, y un tipo de cambio más alto que aliviaría a sectores con costos en dólares, como la construcción. En cualquier caso, el panorama continuará condicionado por el elevado nivel de incertidumbre política en la antesala de las elecciones de octubre.

Los sucesos de los últimos meses nos llevan a estimar un crecimiento promedio en la zona del 4% para 2025. Este resultado se explica en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, por lo que la actividad crecería alrededor del 1% a lo largo del año.

 

Camino a la recesión

En el segundo trimestre del año, el producto interno bruto (PIB) cayó 0,1% en términos desestacionalizados frente al período previo, interrumpiendo una racha de tres subas consecutivas. En la comparación interanual, registró un crecimiento de 6,3%. De este modo, el primer semestre del año se posiciona un 6,1% por encima del promedio del mismo periodo del 2024.

Si bien la economía venía mostrando claras señales de enfriamiento, se destacó la caída en todos los componentes, exceptuando consumo público. Al interior de la serie desestacionalizada, las importaciones cayeron -3,3% respecto al primer trimestre, el consumo privado un -1,1%, las exportaciones lo hicieron en -2,2% y formación bruta de capital fijo un -0,5%. Por su parte, el consumo público avanzó 1,1%.

Los sucesos de las últimas semanas, junto con las correcciones de los últimos datos oficiales, nos llevan a estimar un crecimiento promedio cercano al 4% para 2025. Este resultado se explica en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, dado que la actividad crecería en la zona del 0,5% a lo largo del año.

¿Qué pasó en el segundo trimestre?

En el segundo trimestre del año, el producto interno bruto (PIB) cayó 0,1% en términos desestacionalizados frente al período previo, interrumpiendo una racha de tres subas consecutivas. En la comparación interanual, registró un crecimiento de 6,3%. De este modo, el primer semestre del año se posiciona un 6,1% por encima del promedio del mismo periodo del 2024.

Si bien la economía venía mostrando claras señales de enfriamiento, se destacó la caída en todos los componentes, exceptuando consumo público. Al interior de la serie desestacionalizada, las importaciones cayeron -3,3% respecto al primer trimestre, el consumo privado un -1,1%, las exportaciones lo hicieron en -2,2% y formación bruta de capital fijo un -0,5%. Por su parte, el consumo público avanzó 1,1%.

De todos modos, respecto al inicio de la recuperación (segundo trimestre del 2024), todos los sectores se encuentran por encima: las importaciones un 38,8%, la inversión 34,3%, consumo privado 10,5%, las exportaciones 3,6%, y por último, más moderadamente el consumo público, 0,6%.

Las distintas actividades económicas mostraron mejoras en la comparación interanual. Los sectores primarios se encuentran moderadamente mejor: agricultura creció un 4,8% i.a. y la minería un 6,7% i.a. Por su parte, los sectores más intensivos en empleo mostraron mejoras, aunque sobre la baja base del segundo trimestre de 2024, en pleno piso de la recesión: la construcción creció 10,6% i.a., el comercio 10,3% i.a., la industria 6,9% i.a. y hoteles y restaurantes 17% i.a. Por su parte, la intermediación financiera creció un 26,7% i.a.

En contraste, cuatro sectores se ubicaron por debajo del segundo trimestre del 2024, entre los cuales se encuentran Administración pública (-0,8% i.a.), el sector de Hogares privados con servicio doméstico (-1,3% i.a.), Electricidad, gas y agua (-1,1% i.a.) y pesca (-42% i.a.), un sector muy volátil.

Cayó el consumo privado y subió el público

Con relación al consumo privado, el panorama cambió notablemente entre el primer y el segundo trimestre del año. En el primero, el consumo había alcanzado su nivel más alto de la serie desestacionalizada desde 2004, impulsado principalmente por dos factores: la mejora del salario real, favorecida por la baja de la inflación, y el fuerte crecimiento del crédito. Dentro de este esquema, se destacó el aumento de las compras de bienes y servicios importados, como también de bienes durables, lo que explicó la magnitud de la recuperación.

Con los datos del segundo trimestre, el escenario se revirtió. El salario real registrado avanzó 0,5% en ese período, aunque no alcanzó a compensar la baja del 0,9% registrada en el primero, cerrando con una caída del 0,4% en los primeros seis meses del año. A su vez, el crédito al consumo mostró una desaceleración: creció 18% s.e. en el primer trimestre y 13,7% en el segundo.

En cuanto a la composición, el consumo de bienes durables siguió superando al consumo masivo, aunque con una clara pérdida de dinamismo. Las ventas de electrodomésticos pasaron de crecer 44,3% i.a. en el primer trimestre a 27% i.a. en el segundo, mientras que las de autos se desaceleraron de 136,5% i.a. a 76% i.a. Por el contrario, el consumo masivo, que había caído 3,3% i.a. en el primer trimestre, mostró un repunte de 3,9% i.a. en el segundo. Sin embargo, este avance apenas compensó el retroceso previo, de modo que en el acumulado semestral prácticamente no se registró crecimiento (+0,2% i.a.).

De este modo, los factores que habían impulsado el consumo en el primer trimestre (como el aumento de las importaciones, la mejora del salario real, el crédito y la compra de bienes durables) fueron perdiendo dinamismo, mientras que el resto de los componentes continuaron presionando a la baja.

Por su parte, el consumo público fue el único componente que mostró una suba, impulsado principalmente por la recuperación de los salarios públicos a nivel provincial, asociados a la salud, educación y seguridad. Estos crecieron 2% en términos reales durante el segundo trimestre, traccionando así el gasto. En contraste, los salarios públicos nacionales continúan rezagados: todavía se ubican 11% por debajo en términos reales respecto del primer semestre de 2024 y, en este trimestre, incluso retrocedieron 1%.

¿Qué esperamos para la segunda mitad del año?

En el segundo trimestre, la actividad dejó atrás el enfriamiento y comenzó a contraerse. Los sectores con mayor demanda de empleo (construcción, comercio e industria) lograron salir del piso de la recesión previa, pero fueron se fueron frenando. Al mismo tiempo, los factores que habían impulsado el crecimiento en el primer trimestre, la estabilidad macroeconómica y una mayor apertura de importaciones, resultaron insuficientes para sostener la recuperación y evitar la nueva contracción.

A futuro, el panorama tampoco es alentador según los indicadores adelantados. El Índice Líder elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que busca anticipar el ciclo económico, cayó un 4,72% en agosto. Estiman que la probabilidad de entrar en una recesión en los próximos meses se ubica en un 98,6%. Esto va en línea con el resto de los indicadores adelantados. El Índice de Confianza del Consumidor (UTDT) cayó 13,9% en agosto y volvió a caer en septiembre (-0,3%). Con relación a la construcción, el Índice Construya cayó 8,6% en agosto, y los despachos de cemento 1,8%. 

La incógnita es lo que ocurrirá en el tercer trimestre. Su inicio estuvo marcado por la volatilidad cambiaria y las tasas elevadas. No obstante, la reciente baja de tasas podría favorecer una recuperación parcial de la actividad, junto con un tipo de cambio más alto. Este último daría cierto alivio a sectores con precios en dólares, como la construcción, al reducir sus costos, y al mismo tiempo contribuiría a moderar las importaciones. En cualquier caso, el panorama seguirá condicionado por el nivel de incertidumbre política en la antesala de las elecciones de octubre.

Los sucesos de las últimas semanas junto con las correcciones de los últimos datos oficiales, nos llevan a estimar un crecimiento promedio cercano al 4% para 2025. Este resultado se explica en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, dado que la actividad crecería en la zona del 0,5% a lo largo del año.

La actividad se encamina a una recesión

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en julio una marcada caída mensual s.e. del 2,3%, acumulando así dos meses de bajas consecutivos. Con este resultado, el nivel de actividad se ubicó 1,1% por debajo de julio de 2024, un año atravesado por la recesión. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando la recuperación que la industria había mostrado en lo que va del 2025.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) cayó en julio un 1,8%, continuando con la dinámica de altibajos. De este modo, si bien acumula un crecimiento del 9,3% interanual en lo que va del año, esto es ayudado por una baja base de comparación, y la suba respecto a julio del año pasado es solo el 1,4%. De hecho, en lo que va del año prácticamente no ha crecido (-0,4% por debajo de diciembre del 2024).

 En términos generales, no se anticipa un repunte significativo de la actividad económica en los próximos meses, especialmente tras un resultado negativo para el Gobierno en las elecciones de la provincia más poblada del país en la víspera a las elecciones legislativas nacionales. Las dudas en el rumbo económico irán incrementándose con especial foco en el aspecto cambiario y monetario, con tasas de interés que se mantendrán elevadas, resultando en un mayor costo de financiamiento que condicionará decisiones de inversión y consumo.

La industria acumula dos meses de caídas

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en julio una marcada caída mensual s.e. del 2,3%, acumulando así dos meses de bajas consecutivos. Con este resultado, el nivel de actividad se ubicó 1,1% i.a. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

Actualmente, la industria se posiciona 4,3% por debajo del máximo alcanzando en noviembre del 2024. El enfriamiento de la actividad en los últimos meses se profundizó a raíz de la volatilidad cambiaria-monetaria, un factor que terminó afectando tanto la producción como el consumo e impactó de lleno en la dinámica de la producción industrial.  

Al interior del índice todos los sectores cayeron en la serie desestacionalizada, excepto Sustancias y productos químicos que creció levemente (+0,2%). La caída mensual más pronunciada se observó en Productos de tabaco (-11,7%), seguido por Vehículos (-10,1%) e Industria textil (-7,4%) que sumó el quinto mes de caída.

Las expectativas relevadas por el INDEC en el sector no muestran señales de mejora para los próximos meses y, por el contrario, reflejan un deterioro respecto al relevamiento anterior. En cuanto a la demanda interna, el 38% de los encuestados prevé una disminución y el 39% espera que se mantenga estable. En comparación, en el informe anterior el 35,8% anticipaba una caída en la demanda interna.

A su vez, entre los encuestados se observa un aumento en las expectativas de necesidad de crédito a futuro. En junio, el 43% proyectaba un incremento en sus necesidades de crédito a futuro, mientras que en julio la proporción ascendió a casi el 48%. Este dato resulta especialmente relevante en un contexto de volatilidad en las tasas de interés tras el desarme de las LEFIs, por lo que es muy posible que el sector siga con dificultades.

La construcción también se contrajo en julio

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) cayó en julio un 1,8%, continuando con la dinámica de altibajos. De este modo, si bien acumula un crecimiento del 9,3% interanual en lo que va del año, esto es ayudado por una baja base de comparación, y la suba respecto a julio del año pasado es solo el 1,4%. De hecho, en lo que va del año prácticamente no ha crecido (-0,4% por debajo de diciembre del 2024).

Si bien la construcción difícilmente vuelva a los niveles los niveles del 2023, el sector logró sostener una lenta recuperación impulsada principalmente por el crédito y la obra privada. Sin embargo, la meseta registrada en la actividad durante los últimos meses terminó afectando al sector, ubicando a la construcción 2,6% por debajo del máximo alcanzado en abril de este año.

En cuanto a los insumos para la construcción, nueve de los doce insumos cayeron en la serie desestacionalizada. La principal incidencia negativa vino dada por Cemento (-6,2%), seguido por Hierro (-4,4%), asociado a la industria metalúrgica en general. En contraste, Mosaicos tuvo una importante suba (+28,6%), a la vez que Asfalto (+8,8%), Cemento (+4,4%) y Hierro (+3,7%) también crecieron en junio.

Entre los principales motivos de obstaculización de la construcción se encuentran la caída de la actividad económica y los altos costos de la construcción. En ese sentido, entre las empresas privadas relevadas por el INDEC que esperan una caída en la actividad del sector en los próximos meses, el 32% atribuye esta perspectiva a una menor actividad económica, mientras que el 18% señala como principal causa el elevado costo de la construcción. Este segundo motivo se redujo entre los encuestados, ya que representaba el 20,2% en el informe pasado. Esto puede deberse a que en julio el tipo de cambio subió un 13%, lo que alivianó los costos del sector, donde los precios son determinados en dólares. Si bien agosto tuvo una suba de solo el 1% en el tipo de cambio, queda por verse si la suba durante septiembre continúa reduciendo los costos del sector y le permite una mejora.

En materia de empleo, se registró un aumento en la proporción de empresas de obra privada que anticipan una caída en el sector durante los próximos tres meses. Mientras que el mes pasado el 16,8% de las firmas encuestadas preveía una reducción, en la última medición la cifra ascendió a 18,4%. A su vez, el 72,9% considera que el empleo no variará.

 

¿Qué esperamos hacia adelante?

La actividad económica comenzó el año en niveles máximos de actividad económica, y en los meses que siguieron la actividad fue entrando en una meseta hasta dar claras señales de empeoramiento, como consecuencia de las crecientes dudas en el rumbo económico en un contexto preelectoral. En ese sentido, los indicadores adelantados de actividad para agosto son mixtos.

Respecto a la industria, la producción de automóviles corta una racha de dos bajas consecutivas al crecer 6,3% s.e. en agosto, posicionándose 13,8% por debajo del mismo mes del 2024. En la misma línea, el patentamiento de autos también cortó una racha de dos meses de caídas al subir 5,3% (+32,1% i.a.). En este contexto, el crédito al consumo desacelera su crecimiento mes a mes, al cerrar julio con una suba del 3,4% s.e., y se posiciona 95,9% por encima de julio del 2024.

La construcción presenta un panorama peor la industria para agosto. El Índice Construya registró una caída s.e. del 5,5%, quedando un incluso por debajo de agosto del 2024 (-8,6% i.a.). Los despachos de cemento también cayeron en agosto (-1,8%), y se posicionaron -0,4% interanual.

En términos generales, no se anticipa un repunte significativo de la actividad económica en los próximos meses, especialmente tras un resultado negativo para el Gobierno en las elecciones de la provincia más poblada del país en la víspera a las elecciones legislativas nacionales. Las dudas en el rumbo económico irán incrementándose con especial foco en el aspecto cambiario y monetario, con tasas de interés que se mantendrán elevadas, resultando en un mayor costo de financiamiento que condicionará decisiones de inversión y consumo.

Al mismo tiempo, la recuperación del poder adquisitivo continúa siendo limitada, por lo que difícilmente se constituya en un motor de crecimiento. A su vez, no se anticipa un desempeño suficientemente sólido en otros sectores como para compensar las caídas en la industria y la construcción, lo que termine desencadenando en que el tercer trimestre del año sea recesivo.