Economía
Las primeras señales económicas del gobierno de Luis Arce no son tranquilizadoras en cuanto al clima de inversión, aunque todavía se requiere más tiempo para tener una idea cabal de la orientación que tendrá el gobierno. En primer lugar, el nombramiento del resto de las autoridades económicas no ha sido ágil. Por otra parte, el gobierno derogó casi todas las medidas económicas promulgadas por el gobierno transitorio contra la crisis. Aunque varias de estas medidas no se implementaron por falta de recursos, se dejó de lado aspectos como un sistema tributario favorable a nuevas inversiones o un fondo de garantía para vivienda social con más transparencia para la administración. De igual forma, no ha existido comunicación con el sector privado, sino que se ha puesto énfasis en aprobar un impuesto a las grandes fortunas con baja recaudación, pero como una señal inadecuada a la inversión. De momento es rescatable la transferencia social a la población pobre y el proyecto para mejorar la recaudación y la formalidad.
Política
El ambiente político se encuentra centrado en las elecciones de gobernadores y alcaldes en marzo del siguiente año. El oficialismo está eligiendo candidatos para los nueve departamentos y más de 300 municipios, a la cabeza del expresidente Evo Morales, quien retornó de Argentina. Ha sido un proceso que no ha estado exento de conflicto al interior del Movimiento al Socialismo, en una pugna entre el equipo que acompañó a Morales y nuevos liderazgos. A su vez la oposición permanece fragmentada en diversos partidos y con escaso margen de acción por la multiplicidad de líderes en cada jurisdicción. De momento el aspecto legislativo que más se está trabajando en el ambiente político es la reforma a la justicia, puesto que en Bolivia las autoridades judiciales son elegidas por voto directo. Existe algún consenso entre las dos fuerzas legislativas más grandes y se espera que en los siguientes meses se avance hacia una reforma de este poder del Estado.