¿Qué se acordó hoy con el Fondo?
Por el acuerdo stand by actualizado en septiembre pasado y tras haber cumplido la meta fiscal de 2018, el FMI debe girarle más de USD 10.000 millones al Tesoro Nacional en las próximas semanas. Este dinero se destinará mayormente a cancelar pasivos en Pesos con tenedores privados y con otros organismos del sector público (principalmente ANSES y Banco Central). En otro orden, también tendrá objetivos presupuestarios: se pagarán gastos corrientes en moneda local. Si bien el acuerdo postula el equilibrio primario de las cuentas públicas para este año, contempla un déficit de hasta ARS 71.600 millones, lo que implicaría según nuestros cálculos alrededor de 0,4% del PBI.
Determinado el cuándo y el cuánto del préstamo, restaba saber cómo se transformarían en Pesos esos Dólares; y efectivamente eso se cerró hoy. Se hará a partir de abril y a través licitaciones diarias de no más de USD 60 millones, poniendo a la venta alrededor de USD 9.600 millones en total.
¿Qué implica esto?
Casi como una tradición argentina, antes de las elecciones las carteras de activos suelen dolarizarse. Si bien hay algunos argumentos que permiten avizorar cierta calma cambiaria, los principales factores van en sentido contrario.
Del lado de los primeros, sobresale que producto de la salida de la cosecha gruesa, el sector agropecuario dispondrá alrededor de USD 25.000 millones para liquidar según las estimaciones oficiales. Además, resultado de la dura política monetaria que viene llevando a cabo el Banco Central, la plaza se halla “seca” de liquidez y el rendimiento de las colocaciones en Pesos arroja un resultado positivo en términos reales.
Sin embargo, las liquidaciones del sector agropecuario no tienen una obligación de plazos, como antes, de modo que el plazo financiero se halla disociado del comercial. En este sentido, estimamos que, parte de los Dólares de la cosecha podrían demorarse en la búsqueda por obtener un tipo de cambio más rentable. Considerando que las presiones pueden intensificarse en un solo día, los agrodólares pueden hacerse esperar y los USD 60 millones del Tesoro serían poco efectivos.
En otro orden, las sucesivas corridas cambiarias de 2018 dejaron un escenario muy frágil de cara al segmento minorista, que podría dolarizar sus carteras –aunque la mayoría ya lo esté, en estos meses se generaron nuevos saldos en pesos- ante episodios de tensión. En este marco, cabe destacar que entre mediados de junio y agosto del año pasado el Tesoro Nacional licitó alrededor de USD 100 millones diarios y el tipo de cambio acumuló un alza de casi 20% en el período.
¿Alcanzará entonces el acuerdo para contener a las presiones?
Para coordinar las expectativas, era fundamental conocer cuántos grados de libertad dispondría el Tesoro para poder atenuar las presiones en el frente cambiario. Aunque al momento el mercado pareciera haber tomado de manera positiva el anuncio –el tipo de cambio profundizó su baja luego del mismo-, lo cierto es que el monto luce muy acotado para episodios de stress como los que se aproximan.
Con el acuerdo cerrado, podemos afirmar que en la visión del FMI primó el dogmatismo de la libre flotación por sobre el pragmatismo de un esquema más discrecional. Considerando que la situación argentina 2019 posee importantes componentes extra económicos, esto no es una buena noticia: el poder de fuego del Palacio de Hacienda se limitó con el anuncio, su poder disuasorio será menor.
En conclusión, pese a que se sumó una herramienta adicional para hacer frente a las presiones cambiarias, la misma luce acotada e incapaz de contrarrestar eventuales tensiones que podrían darse en un día. Por lo tanto, podemos afirmar que en momentos de elevada incertidumbre, las licitaciones del Tesoro serán poco efectivas.