El crawling peg en la mira

Finaliza una semana signada por la primavera que viene recorriendo el plano cambiario-monetario. La brecha cambiaria se sostuvo en el orden del 14% de la semana previa, siendo el nivel más bajo desde octubre del 2019. Por su parte, el BCRA sigue firme en su postura compradora redondeando la suma de USD 590 M en la semana.

Más allá de ello, la principal novedad de la semana estuvo en el dato de inflación de octubre y la potencial reducción del crawling peg al 1% mensual. El presidente posteó en la red social X (ex Twitter) que, de sostenerse la desaceleración inflacionaria en los próximos dos meses, reducirán la pauta cambiaria oficial. Según nuestras estimaciones, los datos acompañarían al Gobierno durante el último bimestre del año (aunque no dejará de ser una decisión política). Los riesgos de la adopción de esta estrategia se centran en el tipo de cambio real (que luce niveles similares a diciembre de 2023 y 2015, y mediados del 1998). Discusión de sostenibilidad aparte, una tasa de inflación a la baja y una reducción del crawling peg prometen al menos sostener el nivel actual del tipo de cambio entrando 2025. Por estas razones, se torna importante lo que ocurra con Brasil, nuestro principal socio comercial, con un tipo de cambio cerrando la semana en 5,8 reales por dólar (+0,4% en la semana, cerca de +20% en 2024). Como aspecto positivo, la reducción del crawling permite robustecer la estrategia del carry en USD, generando incentivos para la liquidación de exportaciones y la suavización de la demanda de importaciones.

Hacia 2025, el balance de la medida estará sujeto al despeje de ciertas incógnitas (Impuesto PAIS, dólar blend). En cualquier caso, la clave pasará por la cuenta financiera y lo que ocurra con los préstamos en dólares, ingreso de USD vía RIGI y/o un nuevo programa con el FMI que habilite la llegada de fondos frescos. No obstante, para que se produzca este fenómeno será importante mantener las expectativas de devaluación a raya y trazar un horizonte claro de salida del CEPO.

 

Finaliza una semana signada por la primavera que viene recorriendo el plano cambiario-monetario. La brecha cambiaria se sostuvo en el orden del 14% de la semana previa, siendo el nivel más bajo desde octubre del 2019. Por su parte, el BCRA sigue firme en su postura compradora, marcando incluso compras diarias que no se veían desde mayo, y redondeando la suma de USD 590 M en la semana.

Asimismo, siguieron las buenas noticias en el plano internacional. El optimismo que despertó la victoria de Donald Trump hacia Argentina, debido a la relación que sostienen el Ejecutivo con el republicano, fue plasmada este jueves con la asistencia al meeting de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) por parte de Javier Milei. La estrechez de las relaciones y sus potenciales derivaciones económicas a futuro sostuvieron el apetito por la deuda soberana local y la consecuente reducción del riesgo país, el cual perforó los 800 puntos básicos y se ubica en el nivel más bajo desde abril-julio del 2019.

Volviendo al plano cambiario, los diferentes drivers de octubre siguen firmes. Puntualmente, la liquidación del agro continúa marcando récords y se sostiene por encima de los USD 100 M diarios, la más elevada de los últimos cinco años al evaluarla a precios corrientes y sin computar lo volcado a los dólares financieros. Asimismo, finalizada la primera etapa del blanqueo, los bancos comenzaron a encajar en mayor medida los dólares en el BCRA: sólo durante las primeras siete jornadas de noviembre, los encajes crecieron en más de USD 2.200 M, impactando positivamente en las reservas brutas y líquidas. El punto “flojo” vienen siendo los préstamos en USD, que, si bien creciendo (+USD 32 M, 12/11 último dato disponible), frenaron el ímpetu alcista del mes previo (en octubre creció USD 117 M en el mismo lapso). 

Con todo, la principal novedad de la semana estuvo en la potencial reducción del crawling peg. Luego de conocerse el dato de inflación mensual de octubre, que sorprendió a la baja al marcar un avance del 2,7% (el ritmo más bajo desde noviembre del 2021), el presidente posteó en la red social X (ex Twitter) que de sostenerse este ritmo durante los próximos dos meses reducirán el crawling peg al 1% mensual.

La razón es que, pese a que el crawling peg al 2% fue de gran ayuda en el proceso de desaceleración inflacionaria, con la reducción de la nominalidad está dejando de actuar como un ancla para pasar a comportarse como un componente inercial. En este sentido, difícilmente la inflación logre perforar el próximo piso inercial sin una moderación de la pauta de devaluación oficial.

En este marco, los contratos de dólar futuro se desplomaron tras las declaraciones: la tasa de devaluación implícita de los contratos hasta el primer trimestre del 2025 cerró este viernes en 2,3% y 1,7% hacia septiembre, contrastando con el 2,6% y 1,8% del viernes previo, o el 2,7% y 2,2% de comienzos de mes.

Con todo, según nuestras estimaciones los datos acompañarían al Gobierno, dado que la inflación del último bimestre del año estaría relativamente en línea con la cifra de octubre. De todas formas, debe tenerse en cuenta que la decisión no dejará de ser política, por lo que dependerá de la lectura que realicen el Ejecutivo y el equipo económico de los datos.

Los riesgos de la adopción de esta estrategia se centran en el tipo de cambio real. Actualmente, el tipo de cambio se ubica dentro de los niveles más bajos de la serie, situado en un punto similar a los de diciembre de 2023, finales de 2015 y mediados del 1998. Discusión de sostenibilidad aparte, una tasa de inflación a la baja y una reducción del crawling peg prometen al menos sostener el nivel actual del tipo de cambio entrando 2025.

Por estas razones, se torna importante ver cómo seguirán reaccionando las monedas de los países emergentes (luego de la devaluación producida post victoria de Trump). En particular, que es lo que ocurra con Brasil, nuestro principal socio comercial, con un tipo de cambio cerrando la semana en 5,8 reales por dólar (+0,4% en la semana, cerca de +20% en 2024), en el marco de un tipo de cambio bilateral próximo a los valores de inicios del 1999 (cuando el real se devaluó e introdujo una fuerte presión al uno a uno).

Como aspecto positivo, la reducción del crawling permite robustecer la estrategia del carry en USD. En el contexto de expectativas de devaluación contenidas, brecha cambiaria estable y a la baja, y tasas de interés en pesos deslizándose a terreno positivo en términos reales, existen incentivos para posicionarse en “pesos” y obtener ganancias en moneda dura.

Justamente, el carry es el denominador común del resultado cambiario de los últimos tiempos. Los exportadores tienen incentivos para acelerar las liquidaciones y hacerse de mayor liquidez en pesos, al tiempo que un crawling peg creíble y tasas reales en pesos al alza tornan más atractivo tomar préstamos en moneda dura. Por otro lado, los importadores podrían estar suavizando el ingreso al MULC, aprovechando la liquidez disponible para hacer carry.

Hacia 2025, el balance de la medida estará sujeto al despeje de ciertas incógnitas. En el plano cambiario, el nivel del tipo de cambio real no sólo ensanchará el rojo en servicios (especialmente por turismo), sino que también bajará un nuevo escalón al concretarse la eliminación del Impuesto PAIS (vence en diciembre) para las importaciones de bienes. Para contrarrestar este efecto, existe la posibilidad de eliminar o reducir el dólar blend, lo que ayudaría a dotar de mayor oferta al MULC y permitiría engrosar las reservas al BCRA (aunque achicaría la oferta de USD al CCL).

De darse, la clave pasará entonces por la cuenta financiera. Una cuenta corriente menos holgada (mayores impo) y una menor oferta en los mercados financieros (fin o reducción del dólar blend) podrían verse compensada por un despegue de los préstamos en dólares, ingreso de USD vía RIGI y/o un nuevo programa con el FMI que habilite la llegada de fondos frescos. No obstante, para que se produzca este fenómeno será importante mantener las expectativas de devaluación a raya y trazar un horizonte claro de salida del CEPO.

El BCRA compra divisas en el MULC

En la semana, el BCRA aceleró la postura compradora al hacerse de USD 590 M (vs USD 346 M la semana previa), acumulando compras por USD 1.100 M en el mes y más de USD 20.300 M desde el cambio de Gestión. Detrás de ello, actuó una oferta de divisas sostenida, más que compensando una demanda de divisas creciente. Con todo, las Reservas Netas (sin DEG) se ubican en terreno negativo próximas a los USD 4.700 M al excluirse los depósitos del Tesoro en USD y sin restar el BOPREAL.

La brecha cierra a la baja

La brecha cambiaria cerró la semana a la baja. En números, el dólar CCL cayó 1,9% ($1.136) y el dólar MEP bajó 2,6% ($1.094). Por su parte, el dólar blue se mantuvo sin variaciones ($1.135). Como resultado, la brecha cambiaria promedio cerró la semana en 13%, 1 p.p. por debajo del viernes previo. De esta forma, la evolución reciente de los USD alternativos se encuentra influenciada por la nueva regla de intervención cambiaria, la dinámica del blanqueo y el optimismo en el ámbito internacional.

Relativa estabilidad en los futuros de dólar

Los contratos a futuro del dólar finalizan a la baja. Puntualmente, los TC implícitos en los contratos con vencimiento entre noviembre y enero 2025 (los más relevantes en cuanto al volumen) se comprimieron 0,4% y los contratos con vencimiento de febrero en adelante cayeron 0,2%. De esta forma, los contratos de dólar futuro incorporaron la potencial baja del crawling peg, y la variación esperada se ubica en 2,3% hacia el primer trimestre de 2025.

Resumen Diario | 15.11.24

ESCENARIO ECONÓMICO

El BCRA sostiene las compras en el MULC. En la jornada de ayer, el BCRA compró USD 133 M, sumando USD 590 M en lo que va de la semana. De esta forma, la autoridad monetaria acumula compras por más de USD 20.200 M desde el inicio de gestión, y supera los USD 17.300 M en lo que va del año. En consecuencia, las Reservas Internacionales Brutas se ubican en USD 30.205 M.

Jornada cambiaria a la baja. En el día de ayer, el dólar CCL operado con CEDEARS cayó -0,5% cerrando en $1.152 y el dólar MEP se redujo en -1,5% a los $1.104. Por su parte, el dólar blue se mantuvo en los $1.140. Como resultado, la brecha promedio volvió al 14%.

Nuevo mínimo del riesgo país. En la plaza doméstica, el S&P Merval medido en dólares (CCL con CEDEAR) avanzó 2,7% y finalizó en USD 1.812. En paralelo, los bonos soberanos en USD cerraron en verde: los Globales avanzaron 1,9% y los Bonares subieron 2,0%. Como consecuencia, el Riesgo País cayó a los 772 puntos, siendo el valor más bajo desde abril del 2019.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

Bajan los futuros de dólar. Los contratos de dólar futuro vienen experimentando una continua compresión en los últimos días, en particular desde el martes, cuando se conoció el dato de inflación por octubre y el presidente Javier Milei posteó en la red social X (ex Twitter) la posibilidad hacia adelante de reducir el crawling peg a 1% si los precios siguen a la baja. En concreto, la tasa de devaluación implícita hasta el primer trimestre del 2025 cerró ayer en 2,3% y 1,6% hacia septiembre, contrastando con el 2,6% y 1,8% del viernes previo, o el 2,7% y 2,2% de comienzos de mes.

 

TENÉS QUE SABER

Crecen los encajes en USD. La etapa 1 del blanqueo llegó a su fin el 8 de noviembre (extensión mediante), dejando un saldo de crecimiento de los depósitos en dólares de más de USD 15.000 M (más de USD 22.000 M según las autoridades). Habilitada las diferentes instancias para los retiros minoristas (aquellos que declararon hasta USD 100.000), los bancos comenzaron a encajar en mayor medida los dólares en el BCRA. Sólo durante las primeras cinco jornadas de noviembre, los encajes crecieron en USD 1.950 M, en línea a lo ocurrido en octubre y por encima de la registrada en septiembre (+USD 1.160 M), impactando positivamente en las reservas brutas y liquidas.  

Un Peso pesado

La estrategia monetaria del gobierno fue sorteando una serie de desafíos. En particular, se puede identificar en mayo un parteaguas en la política monetaria adoptada por Gobierno, producto de la dolarización de carteras, escalada de la brecha y aumento de las expectativas de devaluación desatadas en aquel entonces.

Hacia mayo, la política monetaria se caracterizó por el cierre de diferentes canillas de emisión: la vinculada al déficit fiscal y la aquella relacionada a los pasivos remunerados (Pases) del BCRA. Tras las bajas sistemáticas de tasas de interés, que indujo una dolarización de carteras y mayores expectativas de devaluación, las autoridades monetarias anunciaron el cierre del último grifo de emisión: la compra de dólares en el MULC (y la intervención en los dólares paralelos). Esto se profundizó con el creciente ingreso de dólares por el blanqueo, permitiendo retomar el carry en USD, factor clave para equilibrar el mercado de pesos y dólares en la estrategia actual. Una menor inflación y un mayor optimismo en los mercados, el BCRA aprovechó la oportunidad para reducir la TPM y mantener ex ante los niveles de tasa de interés real a los que se dirige el sistema.

Por delante, la pregunta implícita es hacia que marco de política monetaria nos dirigimos. Las autoridades podrían optar por seguir monitoreando los agregados económicos con la dificultad que implica, pero deberán convalidar una tasa de interés resultante mayor, lo que podría lesionar la heterogénea recuperación económica. Por otro lado, de optar por controlar la tasa, deberán abandonar en mayor medida los objetivos de esterilización monetaria, pero con el beneficio de seguir bajándole escalones a la nominalidad de la economía y trazar una herramienta más eficiente para una eventual salida del CEPO. Incluso, con una inflación desacelerando y una tasa de interés acompañando, el BCRA cuenta con espacio para reducir el crawling peg.

 

La cuestión monetaria-cambiaria fue puesta en el centro de la escena por el Ejecutivo y el equipo económico conformado desde el inicio de la Gestión. Incluso, el tema fue traído a colación de forma reiterada cuando el actual presidente, Javier Milei, se encontraba disputando la candidatura presidencial.

Lo que sigue es historia conocida. A los pocos días de asumir, se devaluó el tipo de cambio oficial y se introdujo una serie de modificaciones en el mercado oficial de cambios con el objeto de administrar los flujos (esquema de pagos en cuotas y BOPREALES para los stocks) de forma tal de evitar mayores presiones sobre unas reservas netas negativas (piso histórico) y evitar filtraciones nominales desde los dólares paralelos (dólar blend).

Respecto a los pesos, la importancia radica en la respuesta que fue arrojando la estrategia ante los diferentes desafíos. Siendo más claros, podemos identificar mayo como un parteaguas en la estrategia monetaria del Gobierno, así que vayamos a ello.

Ajuste, licuadora y cambio de bolsillo

Hacia mayo, la estrategia puede resumirse en tres grandes patas: ajuste fiscal, licuación de pesos y traspaso de deuda al tesoro. Desde el comienzo, el Gobierno identificó a un necesario ajuste fiscal como la principal variable real para redireccionar el derrotero que viene presentando la economía local desde el 2011.

La solución del déficit fiscal crónico permitió que el BCRA cierre una canilla importante de emisión. No obstante, esto no era suficiente. La autoridad monetaria buscó solucionar la creación endógena de pesos (Pases) y los contratos contingentes asociados a un mercado de capitales exhausto por las necesidades de financiamiento del Tesoro (bids y puts).

Ante esta problemática, la estrategia consistió en hacer uso de las dos patas restantes. Por un lado, en medio de la aceleración inflacionaria producto de la devaluación y reacomodamiento de los precios relativos, se acudió a una fuerte licuación de los pesos que circulaban en la economía, posibilitada en gran medida por la presencia del CEPO. Para dimensionar, mientras los Pases ofrecían una TEM cercana al 9%, la tasa de inflación mensual durante diciembre-enero superó cómodamente el 20%.

Por otro lado, se optó por migrar los pesos desde el BCRA al Tesoro. Para tal fin, la autoridad monetaria y Finanzas actuaron en tándem: en la previa de cada licitación de deuda del Tesoro, el BCRA reducía la tasa de interés para tornar más atractiva las subastas. Así fue como nacieron las LECAPs, instrumentos de tasa fija capitalizable que permitieron desindexar la curva de deuda del Tesoro y depositar los pesos en la cuenta del BCRA.

Para finalizar, a finales de julio los pesos remanentes de estas operaciones fueron absorbidos mediante las LEFI (con rendimiento atado a la TPM) por un monto aproximado de $11 bn, constituyéndose como el instrumento de menor plazo y flexibilidad para el manejo de la liquidez diaria por parte de los bancos privados.

De esta forma, se constituyó un nuevo corredor de tasas para la administración de la liquidez. Las tasas de corto plazo quedaron conformadas por una tasa de política monetaria que funciona como un piso (35% TNA, ofrecida por las LEFI) y la tasa de Pases activos como un techo (40% TNA), y las LECAPs como tasas de referencia para operaciones de mediano y largo plazo, con depósitos a diferentes momentos del tiempo acoplados en los instrumentos ofrecidos por el Tesoro.

Muerto el Carry, Viva el Carry

Ahora bien, ¿qué ocurrió en mayo? La baja sistemática de la tasa de interés comprimió el carry en USD que equilibraba hasta entonces el mercado de pesos y dólares. Si bien, como mencionamos, la tasa de interés en pesos se sostenía en terreno negativo, el crawling peg al 2% mensual y la calma de los dólares paralelos permitía sostener una ganancia en moneda dura. Sin embargo, las reiteradas bajas de tasas a entre abril y mayo (que situó a la misma en 40% TNA) fue un puntapié para la escalada en la brecha cambiaria y mayores expectativas de devaluación, revirtiendo momentáneamente la creciente demanda de pesos que se venía presentando.

Hacia julio, con una brecha cercana al 60%, el BCRA modificó la estrategia monetaria (denominada como la “Segunda Etapa”). En resumen, las autoridades económicas anunciaron el cierre de la última canilla de emisión: la compra de dólares en el MULC. Para reducir los dólares financieros, anunciaron el retiro de los pesos inyectados por las compras previas (implicando un monto cercano a los USD 1.900 M en ese entonces). De este modo, se anunció el nuevo esquema de política monetaria, el cual consiste en fijar un techo para la Base Monetaria (BM) equivalente al monto de $47,7 de la Base Monetaria Amplia (BMA, que incluye pasivos remunerados) del 30 de abril, que iguala en términos reales a la BM en agosto del 2019, previo a la instauración de los controles cambiarios.

Como consecuencia, las variables se encarrillaron nuevamente. Producto del anuncio de intervención (y luego la intervención efectiva), los dólares financieros comenzaron a aflojar y el BCRA redujo sucesivamente los plazos de acceso al MULC para los importadores (más la baja del Impuesto PAIS) para atraer una demanda de divisas de los mercados financieros al oficial.

Esta mejoría fue profundizada por el gran desempeño del blanqueo, con un crecimiento de los depósitos en dólares de USD 15.200 M (12/11 último dato disponible). Este ingreso de capitales bañó de optimismo al mercado local: contribuyó a reducir de forma sustancial la brecha cambiaria, aumentar la demanda de los bonos soberanos (reducción del riesgo país) y aumentar las reservas brutas (vía encajes) y netas (vía mayores préstamos en USD y mayor oferta financiera en el MULC) del BCRA.

De esta forma, el carry en USD se tornó nuevamente rentable. En este contexto, el crawling peg al 2% mensual volvió a ganar credibilidad, y con la calma de los dólares paralelos, los exportadores comenzaron a tener incentivos para liquidar (generando una liquidación récord del agro para un octubre) y los importadores suavizaron un a priori explosivo cronograma de pagos en el MULC. Más allá de ello, cuánto perdure el carry dependerá de los ánimos del mercado y de la oferta de dólares disponibles.

Un Peso pesado

Asimismo, con una inflación desacelerando, la tasa de interés empezó a ser positiva en términos reales. La desaceleración inflacionaria profundizó en términos reales las tasas activas ofrecidas por los bancos privados (los Adelantos cerraron octubre en 54% TNA vs 49% un mes atrás), al tiempo que las pasivas, si bien aún en terreno negativo, convergieron a la tasa de política monetaria y ganaron terreno en términos reales.

Naturalmente, este fenómeno robustece la estrategia de carry en USD. Al interior, la remonetización de la economía local luego del fogonazo inflacionario (impulsada por una recuperación de la demanda de dinero) no sólo se posibilita mediante una inflación desacelerando y una mejor remuneración de los pesos circulantes, sino también a través de una actividad recuperándose (aunque de forma heterogénea).

En números, desde mayo los agregados monetarios M2 (BM + depósitos a la vista) y M3 privados (M2 + plazos fijos) crecieron a un ritmo cercano del 1% y 2% promedio mensual, respectivamente. Asimismo, los préstamos totales subieron cerca del 9% en el mismo lapso, impulsado por una creciente demanda de crédito destinado al consumo en la misma magnitud (personales y tarjeta) y aquellos vinculados a la producción (adelantos y documentos).

En el marco de una creciente demanda de dinero, los bancos privados evidenciaron una reducción de la liquidez disponible en pesos. La liquidez amplia de los bancos privados[1] en moneda doméstica se ubica en 33,6%, el nivel más bajo desde finales de 2013 (la relación crece a más del 50% si se computan las LECAPs con vencimiento hasta 3 meses), denotando la recuperación del crédito que viene ensayando la economía local.

Debido a las mayores necesidades de liquidez por parte de los bancos privados, en las últimas licitaciones el Tesoro no cubrió la totalidad de los vencimientos. Como consecuencia, los depósitos del tesoro (y en menor medida las LEFI) comenzaron a reducirse y los Pases activos se empezaron a solicitar con más frecuencia, al tiempo que la BM aumentó y ganó participación en la BMA redefinida (BM + LEFI + Depósitos del Tesoro).

Justamente, aprovechando la desaceleración inflacionaria y para revertir la tendencia alcista de las tasas activas, el BCRA redujo la tasa de política monetaria de 40% TNA a 35% TNA, y la de Pases activos de 45% TNA a 40% TNA durante la última semana de octubre. A diferencia de las últimas bajas (que indujo a una dolarización de carteras), la baja actual no interrumpiría el proceso de recuperación real vivenciado ex post en octubre (una inflación mensual del 2,7% vs una TPM 3,3%) y se ubicaría ex ante por encima de la tasa de inflación estimada para noviembre.

Ahora bien, una de las “máximas” en la disciplina económica es que las autoridades económicas controlan cantidades o precios, pero no ambas. En este sentido, la velocidad a la que la BM converja al objetivo dependerá (además de la tasa) de la demanda de dinero de la economía. Sin rodeos, los bancos privados tienen la cualidad de “multiplicar” el dinero que pone en circulación el BCRA (cuando da un préstamo, “crea” un depósito).

Haciendo los números, se observa que desde julio-agosto (ya sin los pases, que “inflaban” el M3) el multiplicador monetario se encuentra acercándose al histórico promedio cercano al 2x (2003-17) con el que operan las entidades (cada 1 billete circulando, el sistema financiero privado duplica la cantidad). Realizando una proyección simplificada, donde tanto M3 como la BM crecen al mismo ritmo, hacia octubre-noviembre 2025 la BM convergería al techo fijado y el M3 se encontraría próximo a su promedio histórico, agotándose el “margen” para controlar ambas variables.

Hacia adelante, la pregunta implícita es qué hará el BCRA. Si decide controlar las cantidades, deberá convalidar la tasa resultante de los pesos disponibles ($10,6 bn depósitos del Tesoro y $4,1 bn LEFI) que se distribuirán entre los requisitos del Tesoro (entrega pesos a cambio de dólares para afrontar vencimientos en USD) y la demanda de dinero privada para créditos y transacciones, sin obviar la esterilización de pesos por la compra de USD del BCRA (la intervención anunciada en julio). Como consecuencia, una tasa real creciente podría lesionar la hasta entonces heterogénea recuperación económica.

Por otro lado, si decide controlar la tasa, las autoridades monetarias tendrán que abandonar el objetivo de esterilización monetaria, y depender en mayor medida de una errática demanda de pesos. En cualquier caso, está opción abre la posibilidad de seguir bajándole “escalones” a la nominalidad de la economía y se presenta como una herramienta más eficiente para una eventual salida del CEPO. Incluso, con una inflación desacelerando y una tasa de interés acompañando, el BCRA cuenta con espacio para reducir el crawling peg.

 

[1] Proporción de efectivo, cuenta corriente en BCRA, LEFI, Pases, instrumentos del BCRA y títulos públicos encajables con relación a los depósitos.

 

Resumen Diario | 14.11.24

ESCENARIO ECONÓMICO

El BCRA acelera las compras en el MULC. En la jornada de ayer, el BCRA acentuó las compras al adquirir USD 245 M, la cifra más elevada desde mayo. De esta forma, suma cerca de USD 800 M en el mes y acumula más de USD 20.000 M desde el inicio de gestión. En consecuencia, las Reservas Internacionales Brutas se ubican en USD 30.023 M.

Jornada cambiaria mixta. En el día de ayer, el dólar CCL operado con CEDEARS cayó -0,3% cerrando en $1.158 y el dólar MEP se redujo en -0,6% a los $1.121. Por el contrario, el dólar blue avanzó 0,4% a los $1.140, luego de 3 jornadas sin moverse. Como resultado, la brecha promedio siguió en el 15%.

Continúa bajando el riesgo país. En la plaza doméstica, el S&P Merval medido en dólares (CCL con CEDEAR) avanzó 1,9% y finalizó en USD 1.764. En paralelo, los bonos soberanos en USD cerraron en verde: tanto los Globales avanzaron 1,2% como los Bonares. Como consecuencia, el Riesgo País cayó a los 800 puntos, siendo el valor más bajo desde julio del 2019.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

La inflación de Estados Unidos fue de 0,2% en octubre. En la jornada de ayer se publicaron los datos de inflación de Estados Unidos, la cual se mantuvo en línea con lo esperado por el mercado: el índice general trepó 0,2% mensual (+2,6% i.a.), mientras que el IPC Core mostró una suba del 0,3% (+3,3% i.a.). De esta forma, los datos de inflación siguen sin mostrar un cambio significativo y sostienen el mismo ritmo de crecimiento durante el último trimestre. Como resultado, las previsiones del mercado se inclinaron en mayor medida a que la FED recortaría la tasa en 25 p.b. en la reunión de diciembre, con una probabilidad asignada que supera el 80% (vs 60% en la previa de conocerse los datos de inflación). 

 

TENÉS QUE SABER

Subió la capacidad instalada de la industria. En septiembre, la utilización de la capacidad instalada de la industria subió a 62,4, alcanzando el nivel más elevado del año, pero ubicándose 6 p.p. por debajo del año previo. A su interior, los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son refinación del petróleo (80,8%), industrias metálicas básicas (72,4%), papel y cartón (68,3%), productos alimenticios y bebidas (68,2%), sustancias y productos químicos (65,7%), y productos minerales no metálicos (64,2%). Por el contrario, se ubican por debajo la industria automotriz (59,6%), edición e impresión (56,1%), productos textiles (51,3%), productos de caucho y plástico (49,9%), productos del tabaco (48,7%), y metalmecánica excepto automotores (43,9%).

 

Resumen Diario | 13.11.24

ESCENARIO ECONÓMICO

Una familia tipo necesitó $986.586 para mantenerse por encima de la línea de pobreza. En octubre, tanto la canasta básica alimentaria (CBA) como la canasta básica total (CBT) experimentaron aumentos del 1,4% (+170,6% i.a.) y 2,3% (+185,7% i.a.) en comparación con el mes anterior, respectivamente. En lo que va del año, la canasta básica alimentaria ha acumulado un incremento del 80,6%, mientras que la canasta básica total ha aumentado un 99,0%. La CBA se estableció en $140.654 para un adulto equivalente, mientras que la CBT, que incluye bienes y servicios no alimentarios, alcanzó los $319.284. Para una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos niños, se requerían $434.620 para no caer en la indigencia y $986.586 para estar por encima de la línea de pobreza. 

El BCRA retoma las compras en el MULC. En la jornada de ayer, el BCRA compró USD 83 M. De esta forma, la autoridad monetaria acumula compras por USD 19.856 M desde el inicio de gestión, y supera los USD 16.900 M en lo que va del año. En consecuencia, las Reservas Internacionales Brutas se ubican en USD 29.961 M.

Jornada cambiaria a la baja. En el día de ayer, el dólar CCL operado con CEDEARS cayó -0,1% cerrando en $1.162 y el dólar MEP se redujo en -0,3% a los $1.127. Por su parte, el dólar blue se mantuvo en los $1.135 por tercera jornada consecutiva. Como resultado, la brecha promedio siguió en el 15%.

El riesgo país llega a mínimos. En la plaza doméstica, el S&P Merval medido en dólares (CCL con CEDEAR) avanzó 1,3% y finalizó en USD 1.732. En paralelo, los bonos soberanos en USD cerraron en verde: los Globales avanzaron 0,3% y los Bonares subieron 0,5%. Como consecuencia, el Riesgo País cayó a los 819 puntos, siendo el valor más bajo desde agosto del 2019.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

La inflación perfora el 3% mensual. La variación mensual de precios en octubre fue de 2,7% (193% i.a.), el menor ritmo desde noviembre del 2021, y acumula un crecimiento del 107% en lo que va de 2024. Al interior, el descenso estuvo traccionado por la baja en los precios estacionales (+1,4%) y los precios regulados (+2,8%). Por su parte, el índice núcleo creció 2,9% mensual, recortando 0,4 p.p. respecto al mes previo, y anotando el crecimiento más bajo desde septiembre del 2020. Asimismo, el precio de los bienes creció 2,4%, acercándose a la pauta oficial del 2% de devaluación mensual, pero los servicios siguen mostrando mayor resistencia a la baja (4,1%).

 

TENÉS QUE SABER

Baja la inflación y también la nominalidad de los salarios. En septiembre los salarios registrados de la economía crecieron 3,8% y se ubicaron por sexto mes consecutivo por encima de la inflación (fue de 3,5% en el noveno mes del año). Esto arrojó un crecimiento mensual de 0,3% en términos reales, la menor mejora de esta “racha”. Hacia el interior, la dinámica fue similar tanto para trabajadores privados como públicos, aunque los primeros tienen una caída real de 3,7% i.a. y prácticamente ya retornaron a los niveles previos a la devaluación; y los segundos muestran un desplome que alcanza 19,2% i.a., aún muy debajo del nivel alcanzado a finales del año pasado.

 

Resumen Diario | 12.11.24

ESCENARIO ECONÓMICO

El BCRA frena las compras en el MULC. En una jornada de reducido volumen producto del feriado en USA, el BCRA finalizó con saldo neutro en el mercado cambiario. De esta forma, la autoridad monetaria acumula compras por USD 19.773 M desde el inicio de gestión, y supera los USD 16.800 M en lo que va del año. En consecuencia, las Reservas Internacionales Brutas se ubican en USD 29.859 M.

Jornada cambiaria al alza. En el día de ayer, el dólar CCL operado con CEDEARS subió 0,3% cerrando en $1.161 y el dólar MEP avanzó en 0,6% a los $1.130. Por su parte, el dólar blue se mantuvo en los $1.135. Como resultado, la brecha promedio subió en el margen hacia el 15%.

Resultados mixtos en el mercado financiero local. En la plaza doméstica, el S&P Merval medido en dólares (CCL con CEDEAR) avanzó 0,9% y finalizó en USD 1.712. En paralelo, los bonos soberanos en USD cerraron en verde: los Globales avanzaron 1,0% y los Bonares subieron 1,1%. Como consecuencia, el Riesgo País se mantuvo en los 850 puntos.

Subieron las ventas de autos usados. En octubre, las ventas de autos usados cerraron en 171.606, aumentando 3,5% (sin estacionalidad) respecto septiembre, y ubicándose 21,2% por encima respecto a octubre del año pasado. De esta forma, se acumulan 1.433.622 unidades vendidas en lo que va de 2024, quedando 2,4% por encima de igual periodo del año pasado.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

Persiste la presión devaluatoria en Brasil. Con un dólar global firme, las presiones devaluatorias en Brasil no cesan a pesar de que el Banco Central del país vecino decidió aumentar la tasa de interés. Ayer, la moneda brasileña cerró en 5,77 reales por dólar, un aumento del 1% diario, y abrió la jornada de hoy con un alza del 0,3%. En el marco de un crawling peg al 2% mensual, esto se traduce en mayores presiones para la estrategia cambiaria local. Para dimensionar, el tipo de cambio con Brasil ya se encuentra en niveles similares a los finales del 2015 y apenas por encima al de comienzos de 1999, cuando el real comenzó a devaluarse y pasó de 1,2 BRL/USD a más de 2 BRL/USD.

 

TENÉS QUE SABER

El empleo formal privado dejó de caer en agosto. Luego de casi un año, la Secretaría de Trabajo informó que la cantidad de asalariados del sector privado registró una leve mejora (+0,1% respecto a julio, aunque muestra una caída de 2,7% i.a.). De este modo, la recuperación de la actividad desde hace unos meses ya está, al menos, evitando que el deterioro del nivel de empleo continúe. Si bien las expectativas reflejan que esto se habría sostenido durante septiembre, el camino será largo en tanto se perdieron más de 170 mil puestos de trabajo en el sector privado desde el inicio de la recesión en agosto pasado.

 

Resumen Diario | 11.11.24

¿QUÉ PASÓ LA ÚLTIMA SEMANA?

En la primera semana de noviembre el INDEC publicó datos de economía real de septiembre: en ese mes, tanto la industria como la construcción mostraron subas desestacionalizadas (2,6% y 2,4% en términos desestacionalizados, respectivamente), aunque aún operan por debajo de los niveles previos al inicio de la recesión.

Asimismo, se conocieron varios indicadores adelantados de economía real del mes de octubre, que arrojaron resultados mixtos. Los patentamientos mostraron una caída mensual (-4,1% en el mes anterior, aunque un 5,3% i.a. por encima de octubre de 2023), los despachos de cemento también mostraron una contracción en términos mensuales (-6,7% desestacionalizado y casi -20% i.a.) y la construcción medida según el índice construya -proxy del sector privado- mostró una caída de -2,8% mensual en el mes (y -28,2% i.a.). Por otro lado, las buenas noticias radicaron en la producción de automóviles (+2,7% mensual y 0,9% i.a. en octubre) y la recuperación en las ventas minoristas PyME (+7,4% mensual en el mes y 2,9% i.a.).

En el plano de precios, el IPC de CABA fue del 3,2% mensual (desacelerando -0,8 p.p. respecto al mes anterior). Así, se ubicó en 200,9% i.a. y acumula 122,1% en lo que va del año. Al interior, traccionó IPC núcleo (+3,6%) y el IPC Regulados (+3,1%), mientras que los estacionales se ubicaron por debajo del nivel general (+0,6%).

En el frente cambiario persistió la racha positiva. La brecha cambiaria cerró a la baja y finalizó en torno al 14%, ubicándose en los niveles más bajos desde octubre del 2019. Por otro lado, el BCRA sostuvo la postura compradora en el MULC al adquirir USD 347 M en la segunda semana del mes. Por su parte, la victoria de Donald Trump entusiasmo a los mercados financieros, traccionando al Riesgo País a romper el piso de los 900 puntos básicos, el valor nivel más reducido desde agosto de 2019 (previo a las PASO).

Por otro lado, el Tesoro realizó la primera subasta del mes. Ante vencimientos que rondaban los $3 billones, Finanzas adjudicó tan solo $1,53 billones en títulos CER, convalidando tasas por encima del mercado secundario. Asimismo, el 87% de lo colocado fue a títulos con vencimiento en marzo y octubre de 2026. En paralelo, se realizó el canje del T2X5 que tuvo un porcentaje de adhesión de 38,25%, donde se adjudicaron $3,4 billones en el TZX26. Esta conversión permitió extender la vida promedio y reducir el cupón de interés.

¿Qué pasó en el ámbito internacional? La primera semana del mes finalizó cargada de noticias en materia internacional. Por un lado, el resultado de las elecciones que dio como nuevo presidente a Donald Trump tuvo repercusiones en el mercado financiero global: los principales índices bursátiles de Wall Street y los bonos del tesoro norteamericano cerraron al alza a partir de la noticia, mientras que el dólar se fortaleció en un contexto en el cual los anuncios del nuevo presidente giran en torno a un endurecimiento de los aranceles y la búsqueda de recortar impuestos internos. A su vez, parte de la contracara fue un deterioro del precio de las commodities y un debilitamiento de parte de las monedas emergentes, exceptuando el efecto sobre el peso argentino (donde primó el mayor optimismo del mercado debido a la buena relación con el presidente local y la expectativa de una posible negociación más amigable con el FMI). En este contexto es que la semana pasada la FED también decidió sobre la tasa de interés, realizando un recorte de 25 p.b. (por segunda vez consecutiva), llevándola al rango 4,5%-4,75%. La próxima reunión tendrá lugar en diciembre, donde se verá si el nuevo escenario político influye en el sendero de tasas estimado por la FED en septiembre, del cual surge un nuevo recorte de 25 p.b. para el último mes de 2024. 

 

RADAR SEMANAL

Datos. En la segunda semana de noviembre, el primer foco estará puesto el martes cuando se conocerán los resultados de inflación de octubre, mismo día que se publican los datos de las canastas básicas del mismo mes y de salarios de septiembre. En materia internacional, el miércoles se conocerá el dato de inflación de Estados Unidos correspondiente al mes de octubre.

¿A qué estar atentos? En primer lugar, habrá que analizar con detalle la dinámica al interior de la inflación publicada por el INDEC. Además, seguiremos de cerca las potenciales repercusiones en el ámbito internacional tras las elecciones de USA y su impacto sobre el Riesgo País. Por su parte, habrá que estar atentos a lo que suceda en el ámbito cambiario y financiero en la primera semana luego de que se haya finalizado la primera etapa del blanqueo.

 

Las repercusiones del triunfo de Trump

Noviembre arrancó como una continuación de la dinámica cambiaria favorable evidenciada en las últimas semanas. En una semana corta (debido al feriado bancario del miércoles), la brecha cambiaria persistió a la baja al cerrar en 14% y se ubica en el nivel más bajo desde octubre del 2019. A la par, los contratos de dólar futuro acompañaron el movimiento, con una devaluación esperada del 2,6% hacia el primer trimestre de 2025. Por su parte, el BCRA sigue firme en su postura compradora, haciéndose de USD 347 M en la semana. 

Más allá de ello, los focos de la semana estuvieron en la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos y las implicancias para los mercados emergentes. Tras conocerse los resultados electorales, persistió una fuerte apreciación en la moneda norteamericana, lo que traccionó a la baja el precio internacional de las commodities e introdujo una fuerte presión devaluatoria en las monedas de los mercados emergentes. No obstante, los activos argentinos marcharon a contramano: el riesgo país perforó los 900 p.b. básicos y se colocó en los niveles más bajos desde agosto del 2019 debido a la expectativa de una posible llegada de fondos frescos que podría implicar la victoria de Trump.

Más allá del efecto positivo de corto plazo, persisten riesgos de mediano plazo. Las potenciales políticas implementadas por el republicano y sus consecuencias en materia de precios podría derivar en un menor ritmo en la baja de la tasa de la FED, lo generaría un fortalecimiento del dólar, un debilitamiento de las monedas emergentes (afectando negativamente nuestra competitividad cambiaria) y una reducción en el precio de los commodities (menores ingresos por exportaciones).

 

Noviembre arrancó como una continuación de la dinámica cambiaria favorable evidenciada en las últimas semanas. En una semana corta (debido al feriado bancario del miércoles), la brecha cambiaria persistió a la baja al cerrar en 14% y se ubica en el nivel más bajo desde octubre del 2019. A la par, los contratos de dólar futuro acompañaron el movimiento, con una devaluación esperada del 2,6% hacia el primer trimestre de 2025. Por su parte, el BCRA sigue firme en su postura compradora, haciéndose de USD 347 M en la semana.  

Más allá de ello, los focos de la semana estuvieron en la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos y las implicancias para los mercados emergentes. ¿A qué nos referimos? Tras conocerse los resultados electorales persistió una fuerte apreciación en la moneda norteamericana, lo que traccionó a la baja el precio internacional de las commodities e introdujo una fuerte presión devaluatoria en las monedas de los mercados emergentes.

No obstante, los activos argentinos marcharon a contramano: el riesgo país perforó los 900 p.b. básicos y se colocó en los niveles más bajos desde agosto del 2019 (previo a las elecciones PASO). La victoria republicana entusiasma a los mercados financieros, debido a la buena relación y afinidad ideológica que mantiene el Ejecutivo con Donald Trump. La lectura es que, eventualmente, Trump podría ejercer presión dentro del directorio del FMI para facilitar las negociaciones de un nuevo programa que pueda incluir nuevos fondos frescos para la economía local, algo similar a lo ocurrido durante el mandato del expresidente Mauricio Macri.

Ahora bien, vale hacer una aclaración. El punto de partida no es el mismo que en 2018, dado que Argentina ya se encuentra endeudada por un monto considerable con el FMI y aún se encuentran vigentes controles cambiarios. A su vez, dada la volatilidad global y los distintos conflictos bélicos que aparecen en otros continentes, todo parece indicar que Latinoamérica no estaría dentro de las prioridades de la nueva gestión estadounidense.

Asimismo, al poner el foco en el mediano plazo parecería haber más complicaciones que beneficios para los países emergentes exportadores de materias primas. Las potenciales políticas implementadas por el republicano (mayores aranceles a importaciones y un mayor déficit fiscal producto de una baja en impuestos) y sus consecuencias en materia de precios podrían derivar en un menor ritmo en la baja de la tasa de la FED, lo que generaría un fortalecimiento del dólar, un debilitamiento de las monedas emergentes (afectando negativamente nuestra competitividad cambiaria) y una reducción en el precio de los commodities (menores ingresos por exportaciones). Al mismo tiempo, mientras más lento sea el sendero de reducción de tasas, más elevada será la tasa “libre de riesgo” que contará el país ante la eventual salida del CEPO, medida necesaria para el manejo de la deuda externa en moneda dura.

Justamente, pareciera que volverá la vieja discusión Powell-Trump. En la semana, la reserva Federal decidió recortar en 25 p.b. la tasa de interés de referencia y situarla en el rango del 4,5%-4,75%, tal como estaba previsto en las últimas proyecciones del organismo. Hacia adelante, la cuestión pasará por si habrá una nueva edición en la discusión entre Jerome Powell, presidente de la FED, y Donald Trump, cuando el republicano por entonces presionó públicamente para que se reduzcan las tasas de interés para estimular la economía. De todas formas, esto recién comienza y está por verse las medidas económicas que adopte el presidente electo, y la respuesta de la FED ante la evolución de los datos económicos.

Apartándose de ello, lo concreto es que, tras el sacudón, los mercados cerraron relativamente tranquilos y la decisión de la FED (si bien descontada) se presentó como otra fuente de alivio. Por caso, los precios de las commodities empezaron a repuntar (el contrato futuro de soja a enero cerró +0,5%) y la demanda por los títulos norteamericanos de largo plazo se recuperaron. Por el contrario, el dólar sigue fortaleciéndose respecto al resto de las monedas, una tendencia que viene sosteniéndose desde fines de septiembre.

En este sentido, la fortaleza de la moneda norteamericana y las presiones devaluatorias siguen firmes. Por caso, la moneda brasileña saltó de 5,75 reales por dólar a 5,85 en la jornada del 6 (también el peso mexicano inició con una devaluación del 3%), obligando al Banco Central del país vecino a aumentar la tasa de interés de referencia a 11,25% anual (+50 p.b.). Sin embargo, luego de unos días de estabilidad, las presiones retomaron hoy viernes con el real devaluándose un 1% diario.

En el plano local, esto materializa uno de los efectos negativos de mediano plazo que comentamos. Dejando a un lado los vaivenes semanales, un dólar fortalecido significará un piso más bajo en el precio de las commodities y un debilitamiento de las monedas emergentes. Además, resulta especialmente importante lo que ocurra en Brasil, ya que un real más débil no hace más que poner mayores presiones a un tipo de cambio real bilateral que se apreció ya un 53% desde el salto devaluatorio a la fecha.

Con todo, el balance dependerá de factores idiosincráticos. Tanto para aprovechar las oportunidades internacionales, como para mitigar las posibles consecuencias negativas, las autoridades deberán continuar conteniendo las expectativas de devaluación para que los flujos financieros financien el déficit de cuenta corriente. En tal sentido, no sólo habrá que mostrar que la estrategia cambiaria-financiera actual resulta sostenible, sino también que a mediano plazo existe como horizonte una eventual salida del CEPO que permitiría una normalización de los flujos.

El BCRA compra divisas en el MULC

En la semana, el BCRA sostuvo la postura compradora al hacerse de USD 347 M, acumulando compras por USD 19.773 M desde el cambio de Gestión. Detrás de ello, actuó una oferta de divisas sostenida, más que compensando una demanda de divisas creciente. Con todo, las Reservas Netas (sin DEG) se ubican en terreno negativo próximas a los USD 4.800 M al excluirse los depósitos del Tesoro en USD y sin restar el BOPREAL.

La brecha cierra a la baja

La brecha cambiaria cerró la semana a la baja. En números, el dólar CCL cayó 1,6% ($1.158), el dólar MEP bajó 1,5% ($1.124) y el blue se desplomó 4,6% ($1.135). En consecuencia, la brecha cambiaria promedio cerró la semana en 14%, 4 p.p. por debajo del viernes previo. De esta forma, la evolución reciente de los USD alternativos se encuentra influenciada por la nueva regla de intervención cambiaria y la dinámica del blanqueo.

Relativa estabilidad en los futuros de dólar

Los contratos a futuro del dólar finalizan levemente a la baja. Puntualmente, los TC implícitos en los contratos con vencimiento entre noviembre y enero 2025 (los más relevantes en cuanto al volumen) se mantuvieron sin variaciones, y los contratos con vencimiento de febrero en adelante cayeron 0,4%. De esta forma, hacia el primer trimestre de 2025 la variación esperada se ubica en 2,6%.

Resumen Diario | 08.11.24

ESCENARIO ECONÓMICO

La FED recortó nuevamente las tasas de interés. En la jornada de ayer, la FED decidió recortar la tasa de interés en 25 p.b. (por segunda vez consecutiva), llevándola al rango 4,5%-4,75%, en línea con lo esperado por el mercado. La próxima reunión tendrá lugar en diciembre, donde se verá si el nuevo escenario político influye en el sendero de tasas estimado por la FED en septiembre, del cual surge un nuevo recorte de 25 p.b. para el último mes de 2024. 

El BCRA sostiene las compras en el MULC. En la jornada del jueves, el BCRA mantuvo la racha positiva en el MULC al hacerse de USD 194 M, siendo la mayor compra diaria desde mayo. De esta forma, la autoridad monetaria acumula compras por USD 19.646 M desde el inicio de gestión, y supera los USD 16.750 M en lo que va del año. En consecuencia, las Reservas Internacionales Brutas se ubican en USD 29.677 M.

La brecha alcanza un nuevo mínimo. En el día de ayer, el dólar CCL operado con CEDEARS cayó -0,6% cerrando en $1.161 y el dólar MEP descendió en -1% a los $1.135. Por su parte, el dólar blue continúa bajando y finalizó en $1.115 (-1,8%). Como resultado, la brecha promedio se redujo hacia el 14%, el valor más reducido desde octubre del 2019.

Resultados mixtos en el mercado financiero local. En la plaza doméstica, el S&P Merval medido en dólares (CCL con CEDEAR) avanzó 2,6% y finalizó en USD 1.735. En paralelo, los bonos soberanos en USD cerraron en verde: los Globales avanzaron 1,1% y los Bonares subieron 1,0%. Como consecuencia, el Riesgo País cayó hasta los 859 puntos (-11 p.b.).

Se desacelera la inflación en CABA. La inflación de octubre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue del 3,2% mensual, posicionándose 0,8 puntos porcentuales por debajo de la inflación de septiembre. Al interior, el IPC núcleo avanzó 3,6% (recortando -0,3 p.p.) y los precios regulados +3,1%. Este último subió por las alzas en las cuotas de la medicina prepaga y de los establecimientos educativos, seguidos por las subas en tarifas de agua, subte y en menor medida, las tarifas de electricidad y gas. Los bienes y servicios estacionales avanzaron 0,6% por la suba en ropa y alojamiento en hoteles, aunque compensado por bajas en pasajes aéreos y verduras. Por su parte, los bienes en su conjunto avanzaron 2,2% en octubre, mientras que los servicios lo hicieron en 3,9%. Con todo, la inflación de la ciudad avanzó 200,9% respecto mismo mes del año pasado, y acumula un crecimiento del 122,1% en lo que va del año.

Primera subasta de noviembre: efectivo y conversión. Ante vencimientos que rondaban los $3 billones, la Secretaría de Finanzas adjudicó tan solo $1,53 billones en títulos CER, convalidando tasas por encima del mercado secundario. Asimismo, el 87% de lo colocado fue a títulos con vencimiento en marzo y octubre de 2026. En paralelo, se realizó el canje del T2X5 que tuvo un porcentaje de adhesión de 38,25%, donde se adjudicaron $3,4 billones en el TZX26. Esta conversión permitió extender la vida promedio y reducir el cupón de interés.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

Suba de la industria manufacturera y la construcción. En septiembre, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) avanzó 2,6% respecto agosto en la serie sin estacionalidad, hilando tres meses de subas consecutivas y ubicándose en nivel más alto desde noviembre del 2023. De todas formas, la actividad se ubicó 6,1% por debajo en términos anuales y acumula una caída del 12,7% en lo que va de 2024. Por su parte, El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), mostró una suba mensual del 2,4% en la serie desestacionalizada en septiembre, tras haber mostrado resultados negativos en agosto. Este indicador tocó piso en marzo de este año, y desde entonces se viene recuperando de forma lenta e irregular. A pesar de esta mejora, continúa muy por debajo del nivel de septiembre del año pasado (-24,8%). En el mismo sentido, el acumulado del año presenta una disminución del -29,5% respecto a igual periodo del 2023.  

 

TENÉS QUE SABER

El mercado espera menos inflación. El BCRA publicó el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del mes de octubre, donde se observan modificaciones a la baja en la inflación prevista por los participantes. El avance de los precios en 2024 se ubicaría en 120% (vs 123,6% previo), con una inflación mensual cercana al 3% en el último trimestre del año. Del mismo modo, también se espera una menor inflación para 2025 (31,4% contra un 35% que se esperaba el mes previo), donde se espera que la evolución mensual de los precios se ubique por debajo del 3% en los primeros meses del año. Justamente, dada la menor nominalidad también se espera que el tipo de cambio promedio sea de $1.295 en diciembre de 2025 (vs $1.440). Por el lado de la actividad, se redujo en el margen la caída de la actividad esperada para 2024 (-3,6% actual vs -3,8% previo) y mejoró la recuperación proyectada para 2025 (+3,6% vs +3,5%).

 

Resumen Diario | 07.11.24

ESCENARIO ECONÓMICO

El riesgo país rompió el piso de los 900 p.b. En la jornada de ayer, marcada por el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., tuvo efectos positivos en el riesgo país argentino. El mismo cerró en 870 puntos (-63 p.b.) y ubicándose en el valor más bajo desde el 2 de agosto del 2019 (previo a las PASO). Detrás de esta baja del riesgo país, se encuentra un mayor optimismo del mercado debido a la buena relación que presentan Donald Trump y Javier Milei. Esto ilusiona con una virtual negociación más amigable con el FMI (dada la preponderancia de USA en el directorio) y una llegada de fondos frescos del exterior, entre otras. Por estas razones, es que Argentina se separó del efecto negativo que vivieron sus pares de la región. Y es que, las políticas comerciales más agresivas (mayores aranceles) y fiscales más expansivas que promete Trump repercutieron en un fortalecimiento del dólar (afectando negativamente el precio de las commodities) y un aumento de la tasa de los bonos del tesoro norteamericano. Como consecuencia, las monedas emergentes sufrieron presiones devaluatorias (el peso mexicano inició con una devaluación del 3%), con el real brasileño saltando hacia los casi 5,9 Reales por dólar (+1,7%) en la jornada de ayer y empujando a las autoridades económicas del país vecino a intervenir subiendo la tasa de interés de referencia al 11,25% anual (+50 p.b.).

Jornada cambiaria mixta. En una jornada marcada por el feriado bancario, los diferentes dólares cerraron a la baja: el dólar CCL operado con CEDEARS se redujo en -1,1% ($1.169), el dólar MEP (T+1) cayó -0,7% ($1.146) y el dólar blue cerró sin cambios ($1.135). Como resultado, la brecha se mantuvo en 16%.

Envión positivo en el mercado local. En la plaza doméstica, el S&P Merval medido en dólares (CCL con CEDEAR) avanzó en 3,5% y finalizó en USD 1.691. En paralelo, los bonos soberanos en USD cerraron en verde: los Globales avanzaron 1,2% y los Bonares subieron 1,5%. Como consecuencia, el Riesgo País cayó hasta los 870 puntos (-63 p.b.).

Fuerte caída en el Índice industrial pesquero. En septiembre de 2024, el Índice de producción industrial pesquero (IPI pesquero) muestra una variación negativa de 28,1% respecto a agosto y 22,7% por debajo a septiembre de 2023. La importante caída señalada por el índice, según INDEC, se explica por el patrón estacional cambiante y la irregularidad que presenta la pesca marítima.

 

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO

Los mercados internacionales reaccionan a la victoria de Donald Trump. Tras la victoria de Donal Trump, la respuesta en el mercado financiero en la primera jornada fue positiva: los principales índices bursátiles cerraron el miércoles al alza (Dow Jones +3,4%, S&P +2,4% y Nasdaq un 2,6%), mientras que la expectativa de una política fiscal más expansiva bajó su gestión que fagocite la inflación generó un desprendimiento de la deuda norteamericana vis a vis un aumento en los rendimientos (+0,15 p.p. el bono a 10 años). En la misma línea, el dólar mostró un fortalecimiento: medido por el índice DXZ, mostró una suba de 2,4% en la jornada de ayer, en línea a los anuncios del nuevo presidente acerca del endurecimiento de los aranceles y la búsqueda de recortar impuestos internos. En este marco, el foco estará en la decisión de tasas que adopte la FED en la reunión de hoy, donde se espera que existe un nuevo recorte de tasas (donde la probabilidad se ubica en 25 p.b.). 

 

TENÉS QUE SABER

Desempeño irregular de la construcción. Según el Índice construya, el cual mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado para la construcción, la actividad retrocedió 2,8% mensual (sin estacionalidad) en octubre por tercer mes al hilo. En cuanto a la comparación interanual, el Índice se ubicó un 28,2% por debajo de su valor en octubre del 2023 y acumula una caída del 28,7% en los primeros 10 meses del año.