También por la deuda pública, el frente fiscal seguirá siendo un problema en 2020

La deuda pública alcanzó 88,5% del PBI en el primer trimestre de 2019

Desde hace una década, Argentina cuenta con un creciente déficit fiscal que durante el gobierno kirchnerista se financiaba principalmente con emisión monetaria y deuda con otros organismos del sector público. Cambiemos reemplazó esas fuentes de financiamiento por deuda con acreedores privados, denominada mayormente en moneda extranjera. De esta forma, la composición de los pasivos públicos cambió, haciendo que la deuda relevante (las obligaciones netas de compromisos intra sector público) saltara del 43% del stock a fines del 2015 hasta el 65% del total en el primer trimestre del 2019. Esto aumentó nuestra dependencia de las renovaciones en el mercado de capitales. Al mismo tiempo, la proporción de la deuda del Tesoro pagadera en dólares pasó del 69% del total al 78%. Esto volvió a nuestras obligaciones aún más sensibles a la dinámica cambiaria: los pasivos no se licúan con las depreciaciones, que incrementan el ratio deuda-producto.

Por estos cambios, a pesar de que el stock de deuda creció sólo 3,5% en dólares en 2018, el salto de más de 100% del tipo de cambio nominal disparó 40 p.p. el ratio de deuda sobre PBI, rozando el 95% en el tercer trimestre del año. Luego, la apreciación real (por el traspaso de la suba del dólar a los precios internos junto a un tipo de cambio más calmo) redujo este cociente casi 10 p.p. en el último cuarto del 2018. Por el contrario, la inestabilidad del dólar durante marzo hizo que al cierre del primer trimestre del 2019, la deuda pública como porcentaje del Producto volviera a aumentar hasta 88,5%. Para peor, si incluyéramos el desembolso del FMI correspondiente al primer trimestre (que se recibió en los primeros días de abril y por eso quedó fuera de la contabilidad oficial), la deuda total habría alcanzado 91,4%.

Ahora bien, considerando esta dinámica, ¿bastaría con controlar el tipo de cambio para solucionar el problema de la deuda? Veamos.

El dilema cambiario

Desde mediados de 2018, hubo una crisis de balance de pagos que puso en cuestión tanto la liquidez como la solvencia de nuestro país. La imposibilidad de conseguir divisas nos llevó a recurrir a un prestamista de última instancia para no incumplir los vencimientos de la deuda pública, denominada mayormente en moneda extranjera. El préstamo más grande de la historia del FMI (por un total de USD 57.000 millones a desembolsarse en 3 años) disolvió el peligro de un default inminente de los títulos soberanos. Sin embargo, no resolvió el problema estructural: al seguir habiendo dudas sobre la capacidad de repago de los pasivos, la percepción de un default de la deuda sigue siendo elevada. Por este motivo, el problema sólo se desplazó hacia más adelante.

Hasta que no se recupere el acceso al financiamiento externo, para pagar las deudas del Estado hacen falta dos condiciones: que el Sector Público genere ahorros fiscales en pesos y que el país en su conjunto genere superávit externo en dólares. Sin los primeros, no habrá recursos para efectuar los pagos; sin los segundos, las compras públicas de divisas competirán con los importadores y ahorristas, incrementando las presiones cambiarias.

Llegado a este punto, se desprende lo siguiente: un tipo de cambio real apreciado ayudaría a que el Tesoro generase un menor déficit financiero en el corto plazo (por un aumento del nivel de actividad y por una menor carga de intereses). Por el contrario, una nueva ronda de depreciación empeoraría su capacidad de compra de divisas (por la profundización de la crisis que implicaría y porque se necesitarían más pesos para adquirir la misma cantidad de dólares). Además, como ya se dijo, subas del tipo de cambio agravarían el peso del servicio de la deuda (capital e intereses) sobre el PBI, ahuyentando a los inversores.

Pero, mirando al ahorro externo, se observa lo contrario: un tipo de cambio apreciado abarataría y fomentaría las importaciones, reduciendo los ingresos netos de divisas genuinas. Por el contrario, un dólar más elevado daría incentivos para expandir las exportaciones, permitiendo una mejora del resultado externo.

Además, existe una complicación adicional: las intervenciones para contener al tipo de cambio reducen las reservas disponibles para pagar deudas en moneda extranjera. El Gobierno (Banco Central incluido) buscará llegar al proceso electoral sin saltos bruscos en el precio del dólar, con el objetivo de aumentar sus chances políticas. Pero, si para lograr este objetivo tuviera que recurrir a grandes ventas de reservas, disminuiría los recursos disponibles para enfrentar los vencimientos en moneda dura e incrementaría las tensiones financieras y cambiarias.

En conclusión, las urgencias del corto plazo (apreciar para reducir el déficit financiero, disminuir el ratio de deuda y ganar elecciones) se contraponen a las necesidades de largo alcance (no intervenir para guardar divisas, dejando depreciar el tipo de cambio para generar un mayor superávit externo en dólares). Esta restricción podría alejarse si nuestro país volviera a acceder al financiamiento externo, algo que con un riesgo país por encima de los 850 puntos básicos pareciera muy lejano. Más aún, teniendo en cuenta que ya recurrimos al FMI y no fue suficiente para restablecer la confianza de los inversores. Mientras tanto, sin margen de maniobra por el lado del resultado primario ni por el costado financiero, se deberán buscar políticas que permitan que la economía real se recupere y crezca.

Chile | El Banco Central bajó la tasa de interés por la desaceleración del crecimiento

Economía

Las cifras oficiales confirman un bajo crecimiento económico el primer trimestre, con una expansión de sólo 1,6 por ciento en doce meses. Descontado el efecto de caída en la Producción Minera, el crecimiento del PIB no minero es de 2,2 por ciento, lo que significa una importante desaceleración respecto del último cuarto del año pasado. En su último Informe de Política Monetaria, el Banco Central redujo su estimación de crecimiento a un rango de entre 2,75 a 3.5 por ciento para el presente año, la mantuvo para el 2020, y la incrementó levemente para el 2021. La principal razón detrás de la desaceleración está en el deterioro del escenario internacional y en las peores expectativas internas de los agentes económicos, tanto familias como empresarios. Consistente con ello, se corrigió significativamente a la baja la estimación de crecimiento de la inversión y, en menor medida, del consumo de los hogares. Con todo, las distintas estimaciones de mercado apuntan a que el primer trimestre registrará el peor desempeño, y que se observará una gradual aceleración a lo largo del presente año y el próximo, favorecida por el impacto positivo directo de la inversión sobre la actividad, y su efecto multiplicador sobre otros sectores de la economía y particularmente sobre el empleo. La semana pasada el Banco Central, sorprendiendo al mercado, bajó medio punto su tasa de interés de Política Monetaria, devolviéndola a su nivel de 2,5 por ciento que tenía en octubre del año pasado. En su justificación se apela a mayores holguras de capacidad, particularmente por el impacto migratorio sobre un fuerte crecimiento de la Fuerza de Trabajo. El efecto más inmediato fue una depreciación relevante, aunque contenido, en el peso
chileno.

Política

El escenario político se ha enrarecido bastante a lo largo del presente año. El gobierno ha perdido apoyo en forma significativa, con menos de 30 por ciento de aprobación para la figura del Presidente. La explicación principal estaría en un desempeño económico y del mercado laboral por debajo de las expectativas que tuvo la población al momento de elegir al actual gobierno. La oposición ha jugado un rol bastante obstruccionista, lo que ha dificultado mucho el avanzar en las principales reformas del gobierno, Tributaria, Previsional y Laboral. Se acaba de anunciar un cambio en el Gabinete Presidencial, en un intento de reforzar la gestión de los Ministerios Sectoriales, con el foco puesto en echar a andar más rápidamente la inversión y el crecimiento. Sin embargo, en lo que puede entenderse como una decisión errada, no se realizaron cambios en los ministerios más políticos, donde se observa una baja capacidad de negociación con la oposición y un deficiente manejo comunicacional.

Bolivia | La tasa de desempleo a nivel nacional es de 3%

Economía

En estos días se publicaron los datos finales del mercado laboral en 2018. Si bien la tasa de desempleo abierta a nivel nacional es 3%, una de las más bajas de Sudamérica, es relevante tomar en cuenta un indicador adicional que es la tasa de subocupación. Ésta es el porcentaje de personas que trabajan menos de 40 horas a la semana y que estarían en condiciones y dispuestos a trabajar más. Según información oficial, la tasa de subocupación es 3,5%. De esa forma, un indicador relevante para medir el pulso del mercado laboral sería 6,5%, la suma de ambas, que reflejaría en mejor medida la situación laboral. Llama la atención de que ésta haya caída desde 10% en 2015, en un contexto de desaceleración económica que implicó una reducción del crecimiento del PIB de más de un punto porcentual. De igual forma, dicho indicador es reflejo de las diversas rigideces que existen en el mercado laboral. Entre ellas se cuenta el alto costo de despido (más de cinco salarios en promedio), incrementos salariales que han estado constantemente por encima de la productividad y la reposición del costo de vida, un sobrecosto de 43% al salario promedio por diversas cargas sociales, entre otros. Estos factores explican el alto grado de informalidad laboral, mayor al 70%, que han implicado la ausencia de una red de protección social efectiva para cuatro millones de trabajadores en Bolivia.

Política

Pese al rechazo generalizado de una nueva postulación a la reelección de los dos primeros mandatarios, expresada en un referéndum constitucional en 2016, el Tribunal Supremo electoral boliviano lanzó el pasado 28 de mayo la convocatoria a elecciones generales para el 20 de octubre de este año, amparados en un fallo del Tribunal Constitucional que avala la re-postulación bajo la premisa de que participar en las elecciones es un derecho humano. En este momento, la contienda electoral se ha centrado en tres líneas políticas: la oficialista a la cabeza del presidente Evo Morales, seguida por la del expresidente Carlos Mesa (2003-2005) y del senador Óscar Ortiz. Estos dos últimos frentes enfrentan la disyuntiva de unirse para evitar la vitoria del partido oficialista o la de tener mayor presencia en el congreso nacional. En este contexto, el ambiente de polarización ha sido intenso incluso entre los principales partidos de oposición, lo cual ha favorecido al partido en función
de gobierno.

Pese al buen arranque del año, la meta fiscal sigue siendo difícil

¿Cuál fue el resultado fiscal en mayo?

En el quinto mes del año, los ingresos fiscales superaron a los gastos primarios en casi ARS 26.000 millones. Este desempeño fue resultado de que, mientras que los recursos del Sector Público Nacional treparon 53% i.a. (-3% i.a. en términos reales), sus erogaciones crecieron sólo 36% i.a. (desplomándose 14% i.a. al descontar el avance de los precios). Así, el balance primario acumuló cuatro de los primeros cinco meses del año en terreno positivo, generando un ahorro de casi ARS 37.000 millones (+0,2% del PBI). De esta forma, más que se revirtió el déficit de 0,4% del Producto observado en el mismo período de 2018 (teniendo en cuenta los gastos asociados a los Programas de Inversión Prioritaria).

Por su parte, el pago de intereses fue de ARS 64.600 millones en el mes, más que triplicándose respecto a mayo del año previo. Este salto tiene algunos componentes puramente estacionales (el calendario del pago de intereses tiene vencimientos muy grandes que no necesariamente coinciden en años diferentes) así como otros estructurales: en primer lugar, gran parte de los servicios de la deuda son en moneda extranjera, por lo que se dispararon con el salto cambiario de 2018. Además, en mayo se realizó el pago trimestral de los intereses correspondientes al stand-by con el FMI, acreedor que no estaba presente en nuestro país hasta hace un año. Con estos datos, el resultado financiero acumula un rojo de ARS 219.500 millones (en torno a 1% del PBI), borrando la mejora del resultado primario.

¿Qué pasará con los ingresos fiscales en adelante?

De la misma forma que en los meses previos, la clave de los recursos tributarios fueron las retenciones. Los derechos de exportación crecen por encima de 300% i.a. desde principio de año, por el nuevo esquema aplicado en el que tributan todas las ventas externas (de bienes y servicios) y no sólo las del complejo sojero. Sin embargo, aún con estos recursos no es suficiente para alcanzar la meta de equilibrio primario.

En ese sentido, Hacienda contará con dos ventajas en los próximos meses. En primer lugar, todavía no realizaron las ventas de activos que habían presupuestado por casi ARS 100.000 millones (0,5% del Producto). Estos recursos podrían ayudar al Tesoro en meses en que el gasto posee una elevada estacionalidad (como junio o diciembre), aportando ingresos necesarios. Por otra parte, si el nivel de actividad hubiera encontrado su piso, los recursos tributarios podrían crecer levemente hacia fin de año. La calma cambiaria (que ya lleva casi 2 meses) y una tibia reactivación del consumo (por la vía de aumentos salariales y de créditos subsidiados) contribuirían a este efecto. En este sentido, creemos que la recaudación puede empezar a recortar su caída próximamente, tanto por este motivo como por el efecto estadístico de una peor base de comparación.

¿Cómo evolucionarán las cuentas públicas en lo que queda de 2019?

En junio, el resultado primario será negativo por motivos estacionales. En ese mes, el Estado debe pagar aguinaldo a empleados públicos y jubilados, a quienes también les corresponde el incremento trimestral en su prestación. Esto requerirá el uso de parte del ahorro fiscal obtenido en los primeros meses, dinámica que se repetirá en diciembre. De esta forma, a pesar de los recortes en las erogaciones primarias, será difícil que la exigente meta anual de equilibrio operativo se alcance. No obstante, Hacienda puede tener un déficit de hasta 0,5% del PBI y, utilizando los ajustadores previstos en el acuerdo con el Fondo, mostrar un cumplimiento de los objetivos del stand-by. De esta manera, proyectamos que el Gobierno recibirá los desembolsos pactados a pesar de que el resultado en 2019 será deficitario.

Brasil | Nova revisão baixista do crescimento esperado

Economia

O cenário econômico, no curto prazo, pode ser resumidos em uma única palavra: incerteza. Em boa medida, a recente redução da projeção da Tendências para o PIB de 2019 foi resultado de mais um choque negativo na confiança dos agentes econômicos, à luz do quadro político instável e dos resultados de atividade que frustraram as expectativas iniciais. O PIB do primeiro trimestre alarmou os agentes econômicos ao materializar a decepção com o ritmo de retomada do crescimento. A retração econômica na margem resultou em nova revisão baixista do crescimento esperado para o ano, de 1,6% para 0,9% (abaixo do resultado do ano passado). O dado mais alarmante com a projeção de 2019 é que ela não retrata uma mudança do cenário com relação à reforma da Previdência. Dito de modo mais direto, as revisões baixistas para atividade ocorreram, a despeito da manutenção do cenário de aprovação da reforma. Há crescente percepção de que a economia brasileira enfrenta restrições decorrentes de choques de demanda, o que deverá resultar em pacote de medidas de estímulo para o consumo, com destaque para liberação de recursos do PIS e do FGTS. O panorama macroeconômico, em linhas gerais, segue na direção correta. O quadro inflacionário continua favorável, devido à combinação de resultados correntes positivos e ancoragem das expectativas para 2020. As incertezas políticas, contudo, ainda inibem uma redução adicional da Selic, a despeito do crescimento abaixo do potencial. Naturalmente, o quadro de incerteza política explica a decepção com a recuperação econômica. De todo modo, os dados recentes mostram o peso negativo dos choques de demanda.

Política

A disputa entre os poderes ganhou novos contornos com a emergência de novas manifestações sociais de apoio e de oposição ao atual governo. O contexto em torno da reforma da Previdência segue instável, mas ainda não há obstáculo intransponível para sua aprovação. Na verdade, os ensinamentos mais recentes do governo Bolsonaro apontam para um paradoxo: crise de confiança, a despeito do encaminhamento da reforma da Previdência. O risco de reforço da oposição e a pressão do eleitorado de centro-direita mantêm a reforma no centro da agenda, diante da falta de alternativa crível para o sucesso econômico. De todo modo, há um esforço para votação da reforma na Câmara ainda no segundo semestre. O risco, contudo ainda é alto. O recrudescimento da disputa pela “voz do povo” deu espaço para manifestações sociais. O governo, mais uma vez, mobilizou seus apoiadores como forma de pressionar a “velha política”. A despeito dessa intenção política, o contingente relevante de pessoas em defesa do governo mantém os sinais de que esse eleitorado de centrodireita deseja o encaminhamento da agenda reformista. Naturalmente, a perda de popularidade presidencial deve reforçar a greve geral a ser realizada ainda neste mês. A fraqueza da economia deve resultar no anúncio de medidas estimulativas para a economia brasileira e dos planos de recuperação fiscal dos Estados. A expectativa é de aprovação do relatório da reforma previdenciária ainda em junho na Comissão Especial. A votação completa na Câmara é viável,mas o risco de atraso segue elevado.

La inflación perforaría el 3% en junio

El Índice de Precios al Consumidor Ecolatina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires mostró un aumento de 3,0% entre la primera mitad de mayo y las dos primeras semanas de junio.

El capítulo que mostró el mayor avance fue Otros bienes y servicios, debido al aumento en cigarrillos y artículos de tocador y belleza. A este le siguieron Equipamiento y mantenimiento del hogar, motivado por la suba de productos de limpieza, y Vivienda y servicios básicos.

Esperamos que la inflación descienda nuevamente en la segunda mitad del mes y finalice junio en 2,8%. Así, romperá la barrera de 3% mensual por primera vez desde enero. Hacia adelante, si el dólar persistiera calmo, la inflación se mantendría en la zona de 2-2,5% mensual en el segundo semestre, marcando una desaceleración significativa respecto a la primera mitad del año (promedió 3,3% mensual).

Venezuela | Se autorizan las operaciones cambiarias sin intervención del BCV

Economía

En materia económica, el mes de abril estuvo marcado por cambios en el ámbito cambiario. Tras dos nuevas (y prácticamente sucesivas) devaluaciones del tipo de cambio oficial, el Gobierno anunció la autorización de las operaciones cambiarias mediante mesas de dinero operadas entre bancos. Tal medida constituye, además de la abolición del sistema oficial de Subasta DICOM, la oficialización de las transacciones cambiarias de alto valor que ya realizan las empresas desde 2017, sin la intervención del banco central local (BCV). En las últimas semanas, el BCV fue incluido en la lista de Entes Especialmente Designados (SDN) por parte de la Administración de Donald Trump, afectando la dinámica de las subastas oficiales. Asimismo, las políticas de restricción de crédito bancario mediante mayores encajes fueron endurecidas, al ampliarse el esquema de sanciones por no cumplimiento. Ello ocasionó fuertes incrementos en las tasas de interés interbancarias a rangos superiores del 100%.

Política

En el mes de abril, el presidente (E) Juan Guaidó encabezó un movimiento cívico militar, dirigido a forzar la salida pacífica del presidente Nicolás Maduro. La movilización estuvo marcada por el apoyo del líder político Leopoldo López y un grupo de oficiales entre los que destacó el exdirector de los Servicios Bolivarianos de Inteligencia (Sebin), Manuel Christofer Figuera. Otra movilización civil se realizó el 1ero de mayo, como protesta a la conducción política y económica actual. Ambos eventos no tuvieron el alcance esperado. Por otro lado, se produjo el arresto del vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, así como la decisión del poder judicial (TSJ) de despojar de inmunidad parlamentaria a varios diputados miembros del órgano legislativo. Tras tales hechos, el presidente Juan Guaidó exhortó a sus representantes diplomáticos en EE. UU a agilizar el debate en esa nación sobre la intervención de factores militares como solución al conflicto político local.

La inflación entró en su veranito electoral en mayo

¿Cómo fue la inflación en mayo?

El aumento de precios fue de 3,1% en el quinto mes del año, según el IPC Nacional elaborado por el INDEC. De esta forma, la inflación desaceleró su ritmo por segunda vez consecutiva, ya que había sido de 3,4% en abril. Así, el Nivel General de precios acumula un alza de 19,2% en los primeros cinco meses del año y de 57,3% con respecto a mayo de 2018.

La caída de la inflación se debió en gran parte a la desaceleración del IPC Núcleo, que creció 3,2% en el mes (-0,6 p.p. respecto a abril). Dentro de esta canasta, se destaca el acotado avance de los Alimentos y bebidas no alcohólicas, que crecieron 2,4% en mayo, ubicándose por segunda vez en el año por debajo del Nivel General. Mientras tanto, los precios Regulados treparon 3,7%, impulsados por los aumentos en agua, gas y prepagas (Salud fue el capítulo que más creció durante el mes). Por último, los precios Estacionales avanzaron apenas 0,6% en el mes.

¿Esta desaceleración es distinta a la de fin de año?

Tras alcanzar un pico de 6,5% mensual en septiembre de 2018, la inflación siguió una trayectoria descendente hasta fin de año, terminando en diciembre con una variación de precios de 2,6%. Sin embargo, la desinflación fue efímera y volvió a acelerarse en el primer trimestre del 2019. En esos meses, las subas programadas de tarifas se combinaron con un alza significativa en el precio de la carne y de los lácteos impulsando las subas. Frente a la ausencia de un precio de referencia del dólar, que flotaba en una ancha banda cambiaria, la formación de precios se volvió más volátil. De hecho, la inflación acumuló 11,8% en el primer trimestre del año.

Desde abril, el ritmo de aumentos volvió a aminorarse, y el último mes la calma cambiaria tras el anuncio de que el BCRA podría intervenir en el mercado de dólares spot aún por debajo del techo de la Zona de No Intervención (ZNI) volvió a provocar un menor ritmo en el crecimiento de los precios. Esta vez, la desinflación podría ser más duradera: no prevemos que haya movimientos bruscos en los precios relativos en los próximos meses y las tarifas de Servicios Públicos permanecerán prácticamente congeladas por lo que queda del 2019. Además, a diferencia del primer trimestre, los aumentos salariales que definen los acuerdos paritarios ya están cerrados. Así, en la medida en que la autoridad monetaria pueda contener las presiones cambiarias, la inflación seguirá su tendencia descendente. En definitiva, el tipo de cambio serála variable que determinará la continuidad del proceso de desinflación, en lo que resta del año.

¿Qué se puede esperar de la desinflación?

En la medida en que la política cambiaria sea efectiva, la inflación descenderá en la segunda mitad del año. Así, pasaría de ubicarse en un promedio de 3,3% mensual en el primer semestre a alrededor de 2,5% en la segunda parte del 2019. Si bien estos datos implicarían una mejoría notoria, la inflación permanecerá elevada y difícilmente finalice el año por debajo del 40%. Producto del acuerdo con el FMI, las herramientas del Gobierno para llevar a cabo una desinflación más fuerte son limitadas. La ambiciosa meta de equilibrio primario impide un incremento de los subsidios a los Servicios Públicos y los márgenes de intervención del BCRA en el mercado cambiario, pese a la reciente flexibilización de la ZNI, siguen siendo acotados.

Uruguay | Las depreciaciones en Argentina y Brasil impactan en la economía local

Economía

El mercado de cambios doméstico se vio fuertemente incidido por las turbulencias regionales. El dólar avanzó 2,6% en marzo y 4,5% en abril para situarse al cierre de éste mes en $34,981. Si bien los fundamentos en Uruguay son diferente a los del mercado cambiario en Argentina y Brasil, los vínculos económicos financieros entre los tres países determinan que variaciones tan abruptas como las observadas tengan impacto. Para detener una “escalada” de subas, el Banco Central en lo que va de mayo intervino en el mercado vendiendo US$ 242 millones – US$ 102,5 millones en una sola jornada -. A pesar del “salto” del tipo de cambio en marzo, la variación de los precios mayoristas y minoristas estuvieron en sintonía con el comportamiento estacional habitual, y la variación acumulada en doce meses se situó en 12,7% ia. y 7,8% ia., respectivamente.

Política

De cara a las elecciones internas de los partidos políticos del próximo 30 de junio, la divulgación de encuestas y su posterior cuestionamiento de acuerdo al parecer de los distintos actores políticos – incluso del Presidente de la República – se encuentran a la orden del día. Una de las empresas encuestadoras le adjudicó una intención de voto del 30% al gobernante Frente Amplio y del 34% al Partido Nacional. Otras encuestadoras continúan dando una mayor intención a la coalición de izquierda, aunque inferior a la suma de todos los partidos de la oposición. De lo que no cabe duda es que en la elección presidencial del próximo 27 de octubre, ningún candidato obtendrá más del 50% del electorado por lo que será necesario recurrir a una segunda instancia (ballotage) entre los dos candidatos de mayor voto que se realizará el 24 de noviembre próximo.

Perú | Se deteriora el escenario económico y político local

Economía

Las proyección de crecimiento para 2019 fue revisada a la baja de 3.9% a 3.5% debido a diversos factores: 1) la revisión a la baja del crecimiento mundial por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), 2) el deterioro del panorama político nacional, 3) reducción de la captura de pesca (alrededor de 2 millones de toneladas menos de anchoveta), 4) aumento de la conflictividad social que afecta la economía (específicamente el caso Las Bambas), y 5) una demanda interna menos dinámica en el primer trimestre del año. Más aún, el sesgo de una futura revisión es la baja puesto que existen varios riesgos negativos con alta probabilidad de materializarse: 1) caída de términos de intercambio (caída del cobre y subida del petróleo), 2) inestabilidad financiera mundial, 3) empeoramiento del escenario político, y 4) mal manejo de conflictos sociales. La proyección para 2020 se mantiene en 3.9%.

Política

La debilidad del presidente Martín Vizcarra es la nota dominante en el actual escenario político. Por suerte para su gobierno, la oposición no ha podido hacerle frente pues sus principales líderes se encuentran en problemas debido a que Jorge Barata, quien dirigía la empresa Odebrecht en el Perú, ha confirmado que todos los expresidentes, y algunos candidatos, desde 2001, recibieron dinero de la empresa. Pero esta situación de debilidad del presidente es un riesgo para la economía. Muchos agentes, aprovechando la coyuntura, comienzan a ejercer presión para obtener beneficios. Esto es evidente en el conflicto alrededor del proyecto minero Las Bambas. Pero, por desgracia, no es el único. El gobierno ha debido enfrentar sabotajes a infraestructuras, protestas de transportistas, fuertes reclamos por subidas de tarifas de agua, etc. En todos los casos, el gobierno respondió favoreciendo a los reclamantes para evitar afectar su popularidad. El problema es que esto mete al país en un peligroso círculo vicioso.