Las medidas fiscales afectaron la recaudación tributaria

¿Qué pasó con la recaudación tributaria en septiembre?

En agosto, la recaudación tributaria había pasado a terreno positivo, luego de 13 meses de caídas interanuales. Lamentablemente, esta mejora no duró y en septiembre volvió a exhibir un rojo significativo. Los recursos tributarios nacionales crecieron 42,7% i.a., deteriorándose 6,6% en términos reales con respecto al mismo mes de 2018. Así mostraron su peor performance desde marzo. De esta forma, cerca de finalizar la gestión Macri, podemos afirmar que la caída de la recaudación fue una constante de su gobierno: los ingresos de AFIP se redujeron en términos reales en dos de cada tres meses de su mandato (neteando el blanqueo de capitales) por la caída de la actividad y la reducción de impuestos.

Con el dato de septiembre, los recursos tributarios nacionales (previo a la coparticipación con las provincias) acumulan una caída en términos reales de 4,5% en los primeros tres trimestres del 2019. Asimismo, la proporción a repartir con los gobiernos subnacionales aumentó respecto a años previos (por la devolución del 15% que detraía ANSES hasta 2016). De esta forma, los ingresos por impuestos del Tesoro seguirán retrocediendo, dificultando la consecución de los objetivos fiscales.

¿Cómo se explica la baja?

Los tributos que más se redujeron precios fueron los aportes y contribuciones a la seguridad social, que cayeron 18% i.a. deflactados. Ya alicaída por la reforma tributaria y el mal desempeño del mercado laboral formal (los ingresos a la seguridad social se hallaban en rojo desde hace un año y medio), esta fuente de recursos tuvo un impacto adicional por la bonificación otorgada después de las elecciones. La medida de alivio transitorio para los trabajadores registrados costó, según AFIP, unos ARS 13.000 millones. De haberse recaudado este monto, los aportes y contribuciones habrían disminuido sólo 3% i.a.

En segundo lugar, el IVA también agravó su caída por las exenciones realizadas luego de las elecciones. Este tributo recaudó 12% menos que en septiembre de 2018 en términos reales. A continuación, se ubicaron el impuesto a las ganancias, que cayó 8% i.a., y a los créditos y débitos, que se redujo 7% i.a. A contramano, el impuesto a los Bienes Personales creció 5% i.a. deflactado y los aranceles a la importación subieron 8% i.a. en términos reales. Por último, los derechos de exportación volvieron a destacarse (+59% deflactado). Sin embargo, la ampliación de las retenciones redujo su efecto. Es que la base de comparación empezó a crecer, dado que el nuevo esquema se aplica desde septiembre del 2018.

¿Cómo evolucionarán las cuentas fiscales en lo que queda del año?

El desplome de la recaudación afectará fuertemente a los ingresos del Tesoro nacional, que podría además tener que compensar a las provincias por las medidas aplicadas (según se desprende del reciente fallo de la Corte). De acuerdo a nuestras estimaciones, el Sector Público Nacional no Financiero cumplirá con su meta del tercer trimestre, que puede alcanzar incluso con un déficit primario en septiembre. A pesar de ello, el objetivo anual parecía ambicioso desde su anuncio, y se ve cada vez más complicado a medida que la actividad (y por ende la recaudación) no despega. En este sentido, el desplome de la recolección impositiva alejará aún más a Hacienda de la más exigente de las condiciones del Fondo.

Ecuador | El Gobierno duda de su capacidad para pasar las reformas del FMI

Economía

Hasta el momento de preparar este informe, el FMI no ha publicado su reporte sobre la evaluación que una misión del organismo llevó a cabo durante la segunda quincena de agosto. Si bien se presume que, tras esta nueva evaluación, el Gobierno recibirá otro desembolso en el marco del acuerdo con el FMI, algunos factores están sumando incertidumbre al ambiente. El primero es que el grueso del ajuste fiscal (vía recorte de gasto y aumento de impuestos) se estaría dejando para el próximo año. El segundo es la demora del Ejecutivo en enviar a la Asamblea los proyectos de reforma en tres temas importantes: laboral, tributario y monetario y financiero. Si bien se conocen algunos lineamientos generales (dar más flexibilidad a la normativa laboral, elevar la recaudación tributaria en 1,5 puntos del PIB, según lo acordado con el Fondo, y devolver autonomía al Banco Central) las propuestas puntuales llevan ya varios meses discutiéndose. Al parecer, el Gobierno duda de su capacidad para conseguir que sus propuestas no sean rechazadas en la Asamblea.

Política

En las últimas semanas han surgido diversas propuestas para limitar el poder del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, el organismo creado en la Constitución de 2008 que está a cargo de nombrar a las autoridades de control del país. Por un lado, un grupo ciudadano está recolectando firmas para convocar a una consulta popular, y paralelamente en la Asamblea se busca avanzar en el mismo sentido vía enmiendas a la Constitución. En años pasados el Consejo de Participación, claramente afín al anterior gobierno, designó autoridades de control que permitieron la proliferación de hechos de corrupción. Al respecto, una investigación sobre posibles sobornos entregados por empresas contratistas del Estado a altos representantes del gobierno anterior sigue avanzando en la Justicia. Según testimonios de ex colaboradoras de Rafael Correa que estaban a cargo de manejar esos recursos (una de las cuales llegó a ser jueza de la Corte Constitucional durante el anterior gobierno) el ex presidente encabezaba esa red ilícita.

Costa Rica | La confianza cae y la economía se desacelera

Economía

El primer semestre de 2019 se vio caracterizado por una desaceleración económica y un bajo nivel de confianza en los agentes económicos; tanto empresas como consumidores mostraron expectativas particularmente bajas durante la primera mitad del año; sin embargo, no pareciera vaya a revertirse para el segundo semestre. Recientemente se publicó el Índice de Confianza al Consumidor (ICC), que se ubicó en 28.5, segundo valor más bajo de los últimos diez años. El pesimismo vivido en el último año por los consumidores supera al vivido en la crisis mundial del 2008. En el sector real, la actividad económica está decreciendo en: construcción (pública y privada), manufactura del régimen definitivo, bienes agrícolas (en especial los exportables) y el comercio de bienes duraderos (vehículos, materiales de construcción y electrodomésticos). Por su parte, el BCCR continúa cumpliendo con su objetivo inflacionario. Tanto el IPC como la inflación subyacente se mantienen dentro del rango meta del banco (2.00% – 4.00%).

Política

A pesar de la tensión política que vive el Poder Ejecutivo, en el Congreso ha encontrado la suficiente voluntad para aprobar reformas de manera eficiente. Dos casos particulares llaman la atención: el proyecto de ley que reforma las huelgas y la prioridad brindada al proceso de incorporación a la OCDE. Tras las reiteradas manifestaciones en el sector público que han atentado contra la estabilidad de los servicios y la confianza de los empresarios, se aprobó recientemente en primer debate un proyecto de ley que reforma el derecho a huelga, un proyecto que brinda más herramientas a las instituciones estatales para tomar acciones cuando sus empleados vayan a huelga. El segundo caso, con la incorporación a la OCDE como objetivo, se han aprobado diez reformas importantes en los últimos diez meses. Destacan el fortalecimiento e independencia del BCCR, del INEC y de la Comisión Promotora de la Competencia. Con estos avances, el país se encuentra en la recta final de este proceso de incorporación, el cual espera culminar en el 2020.

Colombia | El Peso Colombiano se devalúa sin incidir en los precios

Economía

En el mes de agosto, la inflación anual fue de 3,75%. La inflación de bienes transables excluyendo alimentos fue de 1,5% y lo cual es superior a la de julio que fue de 1,4%. A pesar de la devaluación que ha presentado la economía colombiana en los últimos meses, el bajo nivel de demanda ha mitigado su efecto en los precios. Por otra parte, el déficit en cuenta corriente para el primer semestre de 2019 fue de 4,73% del PIB, si bien este nivel es alto, no es tan preocupante pues ha estado mitigado por los flujos de inversión extranjera, la cual aumentó en 24,4%. De esta manera, en materia de política monetaria, la baja incidencia de la devaluación en los precios y la necesidad de reducir el déficit en cuenta corriente llevan al Banco de la República a permitir la devaluación del peso colombiano. De esta manera, Econometría actualiza el pronóstico de inflación para fin de año a 3,8%, el pronóstico de crecimiento se mantiene en 3,2% y el pronóstico de la tasa de cambio a fin de año es de 3450 COP.

Política

El proceso de paz entre el Estado colombiano y las FARC sufrió un golpe luego de la declaración de rearme por parte de Iván Márquez y las disidencias de las FARC. Las declaraciones del grupo ELN apoyando el rearme de los disidentes pueden ser interpretados como el inicio de una posible alianza con el ELN, grupo con el cual se cancelaron los diálogos de paz luego del atentado del 17 de enero del presente año. Si bien esto es preocupante, es necesario recordar que el 98% de los desmovilizados de las FARC siguen en el proceso de paz. Con respecto al futuro del proceso de paz, este golpe da fuerza a los opositores al proceso de paz, pero no afecta la continuidad de su implementación. Por otra parte, se espera que las nuevas guerrillas centren sus actividades en el narcotráfico. Pero, la ausencia de una coincidencia ideológica y política clara de este nuevo grupo y el ELN hace que una alianza permanente y total entre ellos sea poco factible.

Chile | La actividad económica sigue en baja

Economía: Pocas novedades

La información disponible a julio muestra que la actividad económica, aunque se acelera un tanto en el margen, sigue más bien deprimida. El Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPOM), publicado el 4 de septiembre, redujo su proyección de crecimiento de 2,75 a 3,50% a 2,25% a 2,75%, con un balance de riesgos a la baja. Esto se ajusta a nuestra estimación de 2,3% con sesgo a la baja. Además, en la reunión de política monetaria del 3 de septiembre el banco central redujo la TPM de 2,5% a 2% y dejó un mensaje claro de que la política monetaria se hará más expansiva en el escenario más probable. De hecho anticipamos que la TPM bajará, al menos, 25 pb antes de fin de año, pero que lo más probable es que la reducción sea de 50 pb. Junto al débil crecimiento y las holguras que se están generando, al mantenerse un crecimiento por debajo del potencial (3,2%), la inflación (2,3%) también da espacios para una política monetaria más expansiva. También se han producido algunos anuncios de política fiscal más activa que, esperamos, se reafirmen en el presupuesto de 2020.

Política: El gobierno se enreda sólo

Las reformas claves propuestas por el gobierno siguen languideciendo en el Congreso. La reforma tributaria aún sigue en la Cámara de Diputados y la previsional está en discusión, pero no se ve un horizonte claro de aprobación para ninguna. Por el contrario, la propuesta de dos parlamentarias comunistas para reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas y, eventualmente a 35 horas, ha avanzado rápidamente y se votará en la sala de Cámara de Diputados en octubre, donde se espera sea aprobada. El gobierno, sorprendido, ha reaccionado torpemente ante esta propuesta que, probablemente, es inconstitucional con una parecida, en vez de plantear directamente que vetará la de los comunistas si se aprueba. A lo anterior se suma la absurda acusación constitucional contra la Ministro de Educación de parte de los socialistas, la que es probable no prospere. En definitiva, la actividad política se concentra en actividades intrascendentes, sin manifestar ninguna preocupación por el futuro del país ni las condiciones adversas que se enfrentan en el ámbito internacional.

Otro superávit ¿en el camino de la meta?

¿Cuál fue el resultado fiscal en agosto?

En el octavo mes del año, los ingresos del Sector Público Nacional fueron mayores a los gastos operativos por sexta vez en 2019. Así, el Ministerio de Hacienda obtuvo un superávit primario de casi ARS 14.000 millones y continúa mostrando una mejora del balance fiscal previo al pago de intereses. El resultado positivo obedece a que los ingresos crecieron por encima de los gastos, algo a lo que nos tiene acostumbrados la actual gestión (este comportamiento se viene dando ininterrumpidamente desde hace más de 2 años y se observó en el 75% de los meses desde diciembre de 2015). Mientras que los recursos del Tesoro crecieron 55% i.a. (+1% i.a. en términos reales), las erogaciones sólo subieron 43% i.a. (cayeron 8% i.a.). Por su parte, los intereses treparon casi 600% i.a., alcanzando ARS 28.500 millones, producto de grandes pagos a organismos internacionales de crédito (el banco de desarrollo de América Latina, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y el Fondo Financiero para el Desarrollo de los Países de la Cuenca del Plata). Incluso a pesar de este salto, el monto desembolsado por intereses en agosto fue el menor desde febrero, debido a que el cronograma de pagos difiere todos los meses.

Con estos datos, el resultado primario acumula un saldo positivo de ARS 48.300 millones en el año (equivalente a 0,2% del PBI). De esta forma, muestra una mejora significativa al compararlo con el déficit de 1,0% del PBI acumulado en el mismo período de 2018, considerando los Programas de Inversión Prioritaria (PIP). En cuanto al déficit financiero (aquel que contabiliza también el pago de intereses), este asciende a ARS 379.900 millones entre enero y agosto de 2019. A pesar del incremento en el servicio de la deuda, el déficit total se redujo en 0,4 p.p. del PBI al compararlo con el mismo período del 2018, pasando de un rojo de 2,2% en los primeros 8 meses del año pasado a uno de 1,8% en lo que va de este año.

¿Qué novedades aportó el proyecto de Presupuesto?

La semana pasada el Poder Ejecutivo presentó ante el Congreso el proyecto de Ley de Presupuesto para 2020. A pesar de no cumplirse al pie de la letra, este documento sirve como pauta para interpretar las prioridades del Gobierno en materia fiscal. Allí se anunció una estimación de déficit primario de -0,5% para este año (en línea con lo pactado con el FMI, al usar la totalidad de los ajustadores) que se convertiría en un superávit de 1,0% el próximo ejercicio. Sin embargo, el esfuerzo fiscal necesario para obtener este resultado sería mayor: por la devolución a las provincias de la detracción que realiza ANSES de la coparticipación y por un crecimiento de las prestaciones sociales en términos reales, Hacienda contará con menos recursos el año próximo. No obstante, el Ministerio espera que sus ingresos totales crezcan en 0,2 p.p. del PBI y los gastos primarios se reduzcan en 1,2 p.p. del Producto, alcanzando el superávit deseado.

Sin embargo, existen dos motivos para poner en duda las proyecciones oficiales. En primer lugar, el probable cambio de Gobierno podría alterar las políticas fiscales diseñadas por la gestión actual. De esta forma, podrían afectarse tanto los ingresos (por modificaciones impositivas, como un aumento de las alícuotas de retenciones) como los gastos (por reorientación o ampliación de las partidas). Por poner sólo un ejemplo, el presupuesto proyecta una caída de 0,3 p.p. del PBI en el gasto en subsidios energéticos cuando todavía no se conoce la política tarifaria que se implementará en 2020. Por otro lado, los supuestos macroeconómicos que son la base del proyecto son significativamente más optimistas que la mayoría de estimaciones: mientras que Hacienda espera un crecimiento del PBI de 1,0% para el año próximo, la mediana del REM espera una caída de -1,1%. De esta forma, si los supuestos oficiales no se convalidaran, se estarían sobrevaluando los ingresos tributarios, que están muy vinculados al nivel de actividad.

¿Qué se espera para los próximos meses?

Las cuentas fiscales muestran una consolidación importante del resultado primario en lo que va del año. Sin embargo, el mes que viene enfrentarán un desafío importante, ya que el objetivo trimestral indica que el Tesoro deberá contar con un ahorro de ARS 70.000 millones al término de septiembre. Considerando el resultado acumulado hasta agosto, el gobierno debería mostrar un superávit de ARS 21.700 millones para cumplir con esta meta. Sin embargo, al corregir por los ajustadores implementados hasta ahora y los proyectados para septiembre, alcanza con un saldo menor para satisfacer este target: la meta corregida estará por debajo de los ARS 15.000 millones, permitiendo que el gobierno la alcance incluso con un déficit. De cualquier manera, la caída de los ingresos que provocará el desplome de la actividad por el agravamiento de la crisis en agosto hace que el cumplimiento no pueda darse por descontado. Hacia adelante, teniendo en cuenta la estacionalidad del gasto público en diciembre (crece por el pago de aguinaldos a empleados públicos y jubilados), la meta anual sigue viéndose exigente. En este sentido, nuestra proyección es que el déficit primario sea de 0,7% del PBI, incumpliendo la más firme de las condiciones del Fondo.

Bolivia | Evo Morales ganaría en primera vuelta

Economía

Entre 2005 y 2018 el sistema financiero se profundizó en Bolivia: la razón depósitos a PIB aumentó de 38% a 64%, y la de créditos de 35% a 61%. El ahorro financiero subió como resultado del boom externo como por la razonable estabilidad macroeconómica y social. Previamente, el eventual triunfo del socialismo en 2002 se reflejó en una corrida en bancaria. Cuando asumió Morales en 2006, se apresuró a dar señales de que se resguardaría el ahorro privado. Junto con una moderada apreciación de 12,5%, implicó una desdolarización voluntaria del sistema desde 88% del total en 2005 a 7% al presente. Con este marco, el gobierno promulgó en 2013 una nueva ley financiera que ha obligado a los bancos a prestar a tasas fijas en moneda nacional, junto con metas de crédito. De esta forma, el crédito creció a una tasa promedio de 15%. Además, se subió el impuesto corporativo al sector de 25% a 50% de las utilidades. Aunque el sistema se encuentra estable, con un 2% de mora, la desaceleración de depósitos y la caída de la liquidez presentan un desafío que deberá encararse en 2020.

Política

Las últimas encuestas muestran un apoyo a Evo Morales entre 31% y 36%, una intención de apoyo al expresidente Carlos Mesa entre 25% y 27% y a Óscar Ortiz entre 8% y 13%. Las reglas electorales en Bolivia señalan que será electo presidente quien tenga más de 50% de los votos válidos o al menos 40% con una diferencia de 10 puntos porcentuales. A su vez, el voto válido no incluye los votos nulos o en blanco. Bajo ese criterio, la votación final que tendría Morales se encontraría entre 44% y 46% seguido de Carlos Mesa con 32% a 35%. En este escenario, es probable que las elecciones se definan en primera vuelta a favor del oficialismo. Si ese no fuese el caso, la segunda vuelta representaría un desafío para el gobierno, puesto que se deduce de las encuestas un revés electoral para el oficialismo. Entonces, el gobierno aumentó la propaganda y se enfocó en la contención de los incendios de la Amazonía, que complica su apoyo.

Deuda y reperfilamiento: ¿hasta dónde llegará esta vez?

Aunque bajó el stock de deuda, en agosto se disparó el ratio deuda-PBI

Durante el año pasado, el stock de deuda pública nacional creció solo 3,5% (USD +11 mil millones). Sin embargo, su cociente en relación al PBI, uno de los principales indicadores de la capacidad de repago que analizan los inversores financieros, se disparó, al pasar de 56,6% al cierre de 2017 a 86,2% a fines de 2018, producto de la significativa depreciación del peso que redujo sensiblemente al PBI en dólares.

En el primer semestre de 2019, por el superávit fiscal primario que relajó las necesidades de financiamiento corriente y en parte también porque los mercados de crédito se mantuvieron cerrados para nuestro país, el stock de deuda pública permaneció prácticamente inalterado (USD +5 mil millones, +1,5%). En la misma línea, el cociente entre pasivos del Sector Público Nacional y PBI tampoco sufrió sobresaltos, y cerró la primera mitad del año en 80,7%.

Lamentablemente, un nuevo salto cambiario en agosto quebró la estabilidad. El mes pasado, el stock de deuda se redujo en USD 30.000 millones, producto de la licuación de los pasivos en pesos y la cancelación anticipada de un REPO con bancos privados. Como resultado, el mismo alcanzó el mínimo de los últimos dos años, ubicándose apenas por encima de USD 300.000 millones. Sin embargo, y en sentido contrario, por la depreciación del peso, el ratio deuda-PBI trepó 10 p.p. y superó el 90%.

Esta nueva crisis cambiaria y financiera deterioró sensiblemente la posición de liquidez y solvencia del Sector Público Nacional, jaqueando el cumplimiento en tiempo y forma de los compromisos asumidos, especialmente de aquellos en moneda extranjera. Al momento, esto ya se materializó en el reperfilamiento de las letras del Tesoro con inversores institucionales, pero ¿terminó acá?

¿Se reperfilará el reperfilamiento?

Tal como alertamos en otro momento (https://ecolatina-2018.appspot.com/deuda-publica-de-corto-plazo-muchas-renovaciones-pero-pocas-certezas/), concentrar semejante cantidad de vencimientos de deuda en el segundo semestre era una estrategia riesgosa, y de hecho terminó implosionando. Si bien la tasa a la que estaba emitiendo el Palacio de Hacienda sus letras pagaderas en 2020 antes de las elecciones era elevada, 7% en dólares cuando países de la región pagan menos de 5% en sus colocaciones a diez años, todavía había mercado y se podían sortear los problemas de liquidez.

Sin embargo, luego de las elecciones primarias de agosto, la situación cambió drásticamente y las primeras dos renovaciones de letras (16/8 y 28/8) quedaron virtualmente desiertas. Esto ocurrió en simultáneo a la tercera crisis cambiaria y financiera de la administración Macri, lo que potenció los problemas del Sector Público. Por un lado, la depreciación del peso sembró más dudas sobre la solvencia del Estado Nacional –el ratio deuda PBI volvió a ubicarse por encima del 90%-, por el otro, las licitaciones fracasadas agudizaron los problemas de liquidez.

Falto de recursos para afrontar las obligaciones de corto plazo, el Palacio de Hacienda modificó unilateralmente las condiciones de pago de sus Letras, tanto las denominadas en pesos como aquellas pagaderas en dólares. El reperfilamiento implicó cambiar los tiempos de pago de las Letras en poder de tenedores institucionales, cerca del 85% del stock de Letras, es decir, más de USD 10 mil millones. Si bien el Tesoro depositó el 15% del capital en la fecha preestablecida, prolongó el pago del 85% restante (25% a los 3 meses y 60% a los 6 meses). Más allá de este incumplimiento, vale remarcar que se respetaron los plazos pactados para personas humanas, o sea, el 15% del stock.

Si bien esta medida generó algunos problemas, como ser el desarme masivo de fondos comunes de inversión y tensionar todavía más la cadena de pagos, la misma tuvo una razón de ser. Postergando el pago de cerca de USD 9 mil millones, el Sector Público se acercó a cerrar el programa financiero de este año y ganó tiempo en momentos de extrema incertidumbre.

No obstante, dado que este cambio solo tiene un efecto transitorio –se patearon los vencimientos a la próxima gestión-, no se solucionó el problema estructural: el Sector Público no genera los recursos suficientes para cancelar sus pasivos ni tiene acceso al crédito en dólares que le permita refinanciar los existentes.

Luego de esta decisión, los vencimientos de capital para 2020 llegan a USD 45 mil millones, un monto que luce difícil de cubrir en este marco de acceso nulo al financiamiento. No obstante, no se puede pasar por alto que una porción importante de estos pagos es intra sector público, de modo que se podrán extender aun cuando los mercados de crédito persistan cerrados. En este contexto, ¿cómo hará entonces el Tesoro para sortear las obligaciones con privados y organismos financieros internacionales? ¿Será necesario un nuevo default?

¿La deuda seguirá en deuda?

Los vencimientos apremiantes no son patrimonio exclusivo de 2020. Por caso, entre 2022 y 2023 deberán devolverse casi USD 40 mil millones al FMI aunque no se concretan nuevos desembolsos (y USD 45 mil si estos llegan). Además, hay vencimientos en bonos por un monto mayor (de los cuales, otra vez, una porción no despreciable será intra sector público).

Dado que el superávit fiscal no permitiría conseguir estos fondos, el cronograma de pagos del Estado Nacional luce muy exigente si no se reabren los mercados de crédito. Para que esta vuelta se materialice, deberían extenderse de manera conjunta los plazos de pago con el organismo multilateral, quien suele pedir reformas estructurales a cambio de estas flexibilizaciones. Además, debería haber una negociación exitosa con los acreedores privados, algo complejo al considerar el grado de atomización de éstos y las diferencias entre sus activos: bonos bajo legislación local o internacional, con o sin cláusulas de acción colectiva, etc.

No obstante, el FMI y el mercado privado no son las únicas vías para conseguir financiamiento externo. Durante el segundo gobierno de Cristina Fernández, y también a lo largo del de Mauricio Macri, se apeló a alternativas no tradicionales cuando las usuales se cerraron. En este sentido, el swap con China y el financiamiento directo del gigante asiático a obras de infraestructura, son alternativas que podrían reeditarse.

Restará ver si estas opciones no tradicionales alcanzan para cumplimentar los elevados vencimientos de capital e intereses que posee nuestro país. A juzgar por su historia y magnitud, lo más probable es que no: deberán alinearse varios planetas para que nuestro país pueda honrar sus deudas en tiempo y forma. De lo contrario, una nueva reestructuración será inevitable, esta vez probablemente con quita de capital e intereses.

Brasil | O quadro político segue marcado pela crise de credibilidade

Economia

A economia brasileira navega em águas agitadas. O cenário internacional marcado por forte instabilidade, a partir dos conflitos entre EUA e China e por percepção de risco elevada por conta do dilema político na Argentina reforçou o dilema de recuperação econômica, seja pelo canal financeiro, seja pelo fluxo comercial. Além disso, o quadro político segue marcado pelos efeitos negativos da crise de credibilidade, resultado do comportamento mais recente do presidente Bolsonaro. A intensificação das tensões político-institucionais dificulta a transmissão da política para a economia, obstruída pela elevação na incerteza dos agentes econômicos. O cenário prospectivo aponta acomodação da tensão internacional no curto prazo. De todo modo, nossa avaliação é de que o conflito EUA-China é estrutural e, portanto, deverá manter a paisagem externa como importante fonte de risco para o Brasil. Esse cenário mais turbulento já teve efeito em termos de atividade. Os números do PIB no segundo semestre ficaram acima das expectativas de mercado, o que mantém a viabilidade da projeção de 0,9% para o ano, mas o viés ainda segue de baixa. A lenta retomada da economia brasileira mantém o cenário inflacionário bastante tranquilo, o que autoriza novas quedas na taxa de juros. Nossa leitura, contudo, é de que o quadro internacional turbulento limita a queda da Selic, que deve recuar para 5,00% até o final de 2019.

Política

A natureza do risco político ao longo da administração Bolsonaro passou por uma importante alteração no primeiro semestre. Os problemas centrais da análise de risco voltavam-se aos desafios da governabilidade, bem como do grau de apoio da agenda econômica no bolsonarismo. A crise dos partidos políticos e o ineditismo da vitória de Bolsonaro reforçavam os desafios da funcionalidade do presidencialismo de coalizão. A construção de um equilíbrio alternativo para sustentar a eficiência do sistema político brasileiro, então, trouxe o risco político de outra forma, a saber: redução da incerteza política. Dito de modo mais direto: os desafios impostos pela política são mais amplos do que a aprovação de itens legislativos da agenda econômica. Esse efeito em termos de percepção é extremamente importante em um ambiente de tensão internacional. Nossa avaliação é de que o cenário prospectivo deve ter uma ligeira acomodação. De todo modo, a magnitude desse movimento deve ser insuficiente servir de anteparo aos mares mais agitados do quadro internacional. O quadro político brasileiro é bastante curioso, sob o prisma da agenda econômica. A crise política-institucional em curso não se transformou em um cenário de paralisia decisória, a despeito da retórica e práticas centralizadoras por parte do presidente Bolsonaro. O cenário político segue marcado por bastante instabilidade por conta de decisões que envolvem o funcionamento das instituições, bem como agendas construídas sem devida atenção aos requisitos da legitimidade. A recente celeuma política em torno da questão ambiental é apenas mais um alarme de incêndio em relação ao modus operandi bolsonarista.

Venezuela | Comenzaron las negociaciones entre maduro y la oposición

Economía

En julio, los precios crecieron a un ritmo mayor que el mes pasado, registrando una inflación (estimada por Ecoanalítica) de 33,4%. Sin embargo, en términos interanuales, este registro representó una nueva desaceleración de precios. Según el índice de actividad económica generado por la Asamblea Nacional, la economía venezolana se contrajo 39,9% en el primer trimestre del año y 63,4% desde que Nicolás Maduro asumió el poder (2013-2015).

Por otro lado, el gobierno de Estados Unidos aplicó nuevas medidas contra el régimen de Maduro. Los bienes e intereses propiedad del Gobierno venezolano están bloqueados y no pueden ser transferidos, pagados, exportados o manejados. Las transacciones por autoridades venezolanas con activos bloqueados también están prohibidas. No obstante, el comunicado aclara que estas medidas no aplican para transacciones relacionadas al suministro de alimentos, ropa o medicamentos dirigidas a aliviar la crisis que enfrenta el país.

Política

En este mes, se dio inicio a las negociaciones entre el régimen de Maduro y la oposición venezolana en Barbados, en compañía de representantes de países aliados de ambos bandos. No obstante, luego de las nuevas sanciones por parte de Estados Unidos, Maduro amenazó con una “contraofensiva”, retirándose de las negociaciones.

Las medidas por parte de Donald Trump no se mantienen sólo en el ámbito económico. Luego de la muerte del Capitán de la Armada, Rafael Acosta, por parte de los servicios oficiales de contrainteligencia, Estados Unidos sancionó cuatro altos funcionarios de esta agencia, junto a otras 10 personas naturales y 13 grupos relacionados a una red de corrupción con compra de alimentos. Al respecto, la Comisión Interamericana de Justicia (CIJ) presentó un informe que describe la situación del Estado de Derecho en Venezuela, e indica que la Asamblea Nacional Constituyente debe ser disuelta y los poderes de la Asamblea Nacional deben ser restituidos.