La economía de los senderos que se bifurcan

El primer mes del año trajo novedades alentadoras en el plano financiero: motivado por un escenario internacional más calmo y un panorama local que se estabiliza, el riesgo país argentino bajó 140 puntos básicos en el mes, cerrando enero en la zona de 675 puntos y retornando así a los niveles de octubre pasado. Esto ayudó a consolidar la calma en el mercado cambiario, variable clave para profundizar el descenso de la inflación (continuó bajando pero no perforó el 2% mensual).

Lamentablemente, la tendencia descendente de la suba de precios no se extendería más allá del verano. En primer lugar, porque en febrero impactarán los ajustes en las tarifas de Servicios Públicos (electricidad, gas y transporte) que presionarán sobre la inflación y revertirán el proceso descendente que había encarado la misma desde el cuarto trimestre de 2018.

La búsqueda por alcanzar la ambiciosa meta de equilibrio fiscal primario pautada con el FMI agudiza los recortes de subsidios, por lo que las tarifas se vienen actualizando muy por encima del Nivel General de precios. Así, el gasto en servicios públicos gana peso dentro del presupuesto de los hogares provocando que las subas salariales negociadas en paritarias no se trasladen de manera masiva al consumo. Como resultado, pese a ser un año electoral, la demanda interna no repuntará.

La evolución anémica de esta variable debilitará el apoyo al gobierno de Cambiemos –y, lo que es más importante, sus chances de reelección-, desatando turbulencias en el frente cambiario. Si bien el Tesoro Nacional ya anunció que desde abril volcará al mercado los USD 10.000 M que le girará el FMI por haber alcanzado el objetivo fiscal del año pasado y que en ese entonces también comenzará la salida de la cosecha gruesa, la falta de certezas acerca del resultado Presidencial y sus eventuales escenarios divergentes generarán una mayor dolarización de carteras -y también de ahorros minoristas-, que depreciarán al Peso.

Resultado del segundo acuerdo con el FMI, el Banco Central no puede intervenir en el mercado cambiario de manera directa mientras que la divisa permanezca dentro de la Zona de No Intervención (ZNI). Dado que las bandas son excesivamente amplias (30% de brecha), y que se actualizan de forma simétrica, cuanto más cerca del piso ingrese la divisa al “período electoral”, mayores serán las expectativas de depreciación y, en consecuencia, las presiones en este frente. Por lo tanto, que el dólar continúe pegado a la banda baja y que las intervenciones de la autoridad monetaria no logren “despertarlo” no es una buena noticia: no solo se sigue perdiendo parte de la competitividad precio ganada el año pasado sino que, además, aumentan las presiones potenciales.

En este marco, proyectamos que la divisa se acercará a la banda superior de la ZNI hacia mediados de año y que efectivamente la testeará tras el cierre de listas de candidaturas presidenciales a fines de junio (siempre que se mantenga el calendario electoral previsto). No obstante, pese a que entonces las presiones cambiarias serán significativas, el dólar no sobrepasaría el techo de la ZNI de manera permanente, fundamentalmente por dos motivos. Por un lado, porque la autoridad monetaria dio señales de que está siendo lo suficientemente averso a una nueva depreciación, de modo que no dudará en sostener tasas de interés elevadas. Por el otro, porque al poder de fuego del BCRA en el extremo superior de la banda (venta de USD 150 M diarios, casi 1% de la base monetaria) se le suman a partir de abril los mencionados dólares del Tesoro. Si bien ambas herramientas ayudarían a contener un avance de la divisa, lo harían a costa de profundizar el deterioro de la actividad. En este sentido, el gobierno reveló sus prioridades para 2019: estabilizar las variables nominales (dólar e inflación), incluso a costa potenciar el efecto negativo sobre la demanda interna.

Hasta ahí las certezas, pues la incertidumbre del proceso electoral reducirá la visibilidad del escenario económico. Al igual que en el cuento de Borges, estaremos frente a un “jardín de senderos que se bifurcan”. O el gobierno electo continúa con lo acordado con el FMI sosteniendo el plan de estabilización, o el próximo presidente electo buscará modificar (en mayor o menor medida) lo firmado por su predecesor. En el corto plazo, es probable que el dólar vuelva a la ZNI en el primer caso; mientras que se despegaría definitivamente del extremo superior de la ZNI en el segundo, abriendo paso a un 2020 con mayor nominalidad. La pregunta del millón es qué alternativa puede llevar a buen puerto la economía argentina en el mediano plazo.

¿El tercero en discordia o el tercero en concordia?

Nos acercamos al inicio del proceso electoral y el escenario político sigue mostrando grandes rasgos de incertidumbre que caminan por dos importantes canales: el económico y el político.

Desde el punto de vista económico, el momento en el cual la actividad se reactive y el nivel de recuperación que experimente, no son datos menores, dado que ello podría apuntalar o no la performance del Gobierno en el proceso electoral. En este sentido, la crisis sigue haciendo mella en los indicadores del Gobierno y en enero de este año nuevamente las principales variables revirtieron su tendencia alcista de noviembre y diciembre de 2018: el Diferencial de Imagen cae -2,1 p.p., el de Expectativa sobre el Futuro del País cae -3,2 p.p., y el de Expectativa sobre el Futuro Personal cae -6,0 p.p. A tal punto que en enero se registra la menor intención de voto oficialista de los últimos 6 meses (30,8).

No obstante, el daño que la crisis económica está produciendo en las posibilidades electorales del Gobierno, se ve acotado por la interpretación, en buena parte del electorado (42,2%), de que la exclusiva o principal responsable de la situación económica actual es quien hoy se muestra como la alternativa electoral opositora más competitiva: Cristina Fernández de Kirchner.

El riesgo de la constitución de un centro competitivo o de la desaparición del centro

De cara a las elecciones, el Gobierno se mantiene firme en su estrategia: esperar la recuperación económica y trabajar para que CFK sea la candidata a vencer. En esta línea es que se decidió unificar la elección bonaerense con la elección nacional. Esto, por un lado, obligará a María Eugenia Vidal a tener una mejor performance en la búsqueda de su reelección y, por el otro, le garantiza a Macri mejores resultados por tenerla a Vidal compitiendo en la Provincia.

Al mismo tiempo, dicha decisión tiene un impacto significativo en la construcción de una oferta de centro. Con un escenario polarizado entre Macri y CFK en la provincia, mayor es la dificultad de ese espacio para hacer pie en el distrito más grande del país, lo que condiciona su competitividad nacional.

La forma que adopte una tercera oferta electoral es de vital importancia para el Gobierno: no debería ser lo suficientemente competitiva para romper la dinámica polarizante, ni debería languidecer de tal manera que genere incentivos para que estos dirigentes confluyan en alguna unidad con la oposición liderada por CFK. Y sobre ese riesgo camina el Gobierno.

El riesgo de un centro competitivo: la serie de reuniones que tuvo Roberto Lavagna durante enero alimentaron la posibilidad de su candidatura. Ello preocupó al Gobierno, porque Lavagna puede potenciar la constitución de una oferta de centro que haga peligrar el escenario polarizado.

El riesgo de un centro débil tentado de la unidad: la falta de competitividad de los candidatos del Peronismo Alternativo (Massa, Urtubey) podría tentarlos con la unidad. Un ejemplo es la oferta que el kirchnerismo le hizo a Massa para ir juntos en la Provincia de Buenos Aires.

En conclusión, sobre dichos dos riesgos caminará el Gobierno buscando el escenario polarizado que desea, pero con el voto opositor dividido. Un desafío quirúrgico que requerirá, además, una economía en recuperación.

Crecer mediante innovaciones es un desafío

Las marcas que más cayeron en volumen en el mercado local fueron las que registraron, en promedio, la mayor cantidad de lanzamientos -un 50% adicional- frente a las que tuvieron las mejores evoluciones en volumen, según se desprende de un análisis sobre innovaciones realizado por Kantar Worldpanel en el marco del lanzamiento de la segunda edición del reporte global “Innovar para crecer”. “Esto obliga a los fabricantes a repensar cada lanzamiento y planificar estratégicamente cada oportunidad”, afirmó Renata Segovia, Solutions Manager de la consultora.

Del total de lanzamientos realizados en Argentina, únicamente el 17% superó el punto de penetración en sus primeros seis meses en el mercado -es decir, fueron elegidos por 130 mil hogares-.  De este grupo, el 60% corresponde a cambios en gramajes y/o formatos. “Los lanzamientos genuinos -los realmente innovadores- son pocos y la mayoría viene de la mano de una renovación o relanzamiento de la marca o categoría”, resalta Segovia.

Las marcas consideradas exitosas en sus lanzamientos alcanzaron un punto de penetración en sus primeros siete meses de vida. La velocidad promedio con la que debe incrementar la misma para ser un lanzamiento destacado es de 0,2 puntos de penetración mensual, que equivale a 26 mil hogares. “La innovación real es el gran desafío y, en este sentido, la comunicación así como el estar disponible en el punto de venta juegan un rol sumamente relevante en cualquier lanzamiento junto con el respaldo dado por la marca madre que lo impulse”, señala Segovia.

Aprendizajes del mercado internacional

Sólo el 1,7% de todos los lanzamientos realizados -en los mercados de consumo masivo de Brasil, México, China, España, Reino Unido y Vietnam- superó, en sus 12 primeros meses de vida, el punto de penetración o 500 mil hogares compradores. En términos absolutos, el análisis se refiere a 1825 lanzamientos de los 108 mil productos analizados. Al respecto, Segovia explica: “Crecer a través de las innovaciones, tanto en Argentina como en otras partes del mundo, no es un camino fácil, pero es posible”.

Las innovaciones, como estrategias de crecimiento:

Se identifican tres principios para que las innovaciones funcionen como palanca de crecimiento para las marcas en un contexto sumamente competitivo para el consumo masivo:

1) Las innovaciones generan mayores ventas: Normalmente las innovaciones poseen un diferencial, una característica que no existía en el mercado y que busca ser atractiva y conveniente para el consumidor. Esto les permite manejar una estrategia de precio por encima de la media de la marca o categoría que impacta directamente en las ventas.

2) Las innovaciones no funcionan como puerta de entrada a la categoría: Del total de lanzamientos analizados, menos del 2% atrajeron nuevos compradores a una tasa significativamente alta. En este sentido, captar clientela nueva no debería ser el principal objetivo de las innovaciones para las marcas en consumo masivo.

3) Las innovaciones realmente genuinas son las que más aportan al crecimiento de las marcas: Una propuesta disruptiva y nueva tiene más posibilidades que una renovación en el formato/gramaje, nueva línea/aroma/sabor, etc. A su vez, una renovación tiene más oportunidad de captar crecimiento que un relanzamiento.

Recomendaciones para conseguir el éxito de la mano de innovaciones:

Extienda su distribución a lo largo y a lo ancho: Normalmente las innovaciones vienen acompañadas de una fuerte inversión en medios con una campaña que comunica la novedad, pero si el consumidor no encuentra el producto en góndola, los esfuerzos habrán sido en vano. Manejar una buena distribución es clave.

No se enfoque en captar nuevos compradores de la categoría a través de su lanzamiento: Si el consumidor no consume la categoría, es muy poco probable que lo comience a hacer a través de una innovación de alguna marca competidora en dicha categoría. Si el objetivo es atraer nuevos compradores, lo más recomendable es hacerlo desde una marca ya establecida en el mercado.

No tenga miedo de ser “Premium”: Lanzar un nuevo producto con un posicionamiento de precio por encima de la media ofrece mejores chances de tener un impacto positivo a la categoría.

No pasa nada si no llegó primero: Ser el primero en lanzar o trabajar algún atributo no le asegura tener una ventaja. Por el contrario, la adopción oportuna de tendencias es más propicia al éxito.

Use puntos de referencia: Finalmente, manejar las expectativas teniendo benchmarks en mente es clave. “Esto implica: conocer la performance de lanzamientos exitosos propios y de la competencia dentro de la categoría” finaliza Segovia.

El arco sindical se caracteriza por su perfil opositor

Con el inicio del año electoral, cada sector gremial comienza a perfilar su posicionamiento de cara a la contienda presidencial, y sobresale el perfil opositor de todos ellos. Si bien hay sectores que han conservado una postura de diálogo y negociación con el gobierno de Macri, los perjuicios que el sector trabajador ha recibido del proceso económico de correcciones que encaró Cambiemos, los empuja a confrontar en materia electoral.

Aquí una síntesis del posicionamiento político-electoral de cada uno:

Los Gordos

Los denominados “Gordos”, por ser un gremio con muchos afiliados, han tenido en las últimas décadas quizá la postura más pragmática del sindicalismo y menos partidizada. Sus intereses gremiales los llevan a tener una relación de diálogo y negociación con el Gobierno de turno, y ello los vuelve más neutrales en sus posicionamientos políticos. En esta ocasión hay cierta incomodidad con el Gobierno de Macri y muchos no ocultan intenciones políticas opositoras. La nota la dio Héctor Daer, que luego de formar parte del Bloque de Sergio Massa, se incorporó a la Mesa de Acción Política del PJ, que incluye a dirigentes kirchneristas y no excluye a Cristina Kirchner de un armado opositor. Es quizá la excepción, para dirigentes que serán cautelosos a la hora de definir posicionamientos electorales.

Los Independientes

Denominados independientes por no tener un origen peronista como la mayoría de los gremios, pero que sin embargo tienen un peso específico en la CGT, también han venido teniendo diálogo y vocación de negociación con el Gobierno de Macri. Sin embargo, sus principales miembros participaron de un almuerzo con el ex ministro Roberto Lavagna y no ocultaron su intención de apoyar al dirigente peronista si decidiera lanzarse a la candidatura presidencial. Podrían confluir este jueves en el tradicional almuerzo en que celebra Luis Barrionuevo en Mar del Plata, en el que pedirán por la candidatura de Lavagna. Pero todo ello sin renegar del Gobierno con quien han prevalecido más los acuerdos que los conflictos.

La CGT Azul y Blanca (Barrionuevo)

Agrupamiento conducido por el gastronómico Luis Barrionuevo, ha sido uno de los sectores gremiales que apoyaron la candidatura de Mauricio Macri en 2015, pero que hoy no ocultan sus disidencias. De hecho, Barrionuevo se ha transformado en el principal promotor de la candidatura de Roberto Lavagna, y ello buscará transmitir en el tradicional almuerzo que todos los años organiza en Mar del Plata. Pero su principal ladero, Carlos Acuña, uno de los dos dirigentes que conducen la CGT,  ha manifestado en las últimas horas que por ahora el candidato de la CGT sigue siendo Sergio Massa. No hay que olvidar que Acuña fue diputado provincial bonaerense de Sergio Massa. Una postura que podría virar si Lavagna decide formalizar su candidatura.

Los Sindicatos del Transporte (ex moyanistas)

Los gremios del Transporte, que se independizaron de la conducción de Hugo Moyano cuando este decidió romper con la CGT y se nuclean en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, también están entusiasmados con la candidatura de Roberto Lavagna y así lo han dejado trascender. Fernández, Schmid y Maturano participaron del almuerzo con el ex ministro en diciembre pasado, y apoyarían su candidatura si se oficializara. Se trata de un sector gremial clave porque es el que puede garantizar la eficacia a la hora de realizar medidas de fuerza. Igualmente, el diálogo y la negociación con el Gobierno nunca se perdieron y no se espera una postura muy combativa durante el proceso electoral.

El Frente Sindical para el Modelo Nacional

Se han transformado en un claro sector opositor al Gobierno y han motorizado acciones gremiales combativas (marchas y paros) para manifestar su firme postura por sacar a Mauricio Macri de la Rosada. Formaron un Frente Sindical que incluye a los Movimientos Piqueteros, y el propio Hugo Moyano flexibilizó posturas y se acercó a las CTA, agrupamientos sindicales históricamente distanciados del sindicalismo de la CGT y del sindicalismo peronista. Moyano, Sergio Palazzo (que conduce la Corriente Federal) y Ricardo Pignanelli (SMATA), no han ocultado su deseo de que la ex presidenta Cristina Kirchner sea candidata, y representan el pilar sindical de su eventual candidatura.

Las CTA´s

Predominantemente integrado por gremios estatales, han sido los agrupamientos sindicales opositores al Gobierno de Mari desde el minuto cero y su postura ha provocado incrementos significativos de la conflictividad sindical estatal. Estaban separados durante el kirchnerismo, pero su oposición a Macri los unió nuevamente, aunque todavía no se produjo la reunificación orgánica de la CTA. Han pasado a integrar el Frente Sindical para el Modelo Nacional y promueven abiertamente la posibilidad de que Cristina Kirchner sea la candidata de un frente de unidad opositora para enfrentar a Macri. Siempre predispuestos para participar de toda movilización o acción combativa contra el Gobierno de Macri, nunca han tenido ninguna vocación negociadora con este Gobierno.

Los movimientos sociales

Se trata de un actor que ha venido ganando terreno en el mundo sindical. Entre los principales movimientos sociales se ha logrado mayor unidad y han venido articulando de manera conjunta su negociación con la administración Macri y las acciones de protesta contra su Gobierno. Pero no hay uniformidad a la hora de los posicionamientos políticos. Hay dirigentes sociales como Juan Grabois que no ocultan su deseo que CFK sea la candidata de una gran frente de unidad, pero la mayoría de los dirigentes sociales preferirían que CFK de un paso al costado para buscar una candidatura de unidad. Por último, la CCC de Juan Carlos Alderete es la organización quizá más alejada de Cristina Kirchner y que preferiría una candidatura no kirchnerista.

En conclusión, será todo un desafío para el Gobierno sortear el escollo electoral sin demasiado apoyo sindical (apenas un sector liderado por el titular de UATRE, Ramón Ayala). Además, en caso de ganar, deberá encarar las reformas pendientes en materia laboral, con un frente sindical posicionado en posturas opositoras.   

Lenta desaceleración de la inflación en 2019

La economía argentina convive hace más de una década con inflación elevada y persistente. Según el IPC GBA Ecolatina la inflación en los últimos 10 años promedió casi 30% anual y, salvo en 2009, nunca perforó el 20%. Producto de la elevada inercia, el aumento del nivel general de precios se ubica en una velocidad crucero cercana al 2% mensual, con aceleraciones o desaceleraciones según la evolución de los costos empresarios, entre los que se destacan el salario, el tipo de cambio, y las tarifas de servicios públicos.

El gobierno anterior utilizó al dólar y las tarifas como anclas nominales para moderar la suba de precios en los años electorales. El resultado? Inflación elevada y atraso cambiario y tarifario, los cuales condujeron a abultados déficits gemelos (externo y fiscal). En la búsqueda de recuperar el equilibrio macroeconómico, el actual gobierno levantó esas anclas al mismo tiempo que planteaba ambiciosas metas de inflación. La unificación del mercado cambiario y la corrida de 2018, los continuos y significativos aumentos en las tarifas de servicios públicos (energía y transporte) y negociaciones paritarias que no fueron consistentes con las metas de inflación planteadas por el gobierno, explicaron el importante desacople entre objetivos y realidad. En este marco, el deseo de la administración Macri de culminar su primer mandato con una inflación cercana al 5% no se cumplirá.

Las perspectivas para el año que comienza no son auspiciosas. Creemos que la inflación superará claramente el 23% estipulado en la Ley de Presupuesto 2019. Incluso si el tipo de cambio se desliza en forma controlada (hecho que dependerá de la magnitud de la dolarización pre-electoral), esperamos que la suba de precios sea más cercana al 35% que al 28,7% que estima el consenso del mercado (REM del BCRA). Esta lenta desinflación responde a la falta de un ancla nominal.

Producto del salto cambiario (que impacta sensiblemente en los costos de producción de los servicios públicos) y la necesidad de reducir subsidios para alcanzar la ambiciosa meta fiscal de equilibrio primario, el Ejecutivo ha anunciado subas de tarifas de servicios públicos que, en promedio, superan el 40%. Estas tienen un significativo impacto directo e indirecto (a través del alza de los costos de las empresas) sobre el IPC. De hecho, ambos efectos sumarán 5 puntos de inflación en 2019, elevando las expectativas de inflación de los agentes económicos.

Asimismo, los aumentos nominales de salarios (costo laboral) superarán los del año pasado: la paritaria de 2019 puede cerrar en torno a la meta oficial (20-25%), pero en los primeros meses de este año se aplican muchas cláusulas de revisión por la fuerte caída del salario real ocurrida el año pasado. De esta manera, las remuneraciones del sector privado registrado (proyectamos un incremento del 37% en 2019) liderarán el alza de los costos laborales, que treparían en torno al 35%.

La evolución del tipo de cambio tal vez sea la mayor incógnita de 2019. Sabemos que difícilmente se aleje de forma sostenida de la Zona de No Intervención (ZNI), pero lo ancho de la misma (30%) cubre con un manto de incertidumbre el valor final que alcance el dólar. El ajuste trimestral del piso y techo de la ZNI seguiría las expectativas de inflación del mercado, lo que implica en la práctica que las bandas se ajusten levemente por debajo del alza de los precios (las expectativas de inflación del mercado tienden a subestimar la magnitud del problema). Siendo, optimistas el tipo de cambio fluctuará entre el piso y el centro de la banda, lo que implica una suba cercana al 30% en 2019.

En síntesis, con costos laborales creciendo al 35%, un tipo de cambio marcando un deslizamiento de 30% y tarifas trepando en promedio más de 40%, la inflación no se alejará significativamente del 35% en 2019. Esta lenta desinflación es producto de un escenario macroeconómico más estable en relación al año pasado, pero ni siquiera será suficiente para alcanzar la inflación promedio de la última década.

Podrá el lector pensar que con un regla estricta de emisión monetaria (incremento prácticamente nulo en el primer semestre y del 1% mensual en la segunda mitad del año) esta vez será diferente. Sin embargo, durante esta administración quedó demostrado que una política monetaria dura es insuficiente para bajar la inflación: se necesita un plan integral que ataque la inercia del proceso, para lo cual será crucial coordinar las diferentes aristas de la política económica (ingresos, fiscal, monetaria y cambiaria) de forma tal de blindar la estrategia anti-inflacionaria.

-Esta nota fue publicada enel portal infobae el 18 de enero de 2019-

No sé lo que quiero, pero lo quiero ya

El escenario sigue polarizado entre Macri y CFK

Al evaluar escenarios de cara a las Primarias, sobre la base de potenciales candidaturas, también allí observábamos -al igual que cuando medimos intención de voto por espacio político- que domina la polarización, con Mauricio Macri (29,1%) y Cristina Kirchner (27,6%) como los candidatos más competitivos.

Hay indicios de que la polarización podría romperse

Al preguntar por lo que la gente desea que suceda en las elecciones (“deseo de triunfo”), por primera vez la respuesta mayoritaria (33%) es el triunfo de una “alternativa” a Cambiemos y el Kirchnerismo. Claro que ello no significa que lo que hoy hay como alternativa seduzca a esos votantes.

El problema del tercer polo: sin candidato dominante

Como alternativa a Cambiemos y al Kirchnerismo, entre los potenciales candidatos, Lavagna (13,1%) muestra la mayor potencialidad electoral, y si se suma la intención de voto de Massa y Urtubey, el espacio podría superar el 20% de intención de voto, pero le sigue faltando un candidato dominante.

Se interrumpe la incipiente recuperación de la imagen del Gobierno

En el primer registro del año electoral, la valoración de desempeño del Gobierno revierte la incipiente tendencia de recuperación que se había observado a finales de 2018 y se registra caída en la imagen positiva (-1,7%) y leve incremento de la imagen negativa (0,4%).

Las expectativas vuelven a caer luego de dos meses de recuperación

En materia de expectativas sobre el futuro del país y el futuro personal, en enero se registra un freno en la tendencia de recuperación observada en los últimos meses de 2018. Los aumentos de tarifas anunciados a fin de año podrían ser el factor explicativo de este freno.

En la Patagonia las distancias impactan el consumo

La región Patagonia -que abarca las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz-, es responsable del 6% del consumo masivo del país, según se desprende de un análisis de hábitos de consumo realizado por Kantar Worldpanel.

Además, los hogares del sur del país se caracterizan por dejar el ticket más alto: un 18% por encima del total Argentina y por efectuar menos visitas a los canales de abastecimiento: realizan 85 viajes al punto de venta al año -cada 4,3 días-, valor 17% inferior a la media del país que es de 103 viajes al año -uno cada 3,6 días-, pero en “cada acto de compra desembolsan casi un 20% más que el promedio de la población nivelando el consumo”, resalta el informe.

El mayor desembolso no se transfiere en su totalidad a compras de mayor tamaño sino también a precios más caros. De esta forma, los hogares de esta región realizan compras un siete por ciento más grandes en tamaño, pero también un diez por ciento mayores en precio que la media del país.

En las categorías de pañales descartables y cervezas es donde el desembolso es sustancialmente mayor en el sur, en el primer caso se explica principalmente desde compras de mayor volumen, mientras que en el segundo también se suma un mayor precio medio pagado por litro.

Las promociones hacen la diferencia

El acceso a las promociones es una característica propia del comprador patagónico y llegan a representar el 22% del gasto anual de un hogar, superando al 17% de relevancia que tienen las promociones a nivel país. Así, junto con AMBA, son las regiones donde se destaca el peso de las promociones para el total de la canasta.

Las categorías donde las promociones tienen mayor relevancia en esta zona son: aperitivos, pañales, vinos, yogur entero y jugos listos.

La importancia del canal moderno

La diferencia más notoria sobre el consumo en la Patagonia radica en la relevancia del canal moderno (hipermercados y supermercados) que capta poco más del 70% del gasto de los hogares. “Este comportamiento es único en Argentina y a nivel Latinoamericano solamente se asemeja al mix de canales que vemos en el vecino país de Chile”, explica Luis Alfredo Rodriguez, Shopper & Analytics Manager de Kantar Worldpanel y agrega: “Consideramos que esto se debe al poco desarrollo del autoservicio que permitió a las cadenas regionales ganar terreno”.

Hacia un escenario de “Gobierno Dividido”

Según los pronósticos electorales, si se diera una re-elección de Cambiemos a nivel nacional, muy probablemente seguiríamos teniendo en 2020 un escenario de “Gobierno Dividido”, con un Ejecutivo que no tendría control de ninguna de las dos Cámaras.

La principal característica legislativa de este ciclo político ha sido la condición de minoría que ha tenido que afrontar el Ejecutivo en el Congreso. Este escenario de Gobierno Dividido ha provocado uno de los peores años en materia de productividad legislativa desde 1983. La elección presidencial de este año podría modificar esta dinámica legislativa, pero si nos guiamos por los sondeos electorales, este ciclo de Gobierno en minoría podría no llegar a su fin si se produce la re-elección de Cambiemos en el Ejecutivo.

En una instancia donde la probabilidad de re-elección de Cambiemos sigue siendo medianamente probable, y haciendo una simulación de cómo le podría ir al oficialismo en materia de renovación legislativa, ni siquiera en un escenario optimista (donde tomamos como parámetro los resultados de 2017), se acercaría a tener control de la Cámara de Diputados. En una proyección más realista, teniendo en cuenta ciertos antecedentes y lo que arrojan algunos sondeos, podríamos proyectar que el oficialismo alcanzaría apenas a conservar la cantidad de bancas que hoy ostenta en la Cámara baja.

Por el lado del Senado, la configuración legislativa se ve de mejor manera para el oficialismo, al no poner mucho en juego (apenas renueva 7 de 24 Senadores), pero tampoco allí se proyecta que Cambiemos pueda tomar el control del cuerpo. Ni en el escenario optimista ni en uno más realista el oficialismo lograría los 37 Senadores para tener el quórum propio.

De esta manera, si se diera una reelección de Cambiemos a nivel nacional (hoy un escenario probable), seguramente seguiría habiendo un Gobierno Dividido, con un Poder Ejecutivo que no tendría control de ninguna de las dos Cámaras, sino que solamente podría aspirar a seguir siendo Primera Minoría en ambos cuerpos, como sucede en este final de primer mandato.

Baja la imagen negativa del Gobierno de la mano de la calma cambiaria

Por primera vez en 12 meses, el Gobierno logra de manera combinada subir la imagen positiva y bajar la negativa

De la mano de la tranquilidad financiera (cambiaria) de las últimas semanas y de la exitosa cumbre del G20, por primera vez en 12 meses, el Gobierno de Mauricio Macri logra de manera simultánea una mejora en la imagen positiva (+0,6%), que alcanza el 28,4%, y una caída en la imagen negativa (-3,4%), que deposita la desaprobación del desempeño del Gobierno en el 51%. De esta manera, el diferencial negativo de Imagen de Gobierno desciende 4 p.p. quedando en -22,6%.

En diciembre preocupa menos la inflación que en noviembre, pero crece la preocupación por el desempleo

Ayudada por la desaceleración de la inflación de las últimas semanas, cae nuevamente la preocupación por la inflación, luego de meses donde había superado la barrera del 40% (entre julio y octubre). A pesar de esta caída, sigue siendo la principal preocupación ciudadana, con el 33,3% de menciones. El dato de diciembre es un rebote importante de la preocupación por el desempleo, la cual se ubica este mes en un 22,4%, +3,8 p.p. respecto al mes anterior.

Leve mejora en la percepción sobre la situación actual del país comparada a 2017

Si bien los indicadores mejoran un poco con respecto a nuestro último registro de octubre, la percepción sobre la situación actual comparada con la del año pasado continúa siendo muy negativa a criterio de la sociedad, ya que el 68,9% afirma que la situación económica del país es peor que la situación que atravesábamos un año atrás.

Fuerte caída del pesimismo respecto del futuro del país y personal

En materia de expectativas, el dato destacado de diciembre es una fuerte caída del porcentaje de gente que ve con pesimismo el futuro del país (-4,9%), que caen al 44,9% de los encuestados. Al mismo tiempo, en diciembre también se registra una fuerte caída del pesimismo respecto del futuro de la situación personal (-6,8%).

Sigue casi sin alterarse la polarización Cambiemos – Kirchnerismo

Mientras el oficialismo sigue mostrando de manera consistente un nivel de apoyo electoral cercano al tercio de los votos (33,1%), dentro de la multiplicidad de la oferta opositora, se sigue observando un dominio claro del Kirchnerismo como espacio político opositor respecto del resto de las fuerzas políticas, con el 31,8% de intención de voto. En segundo lugar, aparece el Peronismo no kirchnerista, que registra un 11,2% de intención de voto.

La confrontación con CFK sigue siendo la más favorable para Macri

A la hora de evaluar distintos escenarios de balotaje entre Mauricio Macri y diversos candidatos opositores, se puede observar con claridad que el escenario de confrontación de Macri con CFK es el más favorable para la reelección del Presidente. Porque si bien es el escenario donde su rival obtiene el mayor porcentaje de intención de voto (44,1%), Macri se llevaría la mayor cantidad de los indecisos, lo que permite que, al proyectar esas respuestas, el actual presidente registre la mayor ventaja con su rival (+5,8%).