Las exportaciones acumuladas a Brasil ya superaron a las de 2019

En agosto, el intercambio de bienes con Brasil superó los USD 2.100 millones, convirtiéndose en el mayor en 3 años. La variación del flujo de comercio fue de 57% i.a. con respecto a igual mes del año pasado, marcando una racha de 8 meses consecutivos al alza, y acumula un aumento de 49% i.a. en lo que va del 2021. A su vez, dicha recuperación más que compensa la caída causada por la pandemia, ya que la compraventa de bienes desde y hacia nuestro principal socio comercial supera en 7% a la de igual período de 2019.

El aumento en el comercio se dio tanto por el lado de las importaciones como de las exportaciones, que crecieron ambas a ritmos similares. Las importaciones provenientes del principal socio del MERCOSUR treparon 55% i.a. en agosto (acumulando un alza de 53% en el año), mientras que las exportaciones se incrementaron en 60% i.a. en el mes (avanzando 46% en lo que va del 2021).

El saldo comercial, en tanto, arrojó un saldo negativo de USD 116 millones, creciendo 20% en relación a igual mes de 2020. En lo que va del año, la balanza comercial con el país vecino mostró un déficit de USD 676 millones, frente a USD 211 millones en igual lapso del año pasado.

Tanto las exportaciones como las importaciones superaron a las de 2019. Considerando que el comercio global se vio golpeado por la pandemia en 2020, es más adecuado comparar el intercambio bilateral con el de 2019, año que no se vio afectado por ella. En este sentido, tanto las compras como las ventas ya superan sus valores de entonces. Al comparar con agosto de dicho año, las exportaciones fueron 21% superiores y las importaciones 29% mayores. En una visión de mayor alcance, en el acumulado anual las compras se ubicaron 14% por encima de los primeros 8 meses de 2019, mientras que las ventas por primera vez superaron esta referencia.

El crecimiento del intercambio comercial es el reflejo de la recuperación de ambas economías. Sin embargo, también implica para nuestro país un mayor uso neto de divisas, dado que la balanza comercial con Brasil es tradicionalmente deficitaria, más aún considerando que el crecimiento proyectado es mayor para Argentina (+7,0% anual) que para Brasil (+5,2%).

En adelante, esperamos que el flujo comercial continúe creciendo. Los datos de actividad doméstica serán buenos en los próximos meses, y la industria brasileña liderará la mejoría en el país vecino (se espera que crezca cerca de 6% anual). Sin embargo, las expectativas de una suba del tipo de cambio con posterioridad a las elecciones podrían causar que se adelanten algunas compras y se posterguen algunas ventas, profundizando el sesgo deficitario del intercambio. De cualquier manera, este rojo será más que compensado con saldos positivos con otros destinos, y contaremos con un superávit comercial a nivel agregado en 2021.

Ahora 12 vs Consumo Masivo

Con la renovación del programa Ahora 12 y la no menor incorporación de su versión extendida, en 24 o hasta 30 cuotas fijas, podríamos esperar que el consumo privado se vea dinamizado en el corto plazo. Sin embargo, un análisis más detallado puede proveernos de algunos matices relevantes a tener en cuenta. El atractivo central del programa radica en la financiación para la compra de bienes durables a tasas considerablemente más bajas que la inflación esperada, pero dado lo apretado del bolsillo de los hogares, esto puede tener un impacto sobre las ventas de consumo masivo. Analizar las pautas de consumo de los distintos niveles socioeconómicos nos pueden ayudar a entender por qué.

En el extremo superior de la pirámide se encuentran las familias ABC1 o de mayores recursos y nivel educativo, que representan en torno al 5% de los hogares (10% del gasto total). Estos hogares cuentan con cierto margen de ahorro y es probable que el mayor consumo de bienes durables, de existir, no desplace el consumo de bienes de consumo masivo.

Un caso que arroja similares conclusiones es el de D2E. Estos hogares se ubican en la parte más baja de la pirámide y representan alrededor del 16% del total. Dados sus reducidos ingresos, estas familias vuelcan más del 37% de su gasto total al mercado de consumo masivo y explican el 15% del gasto total en dicho mercado. Sin embargo, estos hogares se ubican en una posición por demás compleja ya que se encuentran por debajo de la línea de pobreza o indigencia. Además, sus trabajos mayoritariamente informales, su bajo nivel educativo, su analfabetismo financiero y la ausencia de acceso al crédito formal dan cuenta de un grupo que muy difícilmente se vea beneficiado por la renovación y ampliación de Ahora 12. De esta forma, al igual que ABC1, D2E tampoco modificaría significativamente el desempeño del sector de consumo masivo ante estas mayores opciones de financiación.

El grupo D1 (el NSE inmediatamente por encima de D2E) es el más amplio de todos y agrupa a más del 30% de los hogares, representando también el 30% de la masa de gasto en consumo masivo. A pesar de ello, la mayoría de los hogares de este grupo se ubican también por debajo de la línea de pobreza. De esta forma, si bien es probable que dentro de este segmento haya hogares no pobres con acceso al crédito formal y una mínima posibilidad de planeamiento futuro, lo cierto es que su relevancia para este análisis resulta acotada.

Resta entonces hacer foco en la zona central de la pirámide, es decir, C2 y C3. Se trata en su mayoría de hogares con un nivel educativo medio o alto, trabajo medianamente calificado y cobertura de salud, lo que les da la posibilidad de acceder al crédito formal y ejercer cierto planeamiento sobre su futuro alimentado por el deseo de crecimiento y progreso. De esta forma, si existe un grupo que podría verse beneficiado por la ampliación de Ahora 12 al mismo tiempo que desplace parte de su consumo masivo, es ciertamente este.

Los hogares C2 y C3 explican el 50% del total del mercado de bienes de consumo masivo como así también de los bienes susceptibles de ser adquiridos a través del programa Ahora 12. Si tenemos en cuenta las mayores facilidades de estos NSE para el acceso al crédito, se desprende que estos se constituyen como el público objetivo de Ahora 12. Es decir, los hogares que pueden acceder a la compra de bienes durables explican un porcentaje muy alto del mercado de bienes de consumo masivo, lo cual plantea un interrogante: ¿el programa Ahora 12 puede desplazar las ventas de consumo masivo?

Para responder este interrogante, al menos parcialmente, trabajamos sobre un caso práctico: ¿qué porcentaje de su ingreso deberá dedicar un hogar para pagar la cuota de un bien durable? Tomemos por ejemplo el caso de un televisor 4K de 50 pulgadas de línea media. Suponiendo un pago en doce cuotas fijas sin interés, vemos que el esfuerzo inicial es del 2,9% y 4,2% de los ingresos mensuales del hogar corregidos por subdeclaración de ingresos, es decir, un gasto similar al que estos realizan en bebidas no alcohólicas y cuidado personal en conjunto. Por supuesto, con el tiempo y de acuerdo a nuestras proyecciones de ingresos que surgen del indicador de Ingreso Disponible Ecolatina (IDE), este esfuerzo se diluye significativamente hacia la última cuota.

Podríamos pensar también en la adquisición de una notebook de gama media con procesador i5 y 8GB de memoria RAM, también en doce cuotas pero, en este caso, supongamos el interés máximo permitido por el programa del 25% (TNA). De esta forma, la cuota inicial representa el 7,1% y 10,4% de los ingresos mensuales de hogares C2 y C3 y también va disminuyendo por tratarse de un esquema de cuotas fijas. En esta oportunidad, el esfuerzo inicial es cerca de tres cuartas partes del gasto que realizan hogares de estos NSEs en alimentos.

Por supuesto, no es esperable que haya un desplazamiento 1 a 1 entre consumo de durables y consumo masivo ya que existen otras alternativas como el desahorro o la reducción de otro tipo de gastos (por ejemplo, recreación, cultura, suscripciones, etc.) aunque sí es probable que el desplazamiento tampoco sea nulo. La historia reciente muestra que los montos que canaliza Ahora 12 son extremadamente variables, aunque con un claro patrón: en épocas de bajo costo de financiamiento, rápidas escaladas del tipo de cambio o incertidumbre en cuanto a la evolución futura de precios, el consumo se vuelca a durables en detrimento del mercado de consumo masivo.

Incluso, dentro del rubro de consumo masivo es esperable que los artículos más elásticos o aquellos que no se tratan de bienes de primera necesidad sufran más que proporcionalmente de este fenómeno, por lo que serían los más afectados ante este relanzamiento y ampliación del programa. De existir, es factible encontrar el efecto que las ventas del programa tienen sobre el consumo de ciertas familias de productos y, para esto, trabajamos sobre modelos econométricos que descomponen el efecto de cada variable sobre las ventas totales.

Monitor de Escenarios Económicos

Acceda a nuestro Monitor de Escenarios Económicos para conocer las proyecciones por escenarios para 2021 y 2022 de PBI, Consumo Privado, Inflación, Tipo de Cambio Oficial y Brecha Cambiaria.

A su vez, debido a la relevancia de la situación sanitaria, encontrará un tablero de seguimiento de la vacunación contra el COVID-19 , donde se analiza dicha evolución a nivel nacional e internacional.

Haga clic en “VER INFORME” para acceder al reporte que publicamos quincenalmente. El mismo también lo podrá encontrar en Actividad-Informes Corporate.

En Agosto, el rollover quedó por debajo de 100%

El viernes, el Ministerio de Economía realizó la tercera y última licitación de deuda de agosto. En esta colocación, ofreció 5 Letras: 3 a tasa fija (con vencimientos en noviembre, diciembre y enero), una a tasa variable (por 3 meses) y otra ajustable por inflación (a 180 días). El resultado de la misma no fue favorable: a pesar de haber realizado una segunda vuelta para los Aspirantes a Creadores de Mercado, de haber acortado los plazos de vencimiento y de haber elevado marginalmente las tasas de algunos títulos, el Tesoro no logró renovar todos los pagos del mes. Así, por primera vez desde junio del año pasado el porcentaje de rollover no alcanzó el 100%, finalizando el mes en 98%.

Este traspié no alteró significativamente el financiamiento acumulado en el año: considerando todos los vencimientos en pesos programados para los primeros 8 meses de 2021, el endeudamiento en el mercado doméstico representó el 125% del capital e intereses. Sin embargo, sí impactó en la composición de las fuentes financieras, ya que la proporción entre deuda de mercado y emisión se ubica actualmente en 35%-65%, significativamente peor que el 62%-38% en que había concluido el primer semestre.

El segmento de dólares fue más auspicioso en las últimas semanas, ya que se recibieron los Derechos Especiales de Giro transferidos por el FMI, dándole aire a las Reservas Internacionales Netas. Este activo del Banco Central pasó así de la zona de los USD 7.600 M a la de USD 11.600. Así, alcanzó máximos desde abril del año pasado. De cualquier manera, estos recursos se insumirían casi por completo en los pagos restantes al Fondo en este año (habrá uno a fines de septiembre, y otros dos en noviembre y diciembre).

Colombia | Se pronostica un crecimiento de la economía del 7,5% para 2021

Economía:

Los recientes desarrollos de la economía colombiana hacen necesaria una actualización importante en los pronósticos esperados para 2021. Se actualiza el pronóstico de crecimiento económico a 7.5% para 2021 y 3.5% para 2022. Esto se explica por un efecto de rebote, una tasa de cambio mayor que hace que los precios en pesos colombianos del petróleo y del café estén en niveles muy altos y una reactivación del consumo interno jalonado por los avances en el proceso de vacunación. Por su parte, la pronunciada devaluación vivida en los últimos meses incidirá en una inflación mayor, la cual posiblemente cierre 2021 cerca del 4.2% interanual, cifra mayor al rango superior de la meta del Banco Central del 4%. De igual manera, se espera que el ciclo expansivo termine a finales de 2021 y se suba la tasa de interés de política monetaria por lo menos en 25 puntos básicos para hacer frente a la inflación. En cuanto al mercado laboral, preocupa que la tasa de desempleo se haya estabilizado cerca del 14% lo que es un nivel socialmente indeseable y hace necesario tener medidas de choque y reformas al mercado laboral.

Política:

La reforma tributaria 2.0 presentada por el nuevo ministro de Hacienda no generó un rechazo tan fuerte como la primera. Las marchas convocadas para el 20 de julio no tuvieron el mismo impacto que las vistas en el 28 de abril de este año. Por lo anterior, existe una alta probabilidad de que esta segunda reforma tributaria sea aprobada con ciertas modificaciones que tenga lugar en su curso por el Senado de la República.

En cuanto al desarrollo de la pandemia, se ha finalizado el tercer pico lo cual se debe en parte a un avance en el programa de vacunación, así como a las dinámicas propias del contagio. Sin embargo, la variante delta está presionando una aceleración en el proceso de vacunación y es una fuente de
incertidumbre en términos económicos. Ahora bien, es poco probable que se den nuevas cuarentenas por cuenta de esta nueva variante, dado que no existe el capital político para llevarlas a cabo

El estancamiento estructural del comercio exterior: mirando más allá del superávit

El letargo de las exportaciones y su problema para el crecimiento

Argentina tuvo, en 2020, la menor apertura económica de la región. Aunque esta es una característica estructural de nuestra economía (por caso, todos los años desde 1960 tuvimos un flujo comercial menor que el promedio de Latinoamérica y que los países de ingreso medio-alto), se profundizó a lo largo de los últimos años. Uno de los principales motivos fue el declive de nuestras exportaciones en la última década: las ventas al exterior de 2011 fueron 27% superiores a las de 2019 (y 51% mayores a las del 2020 de pandemia).

A pesar de que este dato no se ve alentador, gran parte de la caída podría atribuirse a la disminución del precio internacional de la soja: tras alcanzar máximos en 2012, la cotización de este producto descendió fuertemente, arrastrando consigo a los precios de sus derivados. Así, la caída de las ventas medidas en dólares podría tener más que ver con una baja de los términos de intercambio que con un descenso de los volúmenes enviados al exterior. Rompiendo con esta tendencia a la baja, en los primeros siete meses de este año se observaron las mayores exportaciones desde 2013. Mejor aún, tuvimos el julio más alto de toda la serie, sólo superado en 2012. Considerando la importancia que tiene la evolución de las exportaciones para la disponibilidad de divisas en nuestro país, vale la pena preguntarnos ¿esta suba es producto de una mejora genuina en los volúmenes vendidos? ¿o se corresponde con un mero rebote de los precios? ¿estamos revirtiendo la debacle de las exportaciones, responsable importante del estancamiento de nuestra economía?

Desde fines de los años ochenta, nuestras ventas externas mostraron un sendero sostenido de crecimiento. Aunque éste tuvo algunas interrupciones (una entre fines del ’99 y comienzos del 2000 y otra más importante con la crisis internacional de 2008-09), la tendencia fue definitivamente al alza. De este modo, los volúmenes vendidos al exterior eran, a principios de 2012, más del quíntuple de los de fines de los ‘80. Ese momento marcó un máximo en la cantidad de productos enviados al resto del mundo, al igual que en la facturación (que, como vimos, alcanzó su pico en 2011). Desde entonces, no solo los precios ponderados de nuestras ventas cayeron entre 15% y 25%, según el lapso que se tome, sino que las cantidades se estancaron, contribuyendo también al deterioro general de las exportaciones.

La falta de divisas que generó esta situación marcó a la economía local los siguientes años. No poder generar los recursos para aumentar el nivel de actividad (lo que requiere importaciones) nos llevó a convivir con una importante inestabilidad cambiaria, emparchada en algunos lapsos con controles de cambios y en otros con endeudamiento externo.

La dinámica de las ventas no fue homogénea entre rubros. Todos los tipos de bienes comenzaron a crecer a fines de la década del ’80, pero el fin del período de crecimiento fue distinto para cada uno de ellos. En primer lugar, hay dos componentes que estuvieron desacompasados de la evolución general de las ventas: combustibles y energía y productos primarios, que representan conjuntamente alrededor de un tercio de nuestras ventas al exterior. Los primeros alcanzaron su pico a principios de 2002, para después caer sostenidamente hasta 2016, alcanzando volúmenes semejantes a los de 1990. Esta evolución tiene su correlato en una mayor actividad industrial y un consumo doméstico pujante, que no fue acompañado por un salto en la oferta de energía. En simultáneo, el congelamiento de tarifas motivaba subas de la demanda, revirtiendo la balanza comercial energética desde 2011. Luego, producto de los saltos tarifarios y una menor utilización, estas ventas volvieron a crecer hasta casi duplicarse en 2020. De forma contraria, la expansión de los productos primarios nunca cesó: éstos crecieron sostenidamente hasta el comienzo de la pandemia, de la mano de una producción de cereales y oleaginosas que no se detuvo en 2012. Así, llegaron a quintuplicar las exportaciones del comienzo de la serie.

Por otro lado, podemos analizar una performance distinta de los bienes manufacturados (tanto de origen agropecuario -MOA- como industrial -MOI-) que, representando dos tercios del total exportado, fueron los que marcaron el ritmo del total de las ventas. Las MOA, en donde se destacan los productos de la molinería, aceites, otros derivados de cultivos, productos de la ganadería y alimentos y bebidas, alcanzaron máximos a comienzos de 2008. Desde entonces, el conflicto de los productores agrícolas con el gobierno, los controles y prohibiciones a la exportación de carne y la crisis externa impactaron en estas ventas (junto con la caída de precios que llegaría desde 2013).

Por parte de las MOI, en donde resaltan los vehículos, productos químicos y plásticos, maquinaria y metales, su momento cúlmine fue 2011. Después, la pérdida de competitividad cambiaria derivada de la apreciación del peso complicó su evolución. A esto debe sumarse un leve descenso de su precio internacional y, sobre todo, la larga recesión en la que ingresó Brasil en 2014. En este marco, y a pesar de haber repuntado desde 2016, todavía no alcanzaron los máximos de una década atrás.

¿Qué pasó, entretanto, con las importaciones?

La dificultad para aumentar los volúmenes enviados al exterior y la mencionada reducción de precios de nuestras ventas afectaron el flujo de ingreso de divisas al país. Esto no fue inocuo para la actividad económica. La falta de divisas afectó, en cada salto cambiario, al poder adquisitivo y la demanda doméstica, impactando en el nivel de producción. Además, fue el disparador de los controles a las importaciones, que buscaron frenar la sangría de reservas.

De esta manera, las compras al resto del mundo (que están íntimamente relacionadas con la demanda interna) se vieron doblemente afectadas, y su avance también se frenó desde el 2012. Dejando de lado la importación de combustibles, cuya dinámica está más vinculada a factores del mercado energético que a variables macroeconómicas, la evolución del resto de usos económicos fue similar. Al estancamiento que comenzó entre 2011 y 2013 le siguió una importante recuperación en 2017 (cuando el tipo de cambio real se encontraba en valores bajos y no existían restricciones a las compras externas) y un derrumbe con la crisis cambiaria de 2018. Este avance fue algo más marcado en bienes de consumo y vehículos livianos, que pasaron de representar 18% del total en 2012-15 a 23% en 2017, pero también fue importante en bienes intermedios y de capital. Este proceso terminó cuando la incapacidad de generar dólares genuinos le puso un techo, una vez más, a las compras externas y al nivel de actividad.

Hoy en día, el repunte en algunos sectores y la tracción de la industria brasileña están ayudando a las cantidades exportadas. Así, el volumen de las ventas fue un 6% mayor en los primeros siete meses del año al de 2020 (y 2% inferior al de 2019). Sin embargo, los principales motores del saldo comercial favorable actual son los términos de intercambio y una actividad en niveles todavía bajos. De acuerdo con los cálculos de INDEC, casi el 60% del superávit acumulado del 2021 se debió a una mejoría de los precios respecto al mismo lapso del 2020. En el primer semestre del año, los términos del intercambio se ubicaron apenas 4% por debajo de su mejor dato histórico (el último trimestre del 2012). Por otra parte, con la mejora de la actividad (que fue palpable en junio y julio, a pesar de que sólo hay datos del primero de estos meses) las importaciones crecieron 72% i.a. en el bimestre y 28% respecto a igual lapso de 2019.

Esto implica que el saldo comercial favorable (que fue de USD 12.500 millones en 2020 y sería de un monto similar en 2021) podría empezar a erosionarse con la continuidad de la recuperación económica. Peor aún, si los commodities se abarataran (por ejemplo, producto de una suba de tasas de la FED que mejore el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense), el flujo de divisas se contraería más rápidamente. Esto nos lleva a la conclusión de que la clave para evitar la restricción externa está en las cantidades exportadas. Las reservas internacionales netas no abundan, pero sí los pagos de deuda en moneda dura: generar dólares genuinos es la única salida no contractiva.

Monitor Cambiario Semanal – 27/8/21

El oficial continúa caminando al 1% mensual

Al cierre de la semana, el dólar oficial mayorista avanzó 25 centavos y se ofreció a ARS97,57. De este modo, el oficial sigue corriendo muy por detrás de la inflación. Aunque ésta continúa a la baja y podría perforar el 3% mensual en agosto, otra vez estará muy por encima del ritmo de depreciación mensual como puede apreciarse en el primer gráfico de la segunda carilla del informe disponible en Appvisor. Desde marzo, el Banco Central comenzó a anclar el tipo de cambio para reducir una inflación que en el primer trimestre superaba el 60% anualizado (4% mensual promedio). Como consecuencia, en estos seis meses el dólar oficial subió 6% en términos nominales, cuando la suba de precios casi lo triplicó (+17%).

El atraso no se traduce completamente en una apreciación real

Sin embargo, el tipo de cambio real multilateral no se apreció en la misma magnitud: pierde un 6,8% de competitividad desde marzo (-1,9% en agosto y -9,6% contra una inflación que superaría el 32% desde que comenzó el año). El repunte de la inflación internacional ayuda a que el atraso cambiario no se traduzca en una apreciación real de igual magnitud.

A su vez, desde mayo el índice DXY (dollar index, proxy del dólar estadounidense) se apreció en promedio un 2,7%. Esto se dio como consecuencia de un mercado que proyecta un tapering (disminución en el ritmo de compras de activos de la FED) y el comienzo de una gradual contracción monetaria en EEUU más pronto de lo esperado (a pesar de que hoy Jerome Powell, el presidente de la FED, insistió en que no se apresurarían con el tapering, postergándolo probablemente para el cuarto trimestre a diferencia del view del mercado). Independientemente de ello, ante la expectativa de un alza de las tasas de interés en el corto plazo, se fortaleció el dólar frente al resto de las monedas en estos meses. Esto también colabora en el plano cambiario-real para la Argentina.

Aun así, a pesar de que factores exógenos evitan que se produzca una apreciación real de la magnitud del atraso del tipo de cambio oficial, el ritmo de apreciación actual del tipo de cambio para años de elecciones es el segundo más fuerte desde la salida de la Convertibilidad, solo superado por 2015 cuando en los primeros 8 meses del año habíamos perdido un 15% de competitividad (-10% actualmente). A pesar de esto, todavía hay margen: el tipo de cambio real dista de estar en niveles de fuerte apreciación como los de 2015 y 2016-17.

El frente externo sigue ayudando: llegaron los DEGs

¿Cómo sostiene el Banco Central el atraso cambiario actual? Al cepo y la excepcional liquidación del agro que ayudaron durante todo el año esta semana se sumó un comodín a la mano que del Central: Argentina recibió más de USD 4.300 M en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEGs) por la asignación (la más grande de la historia) que dispuso el FMI para que los países puedan fortalecer reservas y afrontar las exigencias económicas de estos tiempos pandémicos.

Así, las Reservas Netas pasaron de los USD 7.500 M a más de USD 11.700 M esta semana. Si bien es una excelente noticia que finalmente se hayan recibido los fondos, el punto clave pasa por el acuerdo con el propio organismo multilateral: solo en septiembre y diciembre hay vencimientos de capital por casi USD 3.800 M, cerca del 90% de los fondos frescos recientemente recibidos. A la vez, en marzo del 2022 vencen USD 3.200 M más los USD 1.700 adicionales del Club de París que, de pagarse en cash, llevarían el poder de fuego del Banco Central a niveles excesivamente bajos.

El Central siguió comprando dólares en la semana, preocupa la brecha

A la buena noticia respecto a la llegada de los DEGs se suma el hecho de que el Banco Central continúa con una performance en el mercado de cambios en agosto mucho mejor de lo esperada. Si bien fuentes extraoficiales afirman que habría vendido USD 150M en los últimos días, hasta el 23 de agosto (último dato oficial disponible) acumula compras por USD 346M (+USD 168M en la semana). Considerando la estacionalidad del tercer trimestre, este número gana todavía más relevancia.

La preocupación no pasa por la oferta de divisas que estacionalmente comienza a reducirse en comparación con el primer semestre, sino por la brecha. La Com A 7340 que mencionamos en el último monitor logró afectar las operaciones de CCL y el rulo que había surgido, pero no pudo contener a los dólares financieros. El CCL regulado (AL30 PPT) siguió subiendo la última semana (+0,35%) y se ofrece a ARS169,9. Similarmente, el MEP regulado avanza un 0,39% y se ofrece a ARS170. Por último, el blue, que había repuntado con la comunicación del central y virtual desaparición del contado con liqui segmento PPT en los días inmediatamente posteriores, osciló esta semana entre los ARS181,5 y ARS182 y no exhibe grandes cambios respecto del viernes anterior. Así, las brechas financieras tradicionales se mantienen en el orden del 74%, mientras que la del blue es la más alta del mercado: 86%.

Chile | El crecimiento podría superar el 9% este año

Economía:

Los últimos datos conocidos para la actividad tienden a confirmar el escenario entregado por el Banco Central para el presente año, lo que significa un crecimiento que podría superar el 9 por ciento. Con ello, más que se recupera la fuerte caída de 5,8% registrada el año pasado, dejando a Chile entre las economías de mayor velocidad de recuperación. Sin embargo, el crecimiento está muy asociado al consumo, favoreciendo de paso principalmente al sector comercio y servicios asociados, todo gracias al importante incremento que se observa en el ingreso disponible de los hogares. Esto último, por su parte, responde al efecto transitorio de los retiros de fondos de pensiones y a las importantes transferencias de ingreso desde el Estado. Con todo, ambas fuentes de ingresos son transitorias, lo que permite estimar que el impacto positivo sobre el consumo también lo será. Los ingresos autónomos provenientes del mercado laboral están muy rezagados, de la mano de una lenta recuperación de la inversión y el empleo. La inflación registra un repunte, como consecuencia del mencionado fuerte crecimiento del consumo y de restricciones y encarecimiento de la oferta, principalmente en el caso de los bienes importados. Con todo, podemos esperar un avance más rápido en el camino de normalización de la política monetaria hacia niveles más neutrales para la tasa de interés que maneja el Banco Central.

Política:

El resultado de las primarias presidenciales fue sorpresivo y mostró una suerte de despolarización en el escenario político, En la centro-derecha ganó, por amplio margen, el candidato más de centro, mientras en la izquierda, también por amplio margen, sucedió lo mismo. Falta aún definir el candidato de la centro-izquierda, a partir de las primarias a celebrarse en los próximos días. Con todo, el escenario sigue siendo muy líquido, y no hay claridad sobre su desenlace en la primera vuelta de noviembre. Por su parte la convención constitucional lleva ya más de un mes de funcionamiento, bastante accidentado al comienzo, pero todo indica que podrá comenzar relativamente pronto, una vez acordado su reglamente interno, a debatir sobre el contenido de la eventual futura carta fundamental. El escenario político incierto, asociado a las elecciones presidenciales y parlamentarias próximas y, sobre todo, a la redacción de una nueva constitución, sigue teniendo un impacto negativo sobre la inversión. Lo mismo se refleja en el tipo de cambio, que se mantiene en un alto nivel como consecuencia de mayor percepción de riesgo y salida neta de capitales.

Brasil | Perspectiva de recuperación

Economia:

A economia brasileira continua em trajetória de recuperação, embora haja diferença de ritmo entre seus principais setores. De um lado, o setor industrial começa a sentir os efeitos de um quadro inflacionário nos insumos bastante complicado. Por outro lado, o setor de serviços segue respondendo de forma gradual, condicionado pelo avanço da vacinação e pela consequente flexibilização das medidas de isolamento social. De todo modo, a perspectiva é de recuperação mais acentuada no segundo semestre. O ciclo econômico esperado ainda não é suficiente para melhorar o quadro do mercado de trabalho e, por consequência para o rendimento médio do trabalho, que
deverá encerrar o ano no terreno negativo. Esse ciclo econômico é ainda muito afetado pela instabilidade nos fundamentos macroeconômicos. Os sinais mais recentes do Banco Central foram bastante conservadores, inclusive, com aumento de ritmo do aperto monetário. Assim, a tendência é
de um patamar de juros mais alto para acomodar as pressões inflacionárias.

Política:

O efeito do quadro político doméstico na precificação dos ativos econômicos brasileiro se reduziu com a interpretação de que a emenda do teto de gastos estaria protegida em 2022. A ideia era de que a inflação elevada geraria uma folga nas despesas obrigatórias, permitindo acomodação dos interesses políticos e ano eleitoral. Assim, os ativos brasileiros passaram por um processo de valorização, naturalmente condicionada aos eventos no âmbito externo. A avaliação política, por sua vez, chamou atenção para fragilidade das bases desse cenário mais suave, considerado por parte do mercado. A atual conjuntura política confirma a interpretação mais conservadora. O desenho da
proposta orçamentário para o ano eleitoral mostra que a pressão política pode, no limite, gerar novas flexibilizações no âmbito da emenda do teto, confirmando um quadro de fraqueza política do governo quando o objetivo é a redução de gastos. Nesse sentido, a tendência é no curto prazo é de desvalorização dos ativos brasileiros por conta da nova onda de risco fiscal.

Monitor Cambiario Semanal

El dólar oficial se ofreció al viernes a ARS 97,32, avanzando un 0,25% durante la semana pasada. De esta forma, siguió depreciándose a un ritmo menor al 1% mensual, muy por detrás de la inflación pasada (3% mensual en Julio) y futura. Al comienzo de la semana aumenta 10 centavos. Aunque la menor variación del tipo de cambio oficial comienza a desacelerar la suba de precios, no está exenta de costos: desde que comenzó el año, el tipo de cambio real multilateral cayó 9% . No obstante, el Banco Central todavía tiene margen en materia de competitividad cambiaria: este indicador está por encima de los procesos de fuerte atraso cambiario (15% superior al promedio 2014-15, 23% al promedio 2016-17).

Ya que en términos de competitividad precio el Central tiene margen de maniobra, la preocupación pasa por las brechas. En esta línea, la semana estuvo signada por las consecuencias operativas que trajo la “Com. A 7340”, que buscó (y logró) restringir la operatoria de contado con liquidación, tanto para reducir la intervención de la autoridad monetaria en este tipo de cambio como para revertir la aparición de un nuevo rulo.

Dicha comunicación prácticamente paralizó el mercado de contado con liqui tradicional en la última semana (el volumen promedio diario del bono AL30 – el más utilizado para esta operatoria – en la última semana fue tan solo un 6% del volumen promedio diario del mes anterior). El CCL tradicional que sin operatoria prácticamente había caído de los ARS 171 a ARS 165 una semana atrás recuperó el terreno perdido durante la última semana (a pesar del bajo volumen) y cerró en ARS 169,3, ubicándose todavía por detrás de los niveles previos al comunicado. Por su parte, impulsado por las tensiones financieras que produjo el cambio regulatorio, el blue llegó a ascender a los ARS 183 en la semana, aunque hacia el final redujo levemente su alza y cerró en ARS 181,5. Por último, el MEP intervenido (AL30 segmento PPT) muestra una evolución similar a la del tipo de cambio oficial, en línea con las intervenciones del Central en los tipos de cambio financieros.

De este modo, las brechas financieras (MEP y CCL) se mantienen en el orden del 74%, mientras que la del blue es la más alta del mercado (86,5%). La brecha promedio simple de estos tres tipos de cambio se ubica todavía 50 puntos por detrás del máximo de octubre del año pasado. Al inicio de la semana, todos los dólares alternativos muestran muy leves alzas, con el blue liderando las subas y ofreciéndose para la venta a $182.

El ritmo de compras de dólares del Banco Central en el mercado de cambios se redujo sustancialmente este mes respecto a los anteriores. En la última semana la autoridad monetaria muestra una posición compradora por USD 63M. En julio, la entidad compraba a un ritmo promedio diario un 110% superior al actual. Aun así, históricamente en agosto el Banco Central pierde divisas en el mercado de cambios. Mientras que en el 2012-15 (de cepo cambiario como el actual) el Banco Central perdió, en promedio, USD 460M en el mercado de cambios, en lo que va del mes tiene una posición compradora por casi USD 180M gracias a la muy buena liquidación del agro.

Por su parte, las Reservas Netas caen un 6% desde que comenzó el mes, principalmente por pagos de deuda (USD 345 M de intereses con el FMI en agosto) e intervención en los mercados cambiarios paralelos. Esta semana ingresarán los DEGs del FMI por poco más de USD 4.300 M, un alivio muy grande para el verdadero poder de fuego de la autoridad monetaria que se recupera un 50% desde diciembre 2020, aunque todavía se encuentra un 45% por detrás de los niveles de diciembre 2019.

Entendemos que parte de estos fondos se utilizarían para el primer vencimiento de capital con el FMI por USD 1.880 M en septiembre. A su vez, en diciembre hay compromisos también de capital con el Fondo por igual cuantía. De no haberse cerrado un acuerdo con el organismo para ese entonces, el monto recibido en concepto de Derechos Especiales de Giro también podría irse por esta vía. Si las negociaciones y los pagos al organismo se desarrollasen de esta manera, el Banco Central culminaría el 2021 con Reservas Netas en mínimos históricos, lo cual reduciría considerablemente su poder de fuego en el mercado de cambios.

El presente artículo acompaña al informe “Monitor Cambiario Semanal” que podrá visualizar haciendo click en “Ver Informe” desde Appvisor, la App de Ecolatina.