El Tesoro volvió a captar financiamiento de mercado y también volvió a requerir emisión

Ayer el Tesoro licitó deuda por primera vez en el mes de octubre, logrando captar alrededor de ARS 20.000 M de financiamiento neto. Esta colocación se realizó con cinco instrumentos: 3 Letras a tasa fija a corto plazo, una vinculada a la inflación con vencimiento en julio de 2022 y un Bono dólar-linked a 2023. Los casi ARS 100.000 M conseguidos serán utilizados para devolver adelantos transitorios al BCRA, que había transferido por el vencimiento del TO21 a fines de la semana pasada. Adicionalmente, se pagaron en la primera semana del mes intereses del AA22 y capital e intereses del PR15. Sin embargo, la liquidez tomada en la subasta fue de 126% de los vencimientos, por lo que el Tesoro se quedaría con un margen adicional con el que podrá cancelar gastos primarios y otros.

Del mismo modo en que obtuvo financiamiento neto del mercado, Hacienda también se quedó con una porción de los recursos girados por el Central. Así, mientras que el endeudamiento neto anual supera los ARS 430.000 M, la asistencia monetaria sería de ARS 1.110.000 M, sin considerar la baja del stock de Adelantos computada por la transferencia del FMI (DEGs). Con estos números, la composición del financiamiento sigue siendo de 70% de emisión y 30% de endeudamiento, incumpliendo por el momento con la pauta propuesta (60-40).

Por último, el Tesoro canjeó parcialmente la deuda a vencer en noviembre, adelantándose a una fecha potencialmente complicada. De este modo despejó casi la mitad del pago del T2V1 (y un quinto de las obligaciones totales del mes), ofreciendo a sus tenedores una canasta de T2V2 y TV23 (bonos vinculados al tipo de cambio oficial, igual que el que vencía).

Colombia | Recuperación luego del paro nacional

Economía:

Colombia se encuentra en niveles mínimos en términos de contagios y muertes por COVID-19. Lo anterior puede estar ligado a los logros positivos del proceso de vacunación. Esta situación se da mientras la economía se recupera del choque vivido en el segundo trimestre causado por el paro nacional. De hecho, ya se superó los niveles pre pandemia en la cantidad de visitantes a zonas de trabajo, según los datos de movilidad de Google. En anteriores entregas se esperaba una tasa de crecimiento de 7.5% en el 2021 y si bien el crecimiento del segundo trimestre (17.6% interanual) fue cercano a nuestro pronóstico (17.3% interanual), actualizamos al alza el pronóstico de crecimiento de este año a niveles cercanos al 8.2%, dado que la economía muestra señales de recuperación mayores. En cuanto a la inflación, se ajusta al alza el pronóstico de fin de año acercándose al 4.4% (interanual). Tanto un crecimiento económico más alto de lo esperado como una inflación superior a la meta podrían justificar alzas en las tasas de interés. Así, se espera que el Banco de la República aumente en 25 puntos básicos dicha tasa de referencia.

Política:

En lo que concierne a la carrera presidencial, actualmente se han postulado cerca de 20 candidatos a la presidencia. Se espera que algunos de ellos formen alianzas con el fin de sumar fuerzas en las elecciones que se llevarán a cabo en mayo del próximo año. Así, todavía existe incertidumbre sobre quienes estarán en el tarjetón. Lo que sí es claro es que Gustavo Petro, el candidato de la izquierda, continúa con la mayor intención de votación.

Por su parte, la elección del recién salido exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla como codirector del Banco de la República fue recibida de manera negativa por la academia y la sociedad. Cierto sector de la academia ve en su elección un riesgo para la independencia del Emisor. Para la sociedad, dicha elección es impopular pue su propuesta de reforma tributaria terminó en un estallido de protesta social sin precedentes. Ahora bien, a los mercados no les molestó dicha elección.

Finalmente, el escándalo de corrupción del proyecto Centros Digitales del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones llevó a la renuncia de la ministra Karen Abudinen. Dicho escándalo es un golpe importante al gobierno, quien cada vez se encuentra con menor respaldo de los diferentes partidos políticos.

Por una reducción de las retenciones, la recaudación se desaceleró en septiembre

En septiembre, la recaudación tributaria trepó 61% respecto al mismo mes del año pasado (+6% i.a. en términos reales). Este dato, aunque positivo, marca una desaceleración respecto al mes previo, cuando había alcanzado el 64% i.a. nominal y el 10% i.a. real. A pesar de eso, la recolección impositiva siguió siendo superior a la prepandemia, al ubicarse 11% por encima de la de septiembre de 2019 descontando el avance de los precios. Así, los recursos obtenidos en los primeros nueve meses del año acumulan un alza promedio de 67% i.a. (+13% i.a. en términos reales). Al comparar el poder adquisitivo de este monto con el de igual lapso de 2019, la mejoría es de 1%.

La desaceleración de los recursos se debió íntegramente a una reducción de las retenciones a las exportaciones. Este impuesto lideró el crecimiento de la recaudación a lo largo de todo el año. Este mes, sin embargo, mostró una suba de apenas 59% i.a., cuando hasta agosto la suba promedio era de 172% i.a. Si no consideráramos los derechos a las exportaciones, la recaudación habría crecido 6% i.a. en términos reales en septiembre, algo por encima de la misma medida para el mes pasado (5,6% i.a.).

Los tributos vinculados con la actividad económica continuaron avanzando a muy buen ritmo. El impuesto a los Créditos y Débitos saltó 19% i.a. real, el IVA trepó 17% i.a. deflactado y los tributos a los combustibles crecieron 14% i.a. descontando el avance de los precios. En tanto, el Impuesto a las Ganancias subió 12% i.a. real y los recursos de la seguridad social avanzaron 8% i.a. deflactado. Esto indica una marcada mejoría de la actividad doméstica. En un sentido contrario evolucionaron el Impuesto a los Bienes Personales (-48% i.a. real) y el Impuesto PAIS (-70% i.a. real).

Por primera vez en el año, los recursos de la Seguridad Social se ubicaron por encima de su nivel de 2019, lo que podría indicar una mejoría en el mercado laboral. Tras encadenar 3 años consecutivos en rojo, los ingresos por Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social habían comenzado a mostrar variaciones superiores a la inflación en abril. Sin embargo, esta suba era puramente estadística, ya que la base de comparación se encontraba muy afectada por la pandemia. En esta ocasión, los recursos obtenidos por esta vía no solo fueron mayores a los del año previo, sino que también superaron a los de igual mes del 2019.

Esperamos que la recaudación contribuya a disminuir el déficit fiscal este año. En los próximos meses los recursos tributarios volverían a ubicarse por encima de la inflación. De este modo, gracias al aumento de la recaudación, el registro sobre la línea de los DEGs del FMI y el cobro del aporte extraordinario a las grandes fortunas, los recursos totales del SPNF treparán 1,6 p.p. del Producto en 2021. Así, el déficit concluiría el año en la zona de 2,5%.

Monitor cambiario semanal – Liquidación agroindustrial récord

En 9 meses la agroindustria liquidó más que en todos los años previos

En septiembre, la agroindustria liquidó USD 2.441 millones, un monto un 36% superior al de septiembre del 2020. La liquidación acumulada del 2021 es 70% mayor a la liquidada en los primeros 9 meses del 2020. Específicamente, el agro ya acumula más de USD 25.670 M liquidados en el 2021, superando así a todas las liquidaciones anuales de las que se tienen datos.

La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) – entidades que nuclearon aproximadamente 1 de cada 2 dólares exportados por Argentina en el 2020 – informaron que los precios internacionales de los granos y de los subproductos industrializados (soja principalmente) más que compensaron la merma en la producción local (excepto por el maíz), el incremento del costo internacional de los fletes, la profunda y dilatada bajante del río Paraná (que causó pérdidas por USD 620 M de momento) y algunas medidas de fuerza imprevistas.

El agro sigue brindando oxígeno en el frente cambiario, aunque a un menor ritmo

Aunque el 2021 es y será récord total de liquidaciones por parte de la agroindustria, el ritmo de ingreso de divisas viene en baja: ya van dos meses consecutivos de caídas mensuales en el monto liquidado. Esto responde en gran medida a dos factores. Por un lado, se encuentra la propia estacionalidad de la cosecha. Como puede verse en el gráfico, ya hemos pasado los meses de mayor liquidación mensual en términos históricos. Específicamente, en septiembre la agroindustria liquidó a un ritmo promedio diario de USD 111 M, un 27,5% menor la liquidación promedio diaria del segundo trimestre (estacionalmente de mayor liquidación) y un 20% menor al de agosto.

Por otro lado, la merma reciente en los precios de nuestros principales commodities de exportación tampoco jugó a favor. En el mercado de Chicago, la soja osciló en la zona de los 560/600 dólares la tonelada entre abril y principios de junio de este año, mientras que en el último mes cotizó entre los 480 y 458 dólares actuales. Aun así, se mantiene en términos históricamente elevados.

Segundo trimestre 2021: menor oferta y mayor demanda

Si bien con un mes de retraso, la finalización de la cosecha gruesa comienza a tener su correlato en el Balance Cambiario: las prefinanciaciones de exportaciones de bienes en agosto cayeron un 40% respecto al promedio de los tres meses previos. Similarmente, los cobros de exportaciones de bienes fueron un 8% menores que el promedio de los tres meses anteriores.

En septiembre, según los datos oficiales disponibles, el Banco Central lleva vendidos casi USD 700 M para contener las presiones cambiarias, un monto de similar cuantía a la caída de la oferta de agrodivisas (cayeron en USD 608 M respecto a agosto). Incluso, según fuentes extraoficiales, hacia el final del mes habría seguido perdiendo divisas en el mercado de cambios, finalizando el noveno mes del año con ventas superiores a los USD 900 M, el mayor nivel de intervención desde octubre del 2020 en plena corrida cambiaria.

A su vez, las tensiones cambiarias no solo se reflejan en mercado oficial: los dólares paralelos continuaron al alza durante esta semana. El CCL y MEP intervenidos (AL30 PPT) se ubican en torno a los $175,5, casi un 78% por encima del oficial. A lo largo de septiembre avanzaron un 2,8%, la mayor suba mensual desde mayo, cuando repuntaban fuertemente luego de la calma cambiaria en el momento de mayor flujo de agrodivisas. Por su parte, el blue tocó los $187 en la semana y finalizó al viernes un peso por debajo, arrojando una brecha superior al 88% respecto del oficial. Las Reservas Netas caen un 20% en la semana producto del pago de capital al FMI por USD 1.880 M. De no acordar con el Fondo antes de diciembre, estimamos que este stock vital finalizaría el año en torno a niveles mínimos históricos.

El agro seguirá empujando en el 2022, aunque el tapering presenta riesgos de precios

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, se espera que las exportaciones del complejo agroindustrial superen los USD 36.000 M, en línea con las proyecciones de liquidación estimadas para el 2021. Así, este sector seguiría brindando una gran cantidad de oxígeno al tenso mercado cambiario.

Aunque estas estimaciones son alentadoras, también existen riesgos exógenos a las dinámicas de la economía local: el inminente comienzo del tapering por parte de la Reserva Federal aumentaría el rendimiento de los bonos del Tesoro, encarecería al dólar frente al resto de las monedas. En consecuencia, la apreciación del dólar volvería relativamente más caro para inversores no estadounidenses la inversión en commodities. Por este motivo, una política monetaria menos laxa por parte de la FED presenta un riesgo en el horizonte para los precios de las materias primas y de nuestros principales productos de exportación.

 

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Tapering: cada vez más cerca

La aceleración de la inflación en Brasil y Estados Unidos (dos de nuestros tres principales socios comerciales) jugó a favor a la hora de evitar un traslado vis-à-vis del atraso cambiario nominal al plano real multilateral.

En Brasil la inflación se ubica en un 9,6% interanual, el mayor nivel desde el 2016. Ante este repunte de los precios, el Banco Central de Brasil (BCB) decidió aumentar reiteradas veces su tasa de política monetaria (Selic) para contratacar el recalentamiento inflacionario, llevándola del 2% de comienzos de año al 6,5% actual.

¿Qué sucedió en Estados Unidos? La inflación interanual se ubica por encima del 5% hace ya tres meses. Incluso más preocupante aun, la inflación acumulada a agosto (último dato disponible) fue del 4,4%. En solo 8 de los últimos 73 años la inflación acumulada en los primeros 8 meses del año fue mayor. Debemos remontarnos a 1981 para encontrar una dinámica inflacionaria como la actual.

¿Respondió la Reserva Federal de forma similar al Banco Central de Brasil (y la gran mayoría de los bancos centrales del mundo) con un alza en sus tasas de interés para combatir la aceleración inflacionaria? No. La fed fund rate (la tasa overnight de referencia) se encuentra planchada en el rango de 0,09%-0,10% y promedia desde su última fuerte reducción (fines de marzo de 2020) un 0,8%. Esta abrupta baja de la FFR llevada a cabo por la FED (rondaba el 2,4% a mediados del 2019), que respondió primero a presiones políticas y luego profundizó su baja con la irrupción del COVID-19, dio lugar a un contexto de hiperliquidez global.

A su vez, dado que la tasa de política monetaria se ubica en la zero-lower-bound (lo que marca un límite nocional a su reducción), para estimular la demanda agregada con política monetaria, la FED recurrió a una gran emisión cuantitativa (una gran inyección de liquidez vía compra de activos en los mercados de repo, renta fija y variable). Como correlato, la hoja de balance de la FED saltó de los USD 4,2 trillons que presentaba en marzo a más de USD 8,4 trillons actuales, lo cual traccionó un bull market en los principales índices desde el crash de marzo 2020.

Sin embargo, al igual que en 2013 post crisis sub-prime cuando Ben Bernake – por entonces presidente de la FED – anunció la reducción en el ritmo de compras de activos, actualmente comienza a emerger el mismo fantasma: el tapering.

El tapering es el comienzo de una política menos expansiva por parte de la FED, que seguirá expandiendo su hoja de balance, pero a un menor ritmo. Esto puede tener como correlato un “taper tantrum”, es decir, pánicos financieros producto de la menor liquidez y perspectivas de mayor dureza monetaria y de correcciones bursátiles. Es por este motivo que la FED viene siendo muy prudente respecto a la comunicación del comienzo del tapering. Al respecto de este último, en septiembre se reunió nuevamente el FOMC de la Reserva Federal. Los participantes dejaron entrever una posición un poco más hawkish respecto a la fecha del inicio del tapering, las perspectivas económicas del 2021 y el comienzo de una suba de las tasas de interés.

Particularmente, aumentó la cantidad de participantes que creen que una suba de tasas será necesaria en 2022, cayó la proyección de PBI 2021 (de 7% a menos de un 6%) y volvieron a aumentar las de inflación (4% vs el 3,4% de la reunión anterior). Esta convalidación de las expectativas de inflación no modificó el view de la FED, que sigue considerándola como transitoria. Este punto es crucial dado que la Reserva Federal tienen un objetivo dual: mantener una inflación baja y estable, pero, a su vez, estimular el nivel de demanda/empleo, dos objetivos que no están exentos de colisionar. No obstante, el comunicado fue más duro que los anteriores y deja entrever un comienzo inminente del tapering que buscará lentamente sanear la hoja de balance y apaciguar las expectativas de inflación.

¿Cómo impactará a nivel internacional y a nivel local? Los mercados internacionales ya comienzan a reflejar en los precios una menor compra de activos por parte de la FED hacia fin de año: en consecuencia, en los últimos días del mes cayeron los precios de los treasuries, con el t-bill a 10 años regresando a la zona de 150 bps. Si bien la fecha exacta del comienzo del tapering es incierta, el adelantamiento del mercado que probablemente siga teniendo lugar en los próximos meses y el consecuente flight-to-quality que se generaría fortalecería al dólar frente al resto de las monedas.

En el plano local, una apreciación del dólar puede afectar negativamente las perspectivas de los precios de nuestros principales commodities de exportación de cara a la campaña del 2021-22. A su vez, con el tapering aumentarán la tasa de interés libre de riesgo, encareciendo el costo del crédito para Argentina. Si bien el país todavía tiene las puertas al financiamiento externo cerradas, en algún momento necesitará regresar a los mercados internacionales para finalizar la autarquía financiera actual. El tapering va a llegar, ¿nuevamente dejaremos pasar una época de hiperliquidez global?

Costa Rica | Cae el desempleo y se recupera la tasa de ocupación

Economía:

La última publicación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC),
correspondiente al trimestre móvil de mayo-junio-julio, muestra que la tasa de desempleo continúa cayendo y la tasa de ocupación mantiene su recuperación. Ambos indicadores alcanzaron su peor punto en el mismo trimestre móvil de 2020, cuando la tasa de desempleo llegó a 24,4% y la de
ocupación a 43,1%. Actualmente, el desempleo se sitúa en 17,4% y la tasa de ocupación en 49,4%.

Por su parte, el Índice de Confianza del Consumidor, en su actualización de agosto, muestra que los consumidores continúan pesimistas con respecto al futuro de la economía. Sin embargo, el índice aumentó 5 puntos porcentuales comparado con tres meses atrás, por lo que la confianza aumentó significativamente. Algunos factores que pueden haber incidido sobre esto son el avance satisfactorio con la vacunación contra el COVID-19 y la flexibilización de las medidas sanitarias a partir de septiembre.

Política:

En las primeras semanas de septiembre, Costa Rica recibió cerca de un millón de dosis de la vacuna contra el COVID-19, con lo que el país alcanza casi 6 millones de vacunas recibidas hasta el momento. Debido a ello, la disponibilidad del fármaco ya no es el principal reto en la campaña de
vacunación. En cambio, ahora las autoridades deben lograr convencer a las personas que ya recibieron su primera dosis de que asistan a completar su esquema de vacunación, así como a las cerca de 1,2 millones de personas que todavía no han recibido ni siquiera su primera inoculación.

Esto se da en un momento donde las nuevas variantes del virus ya afectan al país y las unidades de cuidados intensivos en los hospitales se encuentran en una situación delicada. Por ende, el principal desafío para el Gobierno es lograr estimular la demanda por la vacuna, y así evitar el desperdicio de dosis y el colapso del sistema de salud.

Los motivos de la derrota oficialista y el impacto de los cambios de gabinete

Luego de la derrota electoral en las PASO 2021, se vuelve interesante identificar, a la luz de la opinión pública, cuál fue el principal motivo o factor explicativo de esa derrota. En ese sentido, consultados sobre cuál era el principal factor explicativo de ese resultado electoral, el 53.2% de los encuestados consideró que fue la gestión de la economía la que mejor explica la derrota. Si sumamos al 13,4% que consideró que la gestión en todas sus dimensiones fue la que explicó el resultado electoral, podríamos afirmar que más de 2 de cada 3 votantes pone el foco en la gestión económica como principal responsable de la derrota electoral.

Parte de la interpretación que la opinión pública hace respecto de los motivos de la derrota permiten explicar la reacción del Gobierno luego de la derrota y el encadenamiento de anuncios económicos que hemos visto en estas últimas semanas. Pero también ha habido cambios en la composición del equipo de Gobierno, intentando no solo dar señales de autocrítica sino dar respuesta al resultado electoral. Indagando sobre las expectativas que estos cambios de gabinete pudieran generar en los votantes, más del 50% de los consultados consideran que la gestión de gobierno empeorará algo o mucho luego de estos cambios. Solo el 25,2% considera que los cambios mejorarán mucho o algo la gestión.

El optimismo sobre el impacto que pudieran generar estos cambios de gabinete en la gestión de gobierno es sostenido, casi en exclusividad, por los propios votantes del Frente de Todos. El 81% de ellos cree que los cambios mejorarán mucho o algo la gestión de gobierno, mientras que un 7% de los votantes del oficialismo cree que empeorarán. Este último grupo está integrado, en más del 90%, por votantes del oficialismo que dudan en volver a votar al Frente de Todos y por votantes que indican que en noviembre votarían a otra fuerza política.

 

*El presente artículo es un extracto del “Panorama Político” que elabora mensualmente Synopsis Consultores para clientes de Ecolatina suscriptos al Módulo Político.

Monitor de Escenarios Económicos

Acceda a nuestro Monitor de Escenarios Económicos para conocer las proyecciones por escenarios para 2021 y 2022 de PBI, Consumo Privado, Inflación, Tipo de Cambio Oficial y Brecha Cambiaria.

A su vez, debido a la relevancia de la situación sanitaria, encontrará un tablero de seguimiento de la vacunación contra el COVID-19 , donde se analiza dicha evolución a nivel nacional e internacional.

Haga clic en “VER INFORME” para acceder al reporte que publicamos quincenalmente. El mismo también lo podrá encontrar en Actividad-Informes Corporate.

Frente externo a salvo: ¿hasta cuándo?

Luego de una década con déficit en las transacciones comerciales con el exterior, en 2020 Argentina evidenció un saldo favorable en la cuenta corriente del balance de pagos. Así, el frente externo aportó una de las pocas buenas noticias en un año plagado de dificultades económicas y sociales. Sin embargo, la mejoría de la cuenta corriente estuvo ayudada por varios factores que no necesariamente se mantendrán en el tiempo. En la primera mitad de este año, tras la recuperación de los flujos internacionales de bienes y la paulatina normalización del intercambio de servicios, esta variable continuó en terreno positivo. Considerando que la disponibilidad de divisas es uno de los problemas más importantes y recurrentes de nuestro país, vale la pena preguntarnos ¿qué explicó este superávit? Y, más importante aún, ¿qué nos espera hacia adelante?

Un 2020 excepcional

La cuenta corriente incluye a todos los intercambios de bienes y servicios entre residentes en Argentina y el resto del mundo. También, contempla los pagos de utilidades, dividendos e intereses entre agentes domésticos y extranjeros. Por último, incluye a las transferencias corrientes sin contraprestación entre residentes y no residentes (como, por caso, las remesas). De esta manera, el resultado de la cuenta corriente (junto con el saldo de la cuenta de capital) equivale a las necesidades de financiamiento del país, cuando es negativo, o las acreencias obtenidas frente al sector externo, cuando es positivo.

Nuestra cuenta corriente pasó a ser negativa en el año 2010. En aquel entonces, el intercambio de bienes era superavitario, pero no alcanzaba para compensar las salidas netas por los pagos de intereses, el giro de dividendos y el déficit del turismo. Desde ese momento, el desbalance fue creciente, con la erosión del superávit del comercio de bienes, el creciente déficit turístico y el persistente signo negativo del ingreso primario (intereses y dividendos). En 2017 y 2018 las necesidades de financiamiento alcanzaron el 5% del PBI cada año, agotando el financiamiento de mercado disponible y generando una crisis cambiaria.

El salto del dólar ayudó a balancear nuevamente el comercio de bienes: un dólar más caro hace más competitivos a nuestros productos en el exterior, a la vez que encarece a las importaciones en relación a la producción doméstica. Además, la importante caída de la actividad impacta en la demanda de bienes finales, insumos y maquinaria del exterior, pero no afecta de igual modo a las exportaciones. Es así que desde el último cuarto de 2018 el saldo comercial volvió a terreno positivo, y desde el último trimestre de 2019 la magnitud de este superávit fue tal que revirtió la cuenta corriente. De esta manera, el 2020 concluyó con un resultado positivo de USD 3.300 M (0,9% del PBI).

Sin embargo, un tipo de cambio mayor no fue el único motivo por el cual el saldo de la cuenta corriente fue superavitario en 2020. A este factor hay que sumar el derrumbe del intercambio de servicios, especialmente del turismo internacional, que fue uno de los sectores más afectados por la pandemia: a nivel global, los traslados de viajeros se contrajeron en un 74% debido a las restricciones sanitarias. En nuestro país, tanto la entrada como la salida de turistas se derrumbaron 77% i.a. De esta forma, el déficit de esta cuenta en el balance de pagos se redujo a una cuarta parte, mostrando la mínima necesidad de divisas en una década. Si el saldo de turismo hubiera repetido el del año previo, se habrían requerido alrededor de USD 3.100 M adicionales.

Por otra parte, el proceso de reestructuración de la deuda implicó un alivio en el pago de intereses del Gobierno. Considerando únicamente la deuda externa (según criterio de residencia de la balanza de pagos), el ahorro del cuarto trimestre del 2020 fue de alrededor de USD 1.400 M. De este modo, sin mediar la mejoría debida a las restricciones a los viajes internacionales y el ahorro en los servicios de la deuda pública externa, el saldo de la cuenta corriente habría sido deficitario en alrededor de USD 1.300 M (0,3% del Producto, similar al de 2010 o 2012).

2021 también contó con ayuda externa

En la primera mitad de este año la cuenta corriente exhibió un superávit externo de USD 3.300 M (0,7% del PBI), mostrando un resultado favorable muy similar al de igual período del año previo en términos de divisas. Sin embargo, tres factores impulsaron este dato al alza.

En primer lugar, el turismo siguió prácticamente cerrado: la llegada de viajeros volvió a caer 89% i.a. en comparación con la primera mitad del 2020 y estuvo 95% por debajo de igual lapso de 2019. La salida, en tanto, se redujo 59% i.a. y es 85% menor a la del último año antes de la pandemia. Una vez más, si tomáramos de referencia al 2019, el turismo habría insumido USD 2.100 M más que lo efectivamente observado.

Por otra parte, el pago de intereses volvió a ser acotado, dado el nuevo perfil de la deuda surgido de la reestructuración. Esta alejó los pagos de capital en el tiempo y redujo la carga de intereses, dejándole menores vencimientos al Tesoro en el corto plazo. Estimamos que el ahorro resultante para el primer semestre de este año alcanzó alrededor de USD 2.200 M.

Por último, el salto de los precios de los commodities en lo que va del año configuró unos términos de intercambio muy positivos para nuestro país, apuntalando el balance del comercio de bienes. Si bien en términos absolutos el saldo de bienes fue algo menor en el primer semestre respecto de igual lapso del 2020 (-9%), el INDEC estima que en los primeros seis meses hubo una ganancia por efecto de los precios de USD 4.200 M. Es decir, de haberse mantenido los precios internacionales de la primera mitad del 2020, el saldo de bienes habría caído alrededor de 60% i.a.

De esta forma estimamos que, sin mediar el derrumbe del turismo internacional, el alivio en la carga de intereses por la reestructuración ni la mejora en los términos de intercambio, el resultado de la cuenta corriente del primer semestre habría mostrado un déficit de USD 5.200 M (1,1% del PBI).

¿Qué podemos esperar para lo que viene?

En la segunda parte de este año, todos los factores que vienen ayudando a la cuenta corriente seguirán presentes. Por el lado del pago de intereses, la deuda externa del Gobierno Nacional sólo devengaría USD 1.700 M (el ahorro por la reestructuración sería de otros USD 1.900 que no se pagarán). Por la cuenta de servicios, el turismo internacional sigue muy limitado y sólo se incrementaría hacia el cierre del año. Por último, en lo que hace a los bienes, los resultados del bimestre julio-agosto fueron muy positivos, con las exportaciones en máximos. Así, esperamos que la cuenta corriente cierre el año con un superávit de más de 1% del Producto.

Sin embargo, las preocupaciones vuelven a aparecer mirando los números para el año próximo. Allí, desaparecerían las limitaciones al turismo y un potencial comienzo del tapering de la FED (un giro hacia una política monetaria más contractiva en Estados Unidos) podría revertir la mejora de los términos de intercambio. Así, más temprano que tarde, de los tres factores que mejoraron la cuenta corriente este año sólo seguiría vigente la baja carga de intereses por reestructuración de la deuda (se proyectan USD 4.000 M en 2022, un monto muy similar al de este año).

Para peor, aunque la facturación es récord, las cantidades exportadas no crecen a igual ritmo (en el primer semestre se ubicaron 1,5% por debajo de 2019). En este sentido, y considerando que en los próximos años se incrementarán los pagos por la cuenta financiera (en principio a los bonistas, mientras que resta definir la conclusión de las negociaciones con el FMI), destaca la necesidad de aumentar las exportaciones y mantener una cuenta corriente positiva. Incrementar los volúmenes vendidos es la manera más sostenible de hacerlo y evitar un endeudamiento externo que incremente los riesgos de una nueva crisis de la balanza de pagos.

Chile | Con miras en las presidenciales de noviembre

Economía:

La atención se ha centrado en la decisión del Banco Central de subir la TPM en 75 pb el 31 de agosto pasado, algo que sorprendió al mercado que esperaba un alza de no más de 50 pb. La decisión fue explicada al día siguiente, durante la presentación del Informe de Política Monetaria (IPOM) que revisó, nuevamente, al alza las proyecciones de crecimiento del PIB en 2 puntos
porcentuales, quedando entre 10,5% y 11,5%, aunque se redujo en 50 pb y 75 pb, respectivamente las de 2022 y 2023, que quedaron en 1,5%-2,5% y 1,0%-2,0%. El tema central aquí es que, recuperada con creces la pérdida de actividad de 2020, el exceso de demanda existente, que se manifiesta en una expansión prevista de 18,1% de consumo privado, se topará con los límites de la capacidad instalada y la baja capacidad de crecimiento de tendencia. Esto llevó a revisar la proyección de inflación para este año, actualmente en 4,8%, a 5,7%, que sería la más alta desde 2014 y que justificaría el alza de la TPM para evitar el que las expectativas de inflación se alejen de la meta de 3% y que hará necesario importantes alzas adicionales en octubre y diciembre.

Política:

En este ámbito el ambiente también ha estado revuelto, aunque ya se ha definido el número de candidatos presidenciales para el 21 de noviembre, quedó en siete, y donde asoman con las mejores opciones de pasar a la segunda vuelta de diciembre Gabriel Boric, representante de la izquierda y Sebastián Sichel, de la centro derecha. Con todo aún queda un largo camino por recorrer y Yasna Provoste, de la centro izquierda, todavía podría alcanzar un cupo para diciembre, mientras se le ve muy poco espacio a alguno de los otros cuatro candidatos para seguir en carrera. La Convención Constituyente (CC), por otro lado, hizo noticia porque se descubrió que uno de sus vicepresidentes había inventado el cáncer que utilizó para criticar las políticas de salud y lograr simpatía para su elección. Aunque renunció a la vicepresidencia, sigue como miembro de la CC y no hay mecanismo que permita expulsarlo. Su presencia allí será un problema permanente, lo que ha
contribuido al deterioro de la imagen de la CC ante la población. En estos días se vota el proyecto de reglamento de la CC, tema que ha resultado muy complejo y que puede adelantar más problemas para su funcionamiento.