Monitor Cambiario Semanal – Octubre: un respiro (forzado) en el mercado oficial

Balance del mes

Mientras que en septiembre el Banco Central vendió USD 957 M para contener al dólar oficial y más de USD 400 M para disipar tensiones cambiarias en el frente financiero, en octubre – contra todo pronóstico – revirtió esta dinámica y acumuló divisas. Específicamente, la autoridad monetaria habría finalizado el mes con un saldo superior a los USD 200 M. Este es un fenómeno diametralmente opuesto al de años recientes de cepo cambiario: doce meses atrás perdía USD 1.090 M – en plena corrida cambiaria, por cierto – y durante los octubres del 2012-15 vendió en promedio USD 1.261 M. Las reservas netas resistieron y prácticamente se vieron inalteradas.

¿Qué factores explicaron esta dinámica?

En primer lugar, si bien el agro liquidó prácticamente el mismo monto que en septiembre, lo hizo a un ritmo diario mayor (+15% mensual). La exportación de trigo traccionó el flujo de agrodólares, gracias a una mejora en el precio FOB de referencia a diciembre (+15% en 3 meses) y por una mayor producción estimada para la campaña entrante. Según informó la Bolsa de Comercio de Rosario, solo en las primeras tres semanas del mes “se declararon ventas de trigo 2021/22 por más de 3,5 Mt y el acumulado asciende a 9,1 Mt, récord histórico para el momento del año”. El maíz también experimentó una dinámica similar a lo largo del mes, colaborando a la oferta de divisas en el mercado local.

En segundo lugar, las restricciones a los pagos anticipados de importaciones impuestas por el BCRA surtieron efecto. La salida de divisas por esta cuenta creció un 35% entre agosto y septiembre respecto al bimestre previo. Este fenómeno, sumado al diferencial percibido entre estos montos y aquellos que surgen del registro por despacho de bienes (sobrefacturación de importaciones por efecto brecha) dejaron en claro la preocupación de la autoridad, dado su escaso margen de maniobra. Aunque todavía no se conocen los datos del mercado de cambios de octubre, la recaudación tributaria por importaciones habría caído más de un 16%, donde muy probablemente las restricciones mencionadas explicaron esta dinámica. Al respecto, ante las quejas de diversas cámaras empresariales por las complicaciones en la provisión de insumos para la producción, a partir de hoy se flexibilizó la medida: los insumos importados para elaboración de bienes en el país podrán ser abonados FOB por hasta el monto equivalente al promedio del valor de las importaciones totales que se realizaron en los últimos doce meses.

En tercer y último lugar, hasta mediados de la tercera semana del mes, el Central acompañó este respiro en el mercado oficial con una menor intervención en las brechas financieras. Los factores mencionados sumados a la ausencia de vencimientos significativos de deuda en moneda extranjera le permitieron transitar el mes sin perder reservas netas. Paralelamente, la autoridad mantuvo su estrategia de anclaje cambiario: el tipo de cambio oficial avanzó nuevamente un 1% en el mes (muy por detrás de la inflación esperada para el período que superaría el 3%), ofreciéndose a ARS 99,72.

Trade-off y consecuencias

La contracara de la menor intervención fue el aumento en las cotizaciones de todos los dólares alternativos en los distintos mercados. El CCL y MEP regulados rozan los $180, mantienen una brecha del 80% respecto del oficial y avanzaron un 2,4% mensual. Similarmente, sus análogos libres (implícitos en acciones y ONs) superaron los $200 en el mes, sobrepasando el 100% de brecha cambiaria. Por su parte, el dólar blue rompió el máximo histórico nominal de $195 y cerró octubre en $197,50 (98% y 88% de brecha mayorista/minorista respectivamente) mostrando un incremento del 6,2% mensual. Ante estas presiones cambiarias, hacia la última semana el Banco Central nuevamente intervino para mantener al MEP y CCL regulados por debajo de los $180. El arbitraje minorista entre el MEP subsidiado y el blue permite parcialmente contener al paralelo.

Simultáneamente, se recalentaron fuertemente las expectativas de devaluación en el mercado de futuros. Un alza de las tasas implícitas de los futuros del dólar oficial no es inocuo ya que no solo impacta en expectativas, también lo hace en la economía real (y en el día a día de las finanzas corporativas). Aquellas empresas con insumos dolarizados, ya sea de manera directa como importadores o indirecta con proveedores locales que son a su vez importadores, y que siguen el costo de la cobertura cambiaria (para fijar un precio futuro del dólar y tener certidumbre respecto del costo de la divisa a la hora reponer mercadería) ven encarecido este costo, lo cual termina filtrándose directa o indirectamente a las listas de precios como tasa de interés implícita.

¿Cuáles son nuestras perspectivas de cara los próximos meses?

A pesar del buen mes en materia de divisas y el respiro para las reservas netas, la estrategia cambiaria actual presenta elevados riesgos a corto y mediano plazo. El tipo de cambio corre 22 puntos por detrás de la inflación desde que comenzó el año y el deterioro del tipo de cambio real va in crescendo (- 13,5% solo en el 2021). En ausencia de una expectativa de desaceleración inflacionaria en lo inmediato, una prolongación de la estrategia actual continuará erosionando la competitividad, pero más importante aún, aunque se quisiera hacerlo el poder de fuego para sostener dicha política es acotado: aunque las reservas netas aumentaron USD 2.500 M en el año, se encuentran en niveles históricamente bajos. En este sentido, el acuerdo con el FMI (y el impacto que tenga sobre las expectativas) definirá en buena medida la evolución de la macroeconomía en el año entrante, que incluirá un replanteo de la estrategia cambiaria que finalice (o por lo menos reduzca considerablemente) la magnitud del atraso y acumulación de desequilibrios corriente.

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Chile | Preocupante repunte en los niveles inflacionarios

Economía:

Las proyecciones de crecimiento para el presente año muestran una revisión al alza, acusando recibo del fuerte dinamismo que registra la demanda interna en los últimos meses. Lo anterior se sostiene, principalmente, en el fuerte crecimiento que registra el consumo privado financiado con transferencias de ingreso del Estado a las familias, vía el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), además del importante impacto de los 3 retiros masivos de ahorros previsionales. Se agrega, en general, un buen desempeño del sector exportador, respondiendo al alto dinamismo de nuestros principales socios comerciales. Fuerte demanda de consumo, en un escenario de aumento de costos de bienes importados, e importante incremento en el valor del dólar, están provocando un preocupante repunte en los niveles inflacionarios. Se agregan importantes incrementos en los salarios nominales que comienzan a presionar también los precios del sector servicios. Asociado a lo anterior, el Banco Central de Chile ha avanzado más rápidamente de lo que se esperaba en sus movimientos al alza en la tasa de política monetaria (TPM), a pesar de lo cual aún se sitúa en niveles expansivos. Para el próximo año las proyecciones de actividad han sido revisadas a la baja, tanto por la mayor base de comparación que constituye el presente año, como por un esperado debilitamiento del consumo, en la medida que los ingresos de las familias vuelvan a depender directamente del  mercado laboral. Se espera un lento crecimiento de la ocupación en 2022, asociado a un pobre desempeño de la inversión en un escenario de mucha incertidumbre en lo político institucional.

Política:

El escenario electoral de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre ha tendido a la polarización, con un mayor apoyo relativo al candidato de la extrema izquierda y, más recientemente, un importante incremento en el apoyo al de extrema derecha. Si la elección fuera este
domingo, según dicen las encuestas, serían dichos candidatos los que pasarían a una segunda vuelta electoral, en la cual con alta probabilidad ganaría el candidato apoyado por el Partido Comunista y el Frente Amplio, ambas agrupaciones ubicadas claramente a la izquierda de los gobiernos de la antigua Concertación y Nueva Mayoría que gobernaron la mayor parte de los últimos 30 años. Este escenario se observa como amenazante por parte de los mercados, toda vez que el programa incluye fuerte aumento de impuestos y revisión masiva de los acuerdos internacionales firmados por Chile, entre otros elementos claramente disruptivos.

El último test de octubre

En el día de ayer el Tesoro captó más de ARS 218.000 M de deuda en el mercado local a través de la oferta de una amplia gama de instrumentos. Aún resta la segunda ronda de esta licitación, donde quienes participan del Programa de Creadores de Mercado podrían ampliar el financiamiento captado por el Gobierno en hasta un 20% del valor efectivo adjudicado ayer. De este modo, con los resultados de ayer Finanzas logró un financiamiento neto de ARS 22.000 M en el mes, lo que representa un rollover del 105% de los vencimientos.

Adentrándonos específicamente en la licitación, esta incluyó 3 instrumentos a tasa fija, 2 bonos CER y dos vinculados al tipo de cambio (dólar-linked, DLK). Con relación a los primeros, se trató de una Lelite a 25 días, la reapertura de la Lede a febrero y la oferta de una nueva letra a descuento con vencimiento el 31 de marzo. Un 51% del financiamiento efectivo total que levantó Tesoro provino de estos instrumentos a tasa fija, con un plazo promedio ponderado de 128 días. Vale la pena destacar que convalidó una suba de tasas respecto a la licitación anterior (+50 p.b. en la Lelite y +85 p.b. en la Lede pagadera en febrero).

El 49% restante del financiamiento obtenido provino prácticamente en partes iguales por deuda CER y DLK. A diferencia de los instrumentos nominales, el porcentaje de ofertas rechazadas fue mayor en estos activos indexados: 37% y 23% en los DLK y CER respectivamente. Las tasas de corte de los instrumentos atados a la inflación estuvieron en línea con las del mercado secundario, mientras que la de los instrumentos vinculados al dólar fueron menores, señal de un apetito por tomar cobertura cambiaria por parte del mercado.

Así, el Tesoro acumula 9 de 10 meses con un rollover positivo. El único en que no alcanzó a cubrir los vencimientos fue agosto. A la vez, la composición del financiamiento del déficit entre emisión y endeudamiento se ubica en torno al 75%-25% respectivamente. La próxima licitación será dentro de una semana. De cara a noviembre, se enfrentan vencimientos por más de ARS 315.000 M, luego del canje realizado por el T2V1. Además, hay algunos vencimientos menores en moneda extranjera, en concepto de pago de intereses al FMI y resto de Organismos.

El PJ disidente será clave para que el oficialismo pueda sancionar leyes

El resultado de las PASO arrojó certidumbre respecto de la imposibilidad del oficialismo de tomar control de la Cámara baja y de conservar el quórum en el Senado. Lo que resta definir es cuántos votos le hará falta al Frente de Todos, en Diputados y en el Senado, para poder sancionar leyes.

Si proyectamos los resultados de las PASO, al oficialismo le faltarían 12 votos en Diputados y 2 votos en Senadores. La pérdida del Senado podría ser la menos preocupante, ya que hay senadores disponibles para negociar esos votos y poder sancionar sus proyectos de ley. El problema se vuelve difícil de sortear en Diputados, donde todo pareciera indicar que el oficialismo necesitará negociar el apoyo del interbloque Federal, integrado por diputados que responden a Juan Schiaretti y los diputados lavagnistas.

El Interbloque Federal quedaría conformado por 8 diputados integrados por: 4 diputados de Córdoba, 2 diputados lavagnistas, y 2 diputados santafecinos vinculados al socialismo. De estos 8 diputados, el oficialismo tendrá que conseguir los votos que le falten, más allá de los propios (117 según la proyección de las PASO), y más allá de los 8 votos que podrá negociar de diputados que representan fuerzas provinciales (MPN, Frente Renovador de Misiones y otros).

Sin embargo, no es claro lo que sucederá en los bloques del medio. El diputado por Santa Fe que provenga del socialismo dependerá de que dicho espacio no pierda mucho más caudal entre PASO y General. También podría ocurrir que Hacemos por Córdoba (Schiaretti) logre mejorar su caudal y llevarse una banca más producto de la caída del caudal del Frente de Todos. También podría suceder que Florencio Randazzo supere el 3% de los votos válidos y pueda acceder al Congreso.

En el resto de la composición, el oficialismo no podrá encontrar demasiado para negociar. De los 4 diputados que podrían ingresar por la izquierda (2 por PBA, 1 por CABA y otro por Jujuy), el oficialismo no tendrá posibilidad de sumar votos para aprobar iniciativas. La Izquierda suele abstenerse y votar en contra de todas las iniciativas de los oficialismos.

Tampoco podría aspirar a recibir apoyo de los sectores libertarios o de derecha. Podrían ingresar 4 diputados (2 por PBA y 2 por CABA) y no habría que esperar que esos 4 diputados pudieran contribuir con apoyos a iniciativas del oficialismo. Por ello las chances se reducen a los 16 diputados del Interbloque Federal y de fuerzas provinciales.

 

*El presente artículo es un extracto del “Panorama Político” que elabora mensualmente Synopsis Consultores para clientes de Ecolatina suscriptos al Módulo Político.

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Brasil | El aumento del precio de los insumos genera turbulencias

Economía:

Os sinais de instabilidade macroeconômica já estavam presentes no radar nos últimos meses. Tal tendência, na verdade, ganhou tração em função do cenário externo mais turbulento por conta da combinação entre dilema inflacionário mais disseminado e fontes de riscos para China e Estados Unidos. Grosso modo, a quebra da cadeia de suprimentos como resultado da explosão
inflacionária dos insumos produtivos gerou turbulência para as economias emergentes. O quadro doméstico continua como importante fator de risco. Sob o prisma político, as incertezas em relação ao orçamento de 2022 permanecem, contribuindo para reforçar o risco de uma nova crise de confiança. Os resultados dos principais indicadores de atividade demonstram que o avanço do cronograma de vacinação e a melhora do quadro sanitário do País têm impulsionado a atividade econômica. Entretanto, os segmentos ainda apresentam desempenho heterogêneo, diante das atuais limitações ligadas ao cenário macroeconômico atual.

Política:

O quadro político aos olhos da agenda econômica, mais uma vez, é fonte crescente de risco, devido à indefinição do desenho do orçamento em 2022. Na verdade, a ambição intervencionista da elite política foi reforçada por meio da inclusão do preço dos combustíveis como um problema central da atual conjuntura. O desgaste decorrente do quadro inflacionário deve promover mais ativismo legislativo ao longo do mês, colocando em risco o ambiente de negócios da economia brasileira. A principal explicação para esse cenário encontra-se na falta de poder de agenda do governo. A fraqueza política do presidente limita as chances de construção de políticas voltadas para minimizar o risco fiscal. Na verdade, a baixa popularidade presidencial gera incentivo para expansão do gasto e do intervencionismo no sistema de preços por conta do calendário eleitoral. Essa dinâmica é reforçada pela competição por bondades eleitorais entre os atores políticos.

¿Cómo impactará la vuelta a la normalidad de las condiciones externas?

En 2021 dos características del contexto internacional fueron muy favorables para el sector externo. En primer lugar, el intercambio comercial de bienes se vio beneficiado por unos precios extraordinarios para nuestros productos de exportación. En segunda instancia, las restricciones al turismo cerraron una cuenta históricamente deficitaria del balance de pagos.

Sin embargo, tanto los valores de los productos agrícolas como el movimiento internacional de pasajeros podrían retornar a valores más “típicos” en 2022. La reversión de los primeros no solo fue la norma en los últimos booms de commodities, sino que también es una previsión acorde a lo que se espera de las finanzas internacionales para los próximos tiempos: así como la política monetaria expansiva de Estados Unidos alimentó el crecimiento de estos precios, su contracción ya anunciada podría revertir al menos parcialmente estas subas. Respecto al turismo, la dilución de la pandemia por el avance de la vacunación en el país y el exterior están abriendo paulatinamente la posibilidad de viajar internacionalmente.

Los precios internacionales, en particular el incremento que experimentó la soja y sus derivados, traccionaron el superávit comercial de bienes a lo largo del año. En tanto, un muy acotado déficit de servicios permitió que este saldo fuera acumulado como reservas del Banco Central, a pesar de la elevada brecha, la intervención cambiaria y algunos pagos de deuda. Pero ¿qué podría pasar con condiciones externas no tan favorables? ¿cómo sería el desempeño del comercio agrícola y del resto del sector externo?

Los commodities al ritmo de la política monetaria estadounidense

Frente a la crisis del Covid-19 muchos países respondieron con grandes paquetes de políticas fiscales y monetarias. Estados Unidos no fue la excepción, ya que incrementó su gasto público y realizó una importante inyección de dólares que elevó la liquidez global. Esto redujo las tasas de interés internacionales, suavizando el efecto de la recesión sobre los ingresos de los hogares y las empresas, pero al mismo tiempo impulsando al alza el precio de muchos productos y opciones financieras.

En particular, un hecho que se repite en estos ciclos de política monetaria expansiva es la suba de los precios de los commodities. Este comportamiento explica que el índice del precio de materias primas que elabora el BCRA haya saltado 60% -medido en dólares- entre el comienzo de la pandemia y mediados de este año. Uno de los productos que más trepó fueron los porotos de soja, que alcanzaron valores máximos desde 2012. Por este motivo, nuestras exportaciones en los primeros nueve meses de este año fueron récord desde 2013, debiendo más de la mitad del superávit comercial al avance de los términos de intercambio.

Sin embargo, la crisis del Covid fue pasajera y, a medida que el nivel de empleo se recupera en las principales economías del mundo, las políticas tomadas por dicha crisis van encontrando sus límites. En este sentido, la Reserva Federal estadounidense anunció que pronto moderaría el ritmo de inyección monetaria mensual, acomodando su política a sus objetivos de inflación de largo plazo. A la vez, la mitad de sus miembros espera una suba de tasas en 2022 y prácticamente todos proyectan que el alza llegará antes de 2023, dejando claro que el sesgo de la política, más temprano que tarde, se volverá contractivo.

Este giro de la política monetaria revertiría, al menos parcialmente, las subas de precios generadas, desinflando las cotizaciones de los activos y bienes que había impulsado. Frente a estas previsiones, los precios de los commodities ya comenzaron su sendero descendente: el poroto de soja cayó 14% entre mayo y septiembre, el aceite de soja se redujo 11% en el mismo período y los pellets, cuyo máximo valor había sido alcanzado en enero, ya se ubican 17% por debajo. Peor aún, si tomamos los contratos futuros como referencia de la evolución de los precios para los próximos meses, vemos que los participantes de este mercado esperan que los precios del poroto, aceite y pellets de soja todavía caigan entre un 5% y un 15% adicional en el próximo año.

Considerando que el complejo sojero exportó en los primeros nueve meses del año USD 18.500 millones, estas bajas representarían una pérdida muy sensible para el comercio exterior. Este complejo representa una fracción muy relevante de las exportaciones (32%) pero su relevancia en términos del saldo comercial es todavía mayor: al descontar las importaciones del mismo rubro (principalmente, se compran porotos para industrializar en el complejo de crushing), el superávit de este segmento fue de USD 16.300 M, 32% más que el saldo de todo el comercio de bienes. Si incorporamos también los complejos de compraventa de maíz y trigo, las exportaciones de estos tres granos y sus subproductos representan casi la mitad de las ventas totales.

Por este motivo, la dinámica de estos los precios tiene un impacto significativo tanto en las exportaciones como en el superávit externo. Un matiz a este deterioro lo marca el hecho de que el precio recibido por los embarques locales se encuentra momentáneamente desligado de la cotización internacional y no se redujo en la misma cuantía. Sin embargo, la situación podría empeorar si las cotizaciones locales convergieran a las externas y si se sumara algún problema climático que afectara las cantidades cosechadas (una inundación o sequía que, por ahora, no se estaría previendo).

El intercambio de servicios se deterioraría con la vuelta del turismo

En lo que hace al resto del comercio de bienes, no esperamos grandes movimientos de cara al año próximo. Por el lado de los envíos de manufacturas, la venta de productos industriales está creciendo (en facturación y en volúmenes) impulsada por la recuperación de la actividad económica en Brasil (se estima que su PBI crecería 5,0% en 2021 y 5,4% para la producción industrial) y el resto de nuestros socios comerciales.

Considerando que el año próximo este crecimiento aminoraría, pero no se detendría, la demanda externa seguirá siendo favorable sobre este tipo de productos. Respecto a las importaciones, proyectamos que el módico crecimiento de la actividad económica y el consumo privado doméstico moderen su suba, que además podría verse administrada con mayores controles a las compras del exterior. En este sentido, ni las exportaciones de manufacturas industriales ni las compras perturbarían la evolución de las reservas.

Sin embargo, una cuenta que sí insumirá un mayor monto de divisas en lo que viene será el comercio de servicios. El principal componente de esta partida es el turismo internacional. Luego de casi un año y medio en que este rubro permaneció prácticamente cerrado, la eliminación de restricciones a los vuelos (tanto para salir como para ingresar al país) permite que podamos proyectar una recuperación de los viajes emisivos y receptivos.

Esta apertura fomenta a algunas de las actividades más golpeadas por la crisis (de hecho, son los rubros que se busca favorecer con programas como ‘pre-viaje’ a nivel nacional, ‘super viaje BA’ en CABA y ‘Regreso’ en la Provincia de Buenos Aires). A pesar de ello, aunque el efecto sectorial de esta recuperación sea positivo, el saldo en divisas seguramente será deficitario: el resultado del intercambio turístico fue sistemáticamente negativo desde 2006, cuando comenzó a relevarse con la metodología vigente. Además, la incipiente recuperación está tomando con mayor velocidad por el lado de los turistas que viajan al exterior en comparación con aquellos que ingresan (en los primeros ocho meses del año, recibimos alrededor de 75 mil viajeros del extranjero mientras que salieron del país 332 mil residentes).

Dos sectores que marcarán el ritmo de las divisas

En los próximos meses la economía doméstica difícilmente reciba grandes influjos de capitales. Las restricciones al giro de divisas desalientan la inversión productiva, a la vez que las regulaciones sobre los mercados financieros y el riesgo país alejan las colocaciones financieras. De este modo, la dinámica de los movimientos con el exterior quedará determinada por el intercambio de bienes y servicios y los pagos de deuda.

Aunque el último de estos componentes será relativamente acotado el año próximo (descontando que se están negociando los vencimientos programados con el FMI), el intercambio comercial deberá financiar la mayor parte de las necesidades de divisas de la economía. A lo largo de este año el Banco Central compró reservas internacionales, brindando cierta idea de solidez a las cuentas externas. Sin embargo, la acumulación se debió por completo a los dos factores mencionados y la posición del BCRA en el mercado cambiario no sería tan holgada el año próximo. En este plano, la “normalización” del precio de los commodities agrícolas y los flujos turísticos podrían traer malas noticias, amenazando la disponibilidad actual de divisas.

Dando por hecho que el turismo internacional se recuperará el año entrante, la clave para monitorear en lo que viene será la secuencia de políticas que implemente la reserva federal estadounidense. Aunque una caída en el precio de los productos de exportación nunca es favorable, Argentina podría reducir su incertidumbre si desligara la disponibilidad de dólares de estas volatilidades. En tanto no se resuelvan los desequilibrios que hoy desalientan el ingreso de capitales, la única alternativa para hacerlo es incrementar los volúmenes exportados, una tarea todavía pendiente.

Las exportaciones tuvieron su mejor septiembre en 10 años

¿Cómo fue el resultado comercial en septiembre?

En el noveno mes del año, el superávit comercial fue cercano a los USD 1.700 millones. Este resultado es más del doble del obtenido en el mismo mes del año pasado, cuando el saldo positivo fue de algo menos de USD 600 millones. De esta manera, el superávit acumulado en los primeros tres trimestres del año es de más de USD 12.300 millones. Por primera vez en el año este monto se ubicó por encima del de igual lapso de 2020 (+4%) y alcanzó máximos para este período desde el año 2009.

Una vez más, la bonanza externa está relacionada con el valor de las exportaciones, que se vieron impulsadas por mayores envíos en volúmenes y también por una mejoría en los precios. Las ventas al exterior superaron los USD 7.500 M (+60% i.a.), siendo las más altas para el mes de septiembre desde 2011. Al mismo tiempo, las importaciones también crecieron, aunque por primera vez en el año lo hicieron a un ritmo inferior al de las exportaciones (+43% i.a.). Con estos datos, las exportaciones acumulan un total de USD 58.300 millones (+38% i.a.) en lo que va del año, mientras que las importaciones fueron de casi USD 50.000 millones (+52% i.a.).

¿Qué influyó en el avance de las compras y ventas?

De la misma manera que en agosto, tanto precios como cantidades contribuyeron a la suba de las exportaciones. Mientras que los primeros saltaron 30% i.a., los volúmenes treparon 23% i.a. Esto es una buena noticia para las ventas al exterior y fue difundido para todos los rubros: los envíos de productos primarios subieron 51% i.a., los de combustibles y energía 37% i.a., los de Manufacturas de Origen Industrial (MOI) 18% i.a. y los de Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) 11% i.a., siempre medido en cantidades.

En particular, se destaca la venta de maíz, que se incrementó 119% i.a., de trigo, que creció 136% i.a., y de porotos y aceite de soja, que saltaron 597% i.a. y 90% i.a. Por el lado de las MOI, la venta de vehículos más que se duplicó.

Por el lado de las compras, los precios avanzaron 19% i.a. y las cantidades crecieron 20% i.a. En este caso, todos los usos económicos demandaron un mayor volumen de compras, con la excepción de combustibles y vehículos. Los que mostraron saltos más grandes en cantidades fueron los bienes de capital (+26% i.a.) y sus piezas (+41% i.a.).

Una vez más, casi un tercio del superávit se debió al efecto de los precios. Si los términos de intercambio hubieran permanecido estables respecto al año pasado, el saldo del comercio de bienes habría sido de USD 1.100 millones. En lo que va del año, este efecto explicó USD 5.300 millones (43% del superávit registrado).

¿Qué esperamos para lo que queda del año?

Para el último trimestre del año no esperamos que las cotizaciones de los productos de exportación disminuyan significativamente. De este modo, el superávit podría ubicarse en la zona de los USD 15.000 millones.

 

Bolivia | Recuperación parcial de la economía

Economía:

Después de un año de “silencio estadístico”, la entidad autorizada publicó las cifras de actividad y gasto al segundo trimestre de 2021. En cuanto a producción, confirman la recuperación parcial de la economía puesto que el crecimiento se ha desacelerado y no es suficiente para llegar a niveles previos a la pandemia. De esa forma, se confirman las proyecciones de crecimiento para este y el siguiente año. La sorpresa vino por el lado del gasto, puesto que el consumo cayó casi en una magnitud similar a la del PIB, reflejando las restricciones de liquidez que habrían tenido los hogares bolivianos durante la pandemia. Estas condiciones continuarían vigentes puesto que los salarios en el área urbana son más de 15% más bajos en promedio que antes de la pandemia. Igualmente, se reveló que la caída de la inversión fija fue 26%, explicada tanto por las limitaciones de la pandemia, la contracción de la inversión pública en el gobierno transitorio y los efectos de la incertidumbre en el sector privado.

Política:

La polarización se ha acentuado en Bolivia. El principal punto de discusión es el proyecto de ley contra ganancias ilegítimas, que está actualmente en discusión legislativa. Se trata de una norma que otorga atribuciones excesivas de fiscalización al poder ejecutivo, además de criterios arbitrarios. Eso ha generado la molestia de varios sectores de la población, principalmente comités cívicos y empresarios de varios sectores, que paralizaron el país el pasado 11 de octubre. A su vez, partidarios del gobierno se ha manifestado apoyando al presidente Arce y sus medidas, incluyendo la defensa de
símbolos relacionados a la visión cultural del gobierno. Esta situación se ha hecho más delicada porque existen dos grupos de productores de coca de la región noroeste del país que han estado peleando entre si el control de uno de los dos mercados oficiales de este estimulante. En síntesis, los problemas políticos se han agudizado y siguen perjudicando las posibilidades de una recuperación económica más rápida.