Estados Unidos: la inflación interanual alcanza el 6,2% en octubre y pone presión a la FED

Este miércoles por la mañana la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos dio a conocer el dato del IPC de octubre de dicho país: el mismo se disparó un 6,2% interanual, alcanzando su nivel más alto desde octubre de 1990 (que supo ser del 6,3%). Los precios aumentaron en el décimo mes del año un 0,9%, situándose 0,6 p.p. por encima de las cifras de septiembre, un nivel mayor al esperado. Por su parte, el IPC Core (que no tiene en cuenta alimentos ni energía) trepó al 4,6% interanual y 0,6% mensual. En lo que va del año, el nivel general de precios avanza un 6,09%, mientras que la inflación núcleo un 4,49%.

La aceleración inflacionaria reciente se explica, en gran medida, por el aumento del precio del combustible (12,3% mensual) que en buena parte se debe a la decisión de la OPEP de no elevar la oferta de crudo al menos hasta diciembre, seguido por el aumento del transporte (1,98% mensual) y alimentos (0,9% mensual). El aumento de precios en estos sectores resulta incluso más relevantes debido a la elevada incidencia en la canasta total. En un marco de escasez de ciertos insumos que encarecen los bienes finales, sumado a problemas en las cadenas de suministros – particularmente la crisis de los microchips que dificultan la producción de nuevos vehículos y encarecen el precio de los autos usados – la oferta no retorna a los niveles prepandemia.

La FED (el Banco Central de Estados Unidos) hace meses que mantiene una postura tajante al respecto de la mayor inflación actual: plantea que se trata de un fenómeno transitorio y que responde principalmente a reacomodamientos de oferta y cuellos de botella en algunos sectores que se dan como consecuencia de la normalización de la economía luego de los tiempos más difíciles de la pandemia. Sin embargo, los elevados niveles de inflación mes tras mes complican a la FED. Si bien recientemente ésta comenzó con el tapering , la FED aún no respondió con una suba de tasas, una herramienta central para contrarrestar la inflación. A su vez, los treasuries aún no reaccionaron al tapering tal como la FED esperaba (busca elevar las tasas largas para evitar un overheating de la economía). Por caso, que el t-bill a 10 años aún no responda, sumado al sostenido recrudecimiento inflacionario, añade presión al organismo para que vire hacia una política monetaria más contractiva y comience a elevar las tasas de interés.

El carácter transitorio que la FED le atribuye a la inflación depende entonces en gran medida de lo que la propia institución vaya a hacer en cuanto a su política monetaria, así como también de la política fiscal del gobierno de Joe Biden. Aunque, vale la pena mencionar también que con estos niveles de precios entran en juego otros factores como la situación del mercado laboral (dado que la FED tiene un objetivo dual: mantener una inflación estable y alcanzar el pleno empleo, objetivos que pueden ser contradictorios a corto plazo), mayores demandas salariales, y las propias expectativas de inflación (la inflación breakeven implícita en los treasuries a 5 años roza el 3%, superior al objetivo del 2% de la FED). En el corto plazo la situación no pareciera modificarse. Deberán monitorearse los próximos datos de inflación y el accionar de la FED al respecto.

ROFEX en modo electoral

Variaciones absolutas vs. tasas anuales implícitas: ¿qué mirar?

Las expectativas de devaluación en el mercado de futuros no ceden. Todas las tasas implícitas de los contratos de dólar futuro con vencimiento a partir de febrero superan el 60% TNA. El empinamiento de la curva en el último mes es notorio. Esto no es inocuo dado que encarece el costo de cobertura para aquellas empresas con insumos dolarizados (directa o indirectamente), adicional que termina goteando en las listas de precios e impactando en la inflación. A su vez, tanto el volumen como el interés abierto de estos contratos aumentaron considerablemente en los últimos dos meses (+33% y +40% respecto al bimestre previo respectivamente), lo cual deja entrever un aumento de la posición vendida del Banco Central en el mercado de futuros.

Dicho esto, no solo deben evaluarse las TNAs implícitas de las coberturas, sino también los valores absolutos proyectados al cierre de cada mes, así como la variación porcentual directa que representan esos precios absolutos.

Como ejemplo, el futuro a diciembre tiene una TNA implícita en torno al 50%, sin embargo, la variación absoluta es del orden de 7 pesos (7%) en cincuenta días, lo cual puede ser un costo más que razonable en atención a los potenciales movimientos del dólar oficial en el mismo período. Este razonamiento puede extenderse al resto de los vencimientos de coberturas. En el caso de noviembre, tenemos una tasa anualizada implícita del orden del 30%, sin embargo, una variación absoluta respecto del precio spot de aproximadamente 2 pesos, valor razonable para capear las dos semanas posteriores al resultado electoral.

Cobertura de corto y escalonada con rolleo mes a mes

Dicho lo anterior, ¿Cuál sería la estrategia óptima dado el actual costo de cobertura cambiaria de los contratos posteriores a diciembre? Vemos oportunidades exclusivamente para quienes, sea por company policy o por estrategia de pricing, deban tomar cobertura únicamente en el posicionamiento a noviembre y diciembre, con su posterior rolleo al vencimiento. Si bien la probabilidad de un evento disruptivo en materia cambiaria en noviembre es acotada, las tensiones cambiarias están a la orden del día y el costo de cobertura (TNA) a uno y dos meses se encuentra por debajo de la inflación esperada.

A su vez, el atractivo del rolleo mes a mes se debe también al fuerte encarecimiento relativo del posicionamiento cubierto en el primer trimestre del 2022. Así, las tasas de los contratos a enero y marzo aumentaron, en promedio, 15,7 p.p desde la previa de las comicios de agosto. Sigue siendo atractivo el posicionamiento en los dos contratos más cortos y el posterior rolleo de la cobertura para aprovechar el descenso de las tasas implícitas por acortamiento de plazos. Nótese que los vencimientos de noviembre y diciembre actualmente concentran más del 60% del interés abierto (39% del interés abierto a noviembre). Actualmente los volúmenes negociados son elevados, y el cierre de este mes liberará más de U$S 2.000 millones en contratos, que rollearán a los vencimientos posteriores.

* El presente artículo es un extracto del Informe Financiero Semanal, exclusivo para suscriptores del Módulo Financiero de Ecolatina.

 

 

Disclaimer: El presente artículo es elaborado específicamente para su beneficio y no trae aparejado ningún tipo de derecho de autor más que el perteneciente a Latinconsult S.A. (Ecolatina), registrada en Buenos Aires, Argentina. Ni el documento, ni cualquiera de sus contenidos, pueden ser distribuidos, reproducidos o utilizados de cualquier manera sin el previo consentimiento por escrito por parte de Ecolatina. La información presente en el documento refleja condiciones preexistentes del mercado y el análisis de Ecolatina al día de la fecha de publicación del documento. Tanto la información como los análisis se encuentran sujetos a cambios. El documento tiene un fin exclusivamente informativo y no debe ser considerado como una indicación ni recomendación de hacer ni de no hacer, así como tampoco como una promesa de resultados presentes ni futuros. La información y las opiniones presentes en el documento fueron compiladas o extraídas de fuentes aparentemente confiables sin ningún tipo de verificación independiente. La información y las opiniones que se encuentran en el documento son indicativas y para fines meramente informativos. Ni Ecolatina, ni sus socios, ni sus empleados son responsables por cualquier tipo de error, omisión, ni por los resultados obtenidos a partir del uso que usted realice de la información. El documento no es una oferta, invitación ni recomendación de transacción. El documento no debe ser la base ni la garantía en conexión con ningún tipo de contrato ni compromiso. Antes de tomar cualquier tipo de decisión basada en la información contenida en el presente documento, usted debe consultar con un profesional de Ecolatina.

Monitor de Escenarios Económicos

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Ecuador | En el segundo trimestre la economía ecuatoriana registró un crecimiento interanual de 8,4%

Economía:

Según la información preliminar que el Banco Central publicó a finales de septiembre, en el segundo trimestre de 2021 la economía ecuatoriana registró un crecimiento interanual de 8,4%, empujada en buena medida por un repunte de 10,5% en el consumo privado. Cabe mencionar, sin embargo, que en el segundo trimestre de 2020, durante buena parte del cual estuvo vigente el
confinamiento estricto, el PIB se contrajo 12,8% y el consumo 11,7%. Por tanto, en ambos casos aún no se alcanzaron los niveles pre pandemia. Por su parte, las importaciones y las exportaciones mostraron rebotes que compensan el desplome del segundo trimestre del año pasado. En el caso del consumo del Estado la recuperación es mucho menor que la caída observada el año pasado y algo similar ocurre con la inversión. Con los resultados del segundo trimestre, y ante la perspectiva de que los del tercero también sean positivos (en gran medida como consecuencia del exitoso plan de vacunación que se llevó adelante entre junio y septiembre), hemos revisado nuestra proyección de crecimiento para este año de 2,1% a 3%. Sigue siendo, no obstante, un rebote que está lejos de compensar la caída de 7,8% que el PIB del Ecuador registró en 2020.

Política:

El ambiente político, que hasta hace pocas semanas se mostraba favorable para el Gobierno, se deterioró de manera significativa. Por un lado, el conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo (donde el Gobierno tiene un bloque minoritario) incidió en la devolución, por parte del Consejo de Administración Legislativa (CAL), del proyecto de Ley de Creación de Oportunidades, con
el cual el Gobierno esperaba llevar adelante reformas en los campos tributario y laboral, principalmente, pero también en el petrolero y de inversiones, entre otros. El argumento para que la Asamblea no debatiera el proyecto fue que este no cumple con la condición constitucional de tratar una sola materia. No obstante, algunos juristas sostienen que el CAL no tiene atribuciones para
evaluar la constitucionalidad de un proyecto y, por tanto, los 30 días que la Asamblea tiene para tratarlo está corriendo y podría entrar en vigor por el vencimiento de ese plazo. Otro factor que afectó a la imagen del Presidente Lasso fue su aparición en los Pandora Papers. Una comisión de la Asamblea, conformada principalmente por opositores, investigará ese tema. Lasso asegura que no tiene empresas ni activos en paraísos fiscales, aunque antes de ser candidato sí los tenía.

La recuperación del segundo semestre y el salario real

El salario real volverá a caer en 2021

Entre 2018 y 2020, el salario real de los trabajadores formales retrocedió casi 17%. Esto fue el resultado, en primer lugar, de paritarias que no anticiparon aceleraciones inflacionarias y corrieron detrás del avance de los precios. En segundo lugar, la irrupción de la pandemia y su consecuente impacto en el mercado laboral también condicionó la recuperación del salario real: la inédita caída de actividad entre abril y agosto del año pasado, junto a un elevado nivel de incertidumbre, implicó que muchos gremios prioricen la preservación de los puestos de trabajo y posterguen las negociaciones paritarias. Pero como los precios no desaceleraron su dinámica de forma tan abrupta, la consecuencia en 2020 fue la profundización la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.

De esta forma fue que entramos a 2021. Si bien durante los primeros cuatro meses los precios (+17,6%) crecieron levemente por debajo de los salarios formales (+18,1%), esta ganancia fue claramente insuficiente para revertir el deterioro acumulado en el cierre del año pasado. La dificultad para encauzar la inflación -que promedió 4% en los primeros 5 meses del año, condicionando la nominalidad del Presupuesto- motivó que, llegada la mitad del año, la pauta salarial del 30% propuesta por el oficialismo resulte exigua para recomponer el poder adquisitivo. De hecho, el salario formal real cerró la primera mitad del año con una caída promedio de casi 7% i.a.

Considerando esta situación y con vistas a las elecciones, el gobierno, a través de paritarias de trabajadores públicos, validó aumentos del orden del 40-45%, suscitando también la revisión de las paritarias ya firmadas. Sin embargo, este piso salarial más alto escondía -como es habitual en los últimos años- incrementos escalonados distribuidos a lo largo del segundo semestre del año y comienzos del próximo. Esta dinámica, junto a una lenta desaceleración de la inflación -solo en agosto fue menor al 3%- implicará una magra recuperación, cercana a 1% i.a. del poder adquisitivo en el segundo semestre, pero que no compensará el deterioro acumulado en la primera parte del año.

Como se observa en el gráfico, tanto sectorial como temporalmente el proceso fue bastante heterogéneo durante el año pasado y el actual. Las “esencialidad” de algunos sectores durante 2020, así como las diferentes velocidades de reaperturas de los mismos durante 2021, incidieron en la capacidad de negociación de los sindicatos a lo largo del período.

A modo de ejemplo, la mejora en Comercio comenzó a fines del año pasado y se espera que la de gastronómicos recién se materialice en el último trimestre del año. Por el contrario, rubros como el metalúrigco, mecánicos, madereros o trabajadores rurales tendrán una trayectoria más “suave” a lo largo de los dos años.

Un ejercicio simple que consiste en tomar el promedio simple de la evolución real del poder adquisitivo por convenio agrupado por bienes y servicios -en donde incluimos a la Construcción, que estuvo con restricciones operativas buena parte del 2020-. De este ejercicio se desprende que entre 2018 y 2019 el desempeño del poder adquisitivo de los trabajadores tendió a ser homogéneo, pero esta dinámica que se rompió con la irrupción de la pandemia: la recuperación del salario real de los gremios asociados a los bienes a finales del año pasado y principios del 2021 estuvo en línea con la vuelta a los niveles pre-pandemia de la actividad económica de estos sectores, pero esto no se replicó en los gremios asociados a los Servicios, que parecen mejorar en el cierre de este año, también en el momento que la actividad de estos rubros se recupera más fuertemente gracias a las reaperturas.

Esta tendencia se observa también en los precios: entre inicios de 2020 y junio 2021 los bienes crecieron más de 80% y los servicios privados “apenas” 60% pero, desde el pasado julio, estos últimos se vienen recuperando y esperamos acumulen una suba cercana a 25% en el semestre, 5 p.p. más que los bienes.

Este año el salario real formal cerrará el año con una caída promedio del orden del 3%, encadenando el cuarto rojo consecutivo, pero con una dinámica que habrá sido de menor a mayor. De hecho, en términos interanuales el salario real mostrará un crecimiento de casi 4% sobre fin de año, lo que deja un arrastre positivo para la recuperación en 2022.

En otro orden, vale destacar que la situación de los trabajadores informales. Este segmento del mercado laboral carece de las protecciones legales que velan por los puestos de trabajo, por lo que explicó la mayor parte tanto de la caída -con los cierres- como de la recuperación -con las reaperturas- de la tasa de empleo. De hecho, esperamos que para el cierre del año el nivel de empleo bajo esta modalidad prácticamente recupere los niveles pre-pandemia. Sin embargo, no poder acceder a los diversos ajustes por paritarias redundó en una pérdida del salario real superior al 5% en 2020, deterioro que prevemos se repita durante este año e implique una pérdida del poder adquisitivo que duplique la de los trabajadores formales. Esta fuente de heterogeneidad adicional es la que más impacta sobre la desigualdad y presiona por una mayor asistencia de parte del gobierno.

¿Qué pasará en 2022?

Gracias a la dinámica de la inflación (mayor en el primer semestre que en el segundo) y de los salarios (menor en el segundo semestre que en el primero), el salario real tendrá un efecto arrastre positivo para el año que viene, que además se apuntalará con los ajustes tardíos de la paritaria de este año. Además, las paritarias 2022 -ya sin las restricciones asociadas a la pandemia- tendrán incentivos a fijarse sobre una mayor nominalidad, en función de la dinámica inflacionaria de este año. Estos factores constituyen elementos importantes para sentar las bases para una recomposición del poder adquisitivo en 2022, después de 5 años.

Sin embargo, para que esto ocurra deben suceder, a grandes rasgos, dos cosas. La primera es evitar que la inflación vuelva a acelerarse respecto de los ya elevados niveles actuales, lo cual constituye un desafío no menor, habida cuenta de la presión que habrá sobre inicios del año que viene por el lado cambiario, tarifario y en menor medida consumo masivo (cuando finalice el congelamiento). La segunda, asociada a la primera, es que el gobierno no utilice de forma aislada la política salarial como ancla inflacionaria si la dinámica de precios vuelve a subir un escalón; esto sólo “desinflaría” los salarios más rápido que los precios, resultando en una dinámica similar a la de este año.

La palabra “aislada” en este último punto es importante porque refleja la necesidad cada vez más imperiosa de un programa antiinflacionario que sea transversal a la política económica. La continuidad del financiamiento monetario del déficit fiscal y de la continua acentuación de las restricciones cambiarias -con su impacto en la brecha y las expectativas de devaluación- son elementos que deberán considerarse, para que toda la política antiinflacionaria no recaiga únicamente en el control de los precios relativos -en general, salarios, tipo de cambio y tarifas.

Noviembre empezó cargado, aunque con un alivio externo

El oficial retrocedió hoy, los dólares libres siguen al alza

A menos de dos semanas de las elecciones, el Banco Central no modificó su estrategia cambiaria. El tipo de cambio mayorista continúa su camino de microdevaluaciones diarias que lo llevan a depreciarse un 1% mes tras mes. Pero, al cierre de la rueda de hoy (en la cual la autoridad habría comprado divisas) retrocedió nominalmente, ofreciéndose a ARS 99,95. Aun así, en la semana acumula una suba de 23 centavos.

Mientras tanto, los dólares financieros regulados aceleraron nuevamente hacia el final de la semana y cerraron al viernes por encima de los $181. Similarmente, el dólar blue testeó los $200 en la rueda del miércoles, aunque finalizó por debajo de dicho valor. Hoy se ofreció a $199 para la venta en la City, pero en el interior del país superó los $200. En las últimas 20 ruedas subió un 7,3% (20% desde que empezó el año).

Si bien el paralelo cotiza por encima del máximo histórico nominal de octubre del año pasado ($195), en términos reales dista considerablemente de dichos niveles, ya que aquel dólar traído a precios de hoy debería ofrecerse aproximadamente a $295. La preocupación de algunas voces del gobierno por los movimientos del dólar ilegal responde más al efecto psicológico y de expectativas devaluatorias de que rompa la barrera nominal de los $200 y no tanto al efecto real, ya que los dólares menos intervenidos negociados en el mercado bursátil superan ampliamente dicho valor: el CCL promedio negociado en el SENEBI rondó los $215 hoy, al igual que el implícito en las acciones de Grupo Galicia, arrojando brechas del 115% respecto del dólar oficial.

ROFEX en modo electoral

Las expectativas de devaluación en el mercado de futuros no ceden. Todas las tasas implícitas de los contratos de dólar futuro con vencimiento a partir de febrero superan el 60% TNA. El empinamiento de la curva en el último mes es notorio. Esto no es inocuo dado que encarece el costo de cobertura para aquellas empresas con insumos dolarizados (directa o indirectamente), adicional que termina goteando en las listas de precios e impactando en la inflación. A su vez, tanto el volumen como el interés abierto aumentaron considerablemente en los últimos dos meses (+33% y +40% respecto al bimestre previo), lo cual deja entrever un muy probable aumento de la posición vendida del Banco Central en el mercado de futuros.

Reservas: pagos al FMI, recepción de fondos de Organismos Internacionales e intervención

Luego de un octubre atípico donde el Banco Central acumuló divisas gracias a un repunte de la oferta y represiones a la demanda como mencionamos en nuestro informe anterior, noviembre empezó cargado.

En primer lugar, Argentina pagó USD 390 M al FMI en concepto de intereses por el Stand-By-Agreement vigente con el Organismo. Luego de este pago, estimamos al 5/11 que al Banco Central aún le restan unos USD 2.540 M de los más de USD 4.300 M recibidos por la asignación de Derechos Especiales de Giro que realizó el Fondo a fines de agosto. Según nuestras proyecciones, las reservas netas serían insuficientes para afrontar los vencimientos que enfrenta el país a partir de marzo del 2022. Si bien se podría acceder a un período de gracia de aproximadamente dos meses, en ausencia de un acuerdo antes de mayo, Argentina entraría en default con el Fondo, hecho que nunca sucedió en la historia del Organismo y que dado los elevados riesgos que presentaría dicha situación, le asignamos una baja probabilidad de ocurrencia.

En segundo lugar, el país recibió esta semana un desembolso de aproximadamente USD 300 M por parte de Organismos Internacionales. A la vez, hoy habría comprado divisas en el mercado oficial por USD 200 M. No obstante, en las 6 ruedas previas habría vendido más de USD 500 M. Además, desde fines de octubre la autoridad monetaria incrementó la intervención en los mercados financieros para contener la brecha regulada (AL30 PPT), lo cual implica un costo en divisas para el Central. En el balance, habría perdido reservas en la semana.

Al respecto, esta semana la autoridad restringió la capacidad de los bancos de aumentar su posición global neta en moneda extranjera, limitando cualquier tipo de especulación de un movimiento cambiario luego de las elecciones por parte de éstos. Esta normativa no afecta el acceso inmediato a las divisas de los depositantes ni la posibilidad de comprar dólar ahorro vía homebanking para quienes lo hagan. Sin embargo, la medida deja entrever el escaso margen de maniobra de la autoridad en un contexto de crecientes presiones cambiarias. Considerando las restricciones al pago anticipado de importaciones del mes de octubre y la consecuente recomposición de demanda de divisas por este canal con la normalización de la restricción en el mes actual, el Banco Central pareciera haber priorizado las escasas divisas para la actividad restringiendo una posible demanda especulativa por parte de los bancos.

Perspectivas a corto plazo

En las vísperas de las elecciones, como es habitual, las tensiones cambiarias están a la orden del día. Las brechas financieras libres continúan en aumento, mientras que las financieras reguladas siguen bajo la órbita del Banco Central que intenta mantenerlas en torno al 80%. Probablemente sigamos viendo estos niveles de brechas cambiarias en las semanas venideras. A su vez, en el plano oficial, entendemos que la autoridad monetaria acelerará el ritmo de devaluación una vez finalizadas las elecciones.

Costa Rica | El PBI creció 7,9% en el segundo trimestre del año

Economía:

Recientemente, el Banco Central de Costa Rica presentó las cifras del Producto Interno Bruto correspondientes al segundo trimestre de 2021. Los datos muestran que la economía creció 7,9% en términos interanuales, luego de decrecer 1,9% en el primer trimestre. Las actividades de alojamiento y servicios de comida fueron las que más crecieron (49,5%), debido a la gran caída que tuvieron con la llegada de la pandemia (-61.4%). A este sector le siguen transporte y almacenamiento (30,9%) y manufactura (19,8%); este último sector es el que ha mostrado mayor dinamismo en el último año.

En cuanto al nivel de precios en el país, las últimas cifras del Índice de Precios al Consumidor muestran que la inflación a septiembre alcanzó el límite inferior del rango meta establecido por el Banco Central (2,0%), al registrar una cifra de 2,1%. Cabe destacar que desde octubre de 2019 la inflación no había alcanzado este límite inferior, y más bien ha habido presiones desinflacionarias en la economía desde ese entonces.

Política:

Recientemente, el Gobierno firmó un decreto que exige la obligatoriedad de la vacuna contra COVID-19 para todos los funcionarios del sector público, así como para aquellos empleados del sector privado cuyos patronos, dentro de sus disposiciones laborales internas, decidan optar por incorporar dicha vacunación como obligatoria en sus centros de trabajo. La medida se toma en un momento donde las Unidades de Cuidados Intensivos de la Seguridad Social están saturadas, con pacientes mayoritariamente no vacunados. Aparte de esto, la afluencia de personas en los centros de vacunación se ha desacelerado en las últimas semanas, y todavía hay cerca de 750.000 personas que no han recibido su primera dosis.

Además, con el fin de reabrir la economía, el Gobierno también anunció que flexibilizará las restricciones vehiculares y comerciales en lo que resta del año, e incluso se empezará a exigir el esquema de vacunación completo para asistir a ciertos comercios y actividades para el mes de diciembre.

El Tapering ya tiene fecha de inicio

Comenzando a retirar estímulos

Desde el comienzo de la pandemia, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) ha llevado adelante una política monetaria expansiva para contener la crisis económica desatada por el Covid-19. Al igual que la gran mayoría de los Bancos Centrales, para estimular la demanda de crédito y la demanda agregada, la FED redujo su tasa de política monetaria en más de 1,5 p.p desde la irrupción de la crisis, llevando a esta tasa overnight al casi 0% actual. Esto, a su vez, fue acompañado de una continua expansión de su hoja de balance vía compra de activos para inundar de liquidez a los mercados. Así, su balance creció a un ritmo mensual de USD 200 billions y se duplicó desde el inicio de la pandemia: saltó de USD 4,17 trillions a los USD 8,56 trillions actuales, máximo histórico.

Finalizado ya el período de mayor impacto pandémico, con una aparente normalización de la situación sanitaria, sumado al apoyo de la política fiscal y buenos indicadores de actividad, dicho organismo ha decidido comenzar a reducir gradualmente el ritmo de compras de activos y, consecuentemente, de expansión de su hoja de balance.

Específicamente, la FED anunció hoy el inicio del tapering: recortará sus compras de activos en USD 15 billions mensuales (en línea con lo esperado), reduciendo gradualmente la inyección de liquidez en los mercados y en la economía. En consecuencia, el tapering (y la expansión de la hoja de balance de la FED) terminaría en junio del 2022.

¿Por qué ahora?

La FED tiene un objetivo dual: mantener una inflación estable (en torno al 2% como equilibrio de largo plazo) y, a su vez, estimular el nivel de actividad y empleo, llevándolos a niveles de equilibrio que no “calienten o enfríen” por demás a la economía.

El comienzo del tapering se da en un contexto en el que el mercado laboral aún no se recuperó completamente y dista de alcanzar el equilibrio de pleno empleo que la FED busca. Pero, la preocupación de la autoridad proviene por parte de su otro objetivo: la inflación se aceleró en Estados Unidos. La inflación interanual se ubica por encima del 5% hace ya cuatro meses. Más preocupante aún: en solo 9 meses los precios avanzaron un 4,8%, la mayor inflación acumulada a septiembre desde 1990. En solo 9 de los últimos 74 años la inflación se aceleró a un ritmo igual o mayor que el actual.

 

Presiones inflacionarias ¿transitorias?

Dos meses atrás la FED argumentaba que la aceleración inflacionaria era transitoria, consecuencia de reacomodamientos de precios luego de los cierres y restricciones de oferta del 2020. Uno de los datos más relevantes y sutiles que dejó entrever el comunicado es un cambio discursivo sobre el fenómeno inflacionario: mientras que en agosto mencionaba tajantemente que la aceleración inflacionaria era transitoria, en el comunicado actual fue menos tajante: argumentó que probablemente responda a fenómenos transitorios, dejando entrever una mayor preocupación por la dinámica de los precios.

El tapering no es una política monetaria contractiva, es simplemente el comienzo de una política monetaria menos expansiva, pero que sigue siendo expansiva. Esta no es la única herramienta de la FED: también podría subir la tasa de referencia para contratacar la aceleración inflacionaria. No obstante, la Fed Fund Rate se mantendrá inalterada por ahora, según el comunicado de la autoridad.

Consecuencias locales y globales

A nivel global, el mercado ya priceó el comienzo del tapering, anuncio que no tomó por sorpresa a nadie. No obstante, el potencial impacto a corto plazo de los menores estímulos monetarios de la FED y la gradualmente menor inyección de liquidez en los mercados internacionales probablemente se vea en los precios de los commodities si el proceso es acompañado de una suba de tasas, fenómeno crucial a monitorear de cara a los próximos meses. De momento, en el plano local, las expectativas de precios y producción de cara a la campaña entrante no se vieron inalterados. No obstante, los sectores que potencialmente más se podrían ver afectados por el comienzo de un ciclo menos laxo en materia monetaria serán aquellos cuya riqueza esté en el futuro: las empresas tecnológicas. Aún así, no es momento de sacar conclusiones: el tapering recién comienza y las tasas de momento se mantienen inalteradas. Las consecuencias de las decisiones actuales las veremos en los próximos meses.

En octubre, el promedio de acuerdos paritarios se ubicó cerca del 50%

A dos meses para el cierre del año, y con varios gremios que tuvieron que negociar revisiones de lo acordado originalmente, el proceso paritario viene mostrando una tendencia alcista de la mano del ritmo del IPC, luego de que la expectativa de 29% anual del Presupuesto 2021 quedara absolutamente obsoleto.

En los nueve meses de 2021, la inflación acumulada llegó al 37%, en un contexto donde la mayoría de los gremios perdió frente a la evolución de la inflación de 2020. Este año, y contra todo pronóstico, la mayoría de los gremios pudo acomodarse frente a esta aceleración inflacionaria, y algunos inclusive lograron recuperar puntos perdidos durante el año pasado.

Algunos gremios destacados que aún tienen la cláusula de revisión sin activar son los Ferroviarios y la UTA, gremios grandes que además están fuertemente atados a los subsidios estatales. Ambos deberán renegociar su acuerdo antes de diciembre. En los primeros meses de 2022 habrá mucha actividad en términos de revisiones, comenzando con el gremio de Comercio.

En octubre, el mes en donde mayor cantidad de cláusulas de revisión fueron activadas, -por lo menos hasta el momento-, muchos gremios lograron sellar aumentos que, anualizados, se acercan muchísimo al 50%, cifra similar a la inflación interanual (apenas por debajo), pero que, a su vez, debería estar por encima de la inflación acumulada que se verá en 2021 (apenas por debajo del 50%, según estimaciones privadas).

De hecho, este mes la rama indumentaria textil firmó revisiones que llevan su acuerdo cerca del 55% anual, los plásticos firmaron en torno al 53%, la UOM reabrió su acuerdo para llevarlo apenas por encima del 50%, AOMA revisó en torno al 48%, y Satsaid, el único gremio que este mes firmó su paritaria anual para 2022, firmó en 45% pero con revisiones a mediados del año próximo.

En síntesis, luego de un 2021 que comenzó con muchísima incertidumbre, los denominados grandes gremios están muy cerca de lograr finalizar el año con los aumentos paritarios por encima de la evolución de la inflación y recuperar así cierto poder de compra.

 

*El presente artículo es un extracto del “Panorama Político” que elabora mensualmente Synopsis Consultores para clientes de Ecolatina suscriptos al Módulo Político.

Colombia | Alto ritmo de crecimiento de la economía

Economía:

Colombia continúa con bajos niveles de nuevos casos de COVID-19. Sin embargo, diversas estimaciones muestran que la tasa efectiva de reproducción del virus está aumentando y no sorprendería un pico a mediados de noviembre. A pesar de esta posible cuarta ola, se espera que la economía continúe con un ritmo de crecimiento alto. De hecho, se actualiza el pronóstico de crecimiento para 2021 de 8.2% a 9.9%. Lo anterior es consistente con los últimos datos del Índice de Seguimiento de la Economía, así como con los índices de movilidad. Adicionalmente, se actualiza el pronóstico de inflación de 4.4% hacía 5% en concordancia con un mayor nivel de actividad. Por su parte, tal como se esperaba, el Banco de la República aumentó su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos. Sin embargo, tres miembros de la junta votaron por un incremento de 50 puntos básicos. Esto último contribuyó a una disminución en la tasa de cambio pues sugiere que la normalización de la política monetaria será más rápida de lo esperado.

Política:

El presupuesto general de la Nación de 2022 pasó el primer debate en las comisiones económicas de la Cámara de Representantes y el Senado de Colombia. Dicho presupuesto contiene un monto de 350 billones de los cuales 72.8 se destinarán al servicio de la deuda, 68.2 billones para inversión y el restante en funcionamiento. Hubo ciertos cambios sorpresivos que fueron aprobados por estas comisiones. El primero es la posibilidad de un traslado rápido de afiliados del Régimen de Ahorro Individual de pensiones (fondos privados) hacia el régimen de prima media (Colpensiones). Dicho proyecto de ley estará en debate en las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes en este mes de octubre.