Se cayó la Ley de Ficha Limpia y las sospechas se ciernen sobre el oficialismo

El tratamiento del proyecto de Ficha Limpia en el Senado terminó de modo inesperado con el rechazo de la iniciativa producto del sorpresivo voto negativo de dos Senadores del Frente Renovador de la Concordia. Se trató de una decisión que sorprendió a propios y extraños, y que disparó una serie de especulaciones sobre si el voto de los misioneros fue un cambio de favores entre el hombre fuerte de Misiones, el ex Gobernador Carlos
Rovira, y el Gobierno nacional para bloquear una ley que nunca pareció ser del gusto de La Libertad Avanza.
Una oposición a la iniciativa producto de que le podía impedir a Cristina Kirchner ser candidata a diputada nacional en la Provincia de Buenos Aires, algo que el oficialismo nacional pretende que ocurra, porque cree que le conviene.

Para el slogan del oficialismo “Kirchnerismo o Libertad”, qué mejor que Cristina Kirchner sea candidata para permitirle a LLA transmitir la percepción de que efectivamente esas son las dos opciones en pugna. Esa era la necesidad que llevaba al oficialismo a retacarle apoyo a una iniciativa que apoyaba la gran mayoría de su electorado.
Una iniciativa que modificaba la Ley Orgánica de Partidos Políticos para ampliar los criterios de inelegibilidad y que estos alcancen a personas condenadas por delitos contra la administración pública (corrupción).

Las sospechas de que los Senadores de Misiones hicieron el trabajo sucio para el gobierno es plausible cuando uno mira el track record de votaciones de estos senadores, que han sido una suerte de senadores oficialistas blue. Un comportamiento ostensiblemente oficialista producto de la vocación transaccional de esta fuerza provincial, que negocia cada voto con el gobierno nacional para lograr rédito para su provincia.

 

Industria y construcción interrumpen el crecimiento

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró una caída desestacionalizada del 4,5% en marzo de 2025 (+5,2% i..a). Esta marcada caída mensual atenuó el fuerte repunte que venía registrando el índice desde su mínimo de marzo de 2024, ubicándolo ahora apenas un 5,0% del piso de la recesión.

 Los indicadores adelantados de abril mostraron señales positivas. Los despachos de cemento crecieron 8,3% desestacionalizado respecto a marzo. No obstante, las encuestas cualitativas del INDEC indican que el sector seguiría estancado: el 73,9% de las empresas de obras privadas espera que la actividad no cambie en los próximos tres meses (+4,7 p.p. respecto a enero). En la industria, la producción automotriz repuntó 7,1% en abril (s.e.) y se ubicó 5,8% por encima del mismo mes de 2024.

 Esperamos que tanto la construcción como la industria muestren signos de recuperación en 2025, luego de un año 2024 marcado por caídas. Sin embargo, en el caso de la construcción, no proyectamos un crecimiento suficiente como para compensar completamente la contracción del año anterior, aunque parte de la mejora podría venir impulsada por el regreso del crédito hipotecario. En cuanto a la industria, se prevé una evolución con marcadas heterogeneidades entre sectores: mientras algunas ramas lograrán recuperar lo perdido en 2024, otras podrían verse afectadas por una posible apertura de importaciones y modificaciones en los precios relativos.

La industria vuelve a niveles de mitad de año

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró una caída desestacionalizada del 4,5% en marzo de 2025 (+5,2% i.a.). Esta marcada caída mensual borró la recuperación iniciada en la segunda mitad del año pasado y se ubica ahora apenas un 5,0% por encima del piso de la recesión. En términos sectoriales, el desempeño mensual empeoró en marzo: trece de las dieciséis ramas registraron caídas frente a febrero.

De esta manera, varios sectores que habían subido en febrero cerraron en rojo en marzo. De estos, se destacan Productos de tabaco (-34,7%), Productos de caucho y plástico (-12,4%) y Productos minerales no metálicos (-9,0%). Por su parte, los únicos tres sectores que aportaron positivamente en marzo fueron la Industrias metálicas básicas (+11,5%), Otros equipos de transporte (+1,5%) y Refinación de petróleo (+0,8%).

De esta forma, como mencionamos, la industria pierde una parte importante de lo que había recuperado durante este año, acercándose a los niveles de la recesión previa. Casi todos los sectores retrocedieron a niveles previos a diciembre, diluyendo la recuperación acumulada en los últimos meses. Algunos sectores, como Sustancias y productos químicos y Productos de caucho y plástico, incluso se ubicaron por debajo del piso alcanzado durante la recesión anterior.

Consideramos que buena parte de la caída de marzo es explicada por la incertidumbre asociada al esquema cambiario, lo que hizo que muchos sectores postergarán decisiones de inversión y producción. Los sectores que más contribuyeron a la caída del índice fueron Alimentos y bebidas, y Sustancias y productos químicos. El primero 0,8 p.p., mientras que el segundo, 1,1 p.p. Esto significa que, si estos sectores no hubieran caído, el retroceso general del índice habría sido considerablemente menor.

En términos más generales, se destaca la suba los bienes de capital (+16,0% i.a.) y los bienes de consumo no durable (+4,5% i.a.). En contraste, los bienes de uso intermedio, si bien cerraron en rojo, moderaron su caída respecto al mes anterior (-0,4% i.a.)

El incremento en bienes de capital se explica, en parte, equipos, aparatos e instrumentos (+19,3% i.a.), destacándose la fabricación de celulares y televisores, impulsada por una mayor disponibilidad de financiamiento en un contexto en el que la baja base de comparación del 2024 todavía tiene un efecto. Esta recuperación se enmarca en un contexto donde las ramas más vinculadas a la demanda interna, afectadas por la caída del ingreso disponible, comenzaron a repuntar gradualmente gracias a la estabilización de los ingresos reales y el aumento del crédito al consumo, que está creciendo en torno al 6% mensual.

La construcción no consolida la recuperación

El Indicador Sintético de la Construcción (ISAC) también registró en marzo una caída: 4,1%. De esta forma, se posicionó un 15,7% por encima de marzo del 2024 y un 2,9% por encima del promedio del año pasado. En línea con lo sucedido en la industria, la incertidumbre respecto al esquema cambiario en marzo impactó con fuerza en el sector de la construcción.

En cuanto a los insumos para la construcción, de los trece insumos relevados, tan solo tres presentaron subas mensuales en la serie sin estacionalidad.  La principal suba fue Pinturas (+7,2%, aportando 1,1 p.p. al índice general), seguida por Yeso (+2,4%) y Asfalto (+0,1%). Con relación a las caídas de la serie sin estacionalidad, se destaca Ladrillos (-9,6%, restando -1,4 p.p. al índice), Hierro (-10,4%, aportando negativamente 1,2 p.p. de caída) y Pisos y revestimientos de cerámica (-17,0%).

¿Qué esperamos hacia adelante?

Marzo se caracterizó por la incertidumbre de la sostenibilidad del esquema cambiario, lo que parece haberse disipado con las nuevas medidas y la llegada de fondos del FMI. De cara a abril, los indicadores tempranos de actividad tuvieron resultados positivos.

En cuanto a la construcción, el sector tiene mucho más para recuperar que la industria producto de la profunda caída inicial dado su componente procíclico con la actividad económica y pese a la gran contracción en la inversión productiva y la obra pública. En ese sentido, los despachos de cemento repuntaron al crecer 8,3% s.e. respecto a marzo.  Sin embargo, las encuestas cualitativas realizadas por el INDEC reflejan la percepción de una continuidad en el estancamiento del sector para los próximos meses. En números, el 73,9% de las empresas de obras privadas encuestadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará en los próximos tres meses (+4,7 p.p. respecto a enero).

Respecto a la industria, la producción de automóviles tuvo un importante repunte al subir 7,1% en abril en la serie desestacionalizada y se ubicó un 5,8% por encima de abril de 2024. En la misma línea, el patentamiento de autos creció 6,0% respecto a marzo en la serie desestacionalizada (+65,1% i.a.).  Por su parte, las ramas de la industria asociadas a sectores estratégicos (energético, minero y agropecuario) seguirán con este buen desempeño en los próximos meses y serán los que traccionen la actividad industrial.

De todos modos, considerando que la incertidumbre que atravesó marzo también impacto en abril, habrá que ver si los efectos negativos se siguen reflejando en los datos que publique INDEC el próximo mes.

Más en general, seguimos creyendo que pese al cambio de esquema económico que tanto la construcción como la industria muestren signos de recuperación en 2025. Sin embargo, en el caso de la construcción, no proyectamos un crecimiento suficiente como para compensar completamente la contracción del año anterior, aunque parte de la mejora podría venir impulsada por el regreso del crédito hipotecario. En cuanto a la industria, se prevé una evolución con marcadas heterogeneidades entre sectores: mientras algunas ramas lograrán recuperar lo perdido en 2024, otras podrían verse afectadas por una posible apertura de importaciones y modificaciones en los precios relativos.

De cara al mediano plazo, hay factores que podrían condicionar la evolución de la actividad económica, como la incertidumbre internacional y la apertura comercial. A nivel global, persiste el riesgo de una desaceleración del crecimiento, e incluso una posible recesión, como consecuencia de las tensiones comerciales. Esto podría presionar a la baja los precios de los commodities, afectando negativamente a la economía argentina. Si bien este riesgo se ha ido moderando en las últimas semanas, sigue presente.

En el plano local, la apertura comercial introduce un cambio profundo en la política económica, inédito en las últimas dos décadas. Su impacto en la actividad aún es incierto. Por un lado, podría convertirse en un canal de impulso al crecimiento, al abaratar precios y ampliar la oferta de bienes para el consumo. Pero por otro, podría reconfigurar la estructura productiva, generando oportunidades en algunos sectores y tensiones en otros. Sectores sensibles —como la industria textil— podrían enfrentar una mayor competencia externa, con posibles efectos negativos sobre el empleo.

 

Las pérdidas contra el IPC en el I trimestre empujan hacia arriba los salarios

La dinámica de descalce entre precios y salarios que veníamos advirtiendo en los últimos dos meses, se profundizó con el dato de inflación de marzo de 3,7, que dejó muy rezagados los aumentos promedio de ese mes. Esto produjo una reacción de toda la dinámica paritaria hacia arriba, lo que permitió que el promedio de aumentos salariales mensuales volviera a ubicarse por encima del 2%.

Sin embargo, esa recuperación de la dinámica paritaria de abril no alcanza para recuperar lo perdido en los primeros meses del año. Habrá que esperar el dato final de la inflación de abril, pero hay altas chances que el aumento general de los precios vuelva a quedar por encima del promedio de aumentos salariales. Sobre todo porque muchos gremios han quedado con aumentos mensuales acordados bajos, producto de la política deliberada del gobierno nacional de presionar a la baja los aumentos para acompañar la desinflación, con la famosa pauta de referencia promovida por el Gobierno de aumentos del 1% mensual.

Si miramos en retrospectiva una selección de grandes gremios, observamos que en lo que fue el primer trimestre del año, la gran mayoría terminó perdiendo contra la inflación acumulada en ese período. El período donde el gobierno trabajo para que los aumentos paritarios se acercasen a la pauta de referencia del 1% mensual.
Con el dato de marzo del IPC, y con la incertidumbre de cómo será la inflación de abril luego de la modificación del régimen cambiario, habrá que ver cómo avanzan las paritarias para recuperar este terreno perdido.

El IPC de abril será clave para anclar las expectativas de cara a la esperable búsqueda de recuperación que adquirirá el proceso paritario luego del descalce de precios y salarios. El modo en que se comporte la inflación luego de la modificación del régimen cambiario, modelará la dinámica paritaria en el II trimestre.

Se sostiene el superávit, pero se estancan los ingresos

¿Cómo le fue al fisco en marzo?

El Sector Público Nacional No Financiero registró en el tercer mes del año un superávit primario de $0,74 billones. Con intereses que ascendieron a $0,34 billones, el superávit financiero resultante fue de $0,40 billones. En esta oportunidad el gasto primario moderó su crecimiento real, pero los ingresos no lograron sostenerse al alza. De este modo, el SPN acumula en lo que va del año un superávit primario de 0,5% del PBI, y uno financiero de 0,1%.

Analizando las series reales sin estacionalidad se observa como los ingresos frenaron su crecimiento mensual a partir del segundo mes del año y los gastos, que habían revertido la tendencia a la baja en diciembre, acumularon en este trimestre sucesivas caídas mensuales.

¿Qué explicó el resultado fiscal de marzo?  En esta oportunidad, si bien los ingresos totales cayeron, los tributarios registraron una suba real de 2,7% i.a y acumulan cinco meses de expansión. Aunque en la comparación mensual desestacionalizada los ingresos tributarios, lo proveniente del comercio exterior y los aportes de seguridad social registraron caídas respecto a febrero. Por su parte, el gasto primario que terminó 2024 alcanzando su máximo anual (con la estacionalidad que esconde diciembre), en el primer trimestre de 2025 descendió mes a mes para posicionarse en el nivel más bajo de los últimos once meses.   

Radiografía de las cuentas públicas

Con un retroceso del 0,7% interanual, los ingresos totales alcanzaron su nivel más bajo desde abril de 2020. ¿Qué ocurrió en su interior? Los ingresos vinculados a la actividad que venían creciendo mes a mes recaudaron menos. En concreto, IVA avanzó 2,2% respecto a marzo 2024, pero si situó en el nivel mas bajo desde el mayo pasado, al igual que los ingresos por Créditos y Débitos (aunque crecieron 0,7% i.a real).  

Con Ganancias ocurrió algo similar, el monto recaudado este mes se encuentra por debajo de lo recaudado en los últimos 10 meses (cuando todavía no se había reincorporado la cuarta categoría), pese a ello creció 31% i.a Por su parte, los ingresos vinculados a la Seguridad Social siguieron en alza creciendo por encima de la inflación un 28,1% i.a y se mantienen en niveles elevados.

Respecto al comercio exterior, los Derechos de Importación y exportación crecieron 14% y 22% interanual, respectivamente.

Por el lado de las erogaciones, el Gasto Primario creció, pero a un menor ritmo que el mes pasado, incrementándose en términos reales 1,9% i.a. La magnitud sorprende, ya que se encuentra en niveles del primer trimestre del año pasado cuando hizo piso. En particular, tomando la serie sin estacionalidad se observa como en marzo el gasto evidencia un nuevo rojo real (-1,6% i.m), y acumula tres meses en descenso. No obstante, en la comparación trimestral el gasto primario ejecutado en 2025 se mantuvo 11% real por encima del 2024 (sin estacionalidad). 

Al interior, las prestaciones sociales crecieron 11% i.a. En detalle, las Jubilaciones y Pensiones (incluyendo las Pensiones No Contributivas) le ganaron 28% a la inflación en la comparación interanual y acumulan cinco meses de crecimiento real. En sintonía, la AUH sostuvo, aunque a un menor tirmo, el crecimiento que acumula desde hace un año (+19% i,a). Contrariamente, el item Otros Programas sigue achicándose y se posiciona como el peor marzo desde 2019.

Con respecto a la Energía y el Transporte, los Subsidios Económicos, que explicaron el 13% del ajuste en el gasto en 2024 alcanzaron su punto más bajo en diez años. Misma es la situación de los Gastos en Funcionamiento, donde se incluyen principalmente salarios públicos, que hicieron piso en marzo tras caer 7% i.a real.

Con la misma tónica se mantuvieron los fondos para Universidades que continuaron registrando rojos reales, y el monto se encuentra muy por debajo de lo transferido 2024 (74% por debajo el promedio mensual de 2024).

En contraste, las Transferencias a Provincias tuvieron el mayor monto de los últimos siete meses, y casi se triplicaron en la comparación interanual. Si bien el Gasto de Capital registró un incremento interanual real del 42%, la ejecución es baja sigue manteniéndose en niveles mínimos históricos. Cabe recordar que, en 2024, el Gasto de Capital pasó de representar un 1,6% del PIB en 2023 a tan solo un 0,4%.

¿Qué esperamos hacia adelante?

Los lineamientos del nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional y el cambio en la estrategia cambiaria han traído un poco de certidumbre acerca del sendero fiscal elegido. En concreto, el acuerdo establece una meta de superávit primario del 1,3% del PIB para este año, aunque el presidente Milei ha manifestado la intención de superar ese umbral, apuntando al 1,6% PIB.

No caben dudas de la voluntad del Gobierno para cumplir el objetivo, sin embargo, los desafíos fiscales no desaparecerán en 2025, considerando que se trata de un año electoral donde históricamente aparecen mayores presiones sobre el gasto.

La estrategia fiscal en 2025 descansa, en gran parte, en la recuperación de la actividad económica, dado que a diferencia de 2024 no se cuenta con ingresos extraordinarios ni con el aporte del impuesto PAIS. En caso de que la economía no logre señales claras de recuperación, el orden fiscal deberá sostenerse con un ajuste sobre el gasto primario, que ya se encuentra en niveles históricamente bajos y que tiene limitaciones.

Al interior del gasto, las prestaciones sociales se encuentran mayoritariamente indexadas, dado que las jubilaciones y pensiones se ajustan en función de la inflación pasada. Esto implica, por un lado, que el gasto previsional tiene un piso estructural que limita la posibilidad de recorte. Pero, por otro lado, esta forma de actualización introduce un riesgo latente: si la inflación se acelera, generará presión en el gasto social. Esta idea se vuelve más relevante considerando que el último dato de inflación evidenció una aceleración (la inflación de marzo fue 3,7% por encima de las expectativas de mercado), fenómeno que podría profundizarse en un contexto de mayor volatilidad cambiaria en el nuevo régimen de bandas.

Por el contrario, dos comentarios alivian un poco la cuestión. Por un lado, se espera que tras las elecciones se avance con la eliminación de subsidios a sectores medios, lo cual contribuiría al ajuste del gasto. Por otro lado, el Gobierno en la búsqueda por incrementar las liquidaciones del agro en el corto plazo, dejó trascender la posibilidad de que a partir de junio las alícuotas a las exportaciones vuelvan a subir. Esta potencial medida podría traer algo de alivio a los ingresos fiscales, aunque sería un movimiento arriesgado subir retenciones en el marco de la incertidumbre electoral y con un esquema cambiario de flotación.

En este contexto, no hay espacio para la reduccion de la presión tributaria, y el compromiso fiscal descansa en la recuperación de la actividad económica en sintonía con una macro ordenada.

La actividad económica alcanzó máximos históricos

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) mostró un crecimiento mensual del 0,8% s.e. en febrero y, de esta manera encadenó nueve diez consecutivos de subas desde el piso de abril, acumulando una suba cercana al 9% desde entonces. De esta forma, la actividad se ubicó 5,7% por encima de febrero del 2024, y ya supera los niveles de la fuerte recesión del año pasado.

A nivel sectorial, once de quince sectores se ubicaron por encima de los niveles de febrero de 2024. Se destaca el fuerte aumento de la intermediación financiera (+30,2% i.a.), seguido por pesca (+28,3%, sector que se destaca por su volatilidad), y comercio que avanzó un 7,4% i.a. Por su parte, la construcción registró su segunda variación interanual positiva (+4,0%) tras 13 meses consecutivos de caída.

Por su parte, la industria y la construcción tampoco muestran un patrón claro a pesar de haber superado el piso de la recesión. Con relación a la construcción, el Índice Construya acumula dos meses de importantes subas al subir 7,7% s.e. en marzo, luego de presentar caídas mensuales desde julio. Por su parte, se desempeñan en sentido contrario: acumulan dos meses de bajas al caer -5,8% s.e. en marzo. La industria no sostuvo el crecimiento en marzo, la producción de acero cayó -0,6% s.e., mientras que la producción de automóviles presentó una fuerte baja del -10,2% s.e.

¿Qué pasó con la actividad económica en febrero?

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) mostró un crecimiento mensual del 0,8% s.e. en febrero. De esta manera encadenó diez consecutivos de subas desde el piso de abril, acumulando una suba cercana al 9% desde entonces. Así, la actividad se ubicó 5,7% por encima de febrero del 2024, y continúa recuperándose de la fuerte recesión del año pasado.

En el segundo mes del año, la actividad económica no sólo superó los niveles previos a la recesión iniciada en agosto de 2023, sino que también alcanzó máximos en la serie desestacionalizada, registrando niveles que no se observaban desde junio de 2022 e incluso de diciembre de 2017. Sin embargo, al considerar el crecimiento poblacional acumulado, el nivel de actividad per cápita está casi 10% abajo. Pese a que el tamaño de la economía es el mismo que en los máximos y se logró recuperar el terreno perdido, la economía todavía está lejos de lograr un crecimiento verdadero.

A nivel sectorial, once de quince sectores se ubicaron por encima de los niveles de febrero de 2024. Se destaca el fuerte aumento de la intermediación financiera (+30,2% i.a.), seguido por pesca (+28,3%, sector que se destaca por su volatilidad), y comercio que avanzó un 7,4% i.a. Por su parte, la construcción registró su segunda variación interanual positiva (+4,0%) tras 13 meses consecutivos de caída. Además, con las correcciones hacia atrás, se cumplen cuatro meses en los que incluso sin el efecto del agro, la economía hubiera igualmente crecido en la comparación interanual.

Sin embargo, se deben tomar con cautela las subas en Construcción y Comercio, ya que febrero de 2024 fue un mes particular atravesado por la recesión y el freno en la obra pública. En el caso de comercio, la suba interanual no implica necesariamente un fuerte repunte en febrero de 2025, sino que se debe a la baja base de comparación. No obstante, el sector muestra una progresiva recuperación, y creció alrededor del 12% s.e. desde el piso de abril y se acerca a los niveles de enero del 2023, un mes más representativo para evaluar su desempeño sin el efecto de la recesión.

Por otro lado, es relevante destacar que el crecimiento mensual se fue moderando y ya no se observan fuertes heterogeneidades en las variaciones entre sectores. A diferencia de períodos anteriores, los sectores primarios han dejado de ser los principales impulsores de la recuperación (el agro cayó 0,9% s.e. y el sector de combustibles y gas retrocedió 0,2% s.e.), mientras que sectores como la construcción, el comercio y la industria dejaron atrás las caídas más marcadas, y mostraron subas de 0,8%, 0,7% y 0,8% s.e., respectivamente. La recuperación de estos últimos tres sectores fue fundamental para alcanzar mejoras en el estimador en su conjunto, considerando su peso y demanda de mano de obra. En particular, la industria, por sí sola, explicó 0,2 p.p. del incremento de 0,8% s.e. del EMAE registrado en febrero.

 

¿Qué esperamos hacia adelante?

La economía mostrará un crecimiento genuino, y la recuperación será cada vez menos heterogénea entre sectores. La construcción difícilmente logre recuperar lo perdido en 2024, y la industria va en camino de compensar la caída. En contraste, otros sectores que también sufrieron caídas el año pasado ya lograron superar las bajas y se espera que sigan creciendo (como el comercio, la actividad inmobiliaria y la intermediación financiera). Por otro lado, los sectores primarios, que moderaron la caída de la actividad a lo largo de 2024, mantendrán su sendero de crecimiento en 2025.

No obstante, la recuperación de la actividad continuará con fluctuaciones mensuales y ritmos dispares entre sectores, en un contexto marcado por la incertidumbre que podría generar el cambio de esquema cambiario, máxime en un año electoral. A esto se suma un escenario internacional todavía tenso, que podría añadir ruido al proceso de crecimiento económico.

Los indicadores adelantados de actividad sugieren que marzo continuará con un crecimiento moderado, pero cada vez a un menor ritmo y con oscilaciones, tal como viene ocurriendo desde octubre. En esa línea, las ventas minoristas PYME que habían registrado variaciones positivas en términos desestacionalizados desde octubre, apenas crecieron (+0,1%) luego de dos meses caídas. A su vez, el crédito al consumo sostiene su racha en verde al crecer un 5,2% en marzo.

Por su parte, la industria y la construcción tampoco muestran un patrón claro a pesar de haber superado el piso de la recesión. Con relación a la construcción, el Índice Construya acumula dos meses de importantes subas al subir 7,7% s.e. en marzo, luego de presentar caídas mensuales desde julio. Por su parte, los despachos de cemento se desempeñan en sentido contrario: acumulan dos meses de bajas al caer -5,8% s.e. en marzo. La industria no sostuvo el crecimiento en marzo, la producción de acero cayó -0,6% s.e., mientras que la producción de automóviles presentó una fuerte baja del -10,2% s.e. En la misma línea se encuentran las ventas de autos usados (-7,9%), cortando su racha de tres meses en verde, y el patentamiento de automóviles 0 km que moderó su crecimiento respecto a meses previos (+1,3%).

La corrección de la actividad del año pasado nos permite pensar en un crecimiento del orden del 5% para el 2025, acompañado por importantes mejoras en la inversión y el consumo privado. De esta forma, el 2025 revertirá la caída del 2024 en términos de actividad.

 

 

Javier Milei lidera el ranking de imagen, en el que se reposiciona Axel Kicillof

La actualización de datos de imagen de principales dirigentes nos trae una curiosidad, que no es el liderazgo del ranking de parte de Javier Milei, el único que logra más de 40% de imagen positiva, sino que esta vez quedó secundado de quien parece ir erigiéndose como su principal contrincante de cara a 2027, Axel Kicillof. La pelea de Axel Kicillof con Cristina Kirchner parece haberle retribuido positivamente a su composición de imagen y el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires logra reposicionarse segundo en un contexto donde solo las figuras del oficialismo lograban dominar la parte alta del ranking.

El dato destacado del cuadro sigue siendo la ausencia de dirigentes con diferencial positivo. Algo que marca lo dividida que está la opinión pública argentina en dos bloques bien antagónicos, que consolidan rechazos asegurados para todos los dirigentes, estén en un lado u el otro de la grieta. Algo que se puede visualizar claramente al analizar los datos cruzados en la imagen de Javier Milei y la de Axel Kicillof. El 97,5% de los que tienen imagen positiva de Milei tienen imagen negativa de Kicillof, y el 98% de los que tienen imagen positiva de Kicillof, tienen imagen negativa de Milei. Una forma muy gráfica de visualizar los dos bloques enfrentados que protagonizan la disputa política en argentina.

Diputados aprueba la creación de una comisión investigadora del caso libra

A una semana del principal golpe recibido por el oficialismo en el Congreso, cuando el Senado le volteó los pliegos de los dos jueces de la Corte Suprema, Milei recibe una nueva noticia negativa del Poder Legislativo, pero esta vez de la Cámara de Diputados: la aprobación de una Comisión Investigadora por el escándalo LIBRA. Se trata de una Comisión que podrá recibir denuncias, solicitar informes, o convocar a funcionarios para recabar información.

La tarea de una Comisión Investigadora no suplanta el papel de la justicia en las denuncias que ya se están investigando. Pero puede poner presión política al accionar de la justicia en un caso de alto voltaje político.

La preocupación del oficialísimo por esta comisión es esencialmente más política que jurídica. Sobre todo porque además de la creación de la Comisión, se aprobaron sendas resoluciones de la Cámara para solicitar informes al Poder Ejecutivo y para interpelar a varios de los miembros del Poder Ejecutivo sobre el tema.

La clave para entender cómo se gestó el golpe político está en los gobernadores. Hubo diputados que responden a algunos gobernadores que contribuyeron para juntar el quórum que habilitó la sesión, entre ellos destacan los del gobernador Martin Llaryora. Pero también hubo falta de apoyo para rechazar el pedido de creación de la comisión de otros legisladores que suelen acompañar al oficialismo, como los diputados de Tucumán, o como los diputados del bloque Innovación Federal, que se abstuvieron.

Lo cierto es que han sido varios los golpes políticos que ha recibido este oficialismo, algo que no debería extrañar, porque se trata de un oficialismo que gobierna con una hiperminoría parlamentaria. Aquí repasamos los diferentes reveses que recibió el gobierno de parte del Congreso.

De muchos de esos reveces el gobierno se pudo defender, como los vetos a las leyes no deseadas. Pero en otros casos tuvo que asumir las dificultades de gobernar en minoría. Que no solo se ven en tener que afrontar decisiones no deseadas, sino en no disponer de decisiones deseadas, es decir, de leyes que no se obtienen.

Buenas noticias para la actividad en febrero

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró una suba desestacionalizada del 0,5% en febrero de 2025. De esta forma, desde su punto más bajo en marzo de 2024, acumula una recuperación del 11,3%. El índice se mantiene 5,6% por encima del nivel de febrero de 2024, reflejando una mejora en la actividad manufacturera.

El Indicador Sintético de la Construcción (ISAC) registró en febrero una suba mensual desestacionalizada del 2,0% tras un mes de caída, y posicionándose un 7,8% por encima del promedio del 2024. En consecuencia, se ubicó un 3,7% por encima del nivel de febrero de 2024, siendo el primer mes con subas interanuales desde octubre del 2023.

Esperamos que tanto la construcción como la industria muestren signos de recuperación en 2025, luego de un año 2024 marcado por caídas. Sin embargo, en el caso de la construcción, no proyectamos un crecimiento suficiente como para compensar completamente la contracción del año anterior. Parte de la mejora podría venir impulsada por el regreso del crédito hipotecario. En cuanto a la industria, se prevé una evolución con marcadas heterogeneidades entre sectores: mientras algunas ramas lograrán recuperar lo perdido en 2024, otras podrían verse afectadas por una posible apertura de importaciones y modificaciones en los precios relativos.

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró una suba desestacionalizada del 0,5% en febrero de 2025 (+5,6% i..a). De esta forma, desde su punto más bajo en marzo de 2024, acumula una recuperación del 11,3%. Aun así, el indicador se posicionó 4,3% por debajo de su nivel promedio de 2024. En términos sectoriales, el desempeño mensual mejoró en enero: once de las dieciséis ramas registraron subas frente a enero.

De esta manera, varios sectores que habían caído en enero cerraron en verde en febrero. De los once que subieron en la serie sin estacionalidad, se destacan Productos de tabaco (+17,0%), Productos minerales no metálicos (+12,1%) y Productos de caucho y plástico (+11,4%). Por su parte, los sectores que aportaron negativamente en febrero fueron la Refinación de petróleo (-12,5%), Industrias metálicas básicas (-8,8%) y Otro equipos, aparatos e instrumentos (-4,8%).

En términos más generales, se destaca la fuerte suba los bienes de capital (20,9% i.a.) y los bienes de consumo no durable (7,4% i.a.). En contraste, los bienes de uso intermedio cayeron 7,4% i.a.

El incremento en bienes de capital se explica, en parte, equipos, aparatos e instrumentos (37,2% i.a.), destacándose la fabricación de celulares y televisores, impulsada por una mayor disponibilidad de financiamiento y las dificultades para importar insumos desde enero de 2023 y sumado a la baja base de comparación del año previo. Esta recuperación se enmarca en un contexto donde las ramas más vinculadas a la demanda interna, afectadas por la caída del ingreso disponible, comenzaron a repuntar gradualmente gracias a la estabilización de los ingresos reales y el aumento del crédito al consumo, que está creciendo en torno al 6% mensual sin estacionalidad.

 

La construcción retomó la senda de crecimiento

El Indicador Sintético de la Construcción (ISAC) registró en febrero una suba mensual desestacionalizada del 2,0% tras un mes de caída (+3,7% i.a.), y se ubicó un 7,8% por encima del promedio del 2024.

En cuanto a los insumos para la construcción, se destaca la suba de Ladrillos (+4,6%, sumando 0,7 p.p. al índice general) en la serie desestacionalizada. Con relación a las caídas, se destaca Asfalto (-12,7%), Cales (-10,6%), Hierro redondo y aceros para la construcción (-6,7%, aportando 0,8 p.p. de caída) y Cemento portland (-5,8%, aportando 0,8 p.p. de caída).

Esta mejora del ISAC en febrero también puede verse reflejado en el sector Productos minerales no metálicos (+12,1% s.e.) del IPI manufacturero, el cual está muy asociado a insumos de la construcción. Resta ver si en los próximos meses el sector puede ratificar esta recuperación en un contexto en el que la obra pública tampoco repuntará. También, puede observarse que, si bien la construcción repunto, está lejos de alcanzar los niveles pre recesión y freno de la obra pública.

¿Qué esperamos hacia adelante?

El 2024 fue un año difícil tanto para la construcción como para la industria. Aunque vienen repuntando desde los últimos meses del 2024, estas mejoras -que además no son tan sostenidas como las de la actividad en general- no fueron suficientes para compensar las caídas previamente acumuladas.

De cara a marzo, los indicadores tempranos de actividad tuvieron resultados mixtos. En cuanto a la construcción, el sector tiene mucho más para recuperar que la industria producto de la profunda caída inicial dado su componente procíclico con la actividad económica y pese a la gran contracción en la inversión productiva y la obra pública. En ese sentido, el Índice construya creció 7,7% s.e. en marzo (+15,8% i.a.), y en sentido opuesto, los despachos de cemento profundizaron la caída de febrero al bajar -5,8% s.e. en el tercer mes año.  Sin embargo, las encuestas cualitativas realizadas por el INDEC reflejan la percepción de una continuidad en el estancamiento del sector para los próximos meses. En números, el 69,2% de las empresas de obras privadas encuestadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará en los próximos tres meses (-1,3 p.p. respecto a enero).

Respecto a la industria, la producción de automóviles tuvo una fuerte caída de 10,2% en la serie desestacionalizada y se ubicó un 3,7% por debajo de marzo de 2024. Desde ADEFA, atribuyen la baja del mes a las tareas de puesta a punto en algunas plantas automotrices, en el marco de procesos de inversión para la renovación de productos y algunos ajustes logísticos, pero destacan el potencial del sector en los próximos años. En la misma línea, la venta de autos usados se desplomó al caer un -7,9% (+34,4% i.a.), mientras que el patentamiento de autos moderó su desempeño frente a febrero, cerrando con un aumento del 1,3% en la serie desestacionalizada (+86,4% i.a.).  Por su parte, las ramas de la industria asociadas a sectores estratégicos (energético, minero y agropecuario) seguirán con este buen desempeño en los próximos meses y serán los que traccionen la actividad industrial. La llegada de nuevas lluvias en la zona núcleo marcan la recuperación de los cultivos.

Sin embargo, el escenario internacional sigue siendo incierto y presenta riesgos para la economía argentina. El contexto de guerra comercial entre las principales potencias eleva el riesgo de una desaceleración del crecimiento global e incluso una recesión, impactando sobre los precios de commodities. Esto afecta directamente a los sectores más dinámicos de nuestra economía. Además, podría encarecer o complicar el abastecimiento de insumos importados, elevando los costos para la industria local. No obstante, también surgen posibles oportunidades: si países como China reorientan su comercio ante las tensiones con EE.UU., Argentina podría posicionarse como proveedor alternativo de alimentos y energía. Aun así, se trata de un proceso que, en caso de consolidarse, llevará tiempo.

Esperamos que tanto la construcción como la industria muestren signos de recuperación en 2025, luego de un año 2024 marcado por caídas. Sin embargo, en el caso de la construcción, no proyectamos un crecimiento suficiente como para compensar completamente la contracción del año anterior, aunque parte de la mejora podría venir impulsada por el regreso del crédito hipotecario. En cuanto a la industria, se prevé una evolución con marcadas heterogeneidades entre sectores: mientras algunas ramas lograrán recuperar lo perdido en 2024, otras podrían verse afectadas por una posible apertura de importaciones y modificaciones en los precios relativos.

En un duro golpe político a Milei, el Senado rechazó a Lijo y García Mansilla

En lo que es quizá la principal derrota política del gobierno de Javier Milei, el Senado rechazó los dos pliegos de los candidatos que su administración había elevado a la cámara alta para ocupar las dos sillas vacantes de la Corte Suprema de Justicia. La decisión de rechazar los pliegos se había precipitado en el mismo momento en que Milei decidió designarlos por Decreto en comisión, sin haber logrado algún acuerdo en el Senado. De esta forma, empujó al Senado a hacer lo que habitualmente no se hace: rechazarlos.

El rechazo es el corolario de un encadenamiento de errores cometidos por el oficialismo, que desembocaron en que el Senado deje expuesta la debilidad política en la que transcurre todo el proceso político.

Un gobierno en minoría que, sin hablar con nadie, ni tantear previamente la viabilidad de su propuesta, decidió anunciar el envío de los dos pliegos en el marco de una propuesta que contenía dos grandes vicios: el desprestigio de Ariel Lijo como candidato, y la falta de una mujer que permitiera al menos garantizar que el máximo tribunal no estuviera integrado solo por hombres.

Pero la lectura política más interesante para hacer de este hecho es que, en gran medida, las condiciones del oficialismo para resistir la decisión del Senado de rechazar los pliegos comenzaron a deteriorarse desde el momento en que La Libertad Avanza decidió presentar candidatos -y uno de peso- para competirle al PRO en el distrito que gobierna y que constituye el epicentro de su poder político, con el agravante de que se trata del distrito que es gobernado por su principal socio y por la fuerza política más afín en términos ideológicos.

Hubo 3 senadores del PRO que aportaron para el quórum (el jefe del bloque, Alfredo De Angeli, y la pampeana Victoria Huala, y Guadalupe Tagliaferri que si bien no llegó al quórum, estaba dispuesta a colaborar con él) y a la hora de la votación hubo 7 votos del PRO en contra del pliego de Ariel Lijo, y 4 votos del PRO en contra del pliego de Manuel García Mansilla.

La otra arista política para analizar es la de observar en este rechazo el gesto de mayor resistencia política observado por la oposición hacia este oficialismo. Una resistencia que pareció estar contenida a lo largo de los primeros 15 meses de gobierno, pero que aparece en esta ocasión, justo en momento donde el oficialismo atraviesa momentos de turbulencia política (errores no forzados que impactaron en los indicadores de opinión pública como el escándalo LIBRA) y de tensión económica, con las dificultades vistas en las reservas y la discusión con el FMI por la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo que ayude a retomar control sobre las expectativas. 

La recaudación trimestral creció, pero sigue siendo baja

Los Ingresos tributarios en 2025

La recaudación tributaria en lo que va de 2025 ascendió a $41,3 billones, que a valores constantes, representa un incremento de 8% respecto al acumulado en el primer trimestre de 2024 (período en el cual los ingresos tributarios se desplomaron 9% i.a. ubicándose por debajo de los recaudado en 2019 durante el confinamiento de la pandemia). Pese a esta mejora, los ingresos tributarios se encuentran en niveles históricamente bajos.

En 2024, el Gobierno se apoyó en el impuesto PAIS y en otros aportes excepcionales —como el ingreso extraordinario por Ganancias en mayo y Bienes Personales en septiembre— para sostener la recaudación en un contexto recesivo. Por el contrario, en 2025 fue la mejora de la actividad económica la que permitió mantener los ingresos fiscales. Además, estos presentaron una composición distinta: mientras la participación de los impuestos y del comercio exterior en los recursos se redujo, los ingresos vinculados a la Seguridad Social ganaron peso, explicando el 27 % del total recaudado

¿Qué ocurrió al interior de la recaudación?

En oposición al desempeño observado en 2024, en el primer trimestre de 2025, lo que dio sostén a la recaudación fue el aporte de los tributos ligados a la actividad y a la Seguridad Social. En esta línea, el IVA, que aporta más de un tercio de los recursos experimentó una mejora real de 3,4% i.a.  A su interior, el IVA vinculado al consumo interno creció 11%, mientras que el IVA aduanero cayó 9%, lo que se explica en parte por la derogación a partir de marzo del año pasado de la suspensión de los certificados de exclusión, que incrementaba las percepciones aduaneras.

Sin embargo, uno de los factores más influyentes en la recuperación de este 2025, fueron los ingresos provenientes del impuesto a las Ganancias, los cuales crecieron 39% en términos reales. Esta situación se explica por la recomposición de la cuarta categoría del tributo producto de la aprobación del Paquete Fiscal a mitad del año pasado.  De hecho, en el primer trimestre de 2024 los ingresos provenientes del impuesto a las ganancias se redujeron en términos reales en la misma magnitud. No obstante, si comparamos con 1T 2025 con 1T 2023 los ingresos se encuentran un 15% por debajo en términos reales.

En sintonía, los ingresos de la Seguridad Social que siguieron recuperándose, crecieron 34% i.a. en términos reales. Esto obedece a la mejora en la remuneración bruta promedio en un contexto en el que el nivel de empleo no se vio tan afectado por la recesión.

Pese a representar un 2,2% de los recursos en 2025, lo que más creció en términos reales fue lo recaudado mediante el impuesto a los Combustibles, que más que se duplicó en la comparación interanual producto de las sucesivas actualizaciones que se hicieron en el tributo. Recordemos que este tributo comenzó en enero de 2022 una seguidilla de sucesivas caídas hasta marza de 2024 que empezó a recuperar el terreno perdido.

En línea con esta dinámica, y partiendo de una base de comparación baja, el Impuesto a las Transferencias, que representó el 7% de los recursos, registró una suba interanual del 10%, a pesar de que este período contó con menos días hábiles

Por el contrario, el comercio exterior aportó en lo que va del año menos que en el primer trimestre de 2024, marcando un rojo real de 12,4%. A pesar de que los Derechos de Importación crecieron 10%i.a. en términos reales, los Derechos de Exportación terminaron con una caída de 22% i.a. La explicación radica en parte a una elevada base de comparación producto de la postergación de exportaciones en la última parte de 2023 y el efecto de la devaluación en la primera parte de 2024. Sumado a ello, este mes operó la disminución en las retenciones para los bienes exportables (porotos de soja de 33% a 26% o aceite y pellets de soja de 31% a 24,5% o trigo y maíz de 12% a 9,5% o 0% para economías regionales).

En lo que va de 2025 se recaudaron $33.304 millones mediante el Blanqueo originado de la Ley Bases. Cabe recordar que en 2024 la exteriorización de activos permitió recaudar $394.392 millones explicando un 0,3% del PIB.

Por último, el Impuesto PAIS, que supo ser el pilar de la recaudación durante 2024 (pasó de ser el 0,8% del PIB en 2023 al 1,1% el año pasado), no solo no aporta más recursos tras el fin de su vigencia, sino que tuvo un saldo trimestral negativo por la realización de devoluciones de los saldos a favor para determinados agentes de percepción.

¿Qué esperamos hacia adelante?

La estrategia fiscal en 2024 se basó en una reducción significativa del gasto público acompañada de una caída en los ingresos, principalmente en aquellos vinculados al nivel de actividad. En este contexto, el gobierno dependió del comercio exterior, del impuesto PAIS, de la sanción de la Ley Bases y de otros ingresos excepcionales (como los ingresos extraordinarios por Ganancias en mayo y Bienes Personales en septiembre) para dar sostén a una recaudación afectada por el contexto recesivo.

Para lo que resta de 2025 será crucial seguir de cerca lo que suceda en materia de actividad y empleo, que, prescindiendo de otras fuentes extraordinarias de ingresos, condicionará los ingresos fiscales.

Por otro lado, la reduccion en las alícuotas a productos exportables y las recientes medidas arancelarias llevadas adelante por la administración de Trump, pueden llegar a generar impacto en los ingresos tributarios provenientes del comercio exterior, sumado a precios de commodities en niveles bajos que condicionen la recaudación.