El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) registró una caída del 0,4% s.e. en octubre, aunque se ubicó un 3,2% por encima del mismo mes de 2024. Así, en el acumulado de los primeros nueve meses del año, la actividad mostró un crecimiento del 5,0% interanual.
A nivel sectorial, seis de los catorce sectores registraron aumentos en octubre, aunque de magnitud moderada. El mayor avance correspondió al comercio (+1,4%), seguido por la extracción de minas y canteras (+0,6%) y el transporte y las comunicaciones (+0,4%). En contraste, las caídas más relevantes se observaron en intermediación financiera (-9,4%), industria (-0,8%) y construcción (-0,5%).
Por el lado de la construcción, el Índice Construya cayó 7,1% s.e. (-5,5% i.a.) y los despachos de cemento se redujeron en 4,7% s.e. En el mismo sentido, la industria también dio señales negativas. La producción de automóviles cayó 8,8% s.e., mientras que el patentamiento de vehículos 0 km cayó 2,3% s.e., siendo el cuarto mes de caídas consecutivo. Por su parte, los datos sobre consumo cerraron en rojo en noviembre. Las ventas minoristas PYME cayeron 9,1% s.e. y el crédito al consumo viene moderando su crecimiento mes a mes, hasta caer 1,4% s.e. en noviembre (+50,6% i.a.).
La actividad económica en octubre
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) registró una caída del 0,4% s.e. en octubre, aunque se ubicó un 3,2% por encima del mismo mes de 2024. Así, en el acumulado de los primeros nueve meses del año, la actividad mostró un crecimiento del 5,0% interanual. Esto evidencia que, la incertidumbre asociada al proceso electoral generó mayor volatilidad en las tasas de interés y en el tipo de cambio, afectando a las decisiones de producción e inversión.
Dejando de lado el shock negativo de las elecciones, el desempeño reciente del nivel de actividad estuvo impulsado principalmente por la intermediación financiera. Este fenómeno fue particularmente relevante en septiembre, cuando la intermediación financiera creció un 12% s.e., impulsada por la ampliación del margen entre la tasa activa y la tasa pasiva del sistema bancario, indicador de una mayor rentabilidad de las entidades financieras. En este sentido, el crecimiento observado no respondió a un incremento de los depósitos ni a una mayor profundización financiera, sino a un efecto precio asociado al aumento del spread de tasas. En octubre, este impulso se revirtió, con una caída del sector del 9%, pese a que las tasas se mantuvieron altas buena parte del mes. Más allá del comportamiento puntual de los últimos dos meses, el crecimiento acumulado en el año del EMAE (+0,5%) se explica en gran medida por la intermediación financiera; excluyendo este componente, la actividad habría registrado una caída del 1,5%.

A nivel sectorial, seis de los catorce sectores registraron aumentos en octubre, aunque de magnitud moderada. El mayor avance correspondió al comercio (+1,4%), seguido por la extracción de minas y canteras (+0,6%) y el transporte y las comunicaciones (+0,4%). En contraste, las caídas más relevantes se observaron en intermediación financiera (-9,4%), industria (-0,8%) y construcción (-0,5%).
Más allá del desempeño sectorial de octubre, a lo largo del año se consolidó un patrón claro de retroceso en los sectores con mayor demanda de mano de obra, en contraste con el mejor desempeño relativo de los sectores primarios, en particular el agro a principio de año y la extracción de minas y canteras (+4,6%). En particular, la industria manufacturera cayó 4,8% en lo que va del año, afectada por la mayor apertura de importaciones. A la industria le sigue el comercio, que cayó 2,0% en el año.

En términos interanuales, solo tres sectores registraron variaciones negativas. La industria (-2,7%) acumuló cuatro meses consecutivos de caídas, mientras que la administración pública (-0,8%) mostró retrocesos interanuales a lo largo de todo el año, como resultado del ajuste implementado por el Estado nacional. Por último, hoteles y restaurantes se ubicó por debajo del nivel del mismo mes de 2024 por primera vez en el año (-1,0%).
¿Qué esperamos hacia adelante?
Los últimos meses estuvieron marcados por un contexto de elevada incertidumbre electoral, que afectó las decisiones económicas y se reflejó en una mayor volatilidad financiera. En ese marco, septiembre mostró un desempeño mejor al esperado, mientras que octubre, en pleno mes electoral, no evidenció mejoras. Una vez pasada la tormenta, parece no venir la calma: de cara a noviembre, los indicadores adelantados son negativos en su mayoría.
Por el lado de la construcción, el Índice Construya cayó 7,1% s.e. (-5,5% i.a.) y los despachos de cemento se redujeron en 4,7% s.e. En el mismo sentido, la industria también dio señales negativas: la producción de automóviles cayó 8,8% s.e., mientras que el patentamiento de vehículos 0 km cayó 2,3% s.e., siendo el cuarto mes de caídas consecutivo. Por su parte, los datos sobre consumo cerraron en rojo en noviembre: las ventas minoristas PYME cayeron 9,1% s.e. y el crédito al consumo viene moderando su crecimiento mes a mes, hasta caer 1,4% s.e. en noviembre (+50,6% i.a.).
Con el desempeño de los últimos meses, prevemos un crecimiento promedio apenas por encima del 4% para 2025, resultado se explica en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, considerando que la actividad se mantendría prácticamente estable.
















