¿Cómo evolucionó la economía en enero?
En el primer mes del año el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) se contrajo 2% i.a., pero creció 1,9% respecto a diciembre en términos desestacionalizados, el avance mensual de mayor magnitud de los últimos cuatro meses -y en un contexto de pocas nuevas relajaciones de las restricciones sanitarias, lo que es todavía más alentador-. De esta forma, la economía suma nueve meses de gradual y sostenida recuperación luego del derrumbe inédito sufrido en abril del año pasado. No obstante, con el registro del primer mes del año la actividad se ubicó todavía 1,3% por debajo del nivel pre-pandemia (enero-febrero 2020).
¿Cómo arrancaron el año los distintos sectores?
Al interior del EMAE siguieron verificándose velocidades de recuperación dispares a nivel sectorial, en un contexto en que volvió a mejorar en la difusión del crecimiento (cada vez crecen más sectores) y sigue siendo evidente el rezago en la perfomance de los servicios en relación con los bienes. En este marco, en el primer mes de 2021, la mayor parte de las ramas de actividad enseñaron un mejor desempeño respecto a lo observado en diciembre.
En enero, 8 de los 15 sectores que componen el indicador retornaron a niveles pre-pandemia. Entre los bienes (+3,5% i.a.), capítulo que ya suma dos meses con subas interanuales, Construcción (+10,2%) e Industria manufacturera (+4,6%) son los rubros con el mejor desempeño. El primero de ellos, siendo traccionado por el “veranito” que experimenta la demanda de bienes durables e insumos para la construcción, mientras que, en la construcción, la desaceleración en la demanda para pequeñas refacciones está siendo compensada por la reanudación de obras de mayor magnitud y una creciente obra pública.
En sentido contrario, Petróleo, gas y minería se contrajo 7,2% i.a. y sigue casi 8 p.p. por debajo del nivel pre-pandemia. Si bien el precio del petróleo ha regresado a la zona de los USD 60 por barril y se verifica un mayor ánimo inversor, las restricciones a la circulación no permiten una mejora significativa.
Por último, los Servicios promediaron un retroceso de 9% i.a. en enero 2021, volviendo a desacelerar su tasa de caída. Entre las ramas que alcanzaron (y superaron) los niveles previos a la pandemia resaltan Intermediación financiera (+7,2% i.a.), y Comercio (+2,6%). En tanto, los sectores que aún están lejos de reconquistar el terreno perdido fueron los que continuaron con mayores restricciones para operar, como Hoteles y restaurantes (-39,1%) y Otras actividades de servicios (-19,2%).
¿Qué esperamos para 2021?
El arrastre estadístico de 8 p.p. que deja enero para lo que resta de 2021 augura una recuperación significativa para este año. Sin embargo, habiendo despejado en el corto plazo el riesgo cambiario asociado a un abrupto salto cambiario, el número final estará determinado principalmente por cómo evolucionará el frente sanitario. En ese sentido, los riesgos de un recrudecimiento de la crisis sanitaria han aumentado, a la luz de la aceleración de los contagios tanto en Argentina como en países vecinos, de la circulación de nuevas variantes del COVID-19 y de las demoras en el arribo de vacunas mientras nos adentramos en el otoño.
Si bien el advenimiento de la segunda ola es casi un hecho, creemos que el aprendizaje de producir bajo pandemia, la mejora en la capacidad instalada del sistema sanitario y el escaso margen social-económico-político para aplicar una cuarentena dura permitirían que la implementación de nuevas restricciones sea menos estricta que en 2020. De esta forma, proyectamos que se aplicarán más restricciones a la circulación, aunque se intentará evitar restringir las actividades productivas.
En este marco, seguirá existiendo un rebote de carácter heterogéneo a nivel sectorial: los no esenciales -como Hoteles y restaurantes y Otras actividades de servicios comunitarias y parte del Transporte, entre otros- continuarán con una lenta recuperación, mientras que algunos sectores (principalmente productores de bienes) tendrán algo más de aire para mantenerse en niveles superiores a la pre-pandemia.
Por otra parte, las particularidades políticas impactarán también sobre el proceso de recuperación. En el año electoral, el gobierno apuntará a dinamizar al consumo mediante planes oficiales (Ahora 12, Precios Máximos) y a atrasar la evolución del tipo de cambio oficial como principal herramienta para contener la inflación y recomponer el poder adquisitivo en la previa a las elecciones. Asimismo, en un contexto de Reservas netas exiguas, un endurecimiento de los controles a las importaciones y a la compra de dólares para la producción podría frenar la recuperación de algunas actividades.
En síntesis, teniendo en cuenta que habría un impacto de la pandemia sobre la economía, aunque menor al 2020, y que el mercado cambiario se mantendría relativamente calmo durante los próximos meses, el nivel de actividad se recuperaría solo parcialmente en 2021. Este crecimiento estará más ligado al arrastre estadístico significativo -del 5%- que dejó el año anterior, que a una recuperación económica de magnitud y tangible.