Economía
En el margen se observa alguna mejoría en las expectativas económicas para el presente año. Un efectivo proceso de vacunación permitiría a Chile liderar la inmunización de rebaño a nivel de las economías latinoamericanas, situación que podría alcanzarse antes del término del primer semestre. Paralelamente las condiciones externas son favorables, con buenos precios de exportación y un importante incremento en los volúmenes exportados a China. Se esperan fuertes flujos de capitales externos para economías emergentes, en el contexto de mucha liquidez global y alto precio de los activos en el mundo desarrollado. Se puede destacar que, aunque a costa de un importante deterioro en la situación previsional en el largo plazo, los retiros de fondos de las AFP´s contribuyeron a mantener el ingreso disponible de las familias y su capacidad de compra, acotando el impacto sobre la demanda agregada. En lo negativo, la recuperación de la inversión y el empleo será lenta, en un escenario de alta incertidumbre político-institucional. La inflación registra un alza transitoria, producto de un mercado de bienes aún algo desabastecido, sin embargo hacia fines de año retomará una tendencia dentro de los objetivos de la autoridad. Esto es compatible con la mantención de una política monetaria muy expansiva por un prolongado período de tiempo. Finalmente, el tipo de cambio fluctuaría en torno a los niveles actuales (730 pesos/US$), al ritmo de la valoración del dólar a nivel internacional y la situación política interna.
Política
Se observa alguna recuperación en el apoyo al gobierno, de la mano de un buen manejo frente a la crisis sanitaria. Se inicia un año extraordinario en materia política, donde a las elecciones periódicas habituales se suma ahora la de gobernadores regionales y, lo más importante, la de una convención para la redacción de una nueva constitución. La carrera presidencial está lanzada, con un gran número de candidatos, con una inmensa mayoría de la población que aún no define sus preferencias. Se observa una fragmentación en la oposición, la que es consistente con la falta de una narrativa y proyecto compartido, que se traduciría en un negativo impacto electoral. La violencia en manifestaciones callejeras registra algún aumento, lo mismo que acciones de corte terrorista en la región de la Araucanía. Sin embargo, el cuadro político antes reseñado obligaría a la centro-izquierda a buscar al electorado de centro, lo que restringe el potencial “apoyo” político hacia las movilizaciones violentas. De ser así, la violencia quedará más aislada, tema de particular importancia por el impacto que tiene sobre la incertidumbre político-institucional y su respectivo efecto en la postergación de la inversión y la mantención de un bajo dinamismo económico.