La pandemia y la economía
La economía empieza el año con dos fuentes de incertidumbre: i) la campaña electoral y ii) la pandemia. Sobre lo último, las cifras de covid-19 han vuelto a mostrar una tendencia al alza. Con ello, nuestro frágil sistema sanitario se encuentra nuevamente bajo presión. Esto, sumado a la llegada de la nueva variante de dicho virus, la cual es más contagiosa, nos aproximaría al inicio de una segunda ola. No obstante, dado que la primera ola nos afectó considerablemente (se redujo el número de susceptibles), el Gobierno ahora ha decidido hacer ajustes menores a su estrategia de lucha contra los contagios. Esto, de momento, elimina la posibilidad de nuevos confinamientos e impactos mayores sobre la actividad económica.
La actividad económica durante el primer trimestre crecería 1.4%, gracias a que el sector de construcción sigue mostrando un buen desempeño. Sin embargo, a nivel mensual existen grandes diferencias: durante enero y febrero la actividad mostraría mayores tasas de caída (por efecto base de comparación) pero, durante marzo, la tasa estaría alrededor del 12% debido a que comienza el rebote generado por la comparación contra los meses marcados por el confinamiento.
Política
El panorama político ha iniciado 2021 con cierta calma. Ello debido a que, por un lado, el Congreso, que promovió iniciativas legislativas dañinas para el sistema económico durante casi todo el año pasado, ha pausado sus actividades y recién las reiniciaría a mediados de marzo (de acuerdo con su reglamento). Por otro lado, la campaña electoral 2021, que se encuentra en marcha, concentraría la atención sirviendo de válvula de escape hasta las próximas elecciones (abril y junio, primera y segunda vuelta respectivamente).
No obstante, respecto al último punto, dadas las particularidades de esta campaña, marcada por los minicandidatos (candidatos con escaso apoyo), existe una elevada incertidumbre sobre quién va a tomar las riendas del país. Además, frente al gran número de partidos políticos que disputan una posición en el siguiente Congreso, junto con su falta de cohesión interna, hay una alta probabilidad de que el próximo Parlamento sea similar al actual (fragmentado y, sobre todo, populista).