Economía
El 7 de octubre Richard Martínez renunció al cargo de Ministro de Economía y Finanzas que ejerció desde mayo de 2018. La renuncia se dio pocos días después de que el directorio del FMI aprobara el nuevo acuerdo con el Ecuador y que el país recibiera el primer desembolso por $2.000 millones. En reemplazo de Martínez el presidente Lenín Moreno designó a Mauricio Pozo, quien ya estuvo al frente del Ministerio de Finanzas entre 2003 y 2004. El nombramiento de Pozo, a quien se lo ve comprometido con el proceso de consolidación fiscal, ha sido bien recibido en la comunidad internacional (el riesgo país cayó ligeramente entre el 7 y el 9 de octubre de 969 a 938 puntos básicos) y por buena parte de la opinión pública ecuatoriana. Pozo ha dicho que quiere dejar al próximo gobierno los borradores para las reformas tributaria, laboral y a la seguridad social que el país necesita para su reactivación. Al respecto, cabe señalar que a finales de septiembre el Banco Central publicó los resultados de las cuentas nacionales del segundo trimestre de 2020. Según la institución oficial, en ese período la economía ecuatoriana se contrajo 12,4% en términos interanuales. Se trata de la caída más pronunciada en dolarización y fue provocada por un desplome de todos los componentes del PIB por el enfoque del gasto a consecuencia de la pandemia y el confinamiento.
Política
El Ecuador celebrará en febrero del próximo año elecciones presidenciales. Al 7 de octubre (fecha tope para la inscripción de candidaturas) se habían inscrito 17 binomios, lo que muestra la fragmentación política del país. De esas 17 candidaturas, algunas de las cuales podrían ser eliminadas por las autoridades electorales si se verifica que no cumplen todos los requisitos, las que se muestran como las más opcionadas son la del banquero Guillermo Lasso (centro-derecha), el ex prefecto del Azuay y líder indígena Yaku Pérez (izquierda) y la del correísta Andrés Arauz (también de izquierda). No obstante, los resultados de las diversas encuestas difieren mucho entre sí, pero la mayoría de ellas coinciden en que el porcentaje de indecisos sigue siendo muy elevad