Sectorial

La producción de petróleo marcó su tercera alza consecutiva

¿Qué pasó?

En mayo la producción de crudo trepó 3% i.a. y marcó el tercer mes de crecimiento consecutivo luego de 24 meses de caídas ininterrumpidas. En los primeros cinco meses de 2018 acumula una suba del 1,2% i.a., aunque la media móvil de los últimos 12 meses todavía se ubica en valores negativos (-1,6% i.a.).

Por su parte, la producción de gas en mayo avanzó 4% i.a. y acumuló un incremento del 4% en lo que va del año. La variación interanual de la producción acumulada de los últimos doce meses muestra un crecimiento del 1% i.a.

¿Qué factores lo explican?

El primer semestre de 2018 configuró un contexto favorable para el sector con el precio internacional del petróleo en alza. Tanto el barril de Brent como el de WTI experimentaron fuertes subas que alcanzaron 36% i.a. y 32% i.a., respectivamente. El barril cotizó en promedio en junio USD 74,4 el Brent y USD 67,9 el WTI,  valores que no se registraban desde el año 2014. El precio en el mercado local también se movió al alza: el barril  alcanzó USD 62,4 en mayo y registró una suba promedio del 28% i.a. en los primeros cinco meses del año.

Para el caso particular del gas, se sumó la vigencia del precio estímulo para la producción incremental de no convencionales en la cuenca neuquina y la cuenca austral. Dicho precio se encuentra en USD 7,5 por MMbtu, por lo que en base al precio interno promedio del Gas Natural en mayo de USD 4,57 por MMbtu se desprende un subsidio al sector de casi USD 3 por MMbtu. De esta forma, la producción de gas no convencional concentró en marzo un tercio de la producción total de gas, el nivel más alto registrado hasta el momento. En este sentido, en el acumulado de los últimos doce meses, la producción de gas no convencional tuvo una expansión de 21% i.a., con subas del 62% i.a. en el caso del shale y de 13% i.a. para el tight.

¿Qué esperamos para lo que resta del año?

La mejora en el precio internacional del crudo, el salto en el tipo de cambio y las inversiones previstas para 2018 en el sector, auguran el sostenimiento del crecimiento de la producción de gas y petróleo. Por un lado, las estimaciones globales de los inventarios de crudo hacen prever un precio estable del barril en la segunda parte del año, que sumado a la reducción de los costos en dólares tras la devaluación del peso argentino, generan incentivos para el crecimiento de la producción. En esta línea, suma optimismo la liberación a partir de julio del precio interno del petróleo anunciada por el nuevo titular del Ministerio de Energía Javier Iguacel. Asimismo, la continuidad hasta el momento del Plan Gas para la producción incremental de gas no convencional, permite que Vaca Muerta continúe desarrollándose.  No obstante, tras el salto cambiario y las nuevas metas fiscales establecidas con el FMI, existen riesgos de que el estímulo se elimine. El subsidio a la producción de gas está fijado respecto al precio en dólares del hidrocarburo, por lo que ante la nueva cotización de la divisa, la partida en pesos para el Plan Gas debería incrementarse 40%, poniendo en riesgo la continuidad del mismo y, en consecuencia, el despegue de la actividad no convencional en el mediano plazo.



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