Las consecuencias que está produciendo la pandemia del Covid-19 sobre la actividad económica imposibilita la discusión sobre acuerdos salariales. Sin certidumbre sobre cuánto durará el vendaval y cual será el impacto sobre los puestos de trabajo, se vuelve difícil discutir actualizaciones salariales. Pero esto no implica que los salarios puedan ir desactualizándose frente a una inflación que se desacelera, pero sigue su curso.
En este sentido, el gobierno, junto a las autoridades empresarias y sindicales están pensando en algún tipo de acuerdo de suma fija una vez que pase la pandemia. Esto tendría lugar especialmente en los gremios que integran el grupo de actividades esenciales (Camioneros, Bancarios, Sanidad, etc.), pero todo estará supeditado a qué tan arrasada quede la economía luego de la tormenta perfecta que resultó ser la pandemia.
Sobre estas negociaciones se suma la falta de acuerdo para el pago de aguinaldos. Luego de idas y vueltas, la Unión Industrial Argentina (UIA) resolvió anunciar que las empresas que la integran pagarán el aguinaldo “entre la fecha legal correspondiente y no más allá del 30 agosto, mediante las cuotas y/o adelantos que las circunstancias permitan”. En una misiva dirigida al ministro Claudio Moroni, solicitaron que “se contemple esta situación, evitando inspecciones o sanciones por la adecuación aludida que no es imputable a las empresas o empleadores sino a las circunstancias mismas”.
Todo esto se da en un contexto en el que se empieza a evidenciar un proceso de destrucción de empleo. Este es otro factor que advierte sobre una conflictividad laboral que irá creciendo en los próximos meses, de la mano de
las consecuencias negativas que la pandemia, y las medidas adoptadas para combatirla, tienen sobre la actividad económica y el ingreso de los trabajadores.