Cuando miramos las fluctuaciones del precio del petróleo desde 1986, llama la atención la alta volatilidad desde el comienzo del milenio. El gran crecimiento de China y los países subdesarrollados, la geopolítica energética de mano de la OPEP, el uso del petróleo como un bien financiero especulativo, las sospechas del fin de la era hidrocarburífera y el increíble surgimiento del no convencional en los Estados Unidos podrían explicar estos movimientos. Al fin y al cabo es un juego de oferta y demanda.
Entonces, ¿qué está pasando ahora? El precio del WTI bajó a 23,5 dólares por barril. Hay que retroceder hasta el año 2002 para observar estos valores (que si uno ajustara por inflación americana serían equivalentes a los precios de 1999). Sí, veinte años atrás. Más aún, bajó un 50% en apenas 18 días, desde 46 dólares/barril el 5 de marzo hasta 23,5 dólares/barril el 23 de marzo.
Desde el lado de la demanda mundial, a causa del Coronavirus, según los pronósticos de hace 15 días de IEA (International Energy Agency), en el 2020 se contraerá por primera vez desde el año 2009 (crisis financiera de fin del 2008). Mientras se estimaba que este año la demanda iba a crecer en un millón de barriles por día a 101 MMbbl/d (1% de crecimiento anual, dado que en 2019 fue 100 millones de barriles por día), ahora se cree que bajará casi en promedio anual 100 mil barriles por día (-0,1%). Para tener una idea, Argentina produce y consume aproximadamente 500 mil barriles por día.
Esta reducción mundial de demanda ya comenzó: en el primer trimestre del año se estima que bajó 2,5 millones de barriles por día, de los cuales 1,8 fueron menor consumo chino. Parece difícil entonces que se cumpla la estimación de hace sólo 15 días de IEA de que sólo baje 100 mil barriles por día en el promedio anual. El Coronavirus ya llegó al resto del mundo y el impacto será mayor. En la Argentina, por ejemplo, en estos últimos días, según el CEO de YPF, a causa de la cuarentena, la demanda de naftas bajó un 70%, de gasoil 50% y de jetoil 90%. Así, esta reducción de demanda implica que todo el volumen que no consumamos irá dentro de lo posible al mercado internacional.
Desde el lado de la oferta, mientras se estaba desarrollando la crisis del Coronavirus en China, pero antes de que llegara efectivamente a Europa, en una reunión de la OPEP los primeros días de marzo, Arabia Saudita y Rusia no se pusieron de acuerdo en la baja de volumen de producción de los países miembros. El precio del petróleo había arrancado el año en 61 USD/bbl y hasta principios de marzo ya había bajado 25%, a valores de 45 USD/bbl. Querían bajar el volumen para que el crudo deje de caer, pero como no se pusieron de acuerdo, finalmente Arabia Saudita, segundo productor mundial después de los Estados Unidos, decidió ofrecer descuentos en precios muy grandes, quitándole mercados a Rusia. Además, amenazó con subir fuertemente la producción. Luego de esto, el precio bajó más (en un día de 45 a 31 USD/bbl). O sea, se perjudicaron ambos fuertemente, en un juego de póker muy peligroso. Sin embargo, hay sospechas de que podría haber sido una acción conjunta de la OPEP para bajar los precios y así reducir o fundir en parte a la industria del petróleo no convencional americana, que tiene precios de equilibrio más altos. Esta producción americana, en los últimos años estuvo quitándole mercados que tradicionalmente eran de la OPEP. Recordemos que en 2019, Estados Unidos se convirtió en el primer productor y exportador de crudo del mundo, superando a Arabia Saudita gracias al espectacular desarrollo del fracking.
En la oferta y más allá de la geopolítica, la capacidad productiva y los pronósticos del resto de los principales países siguen hacia arriba, principalmente con grandes volúmenes de Estados Unidos y Brasil.
Tanto el coronavirus como la jugada geopolítica de la OPEP y Rusia, parecerían ser temas coyunturales que deberían solucionarse este año y no deberían afectar el largo plazo (respecto al virus, esperemos que antes). ¿Por qué China y el mundo no podrían recuperarse y volver a crecer en el 2021? ¿Y por qué Rusia y la OPEP no podrían ponerse de acuerdo si de esta manera están perjudicándose ambos?
Si vemos los valores de las compañías petroleras en relación a un mes atrás (desde el 24 de febrero hasta el 24 de marzo), mientras el S&P 500 bajó 33%, el precio del petróleo se redujo 54%. Las empresas globales como Exxon, Chevron, Shell, BP, Total, bajaron alrededor de 40% y las empresas argentinas o brasileras como YPF, Vista o Petrobras bajaron entre 60 y 70%. Esto se debe a que las empresas globales tienen distintos puntos de equilibrio en sus cuencas, promediando valores más bajos que el no convencional argentino o el presal offshore de Brasil. De esta manera, si tomamos empresas que solo se dedican al no convencional en Estados Unidos, la baja también es de alrededor entre 50 y 60%. También si miramos compañía por compañía, el grado de endeudamiento impacta fuertemente en el valor del equity, ya que a estos precios varias empresas podrían fundirse.
Parecen bajas demasiado fuertes para algo coyuntural, aunque también sabemos que los mercados financieros suelen exagerar las alzas y las bajas. Veremos cómo sigue esta historia.
Esta nota fue publicada en el portal a24.com el 25 de marzo de 2020 y puede ser consultada también aquí: shorturl.at/btCMX