Política

Los acuerdos paritarios cortos resultaron más efectivos

Luego de que 2018 la inmensa mayoría de los grandes gremios perdió ampliamente contra la inflación, este año algunos de ellos optaron por negociar acuerdos cortos, sean trimestrales, cuatrimestrales o semestrales.

A 60 días de terminar el año, queda claro que la decisión de monitorear los acuerdos con mayor frecuencia fue una herramienta muy útil para los gremios.  Los abanderados de la iniciativa y mejores parados frente a la inflación son SMATA -que aún debe negociar su cuarto trimestre-, Bancarios, UOCRA y Camioneros –que deberá renegociar a fin de año el tramo de enero a junio-.  Asimismo, en lo que respecta a los acuerdos largos, Alimentación y Sanidad fueron los que exhibieron las mayores subas. Por su parte, si bien UTA, UOM, UPCN, Luz y Fuerza y la Unión Ferroviaria son los más atrasados, muchos tienen cláusulas de revisión que les permitirá, acercarse a la inflación en este 2019.

En este sentido, repasemos algunos convenios recientemente acordados.

 

En este contexto crítico para los trabajadores, es relevante realizar un diagnóstico del movimiento sindical, y en este sentido, se observa que el objetivo de la unidad empieza a tropezar con los primeros obstáculos.

La unidad de todo el arco sindical no será tan fácil de lograr en el marco de los apoyos al futuro Gobierno de Alberto Fernández. A contraposición de lo ocurrido durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando era fácil ponerse de acuerdo cuando todos estaban siendo perjudicados, ahora será difícil lograr cuando no todos sean beneficiados del mismo modo, o peor aún, cuando siquiera todos son beneficiados. Este será el desafío para Alberto Fernández una vez que pase la euforia por el retorno del peronismo al poder.

Por lo pronto, es posible pensar que el sindicalismo de extracción peronista efectivamente pueda encontrar los canales que conduzcan a la unidad, pero se ve muy difícil que esa unidad pueda trascender los límites de la Central más importante del país e incluya a los sectores sindicales disidentes de la CTA. Sobre todo, por las primeras reacciones que hubo por parte de la CGT.

De hecho, como prueba de la predisposición a la unidad que reina entre el arco sindical cegetista, en el acto de asunción de Juan Manzur hubo presencia de todos los sectores sindicales, pero hubo una ausencia destacada: la del Camionero Hugo Moyano.

Esta ausencia generó suspicacias, ya que luego del rencuentro el 24 de septiembre pasado en la sede de UPCN, donde los dos principales sectores sindicales tuvieron su cumbre en pos de la unidad, la actitud de Moyano ha dejado traslucir alguna tensión que no fue disipada entre ambos bandos.
En este sentido, Moyano tiene varios motivos para recelar de la unidad que pide Alberto Fernández. En primer lugar, cree que los dirigentes de la CGT quieren relegar a Pablo Moyano de la posibilidad de ocupar un lugar en la conducción de dicha central. En segundo lugar, Moyano todavía sigue herido por la falta de reconocimiento que tuvo su actitud combativa frente a Macri en las listas de candidatos de la reciente elección. Por último, cree que la CGT no está dispuesta a avanzar en la incorporación de los trabajadores de la economía popular a la CGT (movimientos sociales) y la reunificación de la CGT y la CTA.

En la medida que esto último no suceda, Moyano tendrá motivos y razones para liderar un sector alternativo a la CGT que tenga una relación paralela con el Gobierno de Alberto Fernández para conseguir beneficios por su cuenta. Sobre todo, porque este sector se referencia claramente en la figura de Cristina Kirchner, y ello podría ser un factor político determinante para mantenerse al margen del nuevo liderazgo de Alberto Fernández.



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