Economía: Pocas novedades
La información disponible a julio muestra que la actividad económica, aunque se acelera un tanto en el margen, sigue más bien deprimida. El Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPOM), publicado el 4 de septiembre, redujo su proyección de crecimiento de 2,75 a 3,50% a 2,25% a 2,75%, con un balance de riesgos a la baja. Esto se ajusta a nuestra estimación de 2,3% con sesgo a la baja. Además, en la reunión de política monetaria del 3 de septiembre el banco central redujo la TPM de 2,5% a 2% y dejó un mensaje claro de que la política monetaria se hará más expansiva en el escenario más probable. De hecho anticipamos que la TPM bajará, al menos, 25 pb antes de fin de año, pero que lo más probable es que la reducción sea de 50 pb. Junto al débil crecimiento y las holguras que se están generando, al mantenerse un crecimiento por debajo del potencial (3,2%), la inflación (2,3%) también da espacios para una política monetaria más expansiva. También se han producido algunos anuncios de política fiscal más activa que, esperamos, se reafirmen en el presupuesto de 2020.
Política: El gobierno se enreda sólo
Las reformas claves propuestas por el gobierno siguen languideciendo en el Congreso. La reforma tributaria aún sigue en la Cámara de Diputados y la previsional está en discusión, pero no se ve un horizonte claro de aprobación para ninguna. Por el contrario, la propuesta de dos parlamentarias comunistas para reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas y, eventualmente a 35 horas, ha avanzado rápidamente y se votará en la sala de Cámara de Diputados en octubre, donde se espera sea aprobada. El gobierno, sorprendido, ha reaccionado torpemente ante esta propuesta que, probablemente, es inconstitucional con una parecida, en vez de plantear directamente que vetará la de los comunistas si se aprueba. A lo anterior se suma la absurda acusación constitucional contra la Ministro de Educación de parte de los socialistas, la que es probable no prospere. En definitiva, la actividad política se concentra en actividades intrascendentes, sin manifestar ninguna preocupación por el futuro del país ni las condiciones adversas que se enfrentan en el ámbito internacional.