¿Cuántos pobres hay en Argentina?
Según INDEC, la pobreza alcanzó a 35,4% de la población durante el primer semestre de 2019, por lo que casi 16 millones de argentinos se encuentran en esta situación (+3,7 millones en relación a la primera mitad de 2018). Por su parte, la indigencia trepó a 7,7% de la población (3,5 millones de personas, aproximadamente 1,3 millones más que la primera mitad del año pasado). Vale recordar que, estadísticamente, la población indigente se incluye dentro de la población pobre.
Adicionalmente, la pobreza en menores de 14 años alcanzó 52,6% (más de 10 p.p. en relación al primer semestre de 2018). En contraposición, la pobreza en adultos mayores fue de 10,4% (+4,5 p.p. en la comparación interanual).
Asimismo, la brecha de pobreza fue de 39,3%. Esto significa que los pobres ganan en promedio casi 40% menos de lo que precisan para dejar de serlo. Este dato rondaba el 36% en el primer semestre de 2018. Sin embargo, más interesante resulta analizar lo sucedido con una familia que percibe, por ejemplo, dos salarios equivalentes al mínimo y dos AUH. En este caso, durante la primera mitad del año pasado los ingresos habrían sido 14% superiores a la línea de pobreza, mientras que la suma percibida en el primer semestre de 2019 quedó 4% por debajo de dicho umbral.
¿Por qué aumentó la pobreza?
Como se vio en el ejemplo previo, el avance de la pobreza es la consecuencia de la caída de los ingresos reales. Este fenómeno afectó en mayor medida a hogares en situación de vulnerabilidad, cuyos miembros están más asociados al empleo informal y de elevada inestabilidad. Además, al no estar regidos por ningún convenio, los trabajadores no registrados tienen dificultades para proteger su ingreso ante los aumentos de precios. Producto de la ausencia de paritarias, durante la primera mitad del año, el salario del sector privado no registrado cayó casi 14,5% i.a. en términos reales (un retroceso 4 p.p. mayor que los trabajadores formales).
Si nos enfocamos en el 40% de la población de menores ingresos, los ingresos individuales mostraron un deterioro de 15,2% i.a. durante la primera mitad del año. En muchos hogares, la pérdida del poder adquisitivo implicó que más miembros del hogar salgan en búsqueda de empleo para apuntalar los ingresos familiares. Sin embargo, esto no fue suficiente: el ingreso total familiar cayó 14,9% i.a. en términos reales. En consecuencia, la mayor participación el mercado laboral no se tradujo en un mayor poder adquisitivo para este sector y resultó en un mayor nivel de pobreza.
¿Aumentará la pobreza en el segundo semestre de 2019?
La segunda mitad del año comenzó con una nueva aceleración inflacionaria que erosionará los ingresos reales en un contexto de crisis económica. Como resultado, es probable que pese a trabajar más -por el momento, el empleo informal continúa creciendo-, nuevos hogares (y personas) caigan por debajo de la línea de pobreza, la cual rozará el 40%. Algo similar ocurrirá con la indigencia. En la medida que los saltos inflacionarios tengan origen en la cuestión cambiaria, los alimentos tenderán a encarecerse y por lo tanto, más personas tendrán dificultades económicas para acceder a los mismos.