Economía
Desde mediados del año 2018, la actividad económica del Paraguay se ha desacelerado, lo cual se observa en los diferentes indicadores que estima el Banco Central. El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAEP) entre diciembre de 2018 y marzo de 2019 se ha reducido de manera continua, hasta situarse en 4,6%. Para el mes de marzo de 2019, las disminuciones registradas por hipermercados y supermercados y ventas de vehículos se ubicaron en 9,8% y 16,6%, respectivamente. Pese a estos resultados y a la estabilidad mostrada por la inflación, la cual acumula en los primeros cinco meses del año 1,7%, la Autoridad Monetaria se ha mostrado más activa en el monitoreo de la tasa de cambio, al realizar intervenciones en el mercado cambiario que, aunado a la colocación de Letras de Regulación Monetaria, han drenado dinero del sistema financiero, con lo cual, para el mes de abril, M0 muestra una caída real de 0,4% y M1 de 1,4%. La tasa del mercado interbancario durante el mes de mayo superó a la tasa de política, lo que también evidencia los problemas de déficit de liquidez que enfrentan algunas instituciones bancarias. Ante esta coyuntura el Banco Central debe actuar, para evitar que la desaceleración económica se profundice y, por tanto, debe relajar el sesgo restrictivo que ha mostrado su política en los últimos meses.
Política
Buscando la reactivación económica, el gobierno anunció un conjunto de medidas de estímulo fiscal por USD 1.543 millones, buscando abarcar los diversos sectores más afectados como el comercio y el sector agrícola. Las medidas anunciadas buscan catapultar la inversión pública acelerando las obras públicas más pequeñas (rutas y puentes en su mayoría), reducir aranceles, y flexibilizar el crédito al sector productivo. El principal objetivo es generar puestos de trabajo y reactivar el débil consumo. No obstante, en abril 2019, ya se habían anunciado las primeras medidas anticíclicas que incluían un paquete de obras por USD 900 millones, que hasta ahora no han demostrado grandes avances. Cabe resaltar, que el éxito del plan de medidas anunciadas dependerá plenamente de la capacidad de implementación y gestión del gobierno, principal debilidad del aparato estatal paraguayo y, en especial, de los ministerios implementadores.