El Gobierno tuvo desde siempre una certeza: de todos los rivales posibles, Cristina Kirchner era la mejor adversaria para confrontar porque es la que tiene los mayores niveles de rechazo, incluso entre votantes opositores. Ese norte electoral nunca se puso en duda, ni siquiera hoy en este contexto económico tan desfavorable. Pero algo cambió en las últimas semanas, y es que el escenario de segunda vuelta con Cristina dejó de ser terreno de triunfo asegurado (según Synopsis Abril 2019, CFK le sacaría 1,8% de ventaja en una segunda vuelta).
¿Esto pone en duda la estrategia de confrontación con CFK?
No, porque en cualquier otro escenario el Gobierno hace tiempo que camina en terreno aún más negativo. Pero lo que sí produce es que se ponga en duda quién está mejor parado por parte del oficialismo para enfrentar con mejor resultado electoral a CFK (si Macri o Vidal)
La profundización de la crisis económica (mayor volatilidad cambiaria, más inflación, más recesión, etc.) ha sido la causa del debilitamiento electoral del Gobierno, no tanto porque le esté erosionando su base de apoyo (entre agosto de 2018, cuando Cambiemos registraba un 32,8% de intención de voto, y abril de 2019, cuando registró un 29,8% de intención de voto, el Gobierno perdió solo 3% de apoyo electoral), sino porque le está complicando la tarea para convencer al 20% de votos adicionales que tendrá que conseguir en una segunda vuelta para ganar la elección.
La crisis económica está produciendo un incremento en los niveles de enojo con el Gobierno, y es precisamente ese sentimiento el que ablanda el enojo con la archirrival del Gobierno, Cristina Kirchner. No es más que la aplicación del viejo proverbio que reza que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. De tal modo, cuando se pregunta por el reverso, es decir, quien NO quiere que gane la elección, en abril de 2019 un 49% señaló a Mauricio Macri y un 43,8% a Cristina Kirchner. El enojo del electorado con Macri es la mejor forma de ablandar la resistencia de la gente con Cristina.
Cristina la mejor rival, pero ¿quién es el mejor contendiente de Cambiemos?
Como sosteníamos al comienzo, la novedad de que Cristina Kirchner puede ganarle una segunda vuelta a Mauricio Macri, no obliga al Gobierno a cambiar de estrategia, a pesar de que esta tiene externalidades negativas por la incertidumbre económica que genera, pero sí le abre el interrogante respecto de quién está mejor parado dentro de Cambiemos para enfrentar con mejor resultado a CFK: ¿Macri o Vidal? La duda tiene razón de ser en que María Eugenia Vidal no solo tiene mejor consideración pública (más imagen positiva y menos imagen negativa que el Presidente), sino que, según los últimos registros relevados, mejora la competitividad de Cambiemos entre 4 y 5 puntos en una confrontación de segunda vuelta frente a CFK (Marzo 2019, Synopsis).
Si bien Vidal se transforma así en un activo para Macri (hay alguien que mejora la performance de Cambiemos frente a CFK), es también un pasivo, porque de la mano de cierta certeza publica de que Vidal es mejor candidata que el Presidente, la situación empieza a obligar al Macri a declinar su candidatura a favor de una mejor candidata o a recibir la desaprobación de su propio electorado si decide no hacerlo, por perjudicar las chances de que el oficialismo gane la elección.
La decisión que tome el oficialismo estará obviamente sujeta al impacto que siga produciendo la situación económica sobre las posibilidades de Macri de aquí al momento de tener que oficializar las candidaturas el 22 de junio próximo. Y no es menor el desafío, porque de parte del electorado que no desea que CFK triunfe, hay una alta predisposición a cambiar su voto para optar por la mejor opción para frenar a CFK. De modo que si Macri decide tomar la decisión de ir a confrontar con la ex presidenta con algún riesgo de derrota, esa amenaza bien podría producir una migración de votos oficialistas a alguna alternativa (¿Lavagna?) que lo defienda mejor de la principal amenaza que identifica ese electorado: que el kirchnerismo regrese al poder.