Según los pronósticos electorales, si se diera una re-elección de Cambiemos a nivel nacional, muy probablemente seguiríamos teniendo en 2020 un escenario de “Gobierno Dividido”, con un Ejecutivo que no tendría control de ninguna de las dos Cámaras.
La principal característica legislativa de este ciclo político ha sido la condición de minoría que ha tenido que afrontar el Ejecutivo en el Congreso. Este escenario de Gobierno Dividido ha provocado uno de los peores años en materia de productividad legislativa desde 1983. La elección presidencial de este año podría modificar esta dinámica legislativa, pero si nos guiamos por los sondeos electorales, este ciclo de Gobierno en minoría podría no llegar a su fin si se produce la re-elección de Cambiemos en el Ejecutivo.
En una instancia donde la probabilidad de re-elección de Cambiemos sigue siendo medianamente probable, y haciendo una simulación de cómo le podría ir al oficialismo en materia de renovación legislativa, ni siquiera en un escenario optimista (donde tomamos como parámetro los resultados de 2017), se acercaría a tener control de la Cámara de Diputados. En una proyección más realista, teniendo en cuenta ciertos antecedentes y lo que arrojan algunos sondeos, podríamos proyectar que el oficialismo alcanzaría apenas a conservar la cantidad de bancas que hoy ostenta en la Cámara baja.
Por el lado del Senado, la configuración legislativa se ve de mejor manera para el oficialismo, al no poner mucho en juego (apenas renueva 7 de 24 Senadores), pero tampoco allí se proyecta que Cambiemos pueda tomar el control del cuerpo. Ni en el escenario optimista ni en uno más realista el oficialismo lograría los 37 Senadores para tener el quórum propio.
De esta manera, si se diera una reelección de Cambiemos a nivel nacional (hoy un escenario probable), seguramente seguiría habiendo un Gobierno Dividido, con un Poder Ejecutivo que no tendría control de ninguna de las dos Cámaras, sino que solamente podría aspirar a seguir siendo Primera Minoría en ambos cuerpos, como sucede en este final de primer mandato.