En los últimos ocho años, Colombia ha tenido cinco reformas tributarias y es probable que para 2019 este número aumente a seis. La nueva reforma se presenta bajo el nombre de “Ley de financiamiento” y su justificación es la financiación del funcionamiento y programas sociales estratégicos del actual gobierno, mientras se logra reducir el déficit fiscal a niveles del 2.4% del PIB.
Como ha sido norma en los últimos años, el gasto del gobierno nacional central excede los ingresos del mismo y periódicamente se debe aumentar el recaudo vía aumento de impuestos, lo cual debe ser aprobado por el Congreso colombiano. Un instrumento efectivo en recaudo por tratarse de un tributo indirecto recolectado por las empresas es el impuesto al valor agregado (IVA) el cual es el centro del debate de todas las reformas tributarias y esta vez no es la excepción. Actualmente, el IVA tiene una tasa nominal del 19% y tiene ciertas excepciones que hacen que en algunos casos la tasa sea menor y ciertos productos de la canasta familiar se encuentren excluidos del impuesto. La propuesta actual busca que la mayoría de los productos de la canasta familiar tengan una tasa del 19%. Lo anterior es claramente regresivo y es por ello que el gobierno ha propuesto un mecanismo de devolución del impuesto a los más pobres.
De esta propuesta surgen múltiples dudas. En primer lugar, ¿ese aumento en el precio al consumidor final de los productos de la canasta básica de los colombianos va a traer consigo una disminución importante en el consumo y en el crecimiento económico? En el año 2017, la reforma de ese momento, aumentó el IVA de un 16% a un 19% y algunos analistas argumentan que sus efectos contractivos en la economía colombiana fueron importantes (tasa de crecimiento de 1.8% siendo una de las más bajas del siglo XXI).
Por otra parte, sus efectos sobre la inflación no son despreciables y si bien es un choque en un solo periodo que no debería tener efectos permanentes en la inflación, si podría comprometer el cumplimiento de la meta de inflación en 2019. Si esto llegará a suceder junto con otros choques adversos como el fenómeno de El Niño, se podría observar un aumento significativo en la inflación. Además teniendo en cuenta que la Junta del Banco de la República usa su tasa de intervención como una medida antiinflacionaria podría esperarse una señal de incremento en las tasas de interés que dificultaría la recuperación de la economía colombiana.
La propuesta que presenta el gobierno entrará a ser debatida en el Congreso de la República, donde se pueden hacer modificaciones al texto inicial. Sin embargo, ya varios sectores políticos se han mostrado en desacuerdo con el cambio del IVA y se han propuesto manifestaciones ciudadanas en contra del mismo. De momento, es necesario esperar a la decisión del Congreso para estimar el monto de este efecto.