En enero, la intención devoto al oficialismo cae poco más de dos puntos del registro de diciembre para ubicarse en 28,8%, justo en un mes donde se recupera la preocupación por la inflación. Posiblemente veamos a estas dos variables interactuar mucho este año, veremos si con este nivel de sensibilidad mostrado en enero. Parte de esta caída también pudiera estar explicada por el incremento de más de medio punto de la intención de voto a una oferta peronista no kirchnerista, en un mes donde el peronismo no kirchnerista tuvo su presentación en sociedad con el anuncio de que Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey serán candidatos en agosto próximo.
El aliciente para el oficialismo es que la intención de voto a Juntos por el Cambio también viene cayendo. Como en diciembre último cambiamos parte de la metodología de seguimiento (incorporamos parte del muestreo presencial), no incluimos la serie desde julio, pero en julio teníamos valores más altos de intención de voto para la principal oferta opositora.
En materia de PASO, seguimos viendo a Cristina Kirchner y a Javier Milei (en los extremos) como las opciones con más intención de voto, en un contexto donde los candidatos de Juntos por el Cambio juntan más que esos dos candidatos. De hecho, tanto el conjunto de candidatos de Juntos por el Cambio como el del Frente de Todos juntan mucho más que su propia marca. Señal de que falta orden todavía en la cabeza de los votantes para tener más claridad sobre el escenario.
Por el lado de Juntos por el Cambio se consolida la idea de que los candidatos del PRO son potencialmente más fuertes que los radicales, al tiempo que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich parecen ser los mejores perfilados para ser los protagonistas de esa pelea. Sobre todo lo cotejamos esta potencialidad electoral con la composición de imagen. Es allí donde la candidatura de Macri pierde fuerza por el todavía alto nivel de rechazo que recoge su figura. Por el lado del oficialismo, seguimos poniendo a Cristina Kirchner como opción, por su posición sinuosa respecto de su anuncio de no candidatura, pero también para comprender la naturaleza de su rol en la configuración de la oferta electoral del Frente de Todos. Es ella la que reúne sistemáticamente más del 70% de las menciones de apoyo cuando uno la incluye en la grilla de candidatos.
Frente a la posibilidad de que finalmente no sea candidata, Axel Kicillof es quién mayor cantidad de esos apoyos recoge, seguido por Sergio Massa y Alberto Fernández, y en último lugar por Daniel Scioli. No necesariamente ello implica que es viable políticamente la posibilidad de que Kicillof sea el candidato, porque enfrenta las mismas dificultades que Cristina para ampliar la base de apoyos.
Por el lado de Javier Milei, seguimos viendo el riesgo de que esos votantes terminen migrando a apoyar la principal oferta opositora, si la pelea entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se empareja. Este será el principal riesgo que deberá enfrentar Milei si su competitividad no le permite meterse en la pelea principal. Más de la mitad de sus votantes son exvotantes de Juntos por el Cambio que podrían verse tentados de volver a votar a ese espacio para evitar que gane el Frente de Todos.
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