Como habitualmente sucede, las expectativas de la opinión pública sobre el futuro económico del país y el futuro económico personal suelen sufrir caídas en los comienzos de año. El 2022 no fue la excepción, ya que comenzó con caídas en los niveles de optimismo, con el pesimismo aún elevado.
Las expectativas sobre el futuro económico del país registran este mes un nivel de pesimismo del 61,2%, mientras que solo un 20,5% cree que la situación del país mejorará.
En cuanto a las expectativas por el futuro económico personal, un 47,8% cree que su situación empeorará en ese mismo lapso, contra apenas un 20,1% que se muestra optimista y cree que la misma mejorará.
El pesimismo pudiera estar siendo impulsado por la ola de COVID que azota al país este mes.
A su vez, las preocupaciones ciudadanas reflejan de manera clara la actual situación del Gobierno: la preocupación por la inflación, se ubicó este mes en 45,6%. La aceleración inflacionaria impactó profundamente en la ciudadanía y prácticamente uno de cada dos encuestados por Synopsis afirma que es su principal preocupación.
En cuanto al resto de las preocupaciones, la preocupación por la corrupción este mes se ubicó nuevamente por encima del 30%. La variable desempleo queda tercera, en torno al 6%. De este modo, las preocupaciones económicas siguen estando por encima del 50%.
En cuanto a la preocupación por la salud, se refleja un aumento considerable en la misma, teniendo en cuenta que, en noviembre, la preocupación por esta variable tendía a 0. Este mes se ubicó cuarta, con aproximadamente 5% de las menciones.
Vuelve a resaltar este mes que, dentro de los votantes que acompañaron al Frente de Todos en las últimas elecciones legislativas, la preocupación es mucho mayor que en el total de la muestra: este mes, entre quienes votaron al FdT en las últimas elecciones, un 59% afirma que su principal preocupación es la inflación, 13,4p.p. por encima del total.