En el noveno mes del año, el intercambio comercial de bienes con nuestro mayor socio comercial dejó un saldo neutro tras siete meses en terreno negativo. El resultado comercial había sido deficitario en igual mes del año pasado (USD -90 millones), por lo que este dato implica una mejoría en términos de divisas. De cualquier manera, en lo que va del año, la balanza comercial con el país vecino mostró un déficit de USD 600 millones, duplicando al rojo de igual lapso del año pasado (USD -300 millones).
El flujo total de comercio (equivalente a la suma de importaciones y exportaciones) creció 29% i.a. con respecto a igual mes del año pasado, mostrando signos de recuperación por noveno mes consecutivo. Aunque esta marca es inferior a la del mes previo (en agosto, la variación interanual había sido de 57%), el intercambio comercial es el mayor para un mes de septiembre desde el 2017. En el acumulado anual, la compraventa de bienes desde y hacia Brasil creció 46% i.a. y se ubica 9% por encima de a la de igual período de 2019.
El aumento del comercio fue producto de un aumento de las importaciones en paralelo a una suba de las exportaciones. Del mismo modo que en los últimos meses, ambos sentidos del envío de bienes se incrementaron en comparación con el año previo. Mientras que las importaciones provenientes del principal país del MERCOSUR avanzaron 21% i.a., las exportaciones con este destino subieron 37% i.a. en el mes. En el año, las compras treparon 47% i.a. y las ventas 45% i.a.
Al comparar con 2019, el avance también es importante. De la misma manera que sucede con el comercio agregado, el intercambio bilateral dejó atrás el difícil 2019: al comparar con septiembre de dicho año, las exportaciones fueron 27% superiores y las importaciones 25% mayores.
El crecimiento del intercambio comercial refleja que ambas economías crecerán en 2021, con la producción industrial (mayor segmento de intercambio mutuo) liderando la recuperación. Sin embargo, también implica para nuestro país un mayor uso neto de divisas, dado que la balanza comercial con Brasil es tradicionalmente deficitaria, más aún considerando que esperamos que la economía doméstica crezca a mayor velocidad que la brasileña (7,5% y 5,0% anual, respectivamente).